Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Balance de un gobierno democrático y popular


Entrevista con Miguel Rossetto, vice-gobernador del Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul (marzo de 2.000)

Llegando a la capital de Río Grande del Sur, el viajero mínimamente informado busca las señales, los detalles y expresiones del gobierno “democrático y popular” en este Estado brasileiro, las concreciones de una política “revolu-cionaria”. Caminando por las calles y plazas de Porto Alegre, uno encuentra realidades ya vistas, situaciones, incluso, peores a las de los países del llamado “Occidente” o “mundo desa-rrollado”. Por si fuera poco, en esos primeros días de marzo, era imposible no tener conocimiento de una pro-longada huelga de profesores de Secundaria por mejoras salariales.

Pep Valenzuela.- ¿Qué revolución es ésta? ¿Dónde y cómo se materializa el famoso presupuesto participativo (OP)? ¿Qué balance hacen ustedes de esta experiencia de algo más de un año en el gobierno del Estado?

Miguel Rosseto.- Nuestro grande y primer desafío, que fue en la Administración de Porto Alegre, donde ya gobernamos hace casi 12 años, es la experiencia de gobierno del PT más amplia, compleja y rica en Brasil. Tú vas a encontrar los resultados de esta gestión (administración) de izquierda cuando visites la ciudad, cuando visites una escuela municipal, un puesto de salud municipal; cuando encuentres las políticas de habitación, cuando  convivas en los parques, con toda la recuperación del medio ambiente para la población, con todo un ambiente cultural distinto en la ciudad. El grande trabajo que nosotros realizamos en estos últimos años en Porto Alegre, fue preservar una referencia política de gestión pública radicalmente distinta del modelo de destrucción del Estado, de privatización del Estado, de concentración de renta y de poder político.

PV.- ¿Es eso posible en el marco de un país como Brasil, con un gobierno totalmente alineado con el modelo neoliberal y, peor, dependiente de los dictados del FMI y de los EE UU?

MR.- Es evidente que ese proceso en una ciudad, en un Estado como el nuestro, guarda enormes limitaciones en relación con el gobierno nacional. Por eso es importante y revolucionario lo que nosotros conseguimos comprobar: que es posible gobernar de una forma diferente. Es posible gobernar sin ampliación de la exclusión,  sin ampliación de la concentración del poder económico, del poder político, sin ampliación de la violencia social en todos los sentidos. Tanto en Porto Alegre, como en Caxías y otras experiencias que estamos desarrollando.

Porto Alegre devino, sí, una ciudad más justa desde el punto de vista social, la cualidad de vida de las personas mejora.

Y hay también una gran obra más allá de estas dimensiones, que realizamos por ese cambio y por la afirmación de esos valores, que es, sin duda, un grande elemento de democratización de la política en esta ciudad, de democratización de la política, de radicalización de la democracia, avanzando en los marcos de la democracia representativa para la democracia directa.

PV.- ¿Está refiriéndose al OP?

MR.- Sí, al presupuesto participativo, que es un proceso, creo yo, el más revolucionario, porque es organizador del poder de la ciudad. A través de la democracia directa en varias instancias de deliberación, como el tema del presupuesto, como el tema de la salud, el de la educación; es un proceso de amplia participación de la sociedad en las definiciones del futuro de esos espacios.

Y es revolucionario, también, porque cambia las relaciones sociales, muda las relaciones políticas… En verdad, muda las relaciones del Estado, de un Estado que está históricamente construido de una forma autoritaria; rompe esta estructura e inaugura un nuevo ciclo de democratización con valorización de la ciudadanía. Eso significa recuperar la dignidad de la personas, de la ciudadanía y crear nuevas estructuras, nuevo ambiente de poder político en la ciudad.

Esta es una gran realización de la izquierda.

PV.- Así, la victoria de la candidatura Olivio-Rossetto en las elecciones al gobierno del Estado fue resultado de un proceso de conquista de hegemonía, no es un resultado de marketing o un acaso, un azar…

MR.- La victoria en las últimas elecciones estatales del PT, del Frente Popular, de Olivio Dutra, fue el resultado de un largo proceso de acumulación de fuerzas en el Estado. Son más de veinte años (20) de afirmación de un proyecto político. Un proyecto que siempre preservó una profunda relación con las luchas sociales, con los movimientos sociales, tuvo la capacidad de preservar un programa claro, de destacar las diferencias de proyecto para la sociedad gaucha, el pueblo gaucho; preservó una relación correcta cualita-tivamente cuando hizo las experiencias de administración, como es evidente, desde hace doce (12) años, en el caso de la ciudad capital, ella crea una base, una referencia política importante.

Son veinte años de crecimiento de este proyecto, de la idea de que la izquierda tiene capacidad de gobernar y de gobernar mejor, preservando con mucha fuerza la presencia de nuestras banderas; porque las banderas del partido siempre estuvieron al lado de los movimientos sociales, de los movimientos de combate a la opresión.

Esta capacidad de preservación de un programa claro, de una relación permanente con las luchas sociales, con la ciudadanía, crea en estos veinte años una base política, nuestro bloque político, nuestro bloque social, muy importante, en sectores urbanos, sectores medios, en el campo, agricultores, pequeños agricultores; nos da una base importante en el Estado.

Es este proceso de acumulación, esta capacidad del PT de articular esta estrategia clara durante todos estos años la que crea las condiciones políticas para que nosotros venciésemos a la mayor coalición de derecha construida en este Estado desde el inicio del siglo, una gran composición de las oli-garquías. Éste es el único Estado de la Federación que presenta este corte: dos candidatos que representan dos proyectos opuestos. Aquí no hay centro, porque es un momento en que la resistencia popular ofrece una alternativa clara al modelo neoliberal, al modelo conservador, una propuesta de reconstrucción del Estado.

PV.- Vamos, entonces, a la valoración concreta de la experiencia de gobierno en el Estado…

MR.- Estamos, en realidad, reconstruyendo el Estado, un Estado destruido financieramente, destruido administrativamente, un Estado que viene siendo corroído, especialmente, en los últimos diez años por este gobierno de gestión irresponsable y predatorio de la derecha. Un Estado heredado con una brutal crisis fiscal.

Diferente de lo que la derecha anuncia, el carácter predatorio histórico de la elites nacionales y estatales se aceleró brutalmente en los últimos años a través del proceso de privatización de sectores importantes de nuestro Estado, como telecomunicaciones, energía eléctrica; del proceso de reducción enorme de la base  tributaria, privilegiando a grandes grupos internacionales; destrucción de los servicios públicos del Estado, que pasa a ser un gran financiador, un gran donador de recursos públicos para los grandes grupos monopólicos.

El primer año de gobierno fue marcado por ese proceso de reconstrucción del Estado desde el punto de vista financiero, desde el punto de vista administrativo, o sea reconstruir una estructura estatal que tenga condiciones de operar y financiar programas de políticas públicas, un Estado que tenga capacidad de intervenir y ejercitar su poder regulador no totalmente destruido hasta entonces. Y, al mismo tiempo, un proceso de construcción de un nuevo Estado, de una nueva estructura dentro del Estado y la ciudadanía inaugurando a nivel de Estado esta experiencia de participación popular, el presupuesto participativo, como elemento estratégico para nuestra gestión.

Ha sido un año de intensa polarización política, un año en que la estrategia que nosotros operamos necesariamente produce rupturas con el modelo del pasado, rupturas con el modelo nacional y al mismo tiempo la afirmación de nuestras políticas.

PV.- ¿Quién venció ese primer asalto, en este primer año?

MR.- En expresión correcta, nosotros fuimos victorioso en el primer año. Victoriosos ante el desastre heredado y a pesar del cual, incluso en una situación de grave crisis, por cuenta de nuestro desequilibrio presupuestario, incluso así ampliamos recursos en todas las inversiones sociales: educación, salud, vivienda, seguridad…, iniciamos la cons-trucción de programas importantes de generación de empleo, avanzamos en la construcción de la reforma agraria y en las áreas de políticas agrícolas. Elaboramos una nueva relación cultural con el conjunto de los municipios de nuestro Estado y marcamos, ya en el primer año, este proceso de participación popular, el presupuesto par-ticipativo, en el conjunto del Estado, cons-truido mediante el debate con la participación de cuatrocientos mil ciudadanos y más de quinientas asambleas municipales y  regionales, en los 497 municipios del Estado; asambleas libres, en todos los municipios, a las que el pueblo fue llamado a discutir, deliberar sobre la aplicación de los recursos del año 2000.*

Podemos afirmar que iniciamos un proceso de transformación del Estado y creo, sin caer en un optimismo sin base, que nosotros construimos victorias importantes, como fue resistir la presión contra nuestro gobierno en los primeros meses. Sabemos de la responsabilidad que tenemos, pues el partido no creó hasta hoy referencias en la administración de un Estado. Tenemos conciencia de que si la cosa funciona en RS, va a ser un elemento importante para la afirmación del PT y para la preservación de un espacio de disputa política nacional de aquí a tres años (elecciones presidenciales y a gobernador).

PV.- Sorprende en esta situación que el PT haya elegido gobernador pero, al mismo tiempo, tenga minoría en la Asamblea Legislativa…**

MR.- Vivimos una situación de impás político permanente. Esta situación se expresa en dos candidaturas polarizadas, y permanece en el Estado. Hay un avance importante del pensamiento de izquierdas, democrático, con la elección de Olivio. Y la conquista de una parcela de poder importantísima. Una parcela del poder que se sustenta no sólo desde el punto de vista de la institucionalidad sino por cuenta de las bases sociales y relaciones políticas que nosotros articulamos. Nosotros acumulamos una parcela de poder importante en la sociedad gaucha. Esta parcela de poder se asienta en las alcaldías, en la presencia parlamentaria municipal y estatal, en la relación con el movimiento social.

Pero la derecha, los sectores conservadores preservan una parcela de poder muy importante: la mayoría en la Asamblea Legislativa (parlamento estatal), una presencia mayoritaria y hegemónica en el poder judicial, en el patronato, los grandes monopolios de comunicación, el gran monopolio de comunicación, en realidad, que existe en nuestro Estado.

Ésta es una pauta que sigue un proceso de tensión permanente, de disputa permanente y, desde nuestro punto de vista, el proceso exige una lucha permanente por la hegemonía política en el Estado, que no está dada. Nosotros avanzamos mucho pero es evidente que no alcanzamos el poder necesario para realizar nuestro programa con la velocidad que nos gustaría. Se mantiene esa situación de impás político permanente provocado por ese equilibrio de fuerzas; pero, ese impás traduce una victoria de la izquierda, la posibilidad de construir nuestro proyecto.

PV.- En ese nuevo escenario de la lucha de clases que aparece tras la llegada de la izquierda al Gobierno, ¿cuál es el rol de esa institución?

MR.- Vivimos un proceso de permanente discusión sobre la relación y el papel de un gobierno, del partido y de los movimientos en la afirmación de un proyecto de sociedad. Evidentemente, nosotros tenemos un programa, el Gobierno tiene una respon-sabilidad importante de afirmación de ese programa. Programa que fue presentado al conjunto de nuestro pueblo, programa que fue acogido por la mayoría de nuestro pueblo que depositó una parcela de su esperanza de vida en ese gobierno.

Por tanto, la orientación de ese gobierno es la de crear las mejores condiciones para la aplicación, la efectivización de ese programa. Un programa, insisto, que tiene una base clara que exige ruptura con el proyecto neoliberal. Éste es un gobierno que acabó con el proceso de privatización de las empresas estatales, que acabó con el proceso de despido de funcionarios públicos, acabó con el proceso de desfinanciamiento de las políticas sociales, acabó con la relación de sumisión del gobierno del Estado a las del gobierno federal de Fernando Henrique Cardoso. Los ritmos de la construcción de nuestro programa, la velocidad, la dimensión de la aplicación de ese programa, es evidente, pasan por un proceso de evaluación cotidiana.

Es un gobierno que vive un cerco permanente, de parte del Gobierno federal, de la derecha y de todas esas estructuras de poder internas, que hacen un combate sistemático a nuestro gobierno.

Yo creo que nosotros hemos conseguido razonablemente enfrentar ese cerco y seguir caminando, seguir avanzando. Este primer año es un año de afirmación en el que, además, se dieron pasos importantes en la construcción y consolidación de nuestro programa.

PV.- ¿El PT pasa a trabajar desde el gobierno en la construcción de esa hegemonía en la lucha de clases, o el Gobierno tiene un rol particular en tanto que el PT mantiene otro?

MR.- Nuestro gobierno está formado por una coalición de partidos (PT, PDT, PSB, PC do B, PCB). Es evidente que el Partido de los Trabajadores es el partido que organiza, que vertebra ese gobierno y, por tanto, tiene la mayor responsabilidad. El partido es elemento de sustentación de las acciones del gobierno, pero guarda, evidentemente su autonomía en relación al mismo. El gobierno no es el partido. Este concepto simplificaría demasiado las correctas y complejas relaciones que se construyen en estas circunstancias. El partido, como partido de apoyo, sustenta las acciones del gobierno, sea a través del grupo parlamentario, sea a través de su militancia política, pero al mismo tiempo busca una relación cualificada, autónoma y cualificada, propositiva junto al gobierno, discutiendo los grandes temas, las grandes orientaciones políticas del gobierno.

PV.- Pero, como se ha visto con la huelga de profesores, puede haber una gran con-flictividad con sindicatos y movimientos sociales…

MR.- Esperemos que no…

PV.- ¿Cómo está viviendo el Gobierno este conflicto?

MR.- El partido ha mostrado una solidaridad importante con el Gobierno. El partido conoce y construye las acciones del Gobierno, conoce las realidades, cuál es el debate, que es nuevo y es difícil. Difícil para la izquierda, claro. Nosotros hemos roto una situación en la que el gran debate que se planteaba a nivel de Estado era, exactamente, el de dónde se concentraban los recursos públicos. El año pasado se concentraban los recursos para monopolios privados y grandes empresas, nuestro gobierno rompe eso, invierte prioridades y concentra la aplicación de los recursos públicos para el conjunto, para la mayoría de nuestro pueblo.

¿Cuál es el problema? El problema es que existen grandes demandas sociales y recursos limitados. El Estado sabe que convive con grados de pobreza importante. El tema para la izquierda es: ¿cómo repartimos esos recursos? ¿cómo reparto los recursos para salud pública, para educación pública, para seguridad, para los servidores, para inversiones en infraestructura, cómo es que yo reparto esos recursos desde el punto de vista de un nuevo programa de desarrollo para la gran mayoría de nuestra población? Ese es el desafío, y la construcción de ese reparto de recursos no es nada fácil.

Tenemos un conflicto de intereses dentro de nuestro campo, dentro de nuestra clase, clase en el sentido amplio del término. Es evidente que una fracción de nuestra clase busca una mejoría salarial, ¿cómo nosotros respon-demos a eso? Primero, nos apartamos de cualquier tentación autoritaria o represora de solución del conflicto. Buscamos la solución a partir de una relación democrática, res-petuosa y que preserva estas relaciones estratégicas de un gobierno que dialoga con el conjunto del pueblo y que busca repartir esta renta, esta riqueza de una forma justa construida democráticamente.

El partido comprende eso, toma parte en este debate, jugando un papel protagonista en un proceso de convencimiento político que pueda establecer acuerdos sin que tengamos prejuicios en este gran proyecto de futuro del que, por ejemplo, los profesores hoy en huelga forman parte.

Éste gobierno no va a cambiar de bando. Es un gobierno que continúa en el mismo lado, del lado de los que quieren una educación pública, cualificada, que quieren una escuela pública cualificada, que luchan para universalizar ese derecho y esto presupone trabajadores con buenos salarios, con buenas condiciones de trabajo. Pero hay límites y hay una perspectiva de tiempo que no podemos perder de vista.

Este gobierno, ya en el primer año, en todos los elementos de programa que dialogan con nuestro compromiso con la educación pública operó, ya sea en inversiones, en cualificación de los profesores y la recomposición salarial. Pero no es posible que la gente venga a responder a esta herencia perversa que recibimos, de una situación estructural histórica, construida por gobiernos anteriores, sin que tengamos una visión de tiempo y de compromisos comunes en la construcción de este nuevo Estado democratizado, con fuerte participación popular, con justicia social. Esta relación de compromisos es un proceso permanente de conquistas. Compromisos, quiero decir, con aquellos que componen un campo de unidad política y estratégica. Y es de esta forma que nosotros procuramos ecuacionar estos conflictos. Creo que ése no es un conflicto de naturaleza política con el gobierno.

PV.- ¿Esta experiencia aporta novedades a la histórica y no resuelta contradicción entre reforma y revolución del movimiento socialista y revolucionario?

MR.- Ese no es un debate que resuelva conceptualmente. Es un debate político. Yo creo que nosotros operamos rupturas permanentes en todos los campos, desde el combate al desempleo a las políticas sociales, de preservación del medio ambiente, recuperación cultural en este Estado, de combate a la opresión sexual, de respeto a los deficientes físicos. Esto lo estamos haciendo. Y esto es un proceso permanente de rupturas y de afirmación de nuevos valores, de solidaridad, y creo que cuando hemos hecho eso, cuando realizamos eso, estamos preservando posibilidades de una disputa estratégica para nuestro Estado y nuestro país, una disputa que no abandona una perspectiva socialista.

PV.- ¿Se puede afirmar de la experiencia del Ayuntamiento de Porto Alegre y del Gobierno de Rio Grande do Sul que éstos fueron gobiernos que no se adaptaron u homologaron para hacer una política de gestión del sistema, sino que mantienen una perspectiva revolucionaria?

MR.- El gobierno no es una agencia de propaganda, tiene que hacer propaganda en el sentido de afirmación de una disputa político-ideológica, pero es un gobierno que tiene que responder concretamente y construir relaciones que cualifiquen la vida de su base social, de su pueblo. Y, en ese sentido, señalar, incluso con carácter de ejemplaridad, la perspectiva de ese futuro que queremos. Qué es pensar el futuro de una sociedad socialista sino la repartición del poder entre los ciudadanos, crear nuevas experiencias de economía que puedan permitir la existencia de un patrón de acumulación no capitalista, que puedan afirmar una red de protección social funda-mental y dialoguen con la preservación del medio ambiente, que combatan todas las formas de opresión sexual y racial… Esta idea, estos valores, que son fundadores de la visión libertaria que nosotros tenemos, pueden y deben ser construido desde ya. Porque es a partir de la afirmación de esos valores que nosotros preservamos la posibilidad de sustentar una idea de futuro distinto. Y en esta perspectiva, nosotros acumulamos. Estamos en este proceso, que es complejo, que es difícil, que es permanentemente tensionador entre una idea de un gobierno meramente gestor, con bajo grado de intensidad política, de una crisis capitalista, o un gobierno, sin confundir con una agencia de propaganda, que rechazando esos modelos adopte una estrategia que convine ruptura con acumulación. Esta última opción es el gran elemento positivo que hace que la izquierda de este Estado haya acumulado y crecido, y que se haya preparado y haya preparado a su base social para enfrentamientos de otra dimensión.

PV.- Hablando del partido, sin duda las experiencias de gobiernos municipales y, ahora, la del gobierno del Estado de Rio Grande del Sur, son los mejores resultado del PT y, específicamente, de la izquierda petista. Sin embargo, eso no parece haber condicionado demasiado o suficientemente los resultados del II Congreso del PT, del mes de noviembre pasado.

MR.- Yo creo que el campo de la izquierda se ha ampliado dentro del PT. El partido ha hecho un movimiento muy claro, hay hoy un gran avance en relación al tema de políticas de alianzas, en relación al enfrentamiento al gobierno federal y su proyecto neoliberal, hay una claridad y una construcción unitaria en ese sentido. Hoy ya nadie anuncia más alianzas con el PSDB, que era un tema de agenda en los años pasados. Hay una comprensión clara, una afirmación clara del PT en la coyuntura nacional, la afirmación de su identidad programática, la afirmación de su identidad política, de su relación con las luchas sociales en nuestro país, y con el combate al proyecto neoliberal. Eso es un gran avance que tuvimos.

Tenemos grandes debates no concluidos en nuestro partido: sobre el modelo de organización partidaria, la democracia interna, qué partido exactamente estamos cons-truyendo. Creo que es correcta tu afirmación, que estas experiencias que la izquierda partidaria ha protagonizado en varios centros administrativos estatales y municipales no fueron suficientemente traducidos para dentro del partido. Eso es un desafío para nosotros, traducir en el sentido positivo. Nosotros tenemos un proceso, un largo proceso de acumulación en estas experiencias que no migraron, que no componen la agenda partidario. Creo que ese es un desafío una responsabilidad nuestra de operar con más cualidad con más dedicación al propio partido.

El hecho es que esas experiencias en la administración consumen energías que muchas veces son energías, tal vez, demasiado concentradas en la gestión pública y muy poco compartidas en el interior del partido. Creo que tenemos procurar equilibrar eso y hacer que esas experiencias positivas puedan irrigar de una forma más positiva.

PV.- Algunos sectores del partido critican falta de participación de los militantes, una burocratización notable…

MR.- No estoy de acuerdo. Creo que nosotros muchas veces construimos imágines idea-lizadas de una relación de la sociedad con el partido, idealizada y algunas veces hasta militarizada.

Creo que el partido, realmente, sufre un problema muy serio, que es la descuali-ficación de la relación del partido con su base social y su base militante. Un partido que ocupa un papel importantísimo en las estructuras del Estado, ya sea en las cámaras de concejales, parlamentos, en las alcaldías y, sin embargo, carece de una estructura más permanente de relación con sus afiliados a través de un proceso permanente de infor-mación, de formación, de convocatoria. Esta crítica es correcta, pero no veo un gran proceso en curso de alejamiento, de deterioro de esas relaciones. Creo que no, creo que la base afiliada es cada vez más militante, más activa en el proceso de construcción partidaria, en el proceso de debate político. El desafío es recrear estructuras que tengan capacidad de construir espacios cualitativos y que tengan capacidad de atracción de su militancia, que no es una tarea fácil pero es necesaria.

PV.- ¿Tiene el gobierno de RS alguna política de relaciones internacionales?

MR.- Tenemos un concepto, una política, una visión muy clara de la necesidad de traducir nuestro internacionalismo en cosas concre-tas. Ya sea en las relaciones con nuestros compañeros vecinos, como Uruguay o Argen-tina especialmente, como en general. Esta comprensión abarca lo político, lo cultural y lo económico, en todas las dimensiones bus-camos y practicamos la solidaridad inter-nacionalista.

El hecho, de todos modos, es que en este primer año de gobierno la agenda política estuvo muy atenta con las cuestiones internas, con la gran tarea de poner en orden la casa, organizar las finanzas del Estado y poner en marcha nuestros programas en un período de mucho aprendizaje, pues nosotros nunca habíamos experimentado una gestión en esa estructura de Estado.

Nosotros pretendemos ampliar nuestras relaciones desde el punto de vista cultural, político y, evidentemente, desde punto de vista económico.

Tenemos un diseño de área internacional, estamos en un debate muy concentrado todavía en el área económica propiamente dicha. Básicamente, la cultura opera también con esta dimensión internacional, pero nos fatal una estrategia más clara de cuáles son los elementos importantes que nosotros podemos avanzar. Por ejemplo, hay todo un trabajo, un debate sobre crear bases y profundizar relaciones con Cuba, relaciones económicas, relaciones culturales y, obje-tivamente, nosotros podemos traducir esa visión de solidaridad. Tenemos posibilidades reales de construcción de acuerdos de naturaleza comercial importantes, avanzar en la busca de relaciones con Europa, desde el punto de vista económico, político, cultural, más sólidas. Y tenemos un gran desafío que es pensar en el proyecto llamado MERCOSUR.

El objetivo nuestro en este segundo año es el de crear vínculos con experiencias impor-tantes y participar en el gran debate inter-nacional, ya realizamos algunos debates importantes en el primer año, trayendo personalidades políticas del campo de la izquierda al Estado, procurando hacer que este espacio importante que nosotros acumulamos en RS pueda contribuir objeti-vamente al combate a las políticas neo-liberales en Brasil y a nivel internacional.

Cómo tú construyes en esta circunstancia histórica, en esta cuadratura, en este contexto nacional e internacional, la afir-mación de un proyecto de izquierda. Como te digo, simplificando, gobernar, ésta es nuestra experiencia, desde una perspectiva de la afirmación de valores de una hegemonía política de un proyecto que combine espacios de gobierno, la presencia de los movimientos sociales, la afirmación partidaria, tiene necesariamente que guardar una noción de tiempo y una noción correcta de correlación de fuerzas, huir de una administración mediocre, en el sentido de gestionar contradicciones, huir de una idea de agencia de propaganda, encontrar una estrategia que combine ruptura con acumulación, es el gran desafío.

Yo creo, sin caer en optimismo iluso, que nosotros construimos victorias importantes, como fue resistir la presión contra nuestro gobierno en los primeros meses. Sabemos de la responsabilidad que tenemos, pues el partido no creó hasta hoy referencias en la administración de un Estado. Tenemos conciencia de que si la cosa funciona en RS, va a ser un elemento importante para la afirmación del PT y para la preservación de un espacio de disputa política nacional de aquí a más tres años.

Río Grande del Sur, con diez (10) millones de personas, con una economía importante desde el punto de vista nacional y de 82, 83 billones de reales. Es un Estado que tiene una larga tradición política y que reúne dentro de la Federación el mayor índice de cualidad de vida. Es el Estado que tiene un ambiente de consenso ciudadano y popular importante, una larga historia de participación política, una fuerte marca de participación política de su pueblo.

Currículum de Miguel Rossetto

Miguel Soldatelli Rossetto nació en San Leopoldo (Región Metropolitana de Porto Alegre), el 4 de mayo de 1960. Es técnico en Mecánica, formado en la Fundación Liberato Salzano de Nuevo Hamburgo, e inició el curso de Ciencias Sociales en la UNISINOS. Inició su militancia política a finales de la década de los 70, en la organización de la oposición al Sindicato de los Metalúrgicos de San Leopoldo, compitiendo como primer candidato a presidente en una candidatura de oposición. Participó del movimiento de fundación del PT desde 1979 e integró la primera comisión ejecutiva estatal del partido. En 1982, fue candidato a diputado estatal. En 1984, ingresó en el ramo de los petroquímicos, trabajando para la PETROFLEX. Fue presidente del Sindicato de los Trabajadores de las Industrias del Polo Petroquímico durante dos mandatos, entre 1986 y 1992. Fue integrante de la Ejecutiva Estatal de la CUT (Central Única de los Trabajadores) de Río Grande del Sur, ejerciendo la función de Secretario de Formación Política y Secretario de Política Sindical de la CUT-Nacional, de 1992 a 1994, donde fue responsable de los debates y discusiones promovidos sobre el MERCOSUR.

Fue elegido diputado federal en 1996, con 25.455 votos. Durante los tres años de mandato, integró la lista de los “100 cabezas del Congreso”, coordinada por el DIAP (Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentaria). Desarrolló las siguientes actividades parlamentarias:

–         Integrante de la Comisión Especial del MERCOSUR

–         Titular de la Comisión de Trabajo, de Administración y Servicio Público de la Cámara Federal

–         Suplente de la Comisión de Economía, Industria y Comercio

–         Presidente de la Subcomisión de Políticas de Empleo de la Comisión del Trabajo

–         Titular de la Comisión Especial de la Cámara Federal, responsable del análisis de las propuestas de cambio para la Consolidación de las Leyes Laborales (CLT)

–         Presidente de la Comisión Externa de Salud de la Cámara de Diputados que, en el periodo de enero a abril de 1997, realizó el diagnóstico de la crisis de la Salud en la Región Metro-politana de Porto Alegre

–         Vice-líder del grupo parlamentario del PT

El 25 de noviembre de 1998, fue elegido vice-gobernador del Estado y el 1 de enero de 1999 tomó posesión del cargo con el Gobernador Olivio Dutra.

* La participación popular en las asambleas del segundo presupuesto del Estado supera holgadamente el millón de ciudadanos. Nota de redacción.

** En Brasil, la elección de los gobernadores, así como de alcaldes y del presidente de la República, es directa y la candidatura no es cerrada.

©EspaiMarx 2000 Artículo incorporado el 12 Noviembre, 2000

 

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