Más allá del Presupuesto Participativo
Edmilson Brito Rodrígues, Jurandir Santos de Novaes, Raimundo Luiz Silva
Es necesario partir de la constatación de que estamos tratando de un gobierno municipal, en una ciudad periférica, parte de un país capitalista. Eso determina los límites de las conquistas materiales que el movimiento social es capaz de arrancar, puesto que sólo cambios estructurales profundos serán capaces de reverter el cuadro de desigualdades y de miseria social.
Al mismo tiempo en que afirmamos los límites, tenemos que trabajar partiendo de la base de que la ciudad no es apenas un reflejo de la sociedad. Ella produce riquezas, produce y reproduce relaciones económicas, políticas y culturales. Refleja la estructura social, pero, y al mismo tiempo, puede también impulsar dinámicas que acaben por definir esa estructura, o sea, además de heredar desigualdades de la estructura social, las profundiza.
Existe un combate entre dos proyectos de ciudad y de gobierno. De un lado, el de los que quieren mantener la sumisión de las ciudades a los dictámenes de la acumulación capitalista, cabiendo a los gobiernos la tarea de ofrecer infraestructura a los mercados (verdaderos dueños de la ciudad!), apartar la pobreza de las áreas nobles, y gestionar las secuelas sociales.
De otro lado, el de aquellos que gobiernan las ciudades buscando la construcción del poder popular a través de la afirmación de una concepción antagónica a la lógica capitalista. Eso se orienta en elementos estratégicos, tales como soberanía nacional (pues un gobierno de izquierda debe ser instrumento de la lucha anti-neoliberal), radicalización democrática (como necesidad y posibilidad de que el pueblo experimente la profundización de formas de control social del Estado).
Planificar es necesario
El primer mandato del gobierno popular en Belem, enriqueció mucho nuestro debate sobre participación popular, poniendo en práctica, de forma radicalizada, diversas experiencias, que pueden ser clasificadas en tres vertientes:
El Presupuesto Participativo (OP en las siglas portuguesas, de Orçamento Participativo), que tuvo la capacidad de traer para la política a los habitantes de la periferia que nunca habían, ni tan siquiera, soñado en decidir los destinos de la utilización de los recursos públicos.
El debate sobre políticas públicas realizado por conferencias/foros que consiguieron reunir, principalmente, a la llamada sociedad civil, o sea, el conjunto de organizaciones sindicales, populares o académicas.
Las experiencias de control social y de cogestión como las Comisiones de Fiscalización y Control Social (COFIS) vinculadas al OP, los Consejos Escolares, los Consejos Gestores en las Unidades de Salud, los Comités Ambientales.
A pesar de los avances, estas tres vertientes no se desarrollaron con la necesaria relación entre sí y caminaron, a veces, por separado, exceptuando el caso de las COFIS de obras, un mecanismo de control interno al OP y a los Comités Ambientales del Congreso de la Ciudad que en alguna medida se relacionó con el propio OP. El OP debatió y deliberó sobre el Presupuesto (forma de viabilizar obras y políticas públicas), pero no trabó un debate más profundo sobre las políticas públicas y el desarrollo de la ciudad de forma integral. Al mismo tiempo, las conferencias deliberaban sobre políticas sin debatir el Presupuesto.
El OP es un marco en la historia de la ciudad. Fueron más de 200.000 personas las que participaron directamente, y las diversas vertientes fueron multiplicándose cuantitativa y cualitativamente. Esta desconexión, por tanto, reforzó los límites de cada vertiente de participación. Lo que necesitamos ahora es involucrar a todo el mundo en el pensar la ciudad de manera integral. Ese es nuestro mayor desafío en este segundo mandato.
Un Congreso de la ciudad
Denominamos a nuestro modo de gobernar “Congreso de la Ciudad”, que no es solamente un evento o una instancia de decisión. Es un proceso de movilización social, de cambio cultural, donde la vida de la ciudad pasa a ser decidida por su pueblo. Estamos hablando de una nueva concepción de gobierno, fundamentada en la convicción de que el pueblo movilizado y consciente, estructurado en organizaciones de base, puede asumir directamente, en primera persona, el gobierno de su ciudad.
El Congreso de la Ciudad se constituye en un espacio público no estatal de planificación de la ciudad. Es el intento de superar los límites del OP en lo que se refiere al debate apenas sobre el presupuesto municipal, ampliando sus horizontes. El eje de esta propuesta es una idea ya lanzada públicamente a finales del 1998 y que desde entonces viene configurándose como alternativa: la fusión de las tres vertientes presentadas anteriormente, teniendo como base principal el Presupuesto Participativo.
Una cuestión extremamente relevante es que la propuesta presupone que sean fundidas las actuales estructuras de participación popular en una única propuesta de funcionamiento, preservando toda la riqueza de cada experiencia.
La estructura de la propuesta
Congreso de Belem: es la instancia máxima, se reúne cada dos años, con participación de millares de ciudadanos, sea por cuenta de la presentación de demandas localizadas en asambleas de micro-regiones, sea a través de conferencias deliberativas, sea a través de representación de los diversos espacios de control social o incluso ciudadanos que no habiendo participado directamente en el proceso deseen participar y contribuir en la definición de directrices y metas para la ciudad. Es, por tanto, una instancia deliberativa de las directrices y metas del planeamiento de la ciudad, cabiendo debatir los grandes temas acerca del desarrollo de la ciudad. Trazará directrices para las políticas públicas sobre, por ejemplo, negros, deficientes, bloques de carnaval, mujeres, grafiteros, cabanagem (acervo histórico, cultural y político de la revolución popular de 1835), analfabetismo o deporte.
Consejo de Belem: instancia deliberativa, elegida por el Congreso. Debe tener carácter más permanente y decidir sobre los recursos financieros del municipio. Representa una redefinición y ampliación del actual Consejo del OP (COP), ampliando el universo de su representación social. Tiene como tarea acompañar la materialización de las directrices aprobadas en el Congreso de Belem, coordinar el proceso de elaboración de demandas de inversión.
Congresos distritales y temáticos: son instancias de profundización del debate de directrices y formulación de propuestas y demandas; representan la ampliación de las Plenarias Temáticas del OP.
Asambleas de micro-regiones: preceden a los congresos distritales, se organizan en base a la participación directa de los ciudadanos que presentan demandas localizadas por región.
Consejos distritales: instancia deliberativa a nivel distrital que tiene como tarea deliberar sobre las directrices, metas y proyectos estructurantes para el distrito y remeterlas al Consejo de la Ciudad; así como estimular y observar la creación de mecanismos de control social.
Foros consultivos: está prevista la existencia de foros y/o consejos de carácter consultivo, que sirvan para ampliar la base social del proyecto de ciudad que queremos construir; por ejemplo, forum de religiosos.
Campañas: serán realizadas también Campañas de Masas, incorporando a la ciudadanía a la realización de determinados objetivos, como, por ejemplo, la Campaña para Erradicar el Analfabetismo.
Espacios de control social: serán agrupadas las experiencias de control social de los servicios públicos. Partirá del modelo experimentado por las COFIS, que son elegidas por los vecinos, tienen reglamento, sus mandatos pueden ser revocados, presta cuentas y tiene poderes para interferir en la marcha de los servicios.
Relación entre el Gobierno y el Congreso
Para la coordinación del Programa de Gobierno, se mantienen desde el primer mandato del Frente Belem Popular espacios de balance del gobierno y de cuestiones más generales que influencian en la vida de la ciudad, así como de toma de decisiones.
Comité del Plan: organismo colegiado del Gobierno, donde se toman las decisiones que aseguran la realización del Plan de Gobierno y que por la dinámica del propio Gobierno requiere decisiones rápidas que no permiten convocar al Secretariado en todo momento. Se trata del ámbito que pretende aliar representación política en el Gobierno con el sistema de gestión a través de las Marcas de Gobierno (áreas privilegiadas de intervención, como Infancia o Participación Popular, por ejemplo). Es coordinado por el Alcalde y compuesto por el Vice-alcalde, los Coordinadores (-as) de Marca, la Secretaría de Planificación y la Secretaría de Finanzas, la Coordinación de Relaciones con la Comunidad, la Coordinación de Comunicación y, habitualmente, como convidada, la Secretaría de Asuntos Jurídicos, así como, siempre que sea necesario, la Secretaría de alguna área específica.
Foro de secretarios: está compuesto por todos los secretarios (-as) y representa, desde el punto de vista del funcionamiento interno del Gobierno, la instancia de mayor amplitud en relación a la representación. Debate temas del Gobierno y analiza escenarios a la luz de la investigación; es, en definitiva, el espacio de discusión política de la estrategia y de los rumbos del Gobierno por los principales coordinadores de cada área sectorial.
Comité presupuestario y financiero: tiene la función de observar y analizar la ejecución presupuestaria y financiera a la luz de las directrices y acciones definidas en el Plan de Gobierno. Está compuesto por las secretarías de Finanzas y de Planificación y por el Gabinete del Alcalde.
Foro de administradores regionales: creada a partir de 2001, es resultado de la experiencia de haber implantado todas las Administraciones Regionales, antes existían apenas 3 de un total de 8, y de la redefinición de su papel como la representación política del Gobierno, en términos formales, más próxima a lo cotidiano de los ciudadanos. Hasta el fin del primer mandato, se vinculaban al Gabinete del Alcalde. Pasan, por tanto, a ejercer el papel de agente político de representación del Gobierno y de la planificación, como ya aquí fue presentada, y pasa a tener relación directa con la Secretaría de Planificación. El Foro es el espacio de planificación común y de definición de la línea general de actuación a la luz de las directrices de gobierno.
Edmilson Brito Rodrígues, alcalde de Belem
Jurandir Santos de Novaes, secretaria de Planificación
Raimundo Luiz Silva, secretario de Educación