Un punto de encuentro para las alternativas sociales

La alternativa izquierdista a la inteligencia artificial

Rezgar Akrawi

Los recientes desarrollos en inteligencia artificial han abierto enormes posibilidades para sus aplicaciones en varios campos. Sin embargo, también han generado preocupaciones sobre cómo se está dirigiendo esta tecnología. Desde la perspectiva del izquierdismo digital, la IA puede ser una herramienta revolucionaria que contribuya a reestructurar la sociedad hacia una mayor justicia e igualdad.

Esta visión tiene como objetivo liberar a la IA de las limitaciones del mercado capitalista y redirigirla hacia el servicio de toda la humanidad, transformándola en un medio para mejorar la calidad de vida, liberar a las personas del trabajo rutinario oneroso y mejorar la creatividad humana en todas las áreas.

Por primera vez en la historia, se ha vuelto realistamente posible satisfacer las necesidades de la mayoría de la población con un mínimo esfuerzo humano y proporcionar bienes, servicios y conocimientos en abundancia, a veces incluso de forma gratuita, sin depender del trabajo asalariado intensivo o de las estructuras burocráticas tradicionales. Sin embargo, estas posibilidades están siendo limitadas y utilizadas para maximizar las ganancias, reducir los salarios y profundizar la dominación ideológica y de clase, en lugar de liberar a las personas de la explotación.

Hoy en día, la IA no es simplemente una nueva herramienta en manos del capital, es fundamentalmente un reflejo de una transformación cualitativa en la naturaleza de la producción y una exposición de los límites estructurales del capitalismo. Muchas aplicaciones y plataformas digitales, desde la impresión 3D hasta los sistemas cooperativos, la producción en el hogar, la automatización masiva y la eliminación de intermediarios capitalistas en algunos sectores, demuestran que la sociedad ahora posee efectivamente las herramientas que podrían permitir una reorganización socialista de la economía de manera horizontal, participativa y comunitaria.

Sin embargo, esta transformación sigue siendo limitada y sofocada por las estructuras monopólicas que dominan la tecnología y la redirigen hacia el beneficio en lugar del beneficio social.

En las siguientes secciones, exploraremos cómo una visión socialista e izquierdista, particularmente la del izquierdismo digital, puede redefinir la inteligencia artificial como una fuerza liberadora al servicio de los valores humanos y progresistas. Estas ideas, sin embargo, son simplemente un esbozo para el diálogo colectivo dentro de la izquierda. Proponer tal alternativa requiere una amplia discusión entre movimientos e individuos de izquierda, progresistas y activistas de todo el mundo. Al presentar estas ideas, el objetivo no es ofrecer soluciones prefabricadas, sino abrir el debate sobre las prioridades urgentes. Estas prioridades deberían servir como una invitación abierta para contribuir al desarrollo de una visión digital de izquierda basada en la propiedad colectiva de la inteligencia artificial específicamente, y de la tecnología en general, a través de un esfuerzo organizado de izquierda global.

1. Desarrollo de sistemas de IA izquierdistas, neutrales y de código abierto

Como solución factible, el desarrollo de sistemas de IA neutrales, democráticos y de código abierto es una de las estrategias centrales para enfrentar el dominio de los principales estados y corporaciones sobre la IA. Estos sistemas deben ser gestionados con transparencia e independencia, y mantenidos lo más lejos posible de los intereses capitalistas monopolísticos, para asegurar su uso al servicio del pueblo.

Lograr esto requiere un esfuerzo colectivo y coordinación entre organizaciones de izquierda, progresistas y de derechos humanos de todo el mundo, para abogar y trabajar para hacer de la tecnología una herramienta que mejore la democracia, la libertad y la igualdad en la mayor medida posible bajo la dinámica actual de poder de clase.

Los sistemas de código abierto ofrecen una oportunidad para que el público y las organizaciones de izquierda / progresistas participen en el desarrollo tecnológico de manera que reflejen sus valores. Los individuos o grupos pueden acceder al código fuente, comprender cómo funcionan los sistemas y modificarlos y mejorarlos libremente. Este enfoque puede mejorar la propiedad colectiva y la innovación, apoyar la transparencia y desmantelar parcialmente el control de los estados y corporaciones monopolísticos. La accesibilidad pública de estos sistemas de revisión también reduce el riesgo de manipulación ideológica o agendas ocultas, haciéndolos más confiables e independientes de los estrechos intereses capitalistas.

También proporciona salvaguardas para la protección de datos y la privacidad. Al permitir la auditoría del código fuente, se pueden identificar y minimizar los sesgos ocultos y las manipulaciones que sirven a los intereses de la clase dominante.

Generar transparencia y confianza en la IA es un primer paso fundamental para transformar la tecnología en una herramienta liberadora.

La solución definitiva por la que debemos luchar a largo plazo radica en la coordinación global entre organizaciones de izquierda, progresistas y de derechos humanos para desarrollar y promover alternativas izquierdistas, progresistas y transparentes a la IA, asegurando que la tecnología se convierta en propiedad colectiva, bajo plena supervisión y dirección pública, alineada con el respeto por los derechos humanos, la igualdad, los valores democráticos y el pluralismo intelectual.

En lugar de que la IA siga siendo dominio exclusivo de los estados ricos y las corporaciones monopolísticas, debería convertirse en una herramienta progresista y popular que ayude a resolver problemas globales y locales como la pobreza y la explotación, lograr la igualdad y la justicia, mejorar la democracia, abordar el cambio climático y desarrollar sistemas de salud y educación más inclusivos y equitativos, junto con otros desafíos humanos importantes. De esta manera, la inteligencia artificial se convierte en un proyecto liberador global, redefiniendo la relación entre humanos y tecnología de acuerdo con los valores socialistas y abriendo la puerta a un nuevo modelo donde la tecnología está al servicio de la humanidad.

Hasta que se realice plenamente un modelo progresista de izquierda de IA, las tecnologías actuales deben estar sujetas a una supervisión legal y de derechos humanos internacional independiente para garantizar la transparencia y la equidad. Este descuido puede ayudar a frenar, o al menos enmarcar, la manipulación capitalista de la tecnología como un paso inicial para redirigirla al servicio del público en general bajo salvaguardias adecuadas.

2. Una herramienta para lograr la justicia social y promover la igualdad en el mercado laboral

La inteligencia artificial, si se dirige a través de una lente progresista y socialista-izquierdista, puede convertirse en una herramienta poderosa para liberar a la humanidad y lograr la justicia social mediante el análisis de problemas sociales complejos y la provisión de soluciones efectivas para reducir la desigualdad económica y la opresión de clase. Pero lograr este objetivo no es automático; Requiere dirigir sus mecanismos y capacidades hacia abordar las causas fundamentales de la pobreza, el desempleo, la falta de servicios básicos y la discriminación social, para que pueda servir verdaderamente a la gente.

La IA también puede ayudar a monitorear estas disparidades a través de sistemas avanzados de análisis de datos, lo que permite identificar a los grupos más desfavorecidos y dirigir políticas justas para corregir los desequilibrios estructurales en la distribución de la riqueza y los servicios.

En este contexto, los gobiernos progresistas y las instituciones de izquierda pueden emplear estas tecnologías para diseñar programas económicos y sociales más justos y sistemáticos, utilizando modelos de datos precisos para determinar las necesidades reales de las comunidades marginadas, promoviendo así la igualdad de oportunidades, reduciendo la desigualdad de clases y logrando el mayor nivel posible de justicia social.

La alternativa izquierdista a la IA se centra en convertirla en una herramienta para liberar a las personas del trabajo agotador y repetitivo, al tiempo que garantiza la provisión de un empleo digno y estable con salarios iguales. El uso justo de la automatización puede reducir las horas de trabajo en general, dando a los individuos más tiempo para el crecimiento personal, la participación comunitaria y el disfrute de la vida, en lugar de atraparlos en el ciclo de explotación capitalista intensiva. En este modelo, el mercado laboral se convierte en un espacio más justo y libre, eliminando la discriminación de género, racial, religiosa y de edad a través de sistemas de evaluación basados en competencias y habilidades, independientes de sesgos sociales o ideológicos que reproducen las estructuras de clase existentes. Se convierte en un mecanismo para garantizar la igualdad de oportunidades para todos, con un entorno de trabajo que mejora el bienestar de los trabajadores manuales e intelectuales por igual.

Además, la IA puede ser una herramienta poderosa para apoyar la organización laboral y el activismo sindical, a través del desarrollo de aplicaciones que ayuden a los trabajadores a construir sindicatos digitales, crear redes de solidaridad, fortalecer su capacidad para negociar con los empleadores, exigir sus derechos y mejorar las condiciones de trabajo.

Finalmente, la IA se puede utilizar para desarrollar software capaz de infiltrarse en los centros de producción e imponer huelgas digitales, interrumpiendo los sistemas de producción dentro de las corporaciones o instituciones gubernamentales que violan los derechos de los trabajadores o prohíben la actividad sindical. En regímenes autoritarios que niegan a los trabajadores el derecho a organizarse y hacer huelga, esto se convierte en una opción de último recurso para obligar a estas entidades a otorgar más derechos a su fuerza laboral.

3. La inteligencia artificial como herramienta práctica para la liberación científica y el empoderamiento creativo

En lugar de permitir que la inteligencia artificial debilite las capacidades humanas y produzca generaciones demasiado dependientes de la tecnología, puede reorientarse para convertirse en una herramienta para la liberación científica y una mayor creatividad. La IA no debe reemplazar por completo el pensamiento humano, sino que debe ayudar a expandir las capacidades humanas, permitir el acceso a herramientas de conocimiento avanzadas y liberar tiempo de las tareas rutinarias, permitiendo así que las personas se centren en la innovación y el trabajo creativo.

En lugar de reforzar la dependencia y la dependencia excesiva, incluida la trampa de la adicción digital, la IA puede diseñarse para ayudar en lugar de reemplazar la agencia humana. Se pueden desarrollar sistemas de IA progresivos y de código abierto para estimular el pensamiento crítico y creativo, alentando a los usuarios a explorar el conocimiento de forma independiente al generar preguntas analíticas en lugar de simplemente ofrecer respuestas prefabricadas. Estos sistemas pueden sugerir ideas de investigación, analizar datos para respaldar el razonamiento inferencial e inspirar a los usuarios a generar un pensamiento original, en lugar de consumir información pasivamente.

La alternativa izquierdista promueve el uso de la IA para fortalecer la investigación científica colaborativa al hacer que las herramientas de análisis de big data sean de libre acceso para científicos e investigadores independientes. Esto puede acelerar la innovación científica en campos como la medicina, el tratamiento de enfermedades crónicas y raras, la sociología, las energías renovables, la protección del medio ambiente y más.

Se pueden establecer proyectos colaborativos de IA que involucren a trabajadores, mujeres, ingenieros, investigadores y activistas sociales, asegurando que la tecnología se utilice al servicio del interés público. Es crucial proporcionar tecnologías de IA como servicios públicos totalmente gratuitos, otorgando a las personas acceso a todas las funciones, tanto básicas como avanzadas, que respaldan la creatividad en todos los campos, sin la carga de altos costos.

4. Supervisión comunitaria de la inteligencia artificial

La alternativa izquierdista a la IA busca imponer una supervisión comunitaria transparente y democrática sobre la tecnología, especialmente la inteligencia artificial, para garantizar que su uso sea justo y equitativo. La supervisión efectiva requiere redistribuir el poder digital para que la tecnología sea de propiedad social y se utilice para servir al público, en lugar de ser monopolizada por las grandes corporaciones.

Esto requiere la creación de instituciones y plataformas participativas que permitan al público examinar cómo se diseñan e implementan los algoritmos, mejorando la transparencia y permitiendo a los usuarios comprender cómo estas tecnologías afectan su vida cotidiana. Deben establecerse órganos de supervisión popular tanto a nivel local como internacional, incluida una amplia representación de trabajadores, académicos, defensores de los derechos humanos y expertos técnicos, para garantizar la neutralidad y la justicia en el desarrollo y despliegue de sistemas de IA.

Además, se deben introducir leyes y pautas vinculantes que exijan a los desarrolladores incorporar valores de justicia e igualdad en la etapa de diseño, con una revisión obligatoria de la comunidad antes de comercializar cualquier sistema. Los desarrolladores deben estar obligados a modificar o detener cualquier sistema sesgado que cause daño social, y ninguna tecnología debe comercializarse sin someterse a una revisión exhaustiva para garantizar que no afecte negativamente a los grupos marginados ni refuerce la desigualdad de clases.

Además, los organismos de supervisión deben tener autoridad real para auditar continuamente los algoritmos y monitorear los sesgos incrustados que puedan conducir a la discriminación o la explotación. Estos organismos también deberían tener el poder de imponer estándares regulatorios para evitar que la IA se utilice, como lo es hoy, como una herramienta para perpetuar la desigualdad o la dominación de clase.

5. Reestructuración de la producción y distribución mediante inteligencia artificial

La reestructuración de la producción y la distribución es un pilar central de la visión izquierdista de la IA. Esta tecnología se puede emplear para construir sistemas de planificación centralizados democráticamente basados en datos precisos y principios socialistas, lo que permite asignar recursos de manera eficiente para satisfacer las necesidades reales de la sociedad con el objetivo de lograr la máxima justicia social. Estos sistemas se basarían en un análisis preciso de la demanda y el consumo, permitiendo la producción de bienes y servicios necesarios en función de las necesidades reales, y evitando la sobreproducción que caracteriza al sistema capitalista. Un sistema socialista democrático impulsado por IA podría lograr un equilibrio entre la producción y el consumo y redistribuir los recursos de manera equitativa para maximizar los beneficios de las capacidades disponibles.

La IA puede desempeñar un papel fundamental en la reestructuración de las cadenas de suministro al reducir los desechos, dirigir la producción hacia las áreas más desatendidas y promover la sostenibilidad ambiental al minimizar el consumo de energía y materias primas. Los sistemas logísticos inteligentes pueden ayudar a distribuir bienes y servicios de manera más eficiente y determinar rutas óptimas para reducir las emisiones de carbono, asegurando un acceso justo sin manipulación del mercado ni control monopólico.

Además, la IA puede mejorar la transparencia en la producción y distribución al rastrear cómo se asignan los recursos y garantizar que se alineen con las prioridades de la comunidad.

La IA también tiene el potencial de revolucionar la producción cooperativa y socialmente orientada. Puede empoderar a las cooperativas y proyectos comunitarios para que utilicen tecnologías inteligentes que mejoren la eficiencia operativa, reduzcan los costos y garanticen una distribución justa de los recursos entre los miembros. En este contexto, la tecnología se convierte en una herramienta para construir una economía solidaria, ayudando a las comunidades pobres a lograr la independencia económica y política a través de la producción conjunta y la distribución equitativa de los recursos disponibles, libres de las garras del capital monopolista.

6. Inteligencia artificial para la justicia de género

Las fuerzas de izquierda, feministas y de derechos humanos deben trabajar activamente para diseñar y desarrollar sistemas de IA que promuevan la justicia de género y apoyen la plena igualdad. Para lograr esto, debe haber una representación equilibrada de mujeres en los equipos de desarrollo tecnológico, lo que ayuda a reducir los sesgos de género incrustados en los algoritmos. También debe haber presión para hacer cumplir políticas que exijan la diversidad de género en todas las etapas y niveles del diseño y desarrollo de la IA, con el objetivo de desmantelar el dominio masculino predominante en el campo.

Además, los algoritmos deben entrenarse en conjuntos de datos completos y diversos que reflejen las experiencias y roles de las mujeres de manera completa y no estereotipada. Esto ayudaría a romper los moldes de género tradicionales reforzados por las estructuras patriarcales. Se debe presionar a los gobiernos para que adopten leyes que exijan a las empresas publicar informes transparentes sobre diversidad de género en sus equipos y programas tecnológicos, con sanciones significativas por incumplimiento.

Las métricas de evaluación deben cambiar para centrarse en la «equidad de género» en el desempeño del sistema en lugar de solo en la eficiencia técnica.

La IA también se puede utilizar para apoyar los problemas de las mujeres y promover la igualdad de género mediante el desarrollo de sistemas analíticos avanzados que detecten la discriminación en el lugar de trabajo. También puede apoyar políticas que fortalezcan los derechos de las mujeres en educación, atención médica e inclusión económica y política. Además, las tecnologías de IA se pueden utilizar para analizar las brechas salariales de género a través de sistemas inteligentes entrenados con datos del mercado laboral, lo que ayuda a desarrollar políticas más justas que logren la justicia salarial y la paridad de género.

Las organizaciones de izquierda, feministas y de derechos humanos deben adoptar un discurso que redefina la tecnología como una herramienta liberadora para la igualdad de género, en lugar de una que reproduzca la discriminación. Esto incluye desafiar los estereotipos vinculados a los sistemas basados en la voz y de servicios, y desarrollar asistentes inteligentes que reflejen valores progresistas como la justicia y la igualdad, reconociendo a las mujeres como socias plenas e iguales en la construcción de la sociedad.

Además, el lenguaje dominado por los hombres debe eliminarse de los sistemas de IA y debe desarrollarse un lenguaje neutral en cuanto al género para ayudar a desmantelar el sesgo sexista. Esto se puede lograr mediante el diseño de algoritmos basados en datos lingüísticos completos y diversos que no reflejen los estereotipos de género tradicionales.

También se pueden desarrollar herramientas de IA para revisar textos y analizar el discurso para eliminar la discriminación lingüística o de género, ayudando a remodelar el lenguaje de los sistemas inteligentes para que sea más inclusivo y equitativo, y para promover el respeto y la igualdad en la expresión y la comunicación.

Tales medidas contribuirán a construir una visión alternativa que redefina la relación entre la IA y la justicia de género, donde la tecnología se convierta en una herramienta eficaz para el empoderamiento y la liberación y apoye la plena igualdad de género y la justicia.

7. La inteligencia artificial como herramienta para promover los derechos humanos

La inteligencia artificial debe ser redirigida para convertirse en una herramienta para la protección y promoción de los derechos humanos, no para su restricción o violación. Para lograr esto, se deben adoptar iniciativas progresistas de izquierda para garantizar la transparencia, la supervisión y el uso de la IA de manera que promuevan la justicia y la igualdad, en lugar de ser utilizadas por regímenes autoritarios y grandes corporaciones para monitorear a las personas y suprimir las libertades.

Deben establecerse marcos jurídicos locales e internacionales estrictos para penalizar el uso de la IA en la violación de los derechos humanos, ya sea a través de la vigilancia, la persecución de disidentes y activistas, o la censura digital que conduce a detenciones digitales, asesinatos digitales y restricciones a la libertad de expresión.

Todas las aplicaciones de IA deben respetar los principios de justicia y derechos humanos fundamentales consagrados en las cartas internacionales. Las aplicaciones de IA basadas en la seguridad deben estar sujetas a una revisión judicial independiente, y las organizaciones de la sociedad civil deben participar en la evaluación de los riesgos que estos sistemas representan para las libertades. Se deben formar redes de solidaridad global para monitorear las violaciones de derechos humanos relacionadas con la IA y boicotear a las empresas que venden tecnologías de vigilancia a regímenes autoritarios, colocándolas en listas negras internacionales.

Para garantizar la rendición de cuentas, los sistemas y programas de IA de código abierto deben ser desarrollados y administrados por organismos independientes compuestos por representantes de la sociedad civil y los derechos humanos, con supervisión democrática para evitar el uso indebido por parte de gobiernos, corporaciones monopólicas o regímenes autoritarios. Estos sistemas podrían usarse para proteger los derechos humanos al exponer violaciones, monitorear el desempeño del gobierno y analizar datos para revelar prácticas represivas.

Es esencial fortalecer el papel de las organizaciones de izquierda, progresistas y de derechos humanos en el monitoreo del uso de la IA. Se pueden formar coaliciones internacionales para presionar contra la explotación de esta tecnología para la dominación y la represión digital.

La IA también puede ser una herramienta eficaz para resistir la vigilancia digital al apoyar el desarrollo de tecnologías de cifrado y comunicaciones seguras para proteger a activistas y disidentes, al tiempo que monitorea a los gobiernos dictatoriales y expone sus violaciones de derechos humanos.

También es crucial concienciar al público sobre los peligros de la vigilancia y el control digital, junto con la promulgación de leyes locales e internacionales para prevenir violaciones de la privacidad y proporcionar herramientas para ayudar a las personas a proteger sus datos y garantizar la libertad de expresión en los espacios digitales.

8. Hacia una alternativa ecosocialista para la inteligencia artificial

La inteligencia artificial debe reorientarse hacia la protección del medio ambiente, un objetivo que solo puede lograrse plenamente dentro de un marco socialista que redefina la relación entre tecnología y naturaleza, lejos de la lógica de mercado capitalista que actualmente impulsa su desarrollo.

Una alternativa izquierdista a la IA debe buscar liberar la tecnología del control capitalista y convertirla en una herramienta para administrar los recursos de manera democrática y social. Sus aplicaciones deberían servir para combatir el cambio climático, reducir el impacto ambiental de la producción y garantizar una distribución equitativa de los recursos, en lugar de reforzar el modelo capitalista de producción ilimitada impulsada por el consumidor que socava el equilibrio ecológico.

En un modelo de izquierda, la IA serviría como un mecanismo para la planificación económica consciente del medio ambiente. Sus capacidades analíticas se emplearían para alinear la producción con las necesidades reales de la sociedad, no con la demanda y la competencia del mercado, que impulsan constantemente la expansión. A través de una gobernanza progresiva de la IA, los recursos podrían utilizarse de forma más eficiente, los residuos podrían minimizarse y el desarrollo tecnológico podría dirigirse hacia soluciones medioambientales profundas, como la mejora de los sistemas de energía renovable, la garantía de una gestión sostenible del agua y la reducción de las emisiones en los sectores industriales.

La IA debe prohibirse en proyectos que dañan el medio ambiente, y cualquier tecnología de IA debe estar sujeta a evaluaciones de impacto ambiental antes de ser aprobada. Se deben crear sistemas de monitoreo inteligentes para garantizar el cumplimiento corporativo de los estándares ambientales, con una supervisión popular de las políticas de desarrollo tecnológico para evitar la explotación destructiva de los recursos.

Poner fin al dominio de los estados poderosos y las corporaciones monopólicas sobre la tecnología no se trata solo de redistribuir sus beneficios, se trata de redefinir sus prioridades. La tecnología debe reorientarse hacia iniciativas ambientales estratégicas que sirvan a la sociedad y al planeta, en lugar de a los intereses corporativos.

La tecnología capitalista en su forma actual no resuelve la crisis ambiental, la exacerba. Sin embargo, dentro de un marco socialista, la tecnología puede reorientarse para convertirse en una herramienta poderosa para proteger los recursos naturales y construir una economía basada en la justicia ambiental, no en la explotación humana y ecológica.

Si bien algunas reformas pueden ser posibles dentro del capitalismo, como las regulaciones ambientales y la legislación verde, la experiencia muestra sus limitaciones e incapacidad para lograr un cambio fundamental.

La solución de raíz requiere una transformación radical en la relación entre tecnología y sociedad, donde todas las tecnologías y sistemas de IA estén sujetos a estrictos estándares democráticos y ecológicos que prioricen la protección del medio ambiente.

Esto también implica desarrollar sistemas inteligentes que reduzcan el consumo excesivo de energía y promuevan la plena dependencia de las energías renovables, asegurando que la tecnología sirva tanto a la sociedad como al medio ambiente.

9. Inteligencia artificial para la paz y el desarme

La IA debe reorientarse como una herramienta para promover la paz mundial en lugar de como un arma de guerra y destrucción. Para lograrlo, se deben adoptar políticas internacionales que prohíban el desarrollo y uso de IA en armas, especialmente sistemas autónomos que operan sin intervención humana directa, ya que representan una amenaza sin precedentes para la paz mundial y refuerzan el dominio de las superpotencias militares.

Los movimientos de izquierda y progresistas pueden liderar iniciativas globales para presionar a los gobiernos y las instituciones internacionales para que promulguen leyes claras y estrictas que prohíban el desarrollo militar de la IA. En cambio, esta tecnología podría usarse para analizar los conflictos actuales, estudiar las causas fundamentales de las guerras y proponer soluciones que aborden esas causas.

La IA también puede mejorar la cooperación internacional a través de plataformas que fomenten el diálogo entre los pueblos y promuevan la diplomacia y las soluciones pacíficas.

Además, la IA debe usarse para documentar crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos, responsabilizando a los regímenes, estados y grandes corporaciones autoritarios por militarizar la tecnología y usarla para hacer la guerra.

Los movimientos de izquierda, los grupos de defensa de la paz y las organizaciones contra la guerra tienen un papel clave en la sensibilización pública sobre los riesgos de la militarización de la IA, a través de campañas educativas, medios progresistas y activismo sobre el terreno, para exponer los vínculos entre el capitalismo y la guerra y la mercantilización de la destrucción.

Empoderar a las masas para resistir la militarización de la tecnología significa construir un movimiento de resistencia global capaz de presionar a los gobiernos e instituciones para que pongan fin a este uso inhumano y criminal de la tecnología en general, y de la inteligencia artificial en particular.

10. Inteligencia artificial para apoyar la democracia y la participación popular

La IA debe transformarse de una herramienta que contribuye a la erosión de la democracia a una que la fortalece y la hace avanzar. La tecnología debe empoderar al público, mejorar la participación política sobre la base de la igualdad y garantizar la transparencia y la integridad en los procesos democráticos.

La IA puede utilizarse para desarrollar plataformas digitales seguras y transparentes para el diálogo y la votación, permitiendo a los ciudadanos expresar sus opiniones y participar directa y eficazmente en la toma de decisiones a todos los niveles. Esto promovería la democracia participativa y restauraría el poder y la agencia de la gente.

También se pueden desarrollar herramientas de IA para detectar y exponer automáticamente noticias falsas e información errónea, protegiendo al público de campañas de desinformación destinadas a socavar su capacidad para tomar decisiones informadas. Estas herramientas pueden estar disponibles amplia y gratuitamente como parte de una iniciativa pública para promover la transparencia de los medios y combatir el dominio monopólico de los medios.

Esto requiere luchar por leyes locales e internacionales que prohíban claramente el uso de la IA para manipular la opinión pública y garantizar que la información proporcionada al público sea precisa, objetiva y refleje la realidad, libre de prejuicios ideológicos o de clase.

*[Basado en ideas de Inteligencia Artificial Capitalista: Desafíos para la Izquierda y Posibles Alternativas: ¿Tecnología al Servicio del Capital o una Herramienta para la Liberación? por Rezgar Akrawi – disponible en varios idiomas]

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