Pequeño vocabulario para una sesión sobre filosofía de la praxis
Joaquín Miras Albarrán
Joaquin Miras ha preparado este pequeño vocabulario para la sesión del próximo martes 19 de noviembre de 2013 del Seminari de lectures “Gramsci i la unitat popular”.
Filosofía: saber segundo. Esto es saber que surge de la reflexión sobre la propia experiencia generada por el hacer personal. En consecuencia saber de la experiencia que nos devuelve nuestra vida, nuestro vivir dentro de una cultura. Saber experiencial reflexionado. El filosofar se ayuda en su reflexión sobre la experiencia de vida apoyándose en los saberes de elaborados a partir de la reflexión sobre la experiencia de anteriores desarrollos históricos. Se ayuda de la crítica al orden existente,a partir de su estudio utilizando como instrumento la ciencia social. Recursos mediante los que desnaturalizar la realidad social, mediante la insistencia de que el mundo social es creado por nosotros, depende en consecuencia de nuestra actividad. La experiencia de vida que percibimos es consecuencia de un mundo no determinado y natural, sino que es un mundo cuyos creadores somos nosotros mediante nuestra praxis, por ello debemos organizarnos y generar nueva praxis. El filosofar renuncia conscientemente a tratar de proponer programas y objetivos a priori, pues es imposible pronosticar las capacidades y experiencias desarrolladas por el movimiento práxico sin cuya existencia nada nuevo emancipador puede llegar a existir
Filosofar, saber genitivo subjetivo, esto es, que trata de reflexionar sobre la experiencia que los individuos desarrollan en su praxis de vida
Praxis: actividad humana mediante la que producimos el mundo material en que vivimos y, a la vez, la antropología o interior humano, las capacidades psíquicas que gobiernan la praxis, las expectativas, las necesidades, los sentimientos y afectos que constituyen el espíritu humano. La praxis depende de las ideas práxicas transmitidas intergeneracionalmente, del acerbo cultural/ intelectual como saber creador, que nos permite actuar y crear/producir; y de las expectativas heredadas, que nos orientan en nuestra práctica y de cuya contradicción – o armonía- con las consecuencias de la praxis se alimenta nuestra experiencia de vida. El pensamiento prioritario es la “Razón práctica”, no la teórica. La praxis genera experiencia, saber experiencial, sobre la realidad, sobre las consecuencia de la propia praxis, y elabora el saber a qué atenerse
Monismo, identidad sujeto objeto. Dado que la praxis produce el mundo material de vida, el orden cultural o ethos, y a la vez, crea nuestra antropología. Y dado que en consecuencia, no existe una antropología extrahistórica, natural, prefijada, dado que mediante la praxis nos autocreamos constantemente tanto como cultura –objeto, cosa- cuanto como subjetividad –sujeto- , no existe la posibilidad de estudiar el mundo creado como si fuese un objeto. Se necesitaría una mente determinada por la naturaleza, invariable en sus necesidades y expectativas, común a todo tiempo y toda sociedad y toda clase que tuviese enfrente un objeto fijo. Desde esta hipótesis se podría estudiar la sociedad como cosa y medirla en función de las necesidades fijas e inmutables. Tal se hace en las ciencias de la naturaleza. No es posible en la sociedad. No es posible en consecuencia elaborar postulados estilo los de la ciencia, que posibiliten a científicos descubrir qué se debe hacer, pronosticar el estado social del futuro, y las acciones adecuadas para dirigir un proceso de lucha. Superación Descartes/ Kant
Objetivación/ expresividad. El mundo humano existente, la sociedad/cultura o sociedad civilización es el resultado de la actividad permanente desarrollada por la comunidad social organizada para producir y reproducir el mundo de vida. Desde el saber hacer barras de pan y cómo se comen, desde el saber hacer tornillos y saber cómo usarlos, al saber criar un niño, o cruzar una calle. Esta actividad se basa en los saberes culturales elaborados durante generaciones, y poseídos en su conjunto por la sociedad. Son los que crean las de las capacidades humanas, que en consecuencia son creadas históricamente. Crear es el nombre adecuado de la actividad humana. Una actividad no por desarrollarse según saberes no nuevos deja de ser creadora; bastaría detener la praxis humana colectiva durante unos pocos días para que la creación de las condiciones materiales y sociales que posibilitan la vida humana dejaran de existir. La objetivación crea la vida
Comunidad. El ser humano es ser comunitario. Su actividad está socialmente organizada. La individualidad humana, la singularización humana es consecuencia de la capacidad colectiva de metabolizar con la naturaleza, y liberarnos de su determinación. Los saberes culturales que nos permiten producir y reproducir el mundo, están repartidos entre los diversos individuos –división técnica y social del trabajo-. Es el conjunto integrado de la praxis de la comunidad la que crea la civilización que nos socializa a cada uno de nosotros. Nuestra antropología es consecuencia de la comunidad en la que vivimos, de la praxis creada y de la clase social en que nos integramos
Historicidad. El ser humano es un ser histórico. Esto va más allá de la noción de que la sociedad tiene un devenir en el tiempo. Historia es el nombre que recibe cada cambio que se produce en la humanidad, en su organización, en su cultura/civilización, como consecuencia de los cambios introducidos en la praxis humana. La historia es creación humana porque es el nombre que recibe la creación de nuevos modos de organizar el mundo social humano, a comenzar por la ordenación de la producción. El ser humano no es un ser natural cuyo devenir se da en un tiempo denominado “historia”. Es un ser cuya praxis depende de su voluntad y de las ideas con las cuales la ordena y organiza su praxis, y de la cual surge la cultura gracias a la que vive. Historia es el cambio de ideas creadas por el ser humano conforme a las cuales crea su nueva cultura mediante su praxis.
Plasticidad humana: el ser humano es un ser no determinado positivamente por su biología. Debe metabolizar con la naturaleza y debe vivir el comunidad tanto con los seres y los saberes heredados crean nuestras necesidades, nuestras expectativas de vida, nuestros mundo interno
Nuestro hacer precisamente por ser cultural, no natural, nos permite actividad en todo tipo de medio. Nos permite ser capaces de cambiar de mundo y de cultura de vida, y de ser capaces de apropiarnos y gobernar esos nuevos saberes, nos permite vivir en toda sociedad y en toda naturaleza. “Universalidad”, que quiere decir no que podamos estar en todas partes –podemos estarlo-, sino que en potencia podemos subsumir toda la naturaleza y convertirla en medio conscientemente integrado en nuestra praxis. Y que podemos subsumir los conocimientos de cualquier otro ser humano y ponerlos bajo nuestro hacer
Autoconsciencia. Que nuestra forma de vida dependa de saberes culturalmente aprendidos, que el acerbo de saberes que nos permiten producir y reproducirnos –desde el hacer y comer barras de pan a saber cortejar a alguien- sean un cúmulo de conocimientos del que nos hemos apropiado mediante esfuerzo en nuestra socialización, y que están a nuestro alcance en nuestra mente o consciencia, y requieren de nuestra consciente voluntad para ser puestos en obra. Que la actuación de los mismos –praxis- se dearrolla conforme a fines y expectativas de las que tenemos consciencia porque pertenecen al acerbo cultral que hemos interiorizado. Que las consecuencias son registradas por nuestra consciencia experiencial que a menudo se sorprende de que no sean conforme a las expectativas. Todo esto hace que nuestro saber hacer, nuestra experiencia de vida, estén en nuestro fuero interno ante nuestra propia autoconsciencia, desdoblados y a la vez dentro de nosotros. Que podamos reflexionarlos y concluir sobre su corrección. Autoconsciencia: todo hombre es filósofo
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