Alternativas al Sistema euro y a la vía de desarrollo de la UE
Inge Höger
Intervención de Inge Höger, diputada al Bundestag por Die Linke en la “Jornada sobre la alternativas al sistema euro y a la UE neoliberal (Tagung der AKL über Alternativen zum Eurosystem und zur neoliberalen EU)” organizadas por Die Antikapitalistische Linke (AKL) el 28 de enero de 2017 y celebrada en Düsseldorf, bajo el lema “¡Por una liquidación coordinada del euro y la ruptura con la UE neoliberal!”
La UE se encuentra sumida en una profunda crisis – en cada vez más países miembro crece la idea de que con esta UE ningún estado tiene posibilidades de crecimiento.
La decisión mayoritaria de la población británica por la salida de la UE y la toma de posesión de Donald Trump agravan las condiciones. Theresa May aprovechó justamente su primera visita a los EE.UU para profundizar las buenas relaciones comerciales con EE.UU, luego del Brexit. Donald Trump ha afectado a la UE y especialmente a las exportaciones alemanas con su anuncio de establecer aranceles proteccionistas. Desde hace varias décadas los EE.UU sufren un enorme déficit de la balanza comercial. Trump se ha comprometido a revertir esta situación. Las exportaciones alemanas se verían especialmente afectadas. Su elevado y continuo superávit de exportación deberá orientarse a otros países. Durante un largo período cobraron impulso las exportaciones alemanas fuera de la zona euro y de la UE. Mientras tanto las exportaciones a los países miembros de la UE cayeron del 46,5% en 1995 al 36,5% en 2015. Esa caída de las importaciones se verifica especialmente en los países del sud de Europa a causa de las políticas de austeridad y el rescate bancario y también por el cierre del mercado ruso debido a las sanciones. De este modo EE.UU se transformó en mayor comprador de productos alemanes, y en el tercer lugar se encontraba Gran Bretaña. Por esa razón no sólo los anuncios de Trump sino también el Brexit representan un duro golpe para la economía alemana.
La respuesta de la UE tanto a la evolución de la crisis como a los desafíos actuales ha consistido en la formulación de sus agresivas demandas en el ámbito económico y geopolítico. Por cierto, hasta ahora la UE no ha alcanzado su objetivo, transformarse en el más potente espacio económico a nivel mundial, ampliando el libre comercio en un espacio económico común con el resto del mundo y también con EE.UU y Canadá. El CETA fue aprobado hace unos días pese a las masivas movilizaciones de la sociedad civil ante la Comisión de Comercio del Parlamento Europeo. Si Trump se manifiesta ahora contra el libre comercio, celebrando una ruptura de la UE y amenazando a la industria automovilística alemana con barreras arancelarias, es también especialmente una amenaza a la industria alemana, la que ha sometido al espacio europeo en beneficio de su política comercial expansiva.
La respuesta del presidente de la Comisión, Junker, y de las instituciones de la UE consiste en una mayor centralización de la política de la UE mediante un ministerio de Asuntos Exteriores propio, el refuerzo la cooperación en seguridad y defensa y la constitución de un ejército europeo, así como asegurar las fronteras exteriores contra los efectos del libre comercio y de la guerra en forma de refugiados.
En Alemania desde hace tiempo se persigue la idea de una UE de dos velocidades, con un núcleo formado por las economías más fuertes y una periferia constituida por los países miembro más débiles. Esta va a ser desde hace tiempo la posición de la CDU, pero actualmente la ha traído a colación el ministro de Relaciones Exteriores del SPD, Sigmar Gabriel. El SPD ha elegido como nuevo candidato a la Cancillería al ex-presidente del parlamento europeo quien en conexión con esta cuestión está a favor del fortalecimiento de la UE.
La UE debe reorganizarse de acuerdo con los intereses del imperialismo alemán a pesar de todas las fracturas. Para a elite dominante es precisamente la tarea más importante después del Brexit y la llegada de Trump a la presidencia de los EE.UU. No podemos prever que como acabará este proceso. Pero está claro que la UE no se romperá fácilmente como consecuencia de sus contradicciones internas.
Tenemos que hacer ya que cambien las relaciones a favor los intereses de la clase obrera, de los asalariados y desempleados, estudiantes y pensionistas. Esta es una tarea central para un partido de izquierdas en Europa.
DIE LINKE en Renania del Norte-Westfalia ha señalado en su programa para las elecciones al parlamento de este estado que:
“El capital alemán domina el espacio europeo, tanto económica como políticamente. En países como Grecia, Italia, Portugal e incluso Francia conduce ese dominio a una acelerada desindustrialización… El denominado paquete de rescate europeo no era más que ayuda financiera para los bancos. Los trabajadores deben pagar mediante una mayor explotación los estándares sociales y las infraestructuras en todos los países de la UE.
Nos solidarizamos con las luchas de los asalariados en Alemania, Grecia, Italia, España y los demás países. En lugar de una política favorable a las empresas, nosotros abogamos por una política a favor de la mejora social y ecológica. Queremos junto a los afectados por las políticas de empobrecimiento de la UE actuar con éxito contra las políticas de austeridad. Se debe mostrar que el euro es incompatible con la igualdad social, por lo que la ruptura con el euro no debe ser ningún tabú. Los países que deseen abandonar el euro para lograr una política social y económica progresiva, pueden contar con nuestra solidaridad…”
DIE LINKE en Renania del Norte-Westfalia ha dejado claro que apoya la lucha de los trabajadores en otros países si se liberan de la camisa de fuerza del euro y están dispuestos a establecer la soberanía monetaria. Precisamente por ello necesitan nuestra solidaridad y debemos abogar por un cambio en las relaciones.
El programa continúa diciendo:
“El actual régimen del euro, o sea la unión monetaria con las instituciones y normas vinculantes del Eurosistema-BCE es incompatible con un desarrollo social y democrático de Europa. DIE LINKE está por esa razón preparada para cuestionar el euro como moneda única”.
Si queremos modificar la política neoliberal dominante, debemos cuestionar el sistema euro. Como izquierda no podemos someternos a una pretendida moneda neutral. De la investigación de Martin Höpner y Paul Steinhardt hemos aprendido que un nuevo comienzo desde la izquierda no se puede realizar bajo las reglas de la UE. También que es necesaria una ruptura consensuada del euro, para posibilitar una política monetaria autónoma destinada a programas de inversión contra la desindustrialización y los recortes sociales. En caso contrario amenaza una liquidación desordenada del sistema euro. El ejemplo de Grecia ha demostrado que la UE y sus estrictas instituciones y normas en la zona euro no permiten ninguna posibilidad de un desarrollo autónomo. Merkel y Schäuble han impuesto al gobierno izquierdista de Syriza un duro programa de austeridad, como lo ha hecho con los gobiernos precedentes. Sólo con la salida del euro unida a medidas para un desarrollo autónomo sería posible otra política contra los bancos y las empresas: la toma de posesión del Banco Central junto al control de la circulación de capitales, la socialización de las principales ramas industriales y de los servicios públicos.
Como LINKE debemos apoyar todas las posibilidades que confrontan con el poder del capital en la UE y naturalmente especialmente el poder de los capitales alemanes y de la industria exportadora alemana. El enemigo principal se encuentra en nuestro país y el capital alemán extrae su fuerza en primer lugar de los trabajadores alemanes mediante los recortes sociales y la expansión de sectores de bajos salarios. Luchamos en Alemania a favor del aumento salarial y el sostenimiento y ampliación de los servicios públicos.
Con ese fin son necesarias movilizaciones masivas, pero también la denuncia de los tratados de Maastricht y Lisboa. Queremos una modificación de las relaciones sociales de fuerza con el objetivo de erigir un socialismo democrático. Cada debilitación del poder del capital mejora nuestras condiciones de lucha. Por esa razón nos posicionamos solidariamente al lado de los partidos de izquierdas en otros países de la UE que resisten las políticas de austeridad. Se tara de desarrollar alternativas al modelo de integración neoliberal de la UE. Una liquidación ordenada de la zona euro es una precondición para el cambio social en los diferentes países.
Un nuevo internacionalismo de izquierdas solo es posible sobre la base de una economía nacional soberana. La UE con sus tratados y constitución no deja ningún espacio para un desarrollo democrático, comprometida con las fracciones dominantes del capital, el mercado y la competencia, el parlamento europeo no tienen ninguna competencia, las decisiones son adoptadas a nivel de los gobiernos nacionales, la Comisión Europea y las instituciones
Una salida del euro y de la UE dará la posibilidad –no la seguridad- de una perspectiva anticapitalista. Los economistas de izquierdas han elaborado programas y perspectivas para ese paso y posibilidades, las que muestran que con una salida del euro se produce un desarrollo nacional, le fin de la desindustrialización, la constitución de una economía nacional y el fin de la dependencia de las importaciones. Construyamos un camino para un desarrollo social justo, para un nuevo internacionalismo.
Publicada en http://www.antikapitalistische-linke.de/?p=1822#more-1822 (7/2/2017)