Una reedición necesaria
Salvador López Arnal
Reseña de: Carmen Domingo, Con voz y con voto. Las mujeres y la política en España (1931-1939), Barcelona: RBA, 2024, 446 páginas.
No todas las reediciones están justificadas, se imponen en muchas ocasiones los cálculos editoriales. No es el caso de esta reedición, corregida, ampliada y actualizada en base a nuevas referencias.
Cómo es posible, se pregunta la autora en el prefacio a esta nueva edición, que en la mayoría de los libros de historia publicados sigan siendo los hombres quienes lleven siempre la batuta. ¿Dónde está el reconocimiento a la labor política de tantas mujeres? ¿Acaso no deberíamos haber avanzado algo en ese reconocimiento a su trabajo? «Seguimos necesitando una mirada distinta, más amplia de la historia y menos centrada únicamente en aquello que hicieron o dijeron los hombres, máxime cuando el ejercicio de la política afecta al total de la población y cuando la Segunda República supuso la participación partitaria». Esta es la razonable perspectiva crítica de la autora.
Un apunte (innecesario) sobre ella. Licenciada en Filología hispánica, Carmen Domingo es una escritora feminista. Autora de ensayos, novelas y obras de teatro, ha centrado una gran parte de sus trabajos en la investigación y divulgación de la historia de las mujeres en España. Comisaria en 2022 de la 7ª edición del Día de las Escritoras de la Biblioteca Nacional de España, Domingo ha dedicado una buena parte de su carrera profesional a la enseñanza, la edición y la colaboración con numerosos medios de comunicación. Leída y reconocida columnista de El País, una de sus pocas voces críticas y realmente alternativas, escribe sobre libros en Babelia y Le Monde Diplomatique. Su penúltimo libro publicado, del que se dio noticia también en estas páginas, ha tenido una gran repercusión: #Cancelado. El nuevo macartismo, no siempre bien recibido por la denominada izquierda woke.
Componen Con voz y voto, el prefacio a la nueva edición, el «A modo de prólogo» de la edición de 2004, una introducción histórica, tres partes («La Segunda República española», «Las mujeres en la Guerra Civil», «La España vencedora: silenciadoras y silenciadas»), tres anexos, tres discursos esenciales (Clara Campoamor, 1/X/1931; Victoria Kent, 1/X/1931; Dolores Ibárruri, 16/VI/1936), notas, biografías, bibliografía, abreviaturas e índice alfabético (magnífico).
No se salten las notas, tampoco las breves biografías de las protagonistas (conmovedoras muchas de ellas). Un ejemplo de las primeras, como aperitivo lector: «María Zambrano, desde sus primeros escritos hasta los últimos publicados en el exilio, buscará sin cesar las palabras que definan su situación. Porque lo que nunca querrá es olvidar lo vivido y es consciente de que el exilio puede ser la condena perpetua de la memoria. El «vacío», la «nada», la «condena», serán términos que pueblen sus escritos para ordenar sus sentimientos. En definitiva, el delirio como la constante vigilia en la que vive el exiliado y el movimiento como fuente de esperanza, porque ahora «lo español, a menudo, se desarrolla mejor lejos de su origen», María Zambrano (1939).».
Sobre dos asuntos de posible crítica historiográfica (1ª, construcción de un ensayo histórico como Con voz y con voto a partir de diarios y memorias, textos en primera persona, entrevistas, textos familiares escritos por mujeres como hilo conductor de la narración; 2ª, preponderancia en la bibliografía de las mujeres demócratas, las pertenecientes y defensoras de la España republicana), una excelente reflexión metodológica de Domingo en las páginas 33-34 de su prólogo a la primera edición, con un comentario final: «en ningún momento he tratado de hablar de mujeres buenas y malas –las terminología religiosa y moral no casa con el análisis histórico–, algo que se encargaron de utilizar desde el bando franquista -religión, patria, orden y España, es decir, el bien frente a ateísmo, caos, anarquía, sumisión al comunismo internacional y República, es decir, el mal-. No utilizaré terminología como la de Concha Espina en Luna Roja (1939), que habla de la «batalla entre Materia y Espíritu y de Satanás contra Dios». Es todo mucho más simple, es un libro de mujeres demócratas y antidemócratas y de cómo ven ellas, desde cada lado, el transcurrir de una España que soñó con ser libre y acabó ahogada en una dictadura.»
Se señala en la contraportada del libro, magníficamente escrito por cierto: Con voz y voto sigue siendo «una obra historiográfica esencial para el reconocimiento del papel de la mujer» en nuestra historia reciente. Lo es, una obra que merece el mayor reconocimiento académico y de los lectores no especialistas.
Domingo hace referencia en ocasiones a La Pasionaria. Tal vez mejor Pasionaria. El subtítulo del libro –«Las mujeres y la política en España: 1931-1939»– acaso debería corregirse en el período abarcado. Matilde Landa quizás debería adquirir mayor protagonismo en futuras reediciones del ensayo.
La autora de Con voz y con voto dedica el libro a María Muelas, tía abuela suya, maestra republicana represaliada. También está reseña. Y con ella, a todas las maestras republicanas represaliadas.
Fuente: El Viejo Topo, mayo de 2024.