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Cómo arruinó el FMI a la Argentina

Mark Weisbrot

Reproducido del International Herald Tribune, 26 de diciembre de 2001. [Subido a la red por The Emperor´s New Clothes el 31 de diciembre de 2001][Nota de Emperor´s Clothes: agradecemos a Néstor Miguel Gorojovsky, de Argentina, quien localizó este artículo de Mark Weisbrot, en el que se explica por qué la vinculación del peso argentino al dólar estadounidense hundió la economía argentina. Ver artículos complementarios (al final) que documentan las políticas destructivas de los países, diseñadas por el FMI. En breve analizaremos la rebelión de los argentinos contra el Nuevo Orden Mundial. – Emperor´s Clothes]

Washington.- «La implosión argentina lleva impresas las huellas digitales del FMI»

La primera y más abrumadoramente importante causa de los problemas de la economía del país fue la decisión del gobierno de mantener una paridad de cambio fija: un peso por dólar USA. Adoptada en 1991, esta política funcionó durante un tiempo. Pero en los últimos años el dólar ha estado sobrevaluado, lo cual hizo que el peso se sobrevaluara también.

Contrariamente a la creencia popular, una moneda «fuerte» no es como un cuerpo fuerte. Es muy fácil tener muchas cosas buenas. Una moneda sobrevaluada convierte las exportaciones en demasiado caras y las importaciones en artificialmente baratas. Sólo hay que mirar a los Estados Unidos, donde un dólar «fuerte» ha provocado un déficit comercial récord de 400.000 millones de dólares.

Pero esto resulta catastróficamente peor para un país que se ha comprometido a mantener una paridad cambiaria fija. Cuando los inversores empiezan a creer que el peso está a punto de caer, exigen siempre tasas de interés más altas. Estas tasas exorbitantes paralizan la economía. Tal es la principal razón por la cual Argentina no ha sido capaz de recuperarse de cuatro años de recesión.

Para mantener su moneda sobrevaluada, un país requiere grandes reservas de dólares: el gobierno tiene que garantizar que cualquiera que necesite cambiar un peso por un dólar podrá hacerlo. En este punto el papel del FMI fue crucial. Ordenó amplios préstamos, incluyendo 40.000 millones de dólares hace un año, para respaldar el peso. Este fue el segundo error fatal del FMI. Para comprender su gravedad, imaginemos a Washington tomando un préstamo de un 1,4 billón de dólares –el 70% de su presupuesto federal– sólo para mantener sobrevaluado el dólar. Argentina no necesitó mucho tiempo para acumular una deuda externa que le era imposible devolver.

Como si todo esto no fuera suficiente, el FMI condicionó sus préstamos a una política de «déficit cero» por parte de Buenos Aires. Pero no es necesario ni deseable para ningún gobierno equilibrar su presupuesto durante una recesión, cuando los impuestos necesariamente disminuyen y los gastos sociales crecen. El objetivo del déficit cero puede tener un pequeño sentido económico, pero posee un gran valor de relaciones públicas. Centrándose en los gastos del gobierno, el FMI ha logrado convencer a la mayor parte de la prensa de que los hábitos de gasto «despilfarradores» son la fuente de sus problemas. Pero Argentina ha tenido sólo unos déficit presupuestarios modestos, mucho más pequeños que los de Estados Unidos en tiempos de recesión.

El FMI declara ahora que estuvo en contra de la tasa de cambio fija, así como de los amplios préstamos para respaldarla. Los funcionarios dicen que siguieron adelante con estas políticas para complacer al gobierno argentino. ¡Así que ahora la Argentina le dice al gobierno de Estados Unidos lo que tiene que hacer!

Esta no es una historia verosímil, pero desde luego verificar quién tomó la decisión es algo así como seguirle la pista a la cadena de mandos de Al Qaeda. Las reuniones del comité del FMI, las consultas con los ministros de los gobiernos y otras deliberaciones son secretas. Sin embargo, hay una huella que se puede rastrear. En 1998 el FMI respaldó las monedas sobrevaluadas de Rusia y Brasil, con grandes préstamos y tasas de interés siderales. En ambos casos las monedas colapsaron a pesar de todo y los dos países optaron por la devaluación. El crecimiento de Rusia en el año 2000 fue el más alto en dos décadas.

Argentina se recuperará también, indudablemente, después que devalúe su moneda y deje de pagar su impagable deuda externa. Pero el pueblo necesitará un gobierno que esté dispuesto a romper con el FMI y se proponga políticas que antepongan su interés nacional.

Washington tiene otras ideas. «Es importante para la Argentina continuar colaborando con el Fondo Monetario Internacional para la elaboración de una política sana», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, el viernes. Para el FMI, el fracaso es imposible.

Autor: Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigación Económica y Política, publicó este comentario en The Washington Post. Copyright (c) 2001 The International Herald Tribune / www.iht.com

Notas y lecturas complementarias

1) Es sorprendente que, a pesar de que el FMI haya tenido el mismo efecto sobre todas las economías a las que ha «ayudado» durante más de una década (es decir, las economías han sido gravemente lesionadas), estos sujetos sigan aún ejerciendo su profesión. Si fuesen médicos, habrían sido encarcelados por dañar deliberadamente a sus pacientes.

¿No sugiere esto que los gigantescos intereses financieros de Europa y de los EE.UU. que están detrás del FMI quieren destruir tales economías?

2) Para conocer más detalles sobre el Fondo Monetario Internacional, véase el artículo «The International Monetary Fund and The Yugoslav Elections», de Michel Chossudovsky y Jared Israel. En él se explica como las políticas del FMI destruyen las economías nacionales, y se analiza los casos de Yugoslavia, Rusia, Ucrania, Bulgaria y Perú. Se puede leer en:

http://emperors-clothes.com/analysis/1.htm

3) Las políticas del FMI destruyen porque han sido calculadas para destruir. Esto emerge claramente del agudo debate sostenido entre Chossudovsky y J. Israel, por un lado, y el profesor Kjell Magnusson, de Suecia, por otro. Este último criticó agudamente el artículo citado, después de que fuera publicado por el principal periódico sueco.

* «Chossudovsky and J. Israel are Inaccurate and Misleading» [Chossudovsy y J. Israel están equivocados y desencaminados], por Kjell Magnusson, experto en los Balcanes, Uppsala University. Se puede leer en: http://emperors-clothes.com/debates/magnus.htm

*»Everything We Wrote Comes from Official Sources» [Todo lo que escribimos proviene de fuentes oficiales], por Michel Chossudovsky y Jared Israel, se puede leer en:

http://emperors-clothes.com/debates/data.htm

4) «Give Us Milosevic or We Won´t Destroy Your Country!» [¡Dadnos a Milosevic o no destruiremos vuestro país!] es una declaración del SPS, que aparentemente es ahora el principal partido de Serbia (fue el primero en las recientes elecciones municipales). La declaración rechaza la noción de que el FMI y sus instituciones asociadas tengan por fin apoyar a los países pobres.

Fuente: Pimienta Negra

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