Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Muchos y organizados

Josep Bel

La respuesta actual la veo muy parecida para la actual izquierda socialdemócrata institucional. Me refiero a casi toda la que está a la izquierda del PSOE. Desde el dirigente Lafontaine en Alemania, pasando por la mayoría de IU o el Front de Gauche de Melenchon en Francia, sus programas ocupan el espacio abandonado por la 2ª Internacional socialdemocrata. Esta socialdemocracia, ya en los 80, se pasó al liberalismo imperialista y corrupto y su espacio lo fueron ocuparon partidos que ayer eran mas de izquierdas (PCE-IU, ERC, BNG, etc). La otra izquierda, la mas anticapitalista y no institucional, sigue hoy dispersa en varios movimientos sociales, con muchos mas efectivos aún en el movimiento obrero que en el ecologista, feminista, antirracista o pacifista. Pero esta izquierda no dispone de un país que haga de ejemplo multiplicador, con una internacional que nos una (la quinta), y por no tener, no tenemos ni huelgas europeas con estos actuales sindicatos mayoritarios europeos (la CES), y aunque esta izquierda si ha logrado impulsar fechas importantes de movilización internacional (el 15/2/2003 fue la mayor, en 80 países contra la guerra a Irak), impulsar el movimiento antiglobalización, las protestas estudiantiles, las alternativas o por el derecho a la vivienda o el 15 M el último año.

Sobre el papel, los programas electorales socialdemócratas ante la crisis, aún parecen poder mantener el estado del bienestar, aunque personalmente creo que con el nivel de fraude fiscal actual y con la gran fuga de capitales (200 mil M de € en 12 meses salen del país), creo que no habrá recursos en el sistema capitalista para redistribuir con más impuestos. Solo si se actúa sobre la gran propiedad y contra el movimiento libre de capitales, creo que podremos empezar a ver una salida.

Estamos ante un cambio de época, y el poder financiero ha impuesto su constitución neoliberal en la UE y enormes sanciones si incumples en la OMC y no hay soberanía sin desconectarse de ese embrollo legal. La globalización actual es una dictadura financiera contra los mínimos democráticos que puede decidir un pueblo. Ellos defraudan en paraísos fiscales mucho mas de 20 billones de euros. Esto, junto al poder militar de la OTAN, con sus guerras geoestratégicas para la garantizar recursos (petróleo, gas, minerales, agua, etc), nos han cambiado las reglas del juego respecto a las que había cuando el otro bloque (llamado socialista no democrático) apoyaba a las otras soberanías nacionales que podían surgir.

La población actual del estado español no quiere o no se atreve a romper con el sistema y la prueba esta en los resultados electorales en varios lugares de Europa. Pero, aunque lo lograsen algunos con unas nuevas siglas, como pudo ser en Grecia, no tenemos esa correlación real entre el pueblo, con otra cultura sociopolítica, estructurada en costumbres cotidianas diferentes al egoísmo dominante. Esta contradicción no es la única. Muchos volverán a ser absorbidos por políticas del gran consenso.

Nos venderán un pacto social entre PP PSOE CiU PNV ….para salir de esta crisis tan diferente. Creo que ni obedeciendo a la Europa alemana, ni con mas deuda con quita para sus beneficios, saldremos. La lógica de recuperar tasa de beneficio hará que no se podrá frenar la tendencia de paro y precariedad.

Sin romper con el FMI, BCE y con esta UE, no creo que la salida sea favorable para los de abajo y desgraciadamente, pocos lideres, pocos, se atreven a enfrentarse al poder real como Correa, el presidente de Ecuador, que con la sexta renegociación de la deuda, logro grandes recursos para sanidad y educación, o a vivir como Múgica, el presidente de Uruguay con el gran ejemplo de vida anticonsumista y ecologista.

La suma de los partidos anticapitalista actuales tampoco creará hoy un referente, pero si que es muy útil apostar por la coordinación de todos los que lo deseen para esa inmensa tarea de crear desde abajo lo nuevo.
No será tampoco ninguna alternativa en Catalunya una copia de Siryza, con una suma de las siglas a la izquierda del PSC, viendo lo que sucede ya hoy en Andalucía, y sucedió ayer en Euskadi o en Catalunya con el tripartit. Así solo volverán a ser los monaguillos del PSOE neoliberal.

Los jóvenes lo han visto en las plazas del 15 M, en los debates públicos, donde los liberados sindicales y los políticos institucionales recibían varias broncas por sus prácticas acomodadas al sistema (vivieron de la burbuja y fueron una parte mas del sistema capitalista). Por ello cantaban “No nos representan” o “le llaman democracia y no lo es”. Ante esto debemos recuperar una izquierda coherente, uniendo lo que se dice y lo que se hace, no participando en los gobiernos.

El error mas repetido es recaer en un institucionalismo dominado por unos profesionales de la política que han hecho de los partidos revolucionarios agencias electorales. Por ello, sin que las izquierdas construyan juntas una cultura cotidiana de ayuda mutua, de praxis no individualista, y que cale entre la mayoría trabajadora, no hay salida. Una organización estable, plural y unitaria de miles de asambleas, como esboza el 15 M, implicando a cientos de miles de trabajadores en la política, es lo necesario para afrontar el cambio necesario de sistema.

La idea de un Frente Popular o cívico debe ser no institucional, con colectivos en cada barrio o empresa y así, después de un largo periodo de experiencias prácticas que cambien la cultura consumista insostenible y dominante, surgirá el sujeto masivo que necesitamos. La clase en si y para si, solo vendrá tras la acumulación de fuerzas.

Las personas que prefieren el trabajo en la base, antes que estar en una candidatura y llegar a un cargo acomodado, son las que deberían ser las elegidas como representantes del movimiento unitario. Si las candidaturas se hicieran ordenadas por sorteo, en las asambleas, estaríamos en el camino de practicar otro ejemplo al vivido desde la transición. Nos vendieron que la democracia representativa se profundizaría después en lo social con los años, y ahora empieza a ver la multitud quienes mandan realmente en el sistema capitalista.

Las izquierdas anticapitalistas debemos realizar esta lenta tarea de construir grupos de base, articulando todos los que se crean en empresas o barrios, bajo diversas siglas o sin ninguna, pero uniendo de forma estable a los que están por defender realmente las necesidades de los trabajadores y de la mayoría. Se nos volverán a colar vividores de lo social, pero ya tenemos mucha mas experiencia que en el pasado clandestino.

Somos muchos los que pensamos que así empezaremos a construir, mas lento pero mejor, y a no pensar en atajos de coaliciones electorales que no tienen correlación de fuerzas real. Sin renunciar a lo institucional, lo primero es crear el tejido social-cultural, ya que sin él, no nos defendernos ni de los ataques fascistas como sucede en Grecia a pesar del 30% de votos. Sino vivimos de otra forma la práctica de la política, sin incorporar a miles a otras relaciones sociales, no avanzamos.

Deberemos continuar saliendo a la calle, el 15 M o el 15 de Octubre, en la Huelga general del 29M o el 19J o el 26 sept en Euskadi, o haciendo como en Francia grandes bloqueos, o como las 14 huelgas generales de Grecia, pero con todo ello, vemos que no cambia la perspectiva de superar el sistema europeo dominante, porque no hay un tejido social masivo y organizado autónomamente.

Llamarse de izquierdas y querer superar el capitalismo, debe implicar construir espacios de socialismo democrático, en asambleas de libres e iguales, practicando de un modo diferente a lo que hoy se llama política. Esto significa trabajar de forma horizontal en barrios, impulsando en las empresa un sindicato de clase unitario, donde no decide el comité ni el sindicato, sino los trabajadores tras el debate en asamblea.

Los grupos no subvencionados por la vivienda, por la sanidad, por la enseñanza, o las cooperativas, etc, deben tener la voluntad de coordinarse con las otras experiencias.

Vincular movimiento obrero y movimientos sociales será una tarea de todos. Hay buenos ejemplos en las candidaturas del Vallés o en algunas de las CUPs que ya lo han hecho, pero lo cierto es que sin muchos municipios como Marinaleda, sin largas luchas como la de Sintel o la de los mineros, no surgirá lo nuevo.

Desgraciadamente, hoy con la cultura dominante, el liberado sindical, el concejal o el diputado, cuando salen del cargo, aún piensan a que otro cargo irán. Por ello, ejemplos como el de sindicatos como co.bas, donde no hay ni liberados ni subvenciones, son lo primero a practicar. Coordinarse con todo el que quiera, de forma estable, como en la coordinadora laboral 15M o en los encuentros estatales de sindicalismo de clase alternativo sería un paso. Lo mismo en Europa, coordinación estable del sindicalismo combativo griego, italiano, francés y portugués para empezar. (somos los países con intereses similares ya que pagamos a los otros, los que viven de cobrar la deuda generada por sus burbujas).

Construir miles de experiencias por la base, coordinarlas de formas unitarias, horizontales y democraticas, intentando implicar en la política transformadora a millones de personas, para después, así, por fin, tener una correlación de fuerzas y pararles los pies. Este es el inicio del camino para recuperar los derechos y construir el nuevo sistema social. Lo haremos con todos los que respeten nuestra soberanía, que apuesten por la republica y apoyen con fuerza la autodeterminación de los pueblos de nuestro estado plurinacional. La tarea de la izquierda es crear tejido, y el como se hace, es mucho mas importante para que este sea sostenible y alternativo. Ser rojos en red, desde la base, con una praxis ejemplo de actividad social, y esforzarnos por estar todos coordinados para resistir y crear la alternativa.

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