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Tras el 29-S. Una reflexión desde la izquierda obrera

Tras el 29-S. Una reflexión desde la izquierda obrera

Josep Bel



La cuestión no es si existe otro camino que no sea la violencia. La cuestión es que la violencia no es el camino (hoy y en nuestro contexto ibérico). El sistema sabe perfectamente como sacar provecho de la violencia de las minorías descontentas. La violencia es un terreno de juego en el que el sistema se desenvuelve bastante mejor que nosotros y las dinámicas acción-represión-acción no preocupan a ningún financiero o banquero. Lo vimos en noviembre del 2005 en Francia con la rabia canalizada en incendios de miles de coches.

Seguramente que algunos de los que quemaron contenedores el 29 de septiembre en Barcelona eran provocadores y policías. Solo hay una manera de combatir a los provocadores: no seguirlos en sus métodos. Cuando justificamos la violencia antisistema que no es de la multitud (doy por sentado que la violencia prosistema ya la condenamos todos) nos movemos en ámbitos contradictorios: justificamos acciones que no sabemos si son realizadas por la policía o por personas que comparten nuestros objetivos. ¿No debería preocuparnos que las aguas de la violencia pro y antisistema confluyan en el mismo río sin que se puedan distinguir unas y otras? Las experiencias de la Italia de los años 70 son significativas.

Algunos medios, muy pocos, han acertado al decir que no solo fueron energúmenos, chorizos, extranjeros, reincidentes de cuando gana el Barça, sino que alrededor de la ex sede del Banco [Español de Crédito] se había producido una alianza única entre algunos anarquistas, autónomos, comunistas, trotskistas, independes, sindicalistas combativos y luchadores sociales no acomodados en las subvenciones del sistema.(Público 1/10/2010). Lo que no explicaron, y los secretas y los medios sin cámaras estuvieron presentes, es que en la asamblea que se hizo antes de la huelga dentro del banco, con más de 300 personas de barrios y empresas, se acordó que no íbamos a ir al barrio de los ricos, ni a casa de Millet ni a la de otros tapados por la justicia que han robado millones y millones de euros a la sociedad, sino que sería bueno recuperar la Rambla barcelonesa para el pueblo y que el día de la huelga no fuera solo de los turistas, ya que llevan años impidiendo manis legales en esas calles, y así, informar piqueteando en los comercios con precarias y precarios.

La idea era pasear como piquetes venidos de los barrios a partir de las 12h del 29-S por ese centro. Esto se votó y se acordó entre todas y todos con un matiz fundamental: si no dejaban, daríamos vueltas hasta lograr colarnos por alguna calle subiendo después hasta Plaça Sant Jaume [donde están las sedes del Ayuntamiento y de la Generalitat]. Además se votó también el carácter pacífico y combativo de los piquetes informativos.

¿Qué significa eso de “combativo” dirán algunos? Lo que habitualmente está prohibido con multas o penas administrativas por la izquierda institucional del tripartito y, por supuesto, por la derechona de CiU y PP. Es decir, pegar carteles o pegatinas en las fachadas de bancos, multinacionales y comercios; hacer pintadas en paredes; cortar la calle con trabajadores fijos, precarios, estudiantes y jubilados juntos; avisar de que se deben solidarizar cerrando la persiana porque los recortes sociales afectan a todos y la jubilación a los 67 años también, y que, en este caso, no somos sindicalistas liberados y subvencionados los que lo decimos, etc. Es decir, se votó el carácter de las acciones y se consensuó su desarrollo, pero como siempre sucede no hablamos de todos los supuestos: ¿qué hacer si un compañero o un desconocido a nuestro lado con la cara tapada se desmadra y ataca físicamente a alguien? Irnos es lo más normal. Pero no hablamos de eso. O que hacer si la policía impide pasar a unos por la Rambla mientras a los de CCOO-UGT, que están cortando el tráfico en la Gran Vía con su rueda de prensa, no les dicen nada.

Aquí viene cuando a varios se les dispara la rabia acumulada, cuando ven que la policía de [Joan] Saura dice: por la Rambla no pasáis y os persigo por todas las calles adyacentes para impedirlo. Pues parece que el conflicto que no votamos se lo pusieron en bandeja a algunos para criminalizar a todos.

En los barrios de Sant Andreu y Nou Barris, en Sants, en Gràcia, se había podido hacer durante toda la mañana sin problemas lo mismo que se había acordado para la Rambla. Pero cuando vieron que nos juntamos casi 3.000 personas en el centro, entonces ya no. Es cierto también que ya se había producido un incendio de neumáticos en las Corts y otro accidental de tres motos en 9 Barris, pero nada comparado con lo que ha sucedido en Asturias o con los mineros, por ejemplo.

Claro que no estamos de acuerdo en quemar, ni con hacer daños a personas salvo para defendernos de sus porrazos, pero nadie se pregunta de donde sale la rabia entre los jóvenes parados y precarios que son bombardeados por miles de anuncios consumistas al día. Esto no se resolverá con la criminalización. Nadie se acuerda de lo que hicieron gentes que hoy están en el PSC, ERC, IC-EUiA en los años 80, cuando los USA invadieron Granada o cuando la guerra contra Nicaragua. Vimos entonces imágenes de gran dureza contra el consulado de los USA o contra el MacDonalds de la Rambla. En esas fechas no se criminalizaba como hoy sucede por parte de los que están en Interior.

Repetimos: no fue lo acordado en la asamblea de anticapitalistas del banco y si nos piden que condenemos la violencia, condenamos todas las violencias, las suyas en primer lugar, la de los que tienen el poder y las armas, los millones de euros y la especulación, las Televisiones y la prensa. Son éstos los que nos venden violencia cada día para aumentar su audiencia.

Recordémosles otra vez: si no se compran dos aviones de combate, se obtiene tanto dinero como en el previsto recorte de las pensiones. Si los daños son de 250.000 euros en el mobiliario urbano y hay 50 detenidos que no estaban en las asambleas de barrio o del banco, solo Millet se llevó 30 millones de euros (120 veces más) y está libre, y no sabemos más que la punta del iceberg de todo lo que hizo el PSC con el Sr. Sala o CiU con su financiación ilegal hoy. No conocemos nada de cómo funcionan los negocios de La Caixa con los militares de Argelia para el gas, ni los de Telefónica corrompiendo políticos en Brasil y China para ampliar su negocio.

No hay canal de expresión política para toda la juventud anticapitalista porque nadie va a tener dinero para jugar a su juego electoral millonario, porque, repetimos, le llaman democracia y no lo es.

Vamos a seguir peleando desde la base sin subvenciones y creando espacios unitarios de lucha en todos los barrios y empresas que podamos para cambiar este sistema capitalista que apesta y que ha captado, en treinta años de neoliberalismo, a muchos luchadores de ayer con buenos salarios hoy en el pesebre del tripartito.

La asamblea de Barcelona acordó apoyar la manifestación-marxa de aturats que empieza este próximo lunes, el 4 de octubre, y debatir en barrios y empresas qué hacer si Zapatero no retira la reforma y los recortes, debatir como continuar la lucha sostenida sin esperar a Toxo y Méndez y su teatro del diálogo. Había propuestas de salir el 9 de Noviembre, cuando se gasten millones con la visita de un Papa que tapa a violadores de niños y corruptos de su banco Ambrosiano. Otros plantearon otra jornada de lucha el 29 de noviembre. Etc. Lo votaremos y decidimos entre todos y todas el 14 de octubre en la Plaça Osca de Sants, sin miedo a ser criminalizados, porque la violencia no es nuestro debate sino el sistema y lo que nos hace.

Pero vayamos a lo importante que compete al sindicalismo alternativo. En el “Moviment del 25” hay muchas cosas positivas, en sus análisis y propuestas. Apoyamos la ocupación del edificio de Plaça Catalunya. También en el programa de actividades que allí se organizaron. No estamos de acuerdo, en cambio, con las prácticas violentas que puedan impulsar una parte sin haberlo debatido ni votado. Ya está dicho.

Pero eso no es el nuevo movimiento obrero (que comprende activos y parados). Es otra cosa, globalmente positiva, que tiene derecho a existir, con la que debemos dialogar para aprender y desarrollarnos mutuamente, que pueden ser nuestros aliados. Pero el sindicalismo alternativo no debe diluirse en ese movimiento. Las tareas del sindicalismo alternativo son otras. Y el sindicalismo alternativo, la CUSC, en gran medida no estuvo a la altura de sus responsabilidades para traspasarlas a ese movimiento. Para la manifestación de la tarde, a pesar de la tensión, sí lo hicimos mejor estando juntos, cruzando juntos la temida Gran Vía cuando los oficialistas no se atrevían.

Por nuestra escasa capacidad de movilización en la calle nos juntamos en manifestaciones como el 1º de mayo o el 25 de septiembre de 2010, y después nos creemos que llevamos a muchos jóvenes detrás. No es así, ellos piensan en arrastrarnos sin debates claros. La reconstrucción de la unidad de clase hay que procurarla y no vendrá sola. Al contrario, si no se buscan incansablemente formas organizativas sindicales que permitan incorporar a trabajadores y trabajadoras inmigrantes, a precarios y precarias de aquí y de fuera, el abismo se abrirá, infranqueable. Nos encontraremos con que el racismo entre la clase obrera autóctona está a flor de piel y es alimentado por quienes están interesadísimos en que se haga a los trabajadores extranjeros responsables de salarios bajos y pérdida de derechos. La idea de reforzar el territorio con asambleas de barrio, como complemento organizativo al de la empresa, es positiva.

La tarea del sindicalismo alternativo es construir una alternativa a CC.OO y UGT, luchar por la hegemonía en el movimiento de los trabajadores/as al mismo tiempo que lo desarrollamos en la dirección de luchar por un modelo económico-social alternativo al neoliberal, buscando alianzas lo más amplias posibles. La vía que se abrió con la asamblea de antes del verano en las Cotxeres de Sants parece que no es el camino al que debamos someter a nuestra afiliación, ya que si no participa, no sirve. El asambleísmo abierto nos ha llevado a diluirnos en algo que no es lo que deberíamos ser.

¿Cuáles son nuestros objetivos? El día 14 de octubre, en la plaza Osca de Sants, no se cuantificará lo que han dicho las bases en nuestras empresas sobre qué hacer, si el 9 o el 29 de Noviembre. Si se hiciera, sería un método aceptable a compartir con las direcciones sindicales que han elegido nuestros afiliados, pero ir algunos sin democracia en la base y sólo cuantificar lo que se diga allí por algunos, no es decidir en los centros de trabajo o en el barrio sabiendo cuántos somos para hacer algo juntos.

Lo prioritario es que sean muchos miles, cientos de miles, los que digamos de sostener la lucha frente al teatro del diálogo. En esa extensión es en lo que debemos invertir todos nuestros esfuerzos y centrar el debate de que acciones debemos priorizar para que tengan efecto multiplicador. La unidad es para hacer juntos y luchar y la democracia es para decidir cada día; no para votar o abstenerse cada cuatro años. Ánimo a todos y todas. A pesar de no haber podido canalizar la rabia el 29-S, tal y como planificamos, no dejaremos que nos callen con su criminalización. Salud.


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