La dialéctica de Hegel – Hans Georg Gadamer
La dialéctica de Hegel es una fuente constante de irritación. Incluso a aquellas personas que han sabido atravesar el torbellino lógico del Parménides de Platón, les produce una mezcla de decepción lógica y entusiasmo especulativo. Yo me cuento entre esa clase de personas. Y desde el principio de mi carrera me propuse la tarea de poner en mutua relación la dialéctica antigua y la dialéctica hege-liana, de modo que se aclarasen una a otra. Pero no por eso fue mi intención ponerme a reflexionar sobre este método, o si se quiere no-método, del pensa¬miento para obtener un juicio definitivo sobre él, sino para no dejar inexhausto el reino de intuiciones que este enigmático modo de conocimiento permite extraer con la mediación de los conceptos. Por mucho que pueda de¬cirse sobre las cavilacio-nes lógicas de la dialéctica, por mucho que pueda, asimismo, preferirse la «lógica de la investiga-ción» a la «lógica del concepto», la verdad es que la filosofía no es simplemente investigación.