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Entonces, ¿qué tiene de malo el aumento de los salarios bajos por la escasez de mano de obra?

Larry Elliott

El número de puestos de trabajo vacantes ha superado el nivel de 1 millón por primera vez. Las empresas están pidiendo personal a gritos. Abunda la escasez de mano de obra. El crecimiento de los salarios se está acelerando. Los grupos de presión de la industria exigen que el gobierno alivie la presión otorgando más visas a los trabajadores de la UE.

En esta situación, puede valer la pena tomarse un segundo o dos para formular una pregunta sencilla: si la escasez de mano de obra está elevando los salarios de los trabajadores mal pagados, ¿qué hay de malo en eso?

Es posible que haya habido décadas peores que la de 2010 para ser un asalariado, pero tendríamos que remontarnos al siglo XIX para encontrar una comparable. Fueron necesarios 12 años para que los ingresos medios superaran el nivel alcanzado antes de la crisis financiera de 2008, una tendencia deprimente que llevó a críticas totalmente apropiadas no solo del modelo económico del Reino Unido sino del aumento de la desigualdad.

Si esa forma de hacer las cosas –en la que la otra cara de la dependencia excesiva de mano de obra barata y no cualificada ha consistido en una infrainversión persistente– ahora se está desmoronando, entonces es un avance bienvenido, y no un hecho negativo. Hay algo profundamente erróneo en una economía en la que más de la mitad de las personas que viven por debajo del umbral oficial de pobreza provienen de hogares que trabajan y en la que una gran parte de la factura de la asistencia social se gasta para complementar los ingresos de quienes no ganan lo suficiente para sobrevivir.

Los empleadores solo tienen una gama limitada de opciones si se encuentran escasos de personal y no es posible solicitar refuerzos desde el extranjero. Pueden invertir más en equipos que ahorren mano de obra; pueden invertir más en formación para elevar los niveles de pericia; o pueden pagar más para atraer personal. No es inmediatamente obvio por qué cualquiera de estos debería ser imposible o indeseable.

Naturalmente, las empresas no pueden resolver los problemas inmediatos de escasez de mano de obra aumentando la capacitación o comprando un equipo nuevo. Ambos necesitan tiempo para organizarse y tener un impacto real. En realidad, esto solo deja la opción de pagar salarios más altos, lo que explica por qué Tesco ofrece una bonificación por contrato de 1.000 libras para los nuevos conductores de camiones.

Los empleadores han expresado dudas sobre si un salario más alto resolverá la escasez de mano de obra, aunque las leyes económicas básicas sugieren que lo hará si los incentivos son lo suficientemente grandes. Tal como están las cosas, son las únicas cartas que las empresas tienen en sus manos para jugar, porque es poco probable que obtengan mucha satisfacción del gobierno pidiendo una relajación de las leyes de migración.

Hay algunas razones para esto. La primera es que no hay garantía de que la flexibilización de los controles funcione. Como señala Samuel Tombs, de la consultora económica Pantheon Macro, hay ciudadanos de la UE que regresaron a casa durante la pandemia el año pasado que podrían regresar a Gran Bretaña si así lo decidieran. «Legalmente, la mayoría de estas personas pueden regresar si lo desean. De hecho, las solicitudes para el estatus de pre-asentado y asentado han superado el número oficial de ciudadanos de la UE en Gran Bretaña a finales de 2019», dice. «No obstante, la escasez de mano de obra actual en los sectores que dependen de la mano de obra migrante indica que el entusiasmo por regresar es bajo». Eso, por supuesto, podría cambiar si los ciudadanos de la UE pensaran que es seguro regresar y si los trabajos que se ofrecen están suficientemente bien remunerados.

La segunda razón es que el gobierno preferiría no hacer frente a la escasez de mano de obra mediante la migración. Como ministros responsables de economía, se puede pensar que el canciller, Rishi Sunak, y el secretario de negocios, Kwasi Kwarteng, estarían a favor de tapar la brecha de personal laboral de esta manera, pero no es el caso. Ambos piensan que hay ciudadanos del Reino Unido que pueden capacitarse para cubrir la gran cantidad de vacantes.

La tercera razón es política, ya que el gobierno busca afianzar su apoyo entre los partidarios laboristas tradicionales y mal pagados, que respaldaron el Brexit y votaron por los conservadores en las elecciones de 2019. Los ministros perciben que este sector de la población activa está bastante contento con una situación en la que, por primera vez en años, existe la posibilidad de sacarle un aumento salarial decente a su empleador.

Se ha realizado mucho trabajo académico sobre el impacto de la migración en los salarios en el Reino Unido. La evidencia es que cuando los trabajadores extranjeros complementan a los trabajadores locales, aumentan los ingresos. Esto tiende a beneficiar a quienes se encuentran en el extremo superior de la escala de ingresos.

Es una historia bien diferente en el otro extremo del mercado laboral, porque los salarios se mantienen bajos cuando los trabajadores migrantes compiten con los trabajadores domésticos. La competencia tiende a ser mayor en los trabajos mal remunerados, como la hostelería y la asistencia social.

Ese no es bien, bien el final de la historia, porque el aumento de la oferta de trabajadores extranjeros también impulsa la demanda. Los nuevos empleados también son consumidores y gastan el dinero que ganan como todos los demás. La demanda adicional crea más puestos de trabajo, aunque principalmente en sectores de baja remuneración.

En este contexto, quizás no sea sorprendente que el Brexit dividiera a la nación de la forma en que lo hizo. Si uno tenía un trabajo relativamente bien remunerado y no corría el riesgo de ser reemplazado o socavado por un trabajador del extranjero, era probable que votara por permanecer en la UE. El fontanero polaco era más barato, la niñera lituana estaba mejor formada, así pues, ¿cómo no le iba a gustar?

Si, por otro lado, uno formara parte de la fuerza laboral eventual de Gran Bretaña, necesitando dos o más trabajos a tiempo parcial para salir adelante, era mucho más probable que votara por la salida de la UE, sobre la base de que controles más estrictos sobre la migración conducirían a un mercado laboral más estricto, lo que a su vez haría subir los salarios.

Para aquellos que no tienen nada que temer de las fronteras abiertas, la escasez de mano de obra es una prueba de que el Brexit tiene fallas. Para aquellos que no son tan afortunados, está haciendo lo que se suponía que debía hacer.

Traductor: Jordi Santiago

Fuente: The Guardian, 29-8-2021. https://www.theguardian.com/business/2021/aug/29/so-whats-so-wrong-with-labour-shortages-driving-up-low-wages

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