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Ventas y mentiras en la sanidad catalana

Clara Valverde

Carta al Director de Planificación del Servei Català de la Salut

Estimado Dr. Josep María Argimon,

Como recordará, no hace mucho, los representantes de las asociaciones del Síndrome de la Fatiga Crónica/Encefalitis Miálgica y Fibromialgia nos reunimos con usted en numerosas ocasiones.

En esas reuniones, usted, con su talante contenido y pausado, nos mentía diciendo que los 250.000 catalanes con nuestras enfermedades ya estaban siendo atendidos mientras, en realidad, las listas de espera eran (y siguen siendo) de dos años y la atención se limitaba (y se limita) a unas unidades “fibro-parkings” en las que dan informes, alguna medicación prohibida y nociva (como la famosa Lyrica de Pfizer) y participación en una terapia para pensar en positivo.

Nada para nuestros sistemas inmunológicos estropeados, para los cuales tenemos que recurrir a la sanidad privada.

He recordado esas reuniones y sus mentiras cuando leí en El Público del 15 de octubre, un artículo sobre el cierre de las urgencias nocturnas en los CAPs, sobre las cuales usted dice: “Es un aspecto de calidad, no económico”.

Me pregunto si podrá mantener su talante pausado cuando repita esa frase al familiar de alguna persona que, teniendo un infarto hubiera podido ser atendido a 5 minutos de su casa, pero al estar cerrada las Urgencias más cercana, tardó en llegar al hospital más cercano 30 minutos.

Y como sabe usted tiempo = músculo, o sea, cuánto más tiempo se tarda en intervenir en un infarto, más músculo del corazón muere.

No es calidad, es muerte.

Todo lo que hacen ustedes es una cuestión política para imponer medidas económicas que destruyen nuestro sistema sanitario y fuerzan a la población a acudir a las mutuas y a la sanidad privada (en las que están implicados los nuevos altos cargos del Departament de Salut que planifican, con usted, los recortes).

Para enriquecerse unos pocos a coste de muchos.

Ayer, 19 de octubre, en El País, ya se informa del plan para acabar de privatizar la sanidad catalana vendiéndola a “grupos de interés” y, en el proceso, “flexibilizar la gestión de los recursos humanos”, o sea, echar a la calle a los profesionales sanitarios que a los grupos de interés se les antojen, seguramente los que están protestando por los recortes.

También ustedes quieren “flexibilizar los sistemas retributivos…que serán un factor importante para estimular el personal”.

Claro, los médicos, profesionales de enfermería y auxiliares que quieran comer y no perder su vivienda tendrán que aceptar sueldos y condiciones inaceptables.

El querer comer y querer tener un techo “estimula” mucho.

¿Sabe usted que 10 años después de la privatización de la sanidad pública rusa la esperanza de vida en ese país bajó 10 años?

Usted dirá que Catalunya no es Rusia. Le propongo que hablemos de esto en 10 años (no se preocupe, ya sé que usted no estará ya en el SCS sino en un alguna mutua con un sueldo digno de su talante, pero ya me las arreglaré pare encontrarle).

La otra pregunta que le haré en 10 años es qué mentiras les tendrá que contar usted a sus nietos, mirándoles a los ojos, para explicarles por qué hay tantos niños en Catalunya que no tienen acceso a atención sanitaria ya que sus padres ni abuelos les pueden pagar una mutua.

Y qué les dirá usted a sus nietos sobre lo que usted estaba haciendo con la sanidad pública catalana en 2011, que por qué vendió usted un bien común, un bien por el que nuestros padres y abuelos lucharon.

Estoy segura de que tendremos una conversación interesante y no se preocupe, conmigo puede mentir, porque como le dije en nuestras reuniones, yo no me creo nada de lo que usted dice.

Y como yo, tantísimos más. Porque ahora los catalanes están informados, indignados y no tienen miedo.

Sinceramente,

Clara Valverde

Presidenta de la Liga SFC

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