Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Victor Serge: El caso Tuláyev

Pep Traverso

El caso Tuláyev / Victor Serge. Madrid, Capitán Swing, 2013.

Estamos en el Moscú de los años treinta del siglo pasado. Kostia y el funcionario Romáshkin comparten un minúsculo apartamento dividido en dos por un tabique que deja pasar todos los ruidos. Romáshkin es un hombre preocupado por la justicia, ha comprado un Colt y una noche paseando por los alrededores del Kremlin con la pistola en el bolsillo ve venir hacia él un militar de uniforme sin insignias, de rostro duro y bigote espeso, ese hombre fuma en pipa y lo siguen dos civiles…Al cabo de unos días es asesinado un alto funcionario del partido, el camarada Tuláyev. La maquinaria represiva estalinista se pondrá en marcha para descubrir el complot que se oculta tras el asesinato.

Así empieza esta magnífica novela de Victor Napoleón Lvovich Kibalchich (1890-1947) publicada entre nosotros por Capitán Swing el año 2013 y que vio la luz por primera vez el 1948 en la editorial Seuil con el título de L’Affaire Toulaév.

Hijo de padres rusos huidos de la represión zarista había nacido en Bruselas donde pasó muy pronto de la militancia socialista al anarquismo. En París se ve involucrado en el juicio a la banda de Jules Bonnot y será condenado a cinco años de prisión. En 1917 marcha a Barcelona y entra en contacto con la CNT, a principios de marzo se produce la abdicación del zar Nicolás II y Victor Serge (adoptará este seudónimo por primera vez en sus artículos para Tierra y Libertad y ya lo mantendrá hasta su muerte) decide incorporarse a la revolución en marcha. En Francia es detenido y encarcelado de nuevo aunque consigue llegar a Rusia en un intercambio de prisioneros con oficiales franceses. Por fin en Petrogrado a principios de 1919.

Este anarquista ingresa en el partido bolchevique y trabaja para la Internacional Comunista organizando el servicio de prensa a las órdenes de Zinoviev. Las diferencias con los bolcheviques se acentúan a partir de 1921, se alinea en posiciones próximas a Trotsky… En 1928 es expulsado del partido, arrestado e interrogado durante dos meses. Cinco años más tarde, en 1933, es de nuevo detenido y enviado a Orenburg en residencia forzosa.

Gracias a una campaña internacional podrá dejar la URSS en abril de 1936 sin que se le permita llevarse consigo sus escritos. De nuevo lo encontramos en Bruselas y muy pronto en París con un permiso de residencia provisional. Es un momento muy difícil para explicar la verdad de lo que pasa en la URSS, tiene grandes dificultades para publicar, los diarios del Frente Popular rechazan sus escritos. Está aislado y pocas puertas se le abren, colabora con Trotsky pero las diferencias políticas entre ambos se harán cada vez más importantes. En 1941 consigue dejar Francia en dirección a México, llegará después de un largo y tortuoso viaje. El Caso Tuláyev está escrito durante estos años, así al final del libro podemos leer: París, Agen, Marsella, Ciudad Trujillo, República Dominicana, México 1940-1942.

Pero dejemos aquí esta historia y volvamos a la novela, creo que para entender el sentido que la literatura tiene para Serge es preciso no perder de vista la nota con la que él mismo abre el libro y que dice así:

Esta novela pertenece al dominio de la narrativa. La verdad que crea el novelista no puede confundirse, de ningún modo, con la verdad del historiador o del cronista. Toda pretensión de establecer una relación precisa entre los personajes o episodios de este libro y los personajes y hechos históricos conocidos no tendría, por tanto,  justificación.

Pero la relación existe. En una de sus colaboraciones para el diario sindical belga La Wallonie, la del 30 de Enero de 1940, y comentando otro de sus libros importantes, S’il est minuit dans le siècle, Serge ahonda en esta idea:

C’est bien un roman, mais c’est un roman rigoureusement véridique. Une foule de choses sur l’homme, sur la société, sur l’histoire ne peuvent être dites ni dans l’essai ni dans l’étude historique. Il faut, pour les exprimer avec une intensité de vie suffisante, la création littéraire, ce qu’elle permet d’intuition, de passion et de liberté pour reconstruire la réalité. Joindre la vision intérieure à la connaissance des homes des hommes et des choses.1

Para ampliar un poco nuestra visión hemos de volver a 1930, Serge ha sido expulsado del PCUS, está en libertad después de dos meses de interrogatorios y prisión. El 17 de Septiembre de ese mismo año escribe una carta a Marcel Martinet que podemos leer el prólogo de Richard Greeman a otra de sus novelas, Ville Conquise:

L’expression littéraire commence à me passionner maintenant. Il me semble d’ailleurs qu’elle peut avoir une valeur révolutionnaire nullement négligeable à l’époque où nous sommes, c’est-à-dire dans notre période d’accalmie tragique et de crise. Je pense de plus en plus que tout est à recommencer par la base, donc, sous un certain angle, par la formations des caractères. Et à cet égard, quelques livres sincères et véridiques peuvent servir.2

No estoy seguro que la idea aquí expuesta pueda estar conectada con la expresada por Lukács en 1939 en un artículo suyo sobre la crítica democrática rusa:

Quanto più complessi e complicati sono i problemi, tanto maggiore è il compito che la letteratura deve svolgere nell’evoluzione sociale, nella preparazione ideologica delle grandi crisi. Accade perciò che in simili epoche preparatorie i grandi ideologi della revoluzione osservano con la massima attenzione i fenomeni letterari, e una grande, a volte la maggiore parte della loro attività filosofica e pubblicistica viene dedicata all’analisi critico-letteraria. Questo è il caso di Diderot e di Lessing; e questo è il caso anche di Belinskij, Cernysevskij e Dobroljubov.3

Pero volvamos a Serge y en concreto a otra de sus novelas, S’il set minuit dans le siècle. Aquí, un grupo de revolucionarios de edades diferentes y de planteamientos diversos hablan sobre el rumbo de la revolución. Se trata de hombres y mujeres desterrados a Chernoé (El pueblo negro), a las orillas del Chiórnaya (El río negro). Todos ellos expresan un inmenso amor a los hombres y a la vez la conciencia de que todo está perdido… tendrán que pasar muchos años… -afirman- habrá que empezar de nuevo, nosotros ya no lo veremos… Serge les da voz a lo largo de las páginas del libro:

La revolución revela una cara falsa que ya no es la suya. Se refuta a sí misma, se niega, nos quiebra, nos mata. Lo ves, ¿Dónde está el error? Todo cuanto amábamos no es ya sino apariencia execrable…

-¿Y el pensamiento -preguntó Rodión- , el pensamiento?
-Ah, pues ahora mismo es más bien un sol de medianoche sobre el cráneo. Glacial. Pero ¿qué hacer cuando es medianoche en el siglo?
-Seamos los hombres de medianoche- dijo entonces Rodión con una especie de alegría.4

Este grupo de revolucionarios desterrado a tierras lejanas forma parte de los héroes colectivos que pueblan las novelas de Serge, una fraternidad de combatientes, militantes revolucionarios a los que el autor define como la internacional invisible. Sobre ese colectivo protagonista de estas novelas, Greeman nos dice:

Il s’agit d’un héros multiple, composé d’hommes et de femmes, d’intellectuels et de manuels, d’anarchistes et de communistes, de vivants et de morts -car chez les camarades, on dialogue avec Saint-Just et Babeuf, Marx et Bakounine, comme s’ils étaient présents. Dans le cerveau de ce héros collectif s’accumulent l’expérience de mille prisons, la leçon de mille défaites, l’espoir de mille tentatives, la haute intelligence des choses, qui comprend les mouvements de l’histoire et tente de les influencer.5

Empezar de nuevo. Continuar luchando. Recordar a todos aquellos que han ido cayendo en el combate. Decir la verdad especialmente en los tiempos difíciles, y aquellos eran tiempos difíciles… Después de nosotros, si desaparecemos sin haber tenido el tiempo de cumplir nuestra tarea o simplemente de rendir testimonio, la conciencia obrera se oscurecerá completamente por un tiempo que nadie podrá medir… Un hombre termina por concentrar en él mismo una cierta claridad única, una cierta experiencia irreemplazable.6

Pep Traverso, Palma, 15 de abril de 2020.

1 Victor Serge, Retour à l’Ouest, 2010, Agone, Marseille. page 300.
2 Serge, Victor, Ville Conquise, Paris, Flammarion, 2011, page 42. Novela escrita entre los años 1930-1931 a Martychkino, Leningrado y Moscú; relata la lucha heroica de la ciudad de Petrogrado para sobrevivir durante los primeros años de la revolución al sitio exterior y al frío, el hambre y el terror en su interior. V. Serge, Ciudad Conquistada, Página Indómita, 2017
3 György Lukács, Saggi sul realismo, 2001, Einaudi, p. 145.
4 Serge, Victor, Medianoche en el Siglo, Madrid, Alianza Editorial, 2016, traducción de Ramón García. Primera edición en francés, S’il est minuit dans le siècle, Paris, Grasset, 1939.
5 Ville Conquise…p. 41.
6 El caso Tuláyev, p. 179.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *