Tener la historia de nuestro lado
Serge Halimi
«El 6 de junio de 2009, el presidente estadounidense Barak Obama pronunció un discurso celebrando el desembarco en Normandía y, de modo más amplio, la victoria de los aliados sobre los nazis. Dedicó catorce palabras a «los rusos que sufrieron algunas de las pérdidas mas duras en el frente del Este». En efecto, el ejército alemán tenía allí 165 Divisiones -las mejores-, mientras que había movilizado 76 en el frente del Oeste.
Los estudiantes franceses, británicos, estadounidenses no oyen hablar muy a menudo de la batalla de Kursk (julio-agosto de 1943). Sin embargo, esta batalla implicó a cuatro millones de hombres, representó un giro determinante de la guerra y concluyó con el triunfo de los ejércitos soviéticos, que mataron o hirieron a 500.000 soldados alemanes al precio de pérdidas aún más graves. Casi en el mismo momento, 6.000 anglo-estadounidenses morían durante la campaña de Sicilia; unos 60.000 durante todo el año 1943.
«Memoria» e historia no cesan de divergir. Con la ayuda de Hollywood, pronto se creerá que Berlín fue conquistada por los estadounidenses. En agosto-septiembre de 1944, un instituto de sondeos (¡ya por entonces!) les preguntaba a los parisinos, cuya ciudad acababa de ser liberada, qué país había contribuido mayormente a la victoria. Veredicto: la Unión Soviética, 61 %; Estados Unidos, 26 %. Sesenta años después, el mismo instituto hizo la misma pregunta a los franceses. Esta vez, respondieron: Estados Unidos, 58 %; Unión Soviética, 20 %. Década tras década, la «popularidad» del Ejército Rojo no ha dejado de bajar…
El bando que ganó la Guerra Fría también triunfó en la guerra de la memoria. Historia y poder van de la mano».
Serge Halimi, «Tener la historia de nuestro lado», en: El Atlas Histórico de Le Monde Diplomatique, Buenos Aires, Capital Intelectual, 2011.