Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Reseña inusual

Fernando G. Jaén

Reseña de Miguel Candel y Salvador López Arnal, Memoria a dos voces en si menor (primera parte), Málaga: Ediciones del Genal, 2023.

Hay que haber vivido desde la década de los ’60 del siglo pasado, y con plena intensidad la de los ’70, para comprender la importancia de esta obra escrita al alimón mostrando los recuerdos de uno y otro autor, ambos buenos, ambos inteligentes y ambos entregados a la causa política española desde ese lado que se suele denominar imprecisamente izquierda, más extrema en la juventud, en el caso de Salvador; de origen religioso la de Miguel. Estas Memorias son reflejo de unos años en un ambiente determinado: el de las personas comprometidas en la oposición de izquierdas al franquismo: Salvador López Arnal muestra su experiencia vinculada a un grupo maoísta (el PCE m-l FRAP), de menor entidad (salvo por la posterior deriva terrorista del FRAP) que el PSUC (Partido socialista Unificado de Cataluña), en el que Miguel Candel militó; ambos coincidieron en el sindicato Comisiones Obreras, especialmente en el ámbito de la enseñanza y junto a Manuel Sacristán, que fue miembro del Comité Central del Partido Comunista de España (al que estaba vinculado el PSUC). Lo que podría quedar en la narración de una experiencia política, que los jóvenes de hoy podrían menospreciar sin sentirse concernidos, está hilvanado con las vidas de los dos protagonistas, reflejando una parte de la sociedad española, catalana, barcelonesa de esos años.

Leer las más de cuatrocientas páginas de esta primera parte publicada por ediciones del Genal (Málaga, 2023), escritas al alimón, en buen castellano y sin apenas erratas, nos adentra en sus vidas, y nos hace sentir los momentos que su memoria ha preservado, sin que tengan empacho en mostrar llanamente, que no humildemente, sus flaquezas, sus errores, incluso en ámbitos de la mayor intimidad, un ejercicio de honestidad como pocos. Las páginas están escritas al modo que se desarrolla el río de la vida, secuencialmente a la vez que se superponen acontecimientos y sentimientos, con meandros y descansos, dando paso el uno al otro y el otro al uno, confluyendo en un mismo caudal biográfico.

Dos personas cultas, con bagaje intelectual acreditado en diversos libros anteriores, dedicados a la filosofía, ambos profesores de la materia, más a fondo y académico Miguel Candel; los dos ganados para la causa de los humildes, mostrando mayor intensidad y sentimiento Salvador López Arnal, pero movilizándose uno y otro en las causas del momento; con peripecias amorosas diferentes, mejor anclado Miguel por su continuado amor a María, profesora de biología, madre de sus hijas; algo más inusual Salvador, con Rosa, diez años mayor que él. De mayor pulsión sentimental Salvador, permanentemente insatisfecho de sus logros poéticos; más descriptivo Miguel, cuyo trabajo de traductor en Naciones Unidas le permite conocer Nueva York más allá de lo que un turista puede alcanzar, con las vicisitudes de instalarse para vivir con su familia y la carestía de la habitación cuando se tiene la impedimenta de un salario limitado. Contrasta la ciudad de la riqueza con el viaje de Salvador a Nicaragua, a la cuna de la Revolución Sandinista, pasando por Cuba, de vida sencilla, repleta de calor humano, de esa que llena el corazón.

Lecturas diversas, pocas las recomendadas de tantas que podrían haber mencionado del acervo de sus conocimientos. Con entusiasmo menciona Salvador el Álgebra de Roger Godement. Descubrió Miguel a Maurice Blondel y su filosofía de la acción. Manuel Sacristán es el referente de ambos, en la acción y en la reflexión. Es el Maestro.

Especial mención merece el instituto de enseñanza media Puig Castellar, de Santa Coloma de Gramenet, donde fueron profesores ambos (también María, bióloga) , adonde fue a parar Salvador tras sus paso en prácticas por el instituto Balmes (en el departamento de filosofía, dirigido por don Fermín de Urmeneta). Allí se conocieron (Salvador recuerda un encuentro anterior) y compartieron momentos históricos de España, junto con sus alumnos, de talante diferente, reconoce Miguel, entre los primeros y los últimos. Las hornadas cambiaron con los tiempos y con estos las mentalidades, abriéndose paso el liberalismo acérrimo, los «posmodernos» y la disolución del espíritu crítico.

Memorias sinceras, sin pretensión de ajuste cuentas con nada ni con nadie; sin nostalgia de un pasado. Su vida tal cual en lo que la memoria les ha concedido. Lectura provechosa para quienes impelidos por la curiosidad del pasado reciente quieran ver a través de sus ventanas, la de ellos, cómo vivieron, cómo sintieron y cómo fueron haciendo camino al andar. Quedamos, agradecidos, a la espera de su segunda parte, que la primera ha quedado cerrada con la gran pérdida de Manuel Sacristán, aquel agosto de 1985.

27-XI-2023.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *