Sobre héroes y tumbas
Santiago Alba ha escrito un breve y denso texto en el que reflexiona sobre la situación política de la izquierda, en España y en Europa.
En síntesis, el texto hace un triple análisis que incluye a Podemos, a Izquierda Unida y a la situación griega como síntoma de las posibilidades de la izquierda europea
Sobre Podemos. El concernimiento en Podemos de SAR me produce empatía. Me recuerda el que yo mismo he sentido durante mucho tiempo hacia el área IU/ICV-EUiA. Como yo en otros momentos, o, para ponerle salsa, como el propio Paulo Vl cuando era papa en relación con el Vaticano segundo, SAR sufre el tormento de la desazón. Teme, guarda reserva, recela, se angustia, duda, retrocede, se reafirma.
Debo decir que para mi se ha terminado esto. El fin de IU por muerte súbita –siempre será posible mantener algo semejante a un PCPE- me libera. Muerte súbita: la imposibilidad de liquidar la corrupción de Madrid. La salida de la organización de Tania Sánchez, el apoyo de Anguita y su grupo, desde tiempo, al nuevo partido –declaraciones de Anguita en sus entrevistas etc.-, la incapacidad del grupo dirigente, que implica una profunda Ley del Silencio, son la puntilla. Podemos es el proyecto que tenía en mente Julio Anguita. IU era, en tiempos lo era, algo que podía llegar a ser otra cosa, muy diferente a esto, y llegar a ir mucho más allá. Pero el proyecto de su creador, el alcalde de Córdoba era éste. Personas aparte, ahora, con Podemos, se va a hacer lo que se hacía antes, pero sin inventar razones falsas, sin “comunismos”, “rojos”, “marxismos” etc.
Esto significa la muerte de una continuidad cultural, el fin de culturas trasmitidas por familias. Tania Sánchez es muestra que puede ejemplificarlo.
Por supuesto yo creo que lo que emerge es una provisionalidad. Podemos es, no un botiquín, -no estoy de acuerdo con SAR- sino que es la expresión del grado de politización real de la parte movilizada de la sociedad subalterna, haya estado Podemos en las movilizaciones o no haya estado. El resultado institucionalizado del comienzo de una movilización social tras una derrota histórica que es consecuencia de un cambio de sociedad, tanto en el “oeste” como en el “este”.
Precisamente por ser el instrumento mediante el que se expresa la protesta, ha funcionado la marcha a Madrid, y, una vez vista, me ha causado alegría que se diera. No existe fuerza institucional que pueda organizar una movilización así, sin estructura pagada, sin una “marca blanca” que la organice con fondos y tiempo, con ayuntamientos con etc., en toda España.
Y temo poco el desgaste televisivo. Precisamente porque no creo que Podemos sea un invento de TV, sino un medio que expresa una realidad social previa, que, ésa, no es un invento televisivo. Contrariamente a lo que los dirigentes de Podemos creen, y SAR comparte, no son ellos los que crean el movimiento, sino que el movimiento real de los subalternos los ha adoptado como medio de expresión. Igual que los campesinos del siglo XVI, reinterpretaron y resignificaron le génesis, probablemente el libro más reaccionario de la Biblia –en absoluto es comparación con Podemos- y lo convierten en un texto revolucionario: Cuando Eva cardaba la lana y Adán cultivaba la tierra, ¿dónde estaba el señor feudal? Ahora y siempre. En la muy interesante intervención que el historiador republicanista Ángel Duarte hizo el martes pasado en Sabadell una observación que debe ser tenida en cuenta siempre: que las tradiciones políticas existen, si expresan, si sirven para expresar, realidades sociales vivas, concretas, históricas. No existe ‘el Comunismo’, existen bloques nacional populares, y gentes cultivadas o no, que se inspiran en un hilo común y lo injertan… pues eso, así, también está pasando con Podemos. Y actualmente, su sentido va más allá del que le otorgan sus impulsores; es lo contrario de lo que sus fáusticas pretensiones intelectuales les hacen creer. No son los creadores, sino la criatura.
El actual movimiento, con una opinión emergente, nueva pero sustantiva, está ahí, reinterpretando y expresándose mediante Podemos. Por eso, creo que, por más que se haga contra Podemos, por más que, “manosblancas”, y los comensales de las televisiones, las marcas blancas de los partidos institucionales, -PP, PSOE, CIU, PNV- hagan y digan, no van a conseguir parar el Tsunami. Es sencillo: hemos entrado en lo que Lukacs denominaba “el periodo de las consecuencias”. Durante decenios se hacen canalladas sin cuento. Y no pasa nada. Eso anima a los canallas a darle aún más duro al estafermo; y sigue sin pasar nada. Y sigue el tiempo y gira el mundo gira en su espacio infinito. Pero de pronto, pasa algo, que en realidad es menor. Una chispilla –en un astillero del Mar Báltico; o en una ciudad provinciana casi un poblacho, como Sarajevo…- . Y todo se pone en movimiento, se agranda, se multiplica. Y no hay quien lo pare. Es la gente. Ahora es la gente. Es el descreimiento de la gente. Entonces, todos los discursos están vacíos, el rey va desnudo. Cada acusación lanzada contra los rivales, contra Podemos, hace crecer la cuenta en contra de los corruptos. Es la gente, con su hartazgo, con su descreimiento. Con su ira. Y todo lo que haga Podemos está bien hecho: está bien hecho si sirve a los de abajo para dar en los morros a la chusma de banqueros, a los ladrones de los empresarios, a la purria de políticos, a los de las tarjetas, a los chupones, a los ejecutores de las hipotecas, a Merkel. Porque ha llegado el momento en que la gente cree que es mucho mejor que salga el sol por Antequera que seguir así. Y la gente cree que eso, esa posibilidad, así, metafórica, sin evaluar mucho, es la que ofrece Podemos. Votar Podemos, manifestarse con Podemos. Es low cost. ¿En nombre de qué programa? En nombre de estar en contra de todos los ladrones, los mentirosos, los corruptos; en contra del Partido del Extranjero. Y como la gente, mucha gente, ha llegado a este convicción, todo lo que pueda plantear Podemos en ese nivel, el de servir para dar en los morros, el rechazar, el declarar que no se cree en los otros porque mienten más que hablan, eso, va a tener éxito
Hemos entrado en un mundo nuevo y Podemos lo expresa.
Dónde irá Podemos. Evolucionará. Se esfumará. Esto depende de la evolución del movimiento de masas, de su desarrollo, de su crecimiento, de su adquisición de capacidad de acción y de consiguiente desarrollo de consciencia. Y de cómo se vaya amoldando o despegando Podemos a ello. Podemos desde luego, no está por organizar establemente, por crear democracia de base. No es su proyecto, su “talante”. Es un proyecto institucional de representación. Incluso calca las formas habituales de hacer política. No es cierto que sea novedoso: también don Manuel Azaña hacía actos de masas, etc.
Digo esto porque deseo señalar otro punto importante a mi juicio. La historia de los últimos años, entendiendo por ello, desde 1815 –Lukacs, de nuevo- indica que cada vez que hay un cambio de sociedad, se produce, en primer lugar una disgregación de fuerzas políticas. Y luego, un tanteo en el que va surgiendo un nuevo modelo. Decía Lukacs, para 1966 que no estábamos ahora como en 1848, cuando sufrimos una tremenda derrota, pero quedó claro cuál era el modelo a seguir –no importa que Gramsci no comparta, y diga que en 1871 se aniquila un modelo y quedamos en tanteo-. Sino como en 1815, tras la derrota de la Revolución Francesa, en la que los revolucionarios y demócratas quedamos sin saber cómo hacer. Y hubo que crear.
Podemos no tantea, no crea, reproduce. Será la base social la que deba ir desarrollando, como siempre, nuevas formas. Saliendo por tanto de ese actual discurso mentirosillo sobre la democratización interna que elaboran los estados mayores de los nuevos grupos, que enfatizan el nivel de control a la representación, a los representantes, encomian y se hacen lenguas de la elección democrática de los individuos de las listas, para luego, hacer lo de siempre. Pero es que “republicanismo” no es control a los cargos, es creación de poder de base. Dejamos este punto.
Está luego la opinión de SAR contra la izquierda anterior, nosotros, un servidor entre ellos. Acusación de tosquedad antiamericanista. Se le disculpa la coz en reconocimiento del calvario por el que SAR pasa. Pero es un pecadillo de frivolidad que se tiene que confesar.
Luego da la de cal. Pero no es verdad: no hicimos tantas cosas, ni tan siquiera muchas cosas, bien –las frases que son zanahoria en el apartado del “palo- y- la- zanahoria”, del escrito de SAR–. Y por eso estamos así. Y no tenemos neurosis estructural: los neuróticos tendrán su neurosis, y los otros serán según su talante.
Sobre Grecia. La frase del ministro actual, Varufakis, no tiene sentido: salvar el capitalismo de sí mismo, como objetivo político, como declaración de intenciones. Ningún proceso político real ha comenzado nunca tratando de tirar por la calle del medio. Y ningún proceso real ha podido predecir hasta dónde sí se llega y hasta dónde no. Lo diga Ulises o lo diga su porquerizo –para poner casos griegos-. Ni que de esta agua no he de beber, ni que este cura no es mi padre. Todo proceso real de masas arranca siempre con metas sensatas, modestas. Y luego la insensatez del enemigo de clase se las carga. Las ridiculiza, las desprecia, las infama, las considera canallescas, intolerables, y “hastaquíselesvaaguantar” –nuestro ministro de Hacienda, por ejemplo y sin ir más lejos ni caer más bajo-. Y hay que ir pasando al sensato y modesto plan B, y al plan C, etc. También en Europa, en el mundo nuestro, se ha abierto un proceso. Y nada se puede saber de cómo será. Eso, lo marcará la gente. A trompicones, aprendiendo, a porrazos. Ni Pikety, ni Varufakis, ni rey ni roque. Todo dependerá del proceso de lucha, de la movilización. Y el nuevo programa, como el actual, irá surgiendo dramáticamente, al hilo de las luchas, tal como Gramsci decía que se había elaborado el programa jacobino durante la Revolución Francesa.