La Xarxa contra els Tancaments i la Precarietat. Una experiencia de sindicalismo para el Siglo XXI
Josep Bel
La Xarxa contra els Tancaments i la Precarietat. Una experiencia de sindicalismo para el Siglo XXI
LA XARXA CONTRA ELS TANCAMENTS I LA PRECARIETAT. A EXPERIENCE OF SYNDICALISM FOR CENTURY XXI
(Xarxa contra els tancaments i la precarietat)
xarxacontratancaments@moviments.net
RESUMEN
El texto presenta la breve pero intensa historia de la Xarxa contra els tancaments i la precarietat; iniciativa sindical alternativa y anti-capitalista, nacida ante el monopolio de la representación de los grandes sindicatos en el mundo del trabajo. La Xarxa constituye un nuevo canal de representación en el que confluyen «viejas» y «nuevas» formas de lucha contra la precariedad. El artículo plantea las principales luchas, acciones y reivindicaciones llevadas a cabo en estos últimos años en Cataluña. Igualmente se examina los principales conflictos laborales en donde se ha tenido una activa presencia.
Palabras claves: precariedad, solidaridad, capitalismo, sindicatos, democracia, clase trabajadora.
ABSTRACT
The text presents the brief but intense story of the Xarxa contra els tancaments i precarietat; an alternative and anti capitalism union initiative, started as a way to fight the monopoly of the big traditional trade union in the institutional labour. The Xarxa represents a new channel of representation in which «old» and «new» forms come together to fight precariousness. The article collects the main fights, actions and vindications carried out in Catalonia. Also it examines the labor conflicts in which the Xarxa has been involved.
Key Words: precariousness, solidarity, capitalism, trade union, democracy, working class.
Sumario
1. Introducción; 2. Los inicios de la Xarxa Solidària contra els Tancaments i la Precarietat; 3. La extensión y lucha de la Xarxa.
1. Introducción[1]
La Xarxa (Red) Solidaria contra los Cierres y la Precariedad surge a partir de la seguridad de que el trabajo sindical, democrático y asambleario, en la propia empresa, es imprescindible pero no suficiente. En la actual situación de segmentación de la clase trabajadora, es necesaria, también, la articulación del trabajo de base en el marco territorial. De todos modos, pensamos que la lucha contra la precariedad únicamente desde el marco territorial es también insuficiente, y es necesario que exista una organización de la resistencia importante dentro de las empresas. Existen luchas en las que las denuncias genéricas contra el capital deben concretarse en el marco de la pelea contra la patronal, y para las que la solidaridad territorial queda corta. Por ello, el movimiento obrero es fundamental para el cambio.
La experiencia de CCOO, en su forma de movimiento sociopolítico abierto, llevó a que durante la Transición se evidenciaran muchos de los ejemplos de solidaridad de clase -a partir de un despido injusto se llevarían a cabo huelgas generales en comarcas enteras. Hoy en día, la mutación genética de CCOO provoca que no exista ningún organismo con capacidad suficiente para abordar esa tarea. Eran otros tiempos, el debate político estaba cada día en los tajos porque el proselitismo antifranquista lo permitía. Las formas de hacer política eran al margen del sistema institucional, y debemos recordar que, de aquella cultura de clase, y de aquella correlación de fuerzas, de aquellas luchas, vienen los derechos sociolaborales que hoy tenemos en este país. No fueron un regalo, ni fueron consecuencia del Pacto de la Moncloa o de la gestión de los gobiernos de Suárez o González, tal como sostienen los medios de comunicación que pretenden eliminar cualquier análisis de clase.
En nuestros días, la correlación de fuerzas es muy distinta y mucho más favorable para el capital. Este hecho facilita los abusos y acrecienta la precariedad, especialmente en la pequeña y mediana empresa. La experiencia en este espacio se hace más beneficiosa ante la falta de conexión entre las diversas luchas de empresa. El marco territorial, por tanto, puede conseguir convertirse en un medio privilegiado para la transmisión de experiencias acumuladas a los más jóvenes. Otra cosa, es la efectividad de la organización territorial para conseguir arrancar derechos sociales importantes. Eso aún se está por demostrar.
La lucha de algunos centros sociales, basada en el territorio, permite ir concienciando a un sector de las capas más jóvenes de la clase trabajadora, explicándoles las formas de explotación y el poder global financiero. En este marco surgen nuevas respuestas al sistema explotador. Unas respuestas mucho más mediáticas, plurales y desobedientes. De todas formas, a pesar del surgimiento de estos nuevos modos de respuesta ante la barbarie capitalista, hay muchas menos huelgas que en los años 70 y 80, y no se invierten los esfuerzos necesarios para explicar la importancia fundamental de esta herramienta de lucha.
Al mismo tiempo la constitución de una sección sindical exclusivamente en una empresa pequeña y el desarrollo de luchas para mejorar las condiciones más concretas, presenta unos límites inmediatos si no se practica, al mismo tiempo, un sindicalismo sociopolítico, global, que denuncie el sistema de modo integral, concienciando y articulando a muchos y diversos colectivos sociales, siempre con una visión de clase. Se ha perdido la politización del sindicalismo, una politización que permitía reunir 10.000 personas en piquetes a las 5 de la madrugada en una huelga general (recordemos el apagón de TVE). La mayoría de los activistas sindicales surgían de las empresas medianas o grandes y con su destrucción (externalización, filiales, contratas, autónomos, ETTs, etc.) se ha colaborado a la derrota del movimiento obrero en los años ochenta.
Para recuperar el sentido de la solidaridad de clase no es coherente teorizar que solo se construye en el territorio. Cuando se es ocupa combativo o ecologista radical, es necesario no adoptar una postura pasiva y callar ante las injusticias y la explotación en el centro de trabajo. No es nada coherente y supone una renuncia ante el individualismo y los valores dominantes en el principal lugar de explotación. Por ello, las estrategias de complementareidad de ambos métodos de lucha son necesarias y no suponen una novedad absoluta[2]. Es necesario que, si afirmamos que estamos por un sindicalismo sociopolítico y asambleario, junto a las reivindicaciones meramente económicas, seamos capaces de apoyar la lucha contra la especulación que llevan muy bien diversos colectivos ocupas o las movilizaciones unitarias de los movimientos sociales, como la que se desarrolló contra la Constitución Europea.
La resistencia anticapitalista en las empresas y en los territorios tiene muchas formas de colaboración y articulación pendientes de explorar por el movimiento, y este potencial no puede despreciarse sino empezar a explotarse. A algunos el concepto unidad de clase, o el resurgir del sujeto transformador les suena a poco, con todo el contenido que tienen detrás. Hay locales sindicales cerrados por las tardes y los fines de semana, justo cuando los jóvenes acuden a los casals, tabernas o a las casas ocupadas como los lugares abiertos para sus horas libres o para sus días de desempleo. Hay una ruptura generacional que no permite la transmisión de los conocimientos acumulados autónomamente, tras largos años de lucha, por la clase trabajadora de nuestro Estado. La alternativa existente para miles de jóvenes son los centros comerciales. Frente a las catedrales del consumo, debemos construir nuestros propios espacios de acción solidaria conjunta.
Las formas de colaboración con todos los movimientos sociales antisistema es necesaria, pero debe ser especial el papel del histórico movimiento obrero en relación con el conjunto de los movimientos y el nuevo movimiento antiglobalización. Las asambleas de movimientos sociales en los foros y las redes horizontales, son lugares para la articulación de experiencias de lucha conjunta contra esa precariedad de la vida cotidiana que nos impone el capital. Unos defienden la renta básica como instrumento más eficaz, otros defienden el cooperativismo y los locales de comercio alternativo, algunos otros se centran en la ocupación, en centros culturales, en organizaciones pacifistas o ecologistas y en medios de comunicación alternativos. El movimiento obrero y los sindicatos minoritarios deben empeñarse en un proceso de acumulación de fuerzas, desde la pluralidad de este anticapitalismo honesto y no sectario. Una vez demostrada la ineficacia ante la precariedad de la izquierda plural y los sindicatos tradicionales, y una vez constatada la continuidad del avance neoliberal en Europa, es imprescindible recordar que es necesario organizarse en el centro de trabajo, y es insoslayable, también, que todas estas luchas dispersas se junten. En este marco social y político nace la experiencia de la Xarxa contra els tancaments i la precarietat.
2. Los inicios de la Xarxa Solidària contra els Tancaments i la Precarietat
Desde el pasado mes de febrero 2005, un conjunto de sindicatos minoritarios, comités de empresa, movimientos sociales, organizaciones políticas, colectivos autónomos y personas interesadas, nos reunimos de modo asambleario en la «Xarxa Solidària contra els Tancaments d’Empreses». La alarma por una serie de cierres de multinacionales llevaron a las primeras actuaciones: una acto-asamblea abierta en Hostalfrancs con 10 empresas afectadas por cierres que ni se conocían por el aislamiento planificado por las direcciones sindicales de los mayoritarios. Luego realizamos una concentración en la Plaza de Sant Jaume contra los despidos y cierres junto a los afectados. Se recuperaba así la denuncia de los responsables económicos e institucionales y del sistema capitalista global. Realizamos otras manifestaciones unitarias en el Prat y en Igualada, contra los despidos, la desindustrialización y la deslocalización de muchas comarcas de Catalunya.
La actitud pactista de los sindicatos mayoritarios y el papel del Govern tripartito estaban creando una situación de conformismo que exigía una reacción de solidaridad obrera en la línea de otros tiempos, aunque fuera al margen de los dos sindicatos mayoritarios. Tras la experiencia de recuperar la solidaridad pérdida, hasta donde es posible en la actualidad, y como los cierres de centros empresariales no se producen ni con la misma intensidad ni en un espacio determinado, hubo una reflexión antes del verano, sobre la situación «permanente y vieja» de la precariedad -creciente sobretodo en trabajadores jóvenes-, ya que resultaba complicado generar con la misma organización el traspaso de una experiencia acumulada. Esto conllevó un cambio de nombre, «Xarxa Solidària contra els Tancaments i la Precarietat» y empezó a diseñarse una Campaña de Luchas contra la Precariedad, para concretarlas después del Foro Social Europeo (Octubre-Londres) en el que participamos, intercambiando experiencias con otros sindicatos y colectivos europeos.
El 11 de Septiembre se impulsó la Campaña conjuntamente, denunciando los salarios de los políticos con 8000 euros/mes frente al salario mínimo de 500 que los mismos políticos votan para otros. Al mismo tiempo que se llevó a cabo una ofrenda alternativa de clase, a Rafael de Casanovas con trabajadores de Miniwatt-Philips amenazados de cierre y con los inmigrantes sin papeles. No lograron desanimarnos a pesar de adelantar la ofrenda institucional a las 9h. Repartimos miles de hojas con la definición de precariedad consensuada y entendible para la mayoría de los trabajadores, en donde se visualiza la situación actual:
«Si no te acercas el salario medio (neto) de 1.285 euros/mes y 14 pagas al año; si ganas menos que tus compañeros por el mismo trabajo o te aplican una doble escala salarial: Vives en precario.
Si tu contrato es temporal y sin derechos; si utilizan el miedo a no renovártelo mañana; si trabajas de «becario»; si eres un autónomo que depende de otros que cada día te dan y organizan el trabajo; si trabajas para una ETT o para una subcontrata que depende de otra contrata y, si ellos no quieren, no te dan trabajo: Vives en precario.
Si eres una persona jubilada y no alcanzas los 900 euros al mes y estás en la antesala de la pobreza: Vives en precario. Y si además un especulador sin escrúpulos te hace «mobbing inmobiliario»: Vives aún más en precario.
Si no puedes disponer de tu tiempo; si el trabajo no te deja tiempo libre; si los turnos, los malos horarios y los desplazamientos no te dejan tener vida personal, familiar o social: Vives en precario.
Si eres discriminado por tu origen, sufres discriminación e inseguridad en el trabajo y debes soportar comentarios racistas: Vives en precario. Si, además, te niegan los papeles y te condenan a la semiesclavitud del trabajo irregular: Vives aún más en precario.
Si eres discriminada en el trabajo o en la sociedad por ser mujer y debes tolerar comentarios o actitudes machistas: Vives en precario. Si no puedes expresarte sindicalmente en tu trabajo sin temor a represalias: Vives en precario.
Si no te alcanza para una vivienda digna en alquiler o compra, o ésta representa más de un 30 % de tus ingresos netos; si no puedes tener proyecto de vida propia y has de alargar la estancia con tus padres: Vives en precario.
Si estás en paro y no encuentras un empleo digno y estable en tu profesión; si te entretienen con cursos y cursos de formación, pero no te dan ingresos para tener libertad económica: Vives aún más en precario.
Si puedes tener un accidente laboral, físico o por secuelas del estrés, porque en tu sector o empresa son habituales y no conoces los planes de prevención de riesgos porque nadie te impartió el curso obligatorio: Vives en precario.
Y aunque te creas fijo y con derechos, como se sentían los trabajadores de Sintel, mañana pueden vender, cerrar o deslocalizar tu empresa y ser arrastrado por el «efecto Iguazú» (globalización capitalista). Los cierres y deslocalizaciones de estos meses lo han puesto bien de manifiesto: Lear, Valeo, Samsung, Philips, Panasonic, Levis, etc. ¡REBELATE !»[3].
A pesar del silencio mediático, las acciones en la calle continuaron los días 2 y 9 de diciembre, descentralizadas en barrios o Universidades y centralizadas frente a multinacionales responsables de miles de precarios; frente a la Generalitat por los miles de precarios en Enseñanza, Sanidad, Finanzas, etc.; frente a la patronal Foment del Treball, ocupando la sede de la Cámara de la Propiedad urbana por la especulación de la vivienda inaccesible; manifestándonos por el centro comercial consumista con la escultura de Don Precario y la rueda del capital arrasando, etc.
Los días 10 y 11 realizamos una serie de debates abiertos en el barrio barcelonés de Sants. La privatización de servicios públicos y la precariedad, las deslocalizaciones y los derechos laborales, los jóvenes fueron algunos de los temas planteados. Asimismo se analizó como los trabajadores más precarios se organizan, y otras cuestiones como vivienda o especulación. Concluyendo con un debate, de titulo provocativo: “Precariedad: ¿fracaso del sindicalismo actual?”. También hubo actuaciones musicales y pases de películas con los compañeros de Zanón-Argentina (fabrica ocupada y autogestionada).
Resumiendo, debatimos y vimos que es necesario construir un movimiento general contra la precariedad. Un movimiento plural y de base, una red unitaria de todos los sectores y afectados, que pueda sensibilizar y movilizar, que permita visualizar las actuales precariedades masivas, dando voz a los que no tienen, aumentando la capacidad de respuesta solidaria frente a las agresiones y los abusos de poder.
3. La extensión y la lucha de la Xarxa
La corta pero rica experiencia vital de la Xarxa contra els Tancaments se ha desarrollado bajo el principio de combinar la presencia en la calle, con múltiples movilizaciones; la crítica de las leyes y resoluciones de las diversas administraciones en contra de los derechos de los trabajadores; la crítica y la denuncia de la actitud pactista de las cúpulas burocráticas de los sindicatos mayoritarios; y lo que nos parece más importante, la elaboración de propuestas alternativas. Un programa concreto, por así llamarlo, que pueda ser defendido por cualquier activista en la lucha de cada empresa.
La Xarxa ha tomado posiciones muy claras y se ha pronunciado contra la última Reforma Laboral[4] y contra la Reforma del Sistema de Pensiones[5]. En este sentido, ha denunciado como la Reforma Laboral generaliza el abaratamiento de las pensiones, aumenta las bonificaciones patronales a cuenta de la caja de las pensiones y consolida la contratación temporal, es decir precaria, y deja en manos de los empresarios la regulación de la contratación indefinida sin establecer las debidas garantías.
Con respecto a la Reforma de las Pensiones hemos denunciado el aumento del tiempo de cotización para tener derecho a una pensión; que la posibilidad de jubilación anticipada pasa de los 60 a los 61 años; que se aumenta la penalización a las jubilaciones anticipadas; que se fomenta el retraso en la edad de jubilación y se siguen aumentando las rebajas de las cuotas patronales en lugar de incrementar el número y el importe de las pensiones. Además, al mismo tiempo que se incorpora el derecho a percibir pensiones de viudedad a parejas de hecho, esta cuestión se plantea con criterios discriminatorios y restrictivos. Mientras tanto, a los diputados y senadores se les garantiza la pensión máxima (2232 euros).
Toda esta denuncia no quedó solamente reflejada en panfletos y artículos, sino que el empleo de la acción directa y la movilización tuvieron un papel primordial. Más de doscientos sindicalistas y delegados sindicales de la Xarxa nos concentramos delante de la Tesorería General de la Seguridad Social en Barcelona para mostrar nuestro rechazo a los últimos pactos firmados por el gobierno central, la patronal y los sindicatos CCOO y UGT. Posteriormente ocupamos la sede de la Tesorería para entregar una copia del manifiesto -que recoge los puntos que explicaba más arriba- a la Directora Provincial.
A la Xarxa tampoco le ha temblado el pulso a la hora de pronunciarse en contra del texto del borrador del Estatut de Catalunya. Esta toma de postura no se ha quedado únicamente en la crítica, sino que se ha centrado en la alternativa; la Xarxa ha elaborado un texto alternativo al Artículo 24 del borrador del Estatut y lo ha titulado Derechos para vivir sin el permiso de los ricos, compara, debate y exige[6]. En este texto alternativo se han pretendido delinear los derechos básicos que debería, desde un punto de vista de clase, tener cualquier trabajador: siempre contratos de trabajo fijos; despido sólo por causa justificada; horarios que permitan conciliar la vida profesional y la personal; las cantidades debidas por un empresario no prescriben; la edad mínima para trabajar son los 16 años; la edad de jubilación los 60 con 35 años de trabajo y 100% del salario; la pensión mínima es el 80% del salario; seguridad en el trabajo; todos los trabajadores con convenio colectivo; democracia participativa en la empresa, son entre otras las principales medidas alternativas que propusimos en su día al texto oficial del Estatut.
Desde la Xarxa hemos tenido como principal objetivo ligar las luchas en las distintas empresas y materializar esa ligazón en movilizaciones unitarias. Los despidos masivos como en SEAT, las reestructuraciones salvajes como en Iberia[7], las segregaciones que tienen como objetivo abaratar el empleo como en La Vanguardia, la represión patronal con despidos, sanciones y palizas como en Mercadona, los procesos de privatización de servicios públicos que afectan a Parques y Jardines, el transporte ferroviario y la sanidad, los cierres y deslocalizaciones de empresas como Miniwatt, LG-Phillips[8] o Braun se han producido ante la pasividad, cuando no complicidad abierta de las instituciones y del Gobierno de la Generalitat. Los trabajadores de SEAT, Iberia, Mercadona, La Vanguardia, Parques y Jardines, etc. se han manifestado contra cada una de esas agresiones. Es más, las lucha de muchos de ellos, se ha mantenido viva en conflictos de larga duración, conscientes de que la resistencia junto a la solidaridad son condiciones necesarias para obtener sus reivindicaciones[9].
Fruto de esas luchas, y de las demandas ante los tribunales, se han obtenido algunas victorias parciales, como la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya que ha declarado nulos los despidos de varios trabajadores de SEAT[10]. De todos modos, aún queda mucho camino para conseguir una solución justa para todos los conflictos. Solo la unidad en la lucha y la solidaridad permitirán avanzar hacia una solución definitiva.
Al mismo tiempo, aunque de modo puntual y no masivo, se ha avanzado en el proceso de extensión territorial de la Xarxa. Los dos casos más significativos se han desarrollado en una ciudad: Sabadell, y en una comarca: el Baix Llobregat. En ambos casos las organizaciones autónomas de la Xarxa se han centrado en la lucha contra la precariedad de la juventud planteándose dos vías de trabajo: información, mediante una asesoría laboral gratuita que evite abusos e injusticias por el propio desconocimiento del trabajador; y Lucha, dando apoyo externo a las movilizaciones y reivindicaciones que se den en cada centro de trabajo, en cierto modo para ayudar a “superar el miedo” de los de dentro.
En último lugar, y no menos importante, hemos trabajado por la unidad de clase apoyando las reivindicaciones del colectivo de trabajadores inmigrantes. Además de participar en diversas movilizaciones por la regularización de los inmigrantes hemos elaborado un Manifiesto por la regularización sin condiciones de los y las inmigrantes[11] en el que, en líneas generales, expresamos las siguientes demandas: un proceso de regularización para todas las personas que residen en España; que ninguna persona pierda sus derechos por la ineficiencia de la Administración; la anulación de las ordenes de expulsión y el fin de todo tipo de expulsión; el fin del acoso policial a los inmigrantes; el cierre de los centros de internamiento; la derogación de la ley de extranjería y un cambio profundo de política migratoria.
Esta es la breve pero intensa vida de una experiencia como la de la Xarxa contra els tancaments i la precarietat que no pretende inventar nada. Sabemos que la tarea de retomar el hilo rojo de las luchas será ardua, larga, dura y apasionante. Sabemos también que el papel de los que hemos crecido al calor de las luchas de un movimiento obrero muy pujante es fundamental, y que debemos actuar como “pontífices”. Esto es, construir puentes entre nuestras experiencias y las nuevas formas de lucha inventadas por los jóvenes y de las que tenemos mucho que aprender. La lucha de la Xarxa y de la clase trabajadora de nuestro Estado sigue adelante y todos y todas estamos llamados a organizarnos y resistir.
· Véase la web de la Xarza contra els tancament i la precarietat en http://www.moviments.net/xarxacontratancaments/.
•• La actual versión del texto que aquí se presenta ha contado con la colaboración de Carlos Gutiérrez y Pablo González.
[1] Véase respecto a la trayectoria de Xarza contra els tancament i la precarietat, la reciente publicación, en donde se describen las principales luchas, reivindicaciones y acciones llevadas a cabo: BEL, J. VALENZUELA, P. & TAFALLA, J. (Coords.), Miradas sobre la precariedad. Debate y propuesta para una «encuesta sobre el trabajo» y la reconstrucción del sindicalismo de clase. Barcelona, El Viejo Topo, 2006.
[2] Véase al respecto MARTUFI, R., VASAPOLLO, L., VIOLA, F., CARARO, S. & CASADIO, M., La coscienza di Cipputi. Nápoles, Media Print, 2001.
[3] XARXA CONTRA ELS TANCAMENTS I LA PRECARIETAT, Buscando nuevas formas de organización y lucha. Barcelona, 2005.
[4] XARXA CONTRA ELS TANCAMENTS I LA PRECARIETAT, No a la nueva Reforma laboral. Barcelona, 2006.
[5] XARXA CONTRA ELS TANCAMENTS I LA PRECARIETAT, El contenido de la Reforma de las Pensiones ¡Seguirán las pensiones de miseria! Un golpe de tuerca más al derecho de jubilación y a las pensiones públicas. Barcelona, 2006.
[6] XARXA CONTRA ELS TANCAMENTS I LA PRECARIETAT, Derecho al trabajo digno en Cataluña, alternativa al Art. 23 del borrador del Estatuto de Cataluña aprobado. Barcelona, 2005; XARXA CONTRA ELS TANCAMENTS I LA PRECARIETAT, Declaración de la Xarza contra els Tancaments i la Precarietat sobre el Estatuto de Calunya. Barcelona, 2005.
[7] XARXA CONTRA ELS TANCAMENTS I LA PRECARIETAT, Solidaridad con los trabajadores de El Prat de Iberia.¡Yo también habría estado allí ! Barcelona, 2006.
[8] XARXA CONTRA ELS TANCAMENTS I LA PRECARIETAT, Si LG-Phillips se va de Catalunya hagamos boicot a los productos de la multinacional LG-Phillips. Barcelona, 2006.
[9] XARXA CONTRA ELS TANCAMENTS I LA PRECARIETAT, ¡Basta ya de despidos, precariedad, cierre de empresas, deslocalizaciones, represión sindical y privatizaciones de empresas públicas!¡Por una solución justa a los conflictos laborales! Barcelona, 2006. Igualmente consúltese, entre otras muchas, las direcciones de Internet en donde se ha venido informando con puntualidad sobre el proceso de desmantelamiento industrial en Cataluña: http://www.kaosenlared.net/ y http://barcelona.indymedia.org/.
[10] Véanse al respecto la Sentencia del Juzgado de lo Social número 26 de Barcelona, de fecha 28 de abril 2006, dictada en el procedimiento de Demandas nº 102/2006 y siendo recurrid/a por SEAT S.A. y el Ministerio Fiscal; Sentencia del Tribunal Supremo de Catalunya. Sala Social, Sentencia núm. 7015/2006, en donde se consideran nulos los despidos de los trabajadores de SEAT a partir de la adopción del Expediente de Regulación de Empleo [ERE] abierto por la empresa.
[11] XARXA CONTRA ELS TANCAMENTS I LA PRECARIETAT, Manifest per la regulatizació sense condicions de les i els inmigrants. Barcelona, 2006.