Un punto de encuentro para las alternativas sociales

El cine militante laborista británico en el periodo de entreguerras (3, cooperativismo)

Carlos Valmaseda

En este repaso al cine militante laborista británico del periodo de entreguerras volvemos al cooperativismo, al que ya habíamos dedicado una entrada anterior, pues ya desde décadas anteriores había sido pionero en el uso primero de linternas mágicas y después de películas tanto para sus actividades propagandísticas como culturales.

Quizá convenga aclarar que el movimiento cooperativista británico de este tiempo se dividía en tres grupos principales: la Co-operative Wholesale Society (CWS), fundamentalmente una cooperativa para el consumo; la Co-operative Union, formada inicialmente como cooperativas de trabajadores en sí, no específicamente centradas en el consumo; y el Co-operative party. Todas ellas tenían lazos con el Partido Laborista y los sindicatos. Existía, además, una potente Women’s Co-operative Guild, clubs juveniles cooperativos y un periódico cooperativista muy popular, Reynold’s News. No obstante, las relaciones entre las diferentes organizaciones no siempre fueron fluidas y veremos, en una entrada posterior, como el proyecto de crear un organismo unitario entre los diferentes sectores laboristas para la producción de películas iniciado a mediados de los años 30 produjo una mayor división dentro del movimiento cooperativo.

El cooperativismo y el cine en los años 20: iniciativas centralizadas

En 1921 en un congreso cooperativo se anuncia que el Comité Central de Educación de la Unión estaba estudiando la posibilidad de realizar una película sobre la historia del movimiento cooperativista. No obstante, la fría respuesta de las sociedades locales demostró que no estaba justificada su producción. En el siguiente congreso se volvió a posponer. El proyecto no llegaría a llevarse a cabo.

No obstante, también en 1921, el recién formado Comité Nacional Conjunto para el Capital Cooperativo se embarcó en un programa de propaganda para el que se anunciaron seis títulos: Money in the Wrong Place [Dinero en el lugar erróneo]; Manufacturing Goods for Use, not for Making Profit [Fabricar bienes para su uso, no para conseguir beneficios]; Marrying Money [Casarse con el dinero]; Clothing a Statue [Vestir una estatua]; The Penny: What Can be Done With It? [El penique: ¿qué se puede hacer con él?] y Economic Power: The Power of Possession [Poder económico: el poder de la posesión]. La idea era que las películas fuesen financiadas por el comité y las organizaciones locales se encargasen de los costes de exhibición en cines locales. Las películas estuvieron listas para su distribución en septiembre de 1921. No obstante, no existen datos sobre el número de proyecciones que se llegaron a realizar.

A mediados de los años 20 se generó un debate en el seno del movimiento cooperativista por una oportunidad perdida al no haber aprovechado sus numerosos centros para crear salas de cine comerciales. Entre 500 y 600 salas se hubieran podido convertir en cines, para los que la CWS podría realizar películas que exhibir. Se sugirió que estas salas podrían proyectar noticiarios sobre temas cooperativos; se podría presentar el programa  la política del Partido Cooperativista; se podían realizar películas sobre la historia del movimiento cooperativista; grabaciones de los congresos y conferencias, así como todas las demás actividades realizadas por el conjunto del movimiento. No obstante, poco de este proyecto se pudo llevar a cabo. Lo más destacado, sin duda, la realización de películas publicitarias. En la primavera de 1927 se inauguró una Campaña Nacional de Propaganda bajo los auspicios de la Unión Cooperativa. Paralelamente, en agosto de ese mismo año se celebró en Estocolmo una ‘Conferencia Especial sobre Métodos de Propaganda y Educación Cooperativa’. Se puso un énfasis especial en el papel del cine como instrumento de propaganda. Varias iniciativas de este tipo se habían puesto en marcha en Baviera, Finlandia o Países Bajos, destacando especialmente la película Susie Kerkstraten, para la Unión Nacional de Sociedades de Consumidores de Alemania. El CWS decidió muy pronto, hacia finales de 1927, adoptar las recomendaciones de esta conferencia. Se encargó la realización a una empresa especializada, Publicity Films Limited, mientras la distribución corría a cargo de la Co-operative Press Agency.

La primera película fue The Magic Basket (La cesta mágica), estrenada en febrero de 1928 para coincidir con la Campaña de Propaganda Nacional anual, apareciendo después en diversos cines comerciales. A la misma empresa, Publicity Films, se le encargaron varias películas de tipo publicitario para ser utilizadas en las charlas de CWS. En general, para hacerlas más atractivas, estas películas mezclaban escenas documentales con elementos narrativos. Las grabaciones se realizaron en varias de las fábricas del CWS por todo el país: Northampton Boot Works, Irlam Soap Works, Middleton Preserve Works, Avonmouth Flour Mill, Crumpsall Biscuit Works y Radcliffe Weaving Sheds. Las películas realizadas fueron: Bubbles [Burbujas] (jabón), The Cup That Cheers [La taza que alegra] (té), estrenada en octubre de 1928; Footsteps [Huellas] (zapatos), estrenada en marzo de 1929; A Matter of Form [Un asunto de forma] (corsés), estrenada en agosto de 1929; What The Diary Told [Lo que dijo el periódico] (jabón), estrenada en noviembre de 1929; Work and Play [Trabajo y Juego] (sobre el sistema de bienestar del CWS) y The Bright Side of Things [El lado brillante de las cosas] (betún), ambas estrenadas en enero de 1930; Round The Clock [A todas horas] (galletas) y The King and the Cakes [El rey y los pasteles] (harina), ambas en diciembre de 1930. Aunque no aparece en los boletines semanales de películas proyectadas, también se realizó Jammy [Mermelada] (conservas) a finales de 1928.

Las películas fueron proyectadas por toda Gran Bretaña, y tras un acuerdo con la sociedad cooperativa argentina El Hogar Obrero, The Magic Basket y Bubbles fueron también proyectadas en ese país.

El esfuerzo de distribución por parte de CWS fue considerable. Las películas formaron parte del servicio habitual de charlas para fomentar el cooperativismo. El coste para cualquier sociedad que quisiera proyectarlas era de 35 chelines, lo que incluía los servicios de un orador y un proyeccionista, incluyendo todo el equipo.

El departamento de publicidad de CWS también organizó charlas especiales para empleados de sociedades de venta al por menor para familiarizarlos con sus productos, así como en demostraciones en las que el público podía ver cómo se elaboraban estos productos.

Iniciativas locales en los años 20

Varias sociedades cooperativas locales también pusieron en marcha desde finales de la Iª Guerra Mundial diversos proyectos cinematográficos para sus actividades comerciales o culturales. Una de las más destacadas fue la Royal Arsenal Co-operative Society (RACS), en la que tendría un papel fundamental Joseph Reeves, periodista y secretario de su departamento de educación durante más de 20 años. A principios de 1920 la RACS adquirió un proyector con el que se ofrecían sesiones de cine educativas, a menudo con charlas del propio Reeves. En 1921 se compró otro lote de películas, organizando a partir de entonces una sesión semanal de cine para niños los sábados por la mañana. Se ponía un énfasis especial en películas que fuesen adaptaciones de obras literarias para elevar el nivel cultural de la infancia. Con la nueva legislación británica que prohibía el uso de película inflamable en locales no adaptados era necesario conseguir una licencia de exhibición que reuniese las características de seguridad adecuadas. En 1925 se crearía por tanto una nueva sala de cine que empezaría sus proyecciones en 1926. A pesar del éxito inicial, el proyecto perdió fuelle progresivamente y cesó cuando la llegada del sonoro impuso unos cambios técnicos excesivamente onerosos para las arcas de la sociedad.

Además de la exhibición, la producción de películas fue otra área en la que se embarcó con éxito la RACS. La primera película en 1920 fue, al parecer, la grabación de la panadería modelo de la sociedad en Brixton, realizada por Gaumont. No obstante, no aparece en los registros de la sociedad. La primera que sí lo hace es una de 1921 para mostrar el funcionamiento general de la sociedad, concretamente sus actividades comerciales y culturales, como la dicha panadería, su centro educativo y las actividades deportivas para sus empleados. Una tercera película fue realizada por Gaumont en 1922.

Otras sociedades que también realizaron alguna película en Inglaterra fueron la Manchester and Salford Society, en 1923; la Burslem Society en 1921; la Colchester Society a principios de los 20, o la Birmingham Society para celebrar su jubileo. Destaca especialmente la Leeds Society, que en 1928 produjo una película de propaganda Delivering the Goods [Entrega de los bienes], realizada por Gaumont; y en 1931 Shopping at the Co-op Shop [Compra en la tienda cooperativa], con un enfoque narrativo similar al de las películas de CWS.

Igualmente, varias sociedades escocesas se aventuraron a la producción cinematográfica en las sociedades de Cowdenbeath, Lochgelly y Kinning Park.

La producción del cine cooperativista en los años 30: la llegada del sonoro

La llegada del sonoro supuso un reto al que CWS respondió con solvencia en su campaña de cine publicitario. A finales de 1930 se realizó Her Dress Allowance [El dinero para vestidos] (pañería), estrenada en diciembre de 1930. Se acordó estrenar la película hablada de CWS (CWS Talkie) en 750 salas comerciales ya adaptadas al cine sonoro y en 250 con una versión muda. Le siguió otra película sobre jabón: Teaching Him a Lesson [Enseñándole una lección], estrenada en enero de 1931 también con versiones sonora y muda. En 1931 se presenta también otra película pensada para charlas: Harvest of Sea and Field [Cosecha de mar y campo], sobre una industria conservera de CWS, incidiendo en el mensaje, en una época de profunda depresión económica, de que apoyando a esta industria ‘no solo se le dará asistencia a la industria británica, sino también al empleo cooperativo dentro de nuestro movimento’.

Además de las películas de CWS, a principios de los 30 se hicieron muy populares las ‘Milk Talkies’, películas habladas sobre la distribución de leche. Ya en 1929, y por tanto todavía muda, la Birmingham Society había producido Seeing is Believing [Ver es creer]. En 1931 La Stockport Society produce Milk: The Life of a Nation [Leche: la vida de una nación], y en 1932 la sección de las Midland de la Co-operative Milk Trade Association encarga a Gaumont la realización de la película de 5 minutos Better Health: The Story of Co-operative Milk [Mejor salud: la historia de la leche cooperativa], que se haría muy popular.

Quizá debido a las dificultades económicas del periodo de la Gran Depresión, las siguientes películas de CWS no se realizaron hasta principios de 1933. Fueron todas dedicadas a la ropa para hombre: From Back to Back [De atrás hacia adelante], en enero; Song of the Shirt [La canción de la camisa], en verano; y Partners [Socios] en octubre. En esta última el mensaje principal es que ‘todos los miembros de las sociedades cooperativas son socios en una gran empresa’.

La hermana de CWS en Escocia, Scottish CWS, también realizó algunas películas de propaganda, empezando por una película de 1927 en la que se describen los trabajos en el complejo fabril en Shieldhall, Glasgow, seguida por otras sobre la lechería en Bladnoch, la fábrica de jabón en Grangemouth y el curadero de pescado en Aberdeen.

Aunque sin duda el aspecto propagandístico era lo que más interesaba a CWS, a partir de mediados de los 30 se empiezan a realizar películas sobre las actividades culturales y de otro tipo organizadas por el movimiento, como las interpretaciones de la CWS Manchester Tobacco Factory Prize Band y el CWS Manchester Male Voice Choir, estrenadas en 1934. También se realizó una especie de noticiario, mientras en Co-operation in Industry los miembros de la Junta y los jefes de departamento presentaban y comentaban sus secciones y responsabilidades.

En el verano de 1935 se estrena Rose of the Orient, cine de caracter más bien imperialista sobre el cultivo de té en Asia, con una versión corta y otra larga. La larga se estrenó en salas comerciales, mientras la corta estaba pensada para la audiencia pasajera de la Furgoneta de Muestras de Té de la CWS inglesa y escocesa. La película larga, junto con una ficha descriptiva completa, se puede ver en esta entrada de la Biblioteca Nacional de Escocia.

En 1936 sigue la producción de películas publicitarias encargadas por CWS a Publicity Films, siguiendo el modelo popular de las películas patrocinadas con títulos como Postman’s Knock [La llamada del cartero], Merry Mondays [Lunes felices] y Radio Favourites, en las que aparecían comediantes de music hall, bailarinas y adaptaciones de canciones populares. En 1937 se utiliza por primera vez la animación y el color en Sweets of Victory [Dulces de victoria] (chocolate), al que le siguió Magic Letters [Letras mágicas] –también una película en color y de animación– y Gallons of Goodness [Galones de bondad] ese mismo año. En 1938 realizan Kitchen Capers [Aventuras en la cocina], y finalmente, en 1939 se estrenaría Co-operette [Coopereta], ‘una película publicitaria musical a todo color’.

No todo el cine promocionado por CWS en estos años fue publicitario. En el marco del National Film Service que luego veremos, tras un fallido intento en 1937, en 1938 y en cooperación con la CWS, la Co-operative Union graba su congreso en Scarborough, conocido normalmente como The Congress Film [La película del Congreso]. La película grabada inicialmente muda fue modificada para añadirle una pista sonora en una versión reducida de 20 minutos. También se realizó The Play Way to Co-operative Knowledge [La vía del juego hacia el conocimiento cooperativo], producida por Reginald Denny para reflejar el trabajo del cooperativismo de la Unión entre la juventud. La propia CWS realizó, por último, por propia iniciativa, otra película en 1939 sobre la Convención de Educación de la Unión Cooperativa.

Además de la CWS, otra entidad cooperativa, el Co-operative Co-partnership Propaganda Committee, encargó en 1934 a Pathé la realización de The Elevation of Labour [La elevación del trabajo], una película sonora que describe ‘la vida del trabajador bajo condiciones de esclavitud y sigue su progreso hacia el ideal coparticipativo’. En la red se puede encontrar la tercera parte y sin sonorizar:

La distribución en CWS: hacia el National Film Service

En los años 30 CWS siguió utilizando su servicio de charlas con el uso de cine. las películas se enviaban de forma gratuita a las sociedades que disponían de un proyector (de 35, 16 o 9,5 mm) o cobraban una pequeña cantidad (35 chelines) por el envío de un orador, un proyeccionista, el equipo y las películas. A medidados de los años 30 el Departamento de Publicidad de CWS contaba con 11 proyectores con sonido que recorrían continuamente el país, mientras la biblioteca de películas despachaba 160 películas por mes a las sociedades locales, así como a otras escuelas y asociaciones.

El servicio fue más popular que nunca en la temporada de 1937, con una audiencia total de 250.000 espectadores.

En 1938 el servicio se reorganiza con la creación de un Servicio Nacional de Cine [National Film Service]. Los orígenes se encuentran en las malogradas conversaciones que veremos en nuestra próxima entrada sobre la creación de la Workers’ Film Association entre la Co-operative Union y CWS. Finalmente, CWS decidiría poner en práctica su propio proyecto independiente que sería mucho más amplio que el anterior servicio de películas para charlas. Ahora se ponía especial énfasis –por influencia de la Co-operative Union]– en un programa fundamentalmente educativo, al que se añadía una sola película publicitaria. El costo para las sociedades era de cinco a seis libras y se les recomendaba que se uniesen en un circuito con otras sociedades para compartir los costes. Elemento central fue la publicación de un National Film Service Catalogue, con todas las obras disponibles. Si el servicio anterior disponía de unas 20 películas publicitarias, ahora se ofrecía ‘una amplia selección de películas rusas, españolas –recordemos que son los años de la Guerra Civil–, alemanas y estadounidenses … así como películas documentales y educativas producidas en [Gran Bretaña]’. Un programa equilibrado de dos horas estaba formado típicamente por una charla de viajes (dos bobinas), una comedia (2 bobinas), 2 películas educativas (2 bobinas), una película de animación (2 bobinas), una película de ficción (4 bobinas) y una publicitaria (1 bobina).

Iniciativas locales: el cine amateur

Como en otras cinematografías, en los años 30 surgió la polémica en el cine militante sobre la posibilidad de usar el formato de 16 mm, o aún menores, para películas educativas y de propaganda. En general, sus detractores lo consideraban poco ‘profesional’ y voluntarista. Sus partidarios pensaban que podía llegar allí donde las limitaciones económicas imposibilitaban proyectos de mayor calado y era por tanto óptimo para entidades de carácter local o regional. En el caso británico, una de las figuras más destacadas es J. H. Poyser. Miembro de la Long Eaton Co-operative Society en Derbyshire, a partir de 1934 inicia una campaña sistemática en favor del cine de pequeño formato, para lo que realiza sus propias películas. En el verano de ese año graba Urban District Council Activities [Actividades del Consejo Urbano de Distrito]; Long Eaton, 1934; Hospital Carnival y Co-operative Milk [Leche cooperativa]. Al año siguiente añade a esta lista Co-operative Bread [Pan cooperativo]; Spending the Divi [Gastando el Divi]; Educational Facilities in Long Eaton [Instalaciones educativas en Long Eaton] y Hospital Carnival, 1935. Graba también la demolición de la vieja sede de la sociedad y la construcción de la nueva en Building Long Eaton’s Biggest Shop [La construcción de la tienda más grande de Long Eaton] para la preparación de una nueva película. En 1936 realiza una especie de noticiario con la vida de la entidad cooperativa y la ciudad a lo largo de siete meses. En sus textos Poyser explicaba cómo había realizado estas películas y cómo las había utilizado en proyecciones públicas.

En la página del BFI es posible –solo desde Gran Bretaña– ver una de las películas de este director.

Otras iniciativas de cine amateur cooperativista son las de Reginald Denny en la Portsea Island Mutual Co-operative Society (PIMCO) en 1935 –Behind the Scenes [Entre bastidores]– o A. Booth en la Bolton Co-operative Society.

Hacia la fusión de las tres ramas laboristas

A partir de mediados de los años 30 se inicia un proceso de colaboración entre las tres ramas que hemos visto hasta el momento del movimiento laborista. A finales de la década cristalizará en la formación de un Comité Conjunto y finalmente la Workers’ Film Association a la que, como hemos comentado, dedicaremos nuestra próxima entrada.

Bibliografía

-Alan G. Burton. The British Consumer Co-operative Movement and film, 1890s-1960. Manchester: Manchester University Press, 2005. De hecho, buena parte del texto no es más que un resumen del capítulo de esta obra dedicado a este periodo.

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