Un ensayo sobre la liberación – Herbert Marcuse
«En los siguientes capítulos, intento desarrollar algunas ideas propuestas primero en Eros y civilización y El hombre unidimensional y luego elaboradas en «La tolerancia represiva» y en conferencias dadas en los últimos años, sobre todo ante públicos estudiantiles de los Estados Unidos y de Europa. Este ensayo fue escrito antes de los sucesos de mayo y junio de 1968 en Francia. Simplemente he agregado algunas notas a pie de página por vía de documentación. La coincidencia entre algunas de las ideas sugeridas en mi ensayo y las formuladas por los jóvenes militantes fue sorprendente para mÍ. El carácter utópico radical de sus demandas sobrepasa con mucho las hipótesis de mi ensayo; y sin embargo, estas demandas se susci-taron y formularon en el curso de la acción misma; son expresiones de una práctica política concreta. Los militantes han invalidado el concepto de «utopía»: han denunciado una ideología viciada. Revuelta o revolución abortada, su acción es un viraje decisivo. Al proclamar la «impugnación permanente» (la contestatíon permanente) la «educación permanente», el Gran Rechazo, reconocen la marca de la represión social, aun en las manifestaciones más sublimes de la cultura tradicional, incluso en las mani-festaciones más espectaculares del progreso técnico. Ellos han erguido otra vez a un fantasma (y esta vez es un espectro que no sólo espanta a la burguesía, sino a todas las burocracias explotadoras): el espectro de una revolución que subordina el desarrollo de las fuerzas productivas y los niveles de vida más elevados a los requerimientos para crear la solidaridad del género humano, para abolir la pobreza y la miseria más allá de todas las fronteras y los ámbitos de interés nacionales, para obtener la paz. En una palabra: ellos han sacado la idea de revolución fuera del continuum de la represión, y la han situado en su auténtica dimensión: la de la liberación.»