Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Marruecos lleva a cabo una guerra en Sáhara Occidental por sus fosfatos

Vijay Prashad

En noviembre de 2020 el gobierno marroquí envió a su ejército al área de Guerguerat, una zona de seguridad entre el territorio reclamado por el Reino de Marruecos y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). El puesto fronterizo de Guerguerat se encuentra en el borde sur del Sáhara Occidental a lo largo de la carretera que va a Mauritania. La presencia de las tropas marroquíes «en la Zona de seguridad en el área de Guerguerat» violaba el acuerdo de alto el fuego entre la monarquía marroquí y el Frente Polisario de los saharauis. Este acuerdo de alto el fuego fue elaborado con el supuesto de que las Naciones Unidas celebrarían un referéndum en Sáhara Occidental para decidir su destino: no se ha celebrado este referéndum y la región ha estado estancada durante las tres últimas décadas.

A mediados de enero de 2022, las Naciones Unidas enviaron su enviado especial para el Sáhara Occidental Staffan de Mistura a Marruecos, Argelia y Mauritania para iniciar un nuevo diálogo «hacia una reanudación constructiva del proceso político en el Sáhara Occidental». De Mistura había sido anteriormente encargado de resolver las crisis de las guerras de los Estados Unidos en Afganistán, Irak y Siria. Ninguna de esas misiones ha terminado bien y en su mayoría han sido causas perdidas. La ONU ha nombrado hasta ahora cinco enviados personales para el Sáhara Occidental –incluído Mistura– empezando por el antiguo secretario de estado de los EEUU James Baker III, quien sirvió entre 1997 y 2004. De Mistura, por su parte, sucedió al antiguo presidente alemán Horst Köhler, que renunció en 2019. El principal logro de Köhler fue llevar a los cuatro principales implicados –Marruecos, el Frente Polisario, Argelia y Mauritania– a una primera mesa redonda en Ginebra en diciembre de 2018: esta mesa redonda consiguió algunos avances, al estar de acuerdo todos los participantes en la «cooperación e integración regional», pero no parece que se hayan hecho desde entonces más progresos para resolver los problemas en la región. Cuando la ONU inicialmente avanzó la nominación de De Mistura a este puesto, Marruecos inicialmente se resistió a su nombramiento, pero bajo la presión de Occidente, Marruecos finalmente lo aceptó en octubre de 2021, dándole la bienvenida en Rabat el ministro de asuntos exteriores de Marruecos Nasser Bourita el 14 de enero. De Mistura también se reunió en Nueva York con el representante del Frente Polisario en las Naciones Unidas el 6 de  noviembre de 2021, antes de reunirse con otros representantes en enero en Tinduf, Argelia, en los campos de refugiados. Hay pocas esperanzas de que estas reuniones den como resultado alguna solución productiva en la región.

Los acuerdos de Abraham

En agosto de 2020, el gobierno de los Estados Unidos diseñó una gran hito diplomático denominado los Acuerdos de Abraham. Los EEUU amarraron un acuerdo con Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos para que aceptasen un acercamiento con Israel a cambio de que los EEUU vendiesen a estos países así como que los Estados Unidos legitimasen la anexión por parte de Marruecos del Sáhara Occidental. Las ventas de armas fueron por cantidades considerables –armas por valor de 23 mil millones de dólares a los EAU y drones y municiones por valor mil millones de dólares a Marruecos–. Para Marruecos, el premio especial fue que los Estados Unidos –rompiendo con las décadas precedentes– decidieron apoyar su reclamación de los vastos territorios del Sáhara Occidental. Los Estados Unidos son ahora el único país occidental que reconoce la reclamación de soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.

Cuando el presidente Joe Biden juró el cargo en enero de 2021, se esperaba que pudiese revisar partes de los Acuerdos de Abraham. Sin embargo, el secretario de estado de los EEUU Antony Blinken dejó claro durante su reunión con Bourita en noviembre de 2021 que el gobierno de los EEUU seguiría manteniendo la posición tomada por la anterior administración Trump de que Marruecos tiene soberanía sobre el Sáhara Occidental. Los EEUU, por otra parte, han mantenido sus acuerdos de venta de armas a Marruecos pero han suspendido las ventas de armas a los Emiratos Árabes Unidos.

Fosfatos

A finales de noviembre de 2021, el gobierno de Marruecos anunció que había ganado 6,45 mil millones de dólares por la exportación de fosfatos del reino y del territorio ocupado de Sáhara Occidental. Si añadimos las reservas de fosfatos en toda esta región, supone el 72 por ciento del total de reservas de fosfatos del mundo (el segundo mayor porcentaje de estas reservas está en China, que tiene alrededor del 6 por ciento). El fosfato, junto con el nitrógeno, produce fertilizante sintético, un elemento clave de la producción alimentaria moderna. Mientras el nitrógeno se puede recobrar del aire, los fosfatos, que se encuentran en el suelo, son una reserva finita. Esto da a Marruecos un control firme sobre la producción alimentaria mundial. No hay duda de que la ocupación del Sáhara Occidental no va solo de orgullo nacional, sino que se debe principalmente a la presencia de un gran número de recursos –especialmente fosfatos– que se pueden encontrar en el territorio.

En 1975, una delegación de la ONU que visitó el Sáhara Occidental declaró que «en última instancia el territorio estará entre los mayores exportadores de fosfato del mundo». Aunque las reservas de fosfato del Sáhara Occidental son menores que las de Marruecos, la empresa marroquí de propiedad estatal OCP SA ha estado minando el fosfato en Sáhara Occidental y manufacturando fertilizantes fosfatados con grandes beneficios. La mina más espectacular en el Sáhara Occidental está en Bou Craa, de la que proceden un diez por ciento de los beneficios de OCP SA. Bou Craa, que es conocido como «el mayor sistema de cintas transportadoras del mundo», lleva las rocas de fosfato a más de 60 millas en el puerto de El Aaiún. En 2002, el entonces subsecretario general para asuntos legales de la ONU, Hans Corell, declaró en una carta al presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que «si se llevasen a cabo más actividades de exploración y explotación ignorando los intereses y deseos del pueblo de Sáhara Occidental, sería una violación de los principios de la ley internacional aplicable a las actividades con recursos minerales en Territorios No Autónomos». Una campaña internacional para impedir la extracción del fosfato en conflicto del Sáhara Occidental por parte de Marruecos ha llevado a muchas empresas de todo el mundo a dejar de comprar fosfato de OCP SA.  Nutrien, el mayor fabricante de fertilizantes de los Estados Unidos que usaba fosfatos marroquíes, decidió detener las importaciones de Marruecos en 2018. Ese mismo año, los tribunales sudafricanos impugnaron el derecho de los barcos que transportaban fosfato de la región para atracar en sus puertos, dictaminando que «los exportadores marroquíes del producto no tenían derechos legales sobre él.»

Solo tres compañías conocidas siguen comprando fosfato en conflicto minado en el Sáhara Occidental: dos de Nueva Zelanda (Ballance Agri-Nutrients Limited y Ravensdown) y una de India (Paradeep Phosphates Limited).

Derechos Humanos

Tras el alto el fuego de 1991, la ONU creó una Misión para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO). Esta es la única fuerza de mantenimiento de la paz que no tiene un mandato para informar sobre derechos humanos. La ONU hizo esta concesión para apaciguar al Reino de Marruecos. El gobierno marroquí ha intentado intervenir cada vez que el equipo de la ONU en Sáhara Occidental intentase hacer el menor ruido sobre violaciones de los derechos humanos en la región. En marzo de 2016, el reino expulsó a personal de la MINURSO porque el entonces Secretario General de la ONU Ban Ki-moon se refirió a la presencia marroquí en Sáhara Occidental como una «ocupación».

La presión de los Estados Unidos va a asegurar que el único resultado realista de las negociaciones sea que siga el control marroquí sobre el Sáhara Occidental. Todas las partes implicadas en el conflicto se preparan para la batalla. Lejos de la paz, los Acuerdos de Abraham van a acelerar un regreso a la guerra en esta parte de África.

Traducción de Carlos Valmaseda

Fuente: https://peoplesdispatch.org/2022/01/20/morocco-drives-a-war-in-western-sahara-for-its-phosphates/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *