De Barcelona a Baréin: Cambiando el paisaje hegemónico
Clara Valverde
El gobierno construye sus símbolos y luego los tiene que derribar si el pueblo les da sus propios significados.
Cuando el Conseller de Interior de Catalunya intentaba justificar el violento desalojo de la acampada del movimiento 15-M de la Plaza de Catalunya el 27 de mayo, pasó de decir, titubeando, que era por razones de “higiene pública” a que era por si ganaba el Barça la Champions, y a, finalmente, pronunciar: “…es que no se pueden hacer acampadas en sitios públicos”.
Con esas palabras Puig puso en evidencia algo crucial sobre las acampadas de este movimiento (y de las de otros movimientos y países): que el espacio no es neutro.
El espacio es una pieza central en la lucha de clases porque tiene un rol clave en los comportamientos y en la identidad social[i] y por eso hay un control tan férreo del mismo. El capitalismo ha sobrevivido ocupando espacio y produciendo espacio[ii].
El espacio social es el producto de una serie de acciones (la historia) que han dado permiso a ciertas acciones y han prohibido otras. La Plaza de Catalunya, para nombrar un ejemplo, ha tenido hasta ahora, el significado que el Poder intenta mantener: el centro de un parque temático turístico y comercial definido y promocionado por varias administraciones (“Barcelona Marca Registrada”[iii]), con sus numerosas alianzas en la industria privada, un espacio como mercancía turística[iv].
Pero para que ese significado se mantenga y se reproduzca, el Estado necesita que los ciudadanos, sin posiblemente ser conscientes, sigan la ideología dominante y utilice la Plaza de Catalunya para eso: para el turismo y para comprar en los establecimientos que la rodean. Ese uso de la Plaza de Catalunya parece el bueno, el justo y correcto[v], el de “toda la vida”, el del “sentido común”[vi].
Ese espacio se ha ido haciendo y nos ha ido haciendo a nosotros cada vez que lo utilizamos para lo establecido. Es como arrodillarse en una iglesia. ¿La gente se arrodilla en ese edificio porque es una iglesia o es una iglesia porque la gente se arrodilla en ese edificio?
El Poder define qué significa un espacio, quién pertenece a él, niega la diferencia y excluye a los que no llevan a cabo las acciones consideradas “buenas”[vii] (por ejemplo: los sin techo que intentan dormir en plazas, parques, cajeros, etc.).
El Poder, a través de sus formas varias, establece las normas y los límites de los espacios[viii]. Las clasificaciones de los espacios son eficaces porque, casi siempre, funcionan por debajo de la conciencia y del lenguaje de los ciudadanos.
Pero hay momentos en los que las contradicciones se hacen demasiado obvias (altos niveles de personas sin hogar y sin empleo en una ciudad “de moda”), que existe la posibilidad de desenmascarar cómo se produce el espacio[ix] y es a través de articular esa clasificación de los espacios como se puede cambiar el significado.
Esa articulación se lleva a cabo cuando los ciudadanos dejan de excluirse a ellos mismos de esos espacios y los cuestionan con actividades que parecen “fuera de sitio”.
A medida de que el movimiento 15-M ha continuado su acampada en la Plaza de Catalunya, se ha ido redefiniendo el significado de ese espacio, de un espacio turístico-comercial a uno de reflexión, diálogo, convivencia y de construcción de una nueva participación de los excluidos.
La reacción del gobierno catalán, a través del Conseller Puig, a la redefinición de la Plaza de Catalunya ha sido violenta, pero aún más violenta y obvia ha sido la del gobierno de Baréin.
En febrero de este año, miles de ciudadanos de Baréin comenzaron una acampada en la Plaza de la Perla en Manama para exigir democracia y el fin de la monarquía represiva.
En esa plaza, en 1982, el gobierno construyó un gran monumento para el Tercer Encuentro del Consejo del Golfo que consistía en seis velas (representando a los seis estados miembros del Consejo) coronadas con una gran bola, una perla, que simbolizaba la larga historia de la perla en la economía de Baréin.
Tal importancia tenía el monumento que figuraba en la moneda de medio dinar. Era un símbolo del gobierno.
Pero la Plaza de la Perla, como la Plaza Tahrir enEl Cairo, en sólo un mes, llegó a significar la indignación del pueblo de Baréin hasta tal punto que el ministro de asuntos exteriores, Khalid bin Ahmed Al Kalifa dijo, después de que el gobierno llevara a cabo la matanza y el desalojo en la Plaza de la Perla, que había que destruir el monumento porque traería “malos recuerdos en el futuro” y que se había “ensuciado” la imagen del monumento[x].
El gobierno construye sus símbolos y luego los tiene que derribar si el pueblo les da sus propios significados.
A medida que el movimiento 15-M en Catalunya se va afincando en los barrios, pueblos y ciudades, ¿qué significado mantendrá la Plaza de Catalunya de la Acampada de los Indignados? Y ¿qué hará el gobierno para intentar “derribar” ese nuevo significado?
El 2 de junio, en un reportaje sobre las continuas protestas en Baréin, se puede ver a los manifestantes poniendo, en todos los espacios en los que protestan pequeñas réplicas de cartón del Monumento de la Perla[xi].
Son símbolos portátiles para cambiar el paisaje hegemónico.
[i] Harvey D (2000), Spaces of Hope. Edinburgh: Edinburgh University Press.
[ii] Lefebvre H (1974) La production de l’espace, Paris: Anthropos.
[iii] Unió Temporal d’Escribes (2004), Barcelona Marca Registrada, Un model per desarmar. Barcelona: Virus.
[iv] Benach N (2009). “El centro histórico de Barcelona bajo presión: flujos globales y derecho a la ciudad” en Tello R y Quiroz H (eds.), Ciudad y diferencia: Género, cotidianeidad y alternativas. Barcelona: Ediciones Bellaterra.
[v] Cresswell T (1996), In place/out of place: geography, ideology, and transgression. Minneapolis: University of Minnesota Press.
[vi] Gramsci decía que un grupo no puede ser dominante si no define lo qué es el “sentido común”. Gramsci A (1981). Cuadernos de la cárcel. México D.F.: Ediciones Era.
[vii] Bourdieu P (1984). Distinction: A Social Critique of the Judgement of Taste. Traducción: Richard Nice. Cambridge, Massachussets: Harvard University Press.
[viii] Lefebvre, Ibid.
[ix] Harvey, Ibid.
[x] Associated Press, “Bahrain demolishes monument at Pearl Square”, 18 de marzo del 2011.
[xi] Al Jazeera English Televisión, “Security forces attack Bahraini protesters”, 2 de junio del 2011.