Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Los pecados de Haití

Eduardo Galeano

La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras. Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.

Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera.

Más que el voto, puede el veto. Veto a las reformas: cada vez que Préval, o alguno de sus ministros, pide créditos internacionales para dar pan a los hambrientos, letras a los analfabetos o tierra a los campesinos, no recibe respuesta, o le contestan ordenándole:

-Recite la lección. Y como el gobierno haitiano no termina de aprender que hay que desmantelar los pocos servicios públicos que quedan, últimos pobres amparos para uno de los pueblos más desamparados del mundo, los profesores dan por perdido el examen.

A fines del año pasado cuatro diputados alemanes visitaron Haití. No bien llegaron, la miseria del pueblo les golpeó los ojos. Entonces el embajador de Alemania les explicó, en Port-au-Prince, cuál es el problema:

-Este es un país superpoblado -dijo-. La mujer haitiana siempre quiere, y el hombre haitiano siempre puede.

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Entrevista a Íñigo Errejón Galván sobre la situación política boliviana

Salvador López Arnal

Entrevista a Íñigo Errejón Galván sobre la situación política boliviana: “[…]El proyecto de país del MAS, el que Evo se comprometió a “acelerar” durante su intervención en el balcón del Palacio Quemado en la noche de las elecciones, es un programa de modernización industrial, extensión de la ciudadanía y reparto de la riqueza. El Estado boliviano está entonces llamado a ser el instrumento de democratización social que nivele las grandes fracturas históricas provocadas por cinco siglos de colonialismo”.

 

Salvador López Arnal

 

Íñigo Errejón Galván es investigador en la Universidad Complutense de Madrid, donde prepara su tesis doctoral sobre el proceso político boliviano, y ha sido investigador visitante en la Universidad de California Los Ángeles. Es igualmente miembro del Consejo Directivo de la Fundación CEPS, con la que trabajó en Bolivia asesorando a la Asamblea Constituyente y, más recientemente, en un proyecto de formación y capacitación política [E-mail: ierrejon@cps.ucm.es]

 

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Las dificultades de las experiencias de reformismo radical en América Latina

Jesús Sánchez Rodríguez

Las dificultades de las experiencias de reformismo radical en América Latina

Jesús Sánchez Rodríguez *

En los últimos meses se constata una nota de mayor inquietud en los artículos que diversos analistas de la izquierda[1], que se ocupan habitualmente del proceso político en desarrollo en América Latina, realizan sobre la situación y previsible futuro de las experiencias de reformismo radical que diversos gobiernos de izquierda[2] impulsan en esa región.

En general son tres conjuntos de datos los que parecen llevar a esa preocupación. El primero sería el sesgo militarista que ha tomado la oposición que a esas experiencias oponen el imperialismo norteamericano y las oligarquías locales, y cuya escalada ha dado un salto cualitativo con el acuerdo por establecer siete nuevas bases de EEUU en territorio colombiano y el golpe de Estado hondureño[3]. El segundo sería la situación de impasse en que han entrado estas experiencias transformadoras, dando la impresión de que han llegado a un límite que dudan en sobrepasar. El tercero sería el peligro de reversión electoral en algunos de los países de la región, con un regreso al gobierno de opciones políticas derechistas, que añadirían aún más dificultades tanto a las diversas medidas de integración latinoamericanas como al resto de los gobiernos de izquierda que subsistiesen.

La profundización de la primera tendencia llevaría a un escenario de conflictos internos en algunos países e incluso interestatales con consecuencias imprevisibles de evaluar, se trataría, por supuesto, del escenario más inestable e incontrolable, pudiendo producir graves derrotas del movimiento popular, pero sin descartar tampoco que dicha situación, abierta a su pesar, le ofrezca oportunidades de avance. Los retos que plantean este escenario a los movimientos populares y las organizaciones de izquierda  son los retos estratégicos de enfrentamiento abierto a las fuerzas contrarrevolucionarias. A algunas de estas situaciones ya se han enfrentado las experiencias en marcha en América Latina con éxito hasta el momento. Los dos casos más dramáticos fueron el golpe militar contra Hugo Chávez en 2002 y el intento insurrección de los sectores contrarrevolucionarios en septiembre de 2008 en Bolivia. Si la derrota del primero se debió fundamentalmente a la respuesta en gran medida espontánea de los sectores populares, en el segundo caso se trató de una estrategia más elaborada de enfrentar y derrotar la creciente amenaza insurrecional reaccionaria. No obstante, y dada la vía elegida para avanzar en el proceso – de transformación institucional sin ruptura – estas victorias no se convirtieron en definitivas como solía ocurrir en las experiencias revolucionarias del siglo XX. Porque como correctamente señala Nils Castro, “al cabo es claro que ninguno de esos ejemplos ha dado lugar a una revolución en el sentido clásico del término. Ninguno involucró la toma de la totalidad del poder del estado por una fuerza capaz de fundar una nueva formación histórica en reemplazo del capitalismo. Entendido que no es lo mismo llegar al gobierno que tomar el poder, todos esos procesos se resolvieron en cambios de gobierno institucionalmente obtenidos y reconocidos por medios electorales, más o menos en el marco de las restricciones o limitaciones características del sistema político preexistente”[4]

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Razonable y admirable crónica de un mirista que fue responsable de la seguridad de Salvador Allende

Salvador López Arnal

RAZONABLE Y ADMIRABLE CRÓNICA DE UN MIRISTA QUE FUE RESPONSABLE DE LA SEGURIDAD DE SALVADOR ALLENDE

 

MAX MARAMBIO, LAS ARMAS DE AYER. DEBATE, MADRID, 2008,. 239 PÁGINAS.  PRÓLOGO DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ.

 

SALVADOR LÓPEZ ARNAL

El Viejo Topo, julio-agosto de 2009.

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Entrevista a Ramiro Lizondo, viceministro de producción boliviano

Salvador López Arnal

Conferencia de Ramiro Lizondo, viceministro de producción boliviano, en Cerdanyola del Vallès (Barcelona) el 14 de septiembre de 2009.

ENTREVISTA A RAMIRO LIZONDO: “[…] Otro tema importante es que este nuevo texto constitucional establece que los recursos estratégicos del país sólo deben ser explotados por el Estado, entregarlos a las transnacionales se considera traición a la patria.

Salvador López Arnal

Septiembre de 2009.

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Nicaragua 2009. Hechos opinables

Antonio Ruiz

Nicaragua 2009. Hechos opinables

Antonio Ruiz

El FSLN gobernó en Nicaragua desde el 19 de Julio de 1979, tras el triunfo de la revolución, hasta 1990 cuando sorpresivamente para los sandinistas ganó las elecciones la UNO (Unión Nacional Opositora), coalición compuesta por los grupos políticos oligarcas (conservadores y liberales) y otros menores (incluido el Partido Comunista) con el apoyo del gobierno USA. Esta coalición desapareció poco después de las elecciones una vez cumplido su objetivo: derrotar al FSLN.

En las elecciones del 2006, después de 16 años con debates ideológicos y personales, escisiones, y cambios estratégicos en el FSLN, este vuelve a lograr la Presidencia (a pesar de no obtener la mayoría de diputados en  la Asamblea Nacional) y vuelve a gobernar en Nicaragua. Las condiciones políticas, tanto en Nicaragua como a nivel internacional son diferentes a las de los años 80, en consecuencia el FSLN también lo es. En estas elecciones el Frente se presentó en coalición con pequeños y medianos grupos políticos que no querían depender de USA y apostaban por un desarrollo nacional. Esto junto a un programa de amplio alcance en lo económico y socio-político, aunque lejos del programa de los años ochenta, le da el triunfo en la primera vuelta.

Al formar gobierno a principios del 2007 una de las primeras medidas tomadas, después de la adhesión al ALBA, es anunciar la gratuidad de la enseñanza y de la asistencia sanitaria. Todo ello a pesar de haberse encontrado con una situación económica institucional desastrosa, después de 16 años de privatizaciones, corrupciones y  los desmesurados sueldos de altos funcionarios y ministros (7000 $ al mes), que el Frente rebajo considerablemente. Ante esta situación el Frente se centra en apoyar económica y políticamente a medianos y pequeños productores así como planes de desarrollo socio-económico de la población.

Desde Europa antes, durante y después de las elecciones, diferentes personas y sectores político-sociales,  que en otro tiempo apoyaron al FSLN, se están mostrando bastante críticos con los sandinistas y más concretamente con Daniel Ortega, cayendo en esa costumbre tan apolítica, difundida por los vulgares medios de comunicación  y políticos de nuestro entorno, de criticar a una organización opinando sobre una persona concreta. Afortunadamente el FSLN es una organización de masas y no depende de una o varias personas. Es necesario tener una información mínimamente objetiva para dar una opinión personal o colectiva. La información más común que llega a través de los medios capitalistas sobre Nicaragua es la que le interesa al imperialismo, y las entrevistas o artículos que promocionan y difunden son, lógicamente, las que sirven a sus intereses. Este es el caso de la cantidad de espacios que le han dedicado  y le dedican a antiguos miembros del Frente y hoy en el MRS (Movimiento para la Renovación del Sandinismo, que en las ultimas elecciones presidenciales obtuvo poco más del 6 %), dirigido por Sergio Ramírez,   promocionándoles charlas por toda Europa centrando las críticas en determinadas personas,  desvirtuando lo que pueda tener de positiva su valoración para convertirse en un ajuste de cuentas personal.

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A treinta años del triunfo de la revolución de Nicaragua

Jaume Raventos

A treinta años del triunfo de la revolución de Nicaragua

Jaume Raventos

La Revolución Popular Sandinista es un proceso histórico de casi un siglo, cuando el general Sandino rompe con el esquema bipartidario o de paralelas históricas que reflejaban el ejercicio del poder por parte de dos élites: la conservadora y la liberal. La aparición de una nueva fuerza significa que desde ese momento el “juego” político pasa a ser de tres bandas.

El sandinismo empieza a implantarse en amplios sectores de la sociedad: obreros agrícolas e industriales, pequeños y medianos productores y comerciantes, sector cooperativista (las primeras cooperativas en Nicaragua son impulsadas desde el Ejército de Sandino),  pero no hay que olvidar que las otras dos fuerzas políticas también disponían de una base importante. Especialmente el Partido Liberal en el campo. Finalmente destacar que  Sandino empieza cómo general liberal en lucha contra los invasores norteamericanos, y debido a la traición liberal, que entrega el país a manos extranjeras, rechaza los acuerdos y empieza una guerra de liberación nacional.

La dictadura de Somoza representaba una de estas tres fuerzas: la liberal, y contra ella se alineaban los sandinistas y los conservadores. Mientras el sandinismo buscaba el apoyo de las clases populares (incluida una parte de la burguesía), los conservadores tenían el apoyo de la oligarquía histórica local, la cual veía a Somoza cómo un arribista que no les permitía el control económico del país.

En esta situación, a finales de los sesenta, Somoza y la cúpula del partido conservador llegan a un acuerdo sobre gobernabilidad (después de una fuerte represión sobre una manifestación conservadora), con lo cual la juventud conservadora llega a la conclusión que la única forma de hacer oposición es a través del FSLN.  Y se integra a la lucha armada, abandonando (provisionalmente) sus orígenes de clase.  Buena parte de esta juventud de origen conservador se integra en la tendencia Tercerista/insurreccional del FSLN (las otras dos eran la Guerra Popular Prolongada y la Proletaria). Al ser la tendencia tercerista la que, al fin, impone su estrategia para ganar la guerra, la mayor parte de cuadros terceristas copan las instituciones y son la cara del sandinismo de los 80. El sociólogo Nicaragüense Orlando Núñez incluso opina que la oligarquía intentó tomarse el FSLN a través de sus hijos(“La Oligarquía en Nicaragua”, Ediciones CIPRES,2006)

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Entrevista a Francisco Palacios Romeo sobre el golpe de Estado de Honduras y la resistencia popular ciudadana

Salvador López Arnal

Entrevista a Francisco Palacios Romeo sobre el golpe de Estado de Honduras y la resistencia popular ciudadana: “[…] Micheletti es muy directo y ya dijo en cuanto se instaló la mesa de negociaciones que la única manera de que Zelaya regresara a Honduras es directamente al Juzgado para responder por más de diez delitos. A partir de ahí, ¿qué mesa de negociaciones es posible? Zelaya ha hecho bien en aceptar la Mesa para que no se le acusara de intransigente, pero debe marcar un plazo y, sobre todo, debe dejar constancia de la nula voluntad de los golpistas para desalojar el poder usurpado.”

SALVADOR LÓPEZ ARNAL

Francisco Palacios Romeo es profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Zaragoza y miembro del Comité Internacionalista de Aragón. Entre sus últimas publicaciones relacionadas con las transformaciones del Estado en Latinoamérica, cabe destacar: “La ruptura constitucional del Estado precario: los derechos sociales en el nuevo constitucionalismo iberoamericano. La especificidad del modelo venezolano” en Venezuela en transición. La experiencia bolivariana de gobierno, Ágora. Revista de Ciencias Sociales, nº 14, 2006, y “Constitucionalización de un sistema integral de derechos sociales. De la Daseinsvorsorge al Sumak Kawsay” en Desafíos Constitucionales. La Constitución ecuatoriana del 2008 en perspectiva, ed.: Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y Tribunal Constitucional, Quito, 2008.

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