Por la memoria y la dignidad obrera: 10 de marzo, el día de la clase obrera gallega
Salvador López Arnal
Reseña de José Gómez Alén (editor), 10 de marzo. Un conflicto del movimiento obrero gallego por la democracia, Gráficas Lar, El Ferrol, 2022
Ha pasado medio siglo, se nos recuerda. 10 de marzo. Un conflicto del movimiento obrero gallego por la democracia nace en los días en que se conmemoró el 50 aniversario del 10 de Marzo del 72 «con clara vocación didáctica y con el fin de situar, en el lugar que le corresponde, aquella lucha heroica que lideró la clase obrera organizada por su dignidad, por las libertades y por la democracia en España». La finalidad de autores y editor: «El libro que aquí se presenta tiene un planteamiento divulgativo y no porta novedades historiográficas de importancia sobre lo ya publicado a lo largo de los años. Su principal objetivo es contribuir a la conmemoración del 50º aniversario del 10 de marzo» y se hace «recogiendo algunos trabajos editados con anterioridad, tratando de abarcar la diversidad de textos a nuestra disposición: los historio-gráficos y académicos que incluyen el correspondiente aparato crítico de notas a pie y bibliografía; los que se basan estrictamente en testimonios». Además, señala el editar, «se incluyen dos novedosos capítulos con su correspondiente anexo documental, que en conjunto nos permiten ofrecer a los lectores una visión general de la historia.»
¿De qué lucha heroica hablan los autores (José Gómez Alén, Xesús Alonso Montero, José Gómez Alén, Rafael Pillado Lista, José Torregrosa Rodríguez) de este libro, muy bien editado, que deberia estar presente en cualquier biblioteca interesada por la historia del movimiento obrero en España, en Galicia en particular? De la siguiente:
El conflicto laboral que desde 1971 se estaba desarrollando en la factoría de Ferrol (entonces «del Caudillo») de la Empresa Nacional Bazán alcanzaría su momento álgido el 10 de marzo de 1972. Aquel día una manifestación de varios miles de trabajadores fue interceptada por una compañía de policía armada («los grises») que disparó (con fuego real) indiscriminadamente contra los obreros. La manifestación se dirigía pacíficamente hacia el barrio obrero de Caranza en busca de la solidaridad de los obreros que construían una nueva barriada y para encontrarse allí con los trabajadores de Astano. Resultado de la salvaje intervención policial: dos trabajadores asesinados (Amador Rey Rodríguez, Daniel Niebla García), ocho heridos graves (Julio Aneiros Fernández, Víctor Castro Couce, Claudio Freire Carballo,…) y numerosos heridos leves. La prensa situó entre 12 y 35 los heridos por armas de fuego. Según testimonio de los asistentes, fueron más de un centenar los trabajadores que precisaron atención médica. Una buena parte de los heridos no pasaron por las instancias sanitarias para evitar el control policial (fueron atendidos en farmacias, casas de practicantes, casa de médicos de confianza).
Componen Un conflicto del movimiento obrero gallego por la democracia una presentación, la introducción, seis capítulos («El Ferrol y la Bazán, ciudad e industria», «El 10 de marzo en la memoria de la clase obrera», «Los grandes procesos», «Xaime Quesada, Acisclo Manzano y la mirada del arte gallego sobre el 10 de marzo,…) , anexos (poemas, documentos y hemeroteca, ¡unas 80 páginas los dos últimos apartados!) y una sucinta presentación de los autores. Pongo énfasis especial en el hermoso capítulo de Xesús Alonso Montero: «La respuesta de los poetas gallegos a la tragedia, en Ferrol, del 10 de marzo de 1972, con la incursión especial en la obra poética de Rafael Bárez (1945-1996)».
El lector encontrará un resumen de los capítulos en las páginas 11-14 de la introducción.
Dos observaciones:
1. Se señala en la presentación que desde «las Asociaciones Culturales Fuco Buxán y Memoria Histórica Democrática nos hemos propuesto retratar fielmente aquellos episodios y a sus protagonistas -que sufrieron entonces la violencia de sus verdugos y hoy la de quienes fomentan el olvido- para trasmitir sus testimonios, sus códigos de valores y de justicia, que consagraría la Constitución de 1978…» Un matiz: desgraciadamente, la Constitución del 78 solo consagró, aunque suelen ser olvidados ciertamente, algunos valores y algunos nudos del ideal de justicia que protagonizó el movimiento obrero durante aquellos años (y en tiempos de resistencia y fraternidad anteriores y posteriores).
2. Se afirma en la contraportada que «las huelgas de 1972 fueron determinantes para el desarrollo de la consciencia social y para el impulso democratizador de los ciudadanos gallegos que, a partir de 1974, alentados por las plataformas unitarias de la oposición democrática, protagonizaron una oleada de movimiento social…» De los ciudadanos gallegos y de los ciudadanos del conjunto de España. Yo mismo, entre muchos otros compañeros, soy un ejemplo de ello.