Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Imaginario político griego y moderno

Cornelius Castoriadis

Tenemos que ir más lejos que los griegos y que los modernos. Nuestro problema es el de instaurar una verdadera democracia en las condiciones contemporáneas, hacer de esta universalización que permanece formal, o, mejor dicho, incompleta, en el mundo moderno una universalidad sustancial y sustantiva. Esto sólo es posible reubicando en su lugar los «disfrutes», destruyendo la importancia desmesurada que cobró la economía en la sociedad moderna y tratando de crear un nuevo ethos, un ethos centralmente ligado a la mortalidad esencial del hombre.

Read more

La democracia como procedimiento y como régimen

Cornelius Castoriadis

El objeto de nuestra discusión traduce y expresa la crisis que actualmente atraviesa el movimiento democrático. La elección de semejante tema [la estrategia democrática] está condicionada, precisamente, por la aparición de una concepción de la ‘democracia’ que la reduce a un simple conjunto de ‘procedimientos’, rompiendo así con todo el pensamiento político precedente, que veía en la democracia un régimen político, indisociable de una concepción sustantiva de los fines de la institución política y de una visión sobre el tipo de ser humano que le corresponde.

Read more

Saint-Just y el ocaso de la monarquía española

Manuel Fernández-Cuesta

 

Enfrentado a hebertistas y dantonistas, Saint-Just, una de las cabezas políticas más importantes de la modernidad, fue detenido por mandato de la Convención durante los días de la reacción termidoriana. Demócrata radical, leal hasta el final a Robespierre, crítico de la monarquía y sus privilegios, debería ser considerado un símbolo de la democracia, cuando esta se constituye en poder soberano.

Read more

¿Derribamos o no las pirámides de Egipto?

Santiago Alba Rico

 

Para que se trate de un derecho de los niños y no de los padres (o de las iglesias y los mercados), la enseñanza debe ser de acceso gratuito y universal: o, lo que es lo mismo, la deben pagar todos los ciudadanos con su trabajo y debe ser obligatoria, sin excepciones, para todos los ciudadanos. No habrá verdadera enseñanza pública mientras haya, junto a ella, ignorancia e incultura, pero no la habrá igualmente mientras haya, junto a ella, enseñanza privada o -valga la redundancia- concertada. Por otro lado, para que se trate de un derecho de los niños y no de las familias, de las iglesias o de las empresas, es necesario que se ejerza además en un medio laico, en el sentido lato de un medio vacío en el que ninguna doctrina -tampoco el ateísmo- tengan ninguna autoridad pública en la aulas y, en cambio, todos los signos -cruces, velos, marcas y camisetas del Ché- tengan igual libertad privada en los recreos.

 

Read more