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TMM: La teoría mágica monetaria. Ficción y pseudociencia

J. Agustín Franco Martínez

Introducción

Abunda la literatura económica y financiera (incluso propaganda) sobre la mal llamada Teoría Monetaria Moderna (TMM) –cuyos defensores se consideran de izquierdas–, con excepción de las contribuciones más serias y científicas que la cuestionan y la rebaten. La TMM en realidad es más bien un relato de las tres mentiras, puesto que ni es teoría ni moderna ni monetaria. Ni tampoco una política de izquierda, sea dicho por añadidura. Es un error considerar como ciencia, ni siquiera social, y mucho menos económica, no digamos ya considerarla «crítica», a lo que es simple y llanamente magia, incluso pseudociencia, ya que por mucho que el buen mago necesite saber de ciencia para sus trucos, eso no lo convierte en científico, mucho menos en revolucionario.

La Teoría Mágica del Dinero

Si conceptualizamos mal, politizamos mal.
Celia Amorós

En gran medida la literatura reciente sobre la mal llamada Teoría Monetaria Moderna (TMM) es propaganda, especialmente de carácter apologético, a veces sectario y con poco interés en la reflexión de fondo, como por ejemplo los últimos «cursos de verano» organizados en universidades públicas (UEx, 2021 y UAM, 2022). En algunos de estos eventos incluso tratando de confrontar con una idea tergiversada de la Renta Básica (a la que incluso ningunean etiquetándola mal porque ni les merece consideración científica alguna, saliendo así mejor parada su apología monetaria pseudocientífica). A excepción de las contribuciones más serias y científicas que la cuestionan y la rebaten (Del Rosal, 2019; Real-World Economics Review, 2019; Franco, 2020). Destacando las aportaciones críticas de autores como Tony Lawson, Thomas Palley, Jan Kregel, Anne Mayhew y Marc Lavoie, entre otros.

La TMM en realidad es más bien un relato de las tres mentiras, puesto que ni es teoría ni moderna ni monetaria. Es un craso error considerar como ciencia, ni siquiera social, y mucho menos económica, no digamos ya considerarla «crítica», a lo que es simple y llanamente magia, a lo sumo ciencia ficción. Ya que por mucho que el buen mago necesite saber de ciencia para sus trucos, eso no lo convierte en científico, mucho menos en revolucionario, aunque su espectáculo sea entretenido y rompedor, incluso catártico. Es humo. Y por ello no debería tener cabida en los foros académicos y de discusión científica, a lo sumo en programas de televisión sobre el misterio como Cuarto Milenio. Si bien es justo reconocerle un elemento positivo al renovar la aburrida y clasista y racista y sexista y neocolonialista trama de la ciencia ficción neoclásica. Pero vayamos por partes.

Dos pilares básicos nos sirven para desvelar el truco y los fuegos de artificio de la TMM y sus tres mentiras: la falsa soberanía monetaria estatal (sector público) y el monopolio bancario (sector privado) en la creación del dinero.

Por un lado, el Estado no dispone de soberanía monetaria, ya sea por delegación de la autoridad monetaria a organismos supranacionales (el caso del BCE en Europa) o a supuestos bancos centrales «independientes» de las decisiones del Gobierno y de cualquier control democrático. Es curioso que ni se mencione en este sentido una soberanía monetaria no estatal, más interesante, descentralizada y autogestionaria, que se deriva de las redes de monedas sociales, locales y complementarias, ya sean físicas y/o virtuales, y lejos de los modelos de especulación en que se han convertido las criptomonedas.

Por otro lado, ni aunque la tuviera –tal soberanía monetaria– tampoco le serviría de mucho, puesto que la mayor parte del dinero circulante en nuestras economías es dinero bancario (más del 90%), que se llama así porque lo crean los bancos, y lo crean de la nada mediante la expansión del endeudamiento. Ni aunque admitamos que están supuestamente bajo el control y supervisión de un Banco Central. Y además, y esto es lo relevante, lo crean, el dinero, según sus propios cálculos de rentabilidad en la concesión de préstamos, con independencia de la «autoridad» monetaria del banco central, que en la práctica actúa como garantía de solvencia de la banca privada a la que provee de la liquidez necesaria según haya establecido en su propia normativa de funcionamiento (e.g. Torres, 2023).

Todo esto sin olvidarnos de lo más importante, el escenario capitalista en el que se desarrolla toda la trama: la dictadura financiera global. Por lo que cualquier sugerencia honesta (ni siquiera necesariamente científica) debería pasar como mínimo por el filtro del fin del capitalismo, y en particular por la abolición del poder del sistema financiero y por la recuperación popular de la soberanía monetaria y, adicionalmente, cómo eso sería posible en el contexto histórico y social actual de acumulación capitalista. Todo esto para empezar a hablar en serio de una política progresista en esta materia.

Un simple análisis técnico, sin demasiadas pretensiones ideológicas, basado en los DDHH (e.g. Pogge, 2002), debería concebir un sistema de compensación de pagos global para satisfacer las necesidades básicas individuales. Y sin mencionar necesariamente otras estrategias como la Renta Básica Universal que tanto desprecian algunos de los proponentes españoles de la TMM (o truco de magia monetaria, como hemos insistido más arriba). Y para eso hay consenso social suficiente, además de dinero suficiente y capacidad de producción de riqueza más que suficiente. El día que esto suceda o se haya erradicado la pobreza, lo que antes suceda –FMI mediante–, podremos empezar a hablar del fin del capitalismo, del fin del terrorismo financiero (Navarro y Torres, 2012).

Dicho lo cual, veamos cada una de las tres mentiras de la TMM, esto es, el credo ideológico que pretende pasar por científico.

La TMM no es ninguna teoría. Al menos en el sentido de científica, aunque diga basarse en Keynes. Y aunque aceptáramos pulpo como animal de compañía, conviene recordar que el enfoque keynesiano ignora deliberadamente el debate ineludible sobre el objetivo del capital: la ganancia (Moseley, 2017). Sin teoría de la ganancia es imposible sustentar, entre otras cosas, ninguna teoría monetaria, ni moderna ni antigua. A no ser que se trate el dinero como un juego de cromos entre escolares, en cuyo caso más que de una teoría estaríamos hablando de un mecanismo de reparto.

La TMM no es moderna. Hasta cuándo seguirá siendo «moderna». Tiene poco de vanguardia y mucho de casposa y reaccionaria, puesto que interioriza la crítica al capitalismo para devolvernos una defensa aún más cerrada del mismo, como se desprende de su propuesta política estrella: la explotación laboral garantizada (más suavemente conocida como «trabajo garantizado»). Una distopía todavía no imaginada ni en las producciones cinematográficas más taquilleras de Hollywood. Obviando además que el objetivo del pleno empleo es una utopía inaccesible y fluctuante en el marco contradictorio de la dinámica capitalista (Hossein-Zadeh, 2014).

La TMM, por último, no está relacionada con lo monetario. La idea mágica del dinero en la TMM es diluir la esencia del concepto mismo de dinero, reduciéndolo a una entelequia fantasma con vida propia, disociada de su base material, de la fuente de creación de valor: la fuerza de trabajo y, adicionalmente, su correspondiente base de trabajo esclavo subyacente a la corriente principal de trabajo legalmente contratado y remunerado (Franco, 2022).

En definitiva, la magia de la TMM radica en mostrarnos una falsa realidad, distorsionando la realidad existente, enseñándonos en una mano el supuesto poder económico e independencia del Estado nacional y ocultando en la otra las normativas crecientes de desregulación financiera internacional.

Bibliografía para ampliar

-Del Rosal, M. (2019). La gran revelación. De cómo la teoría monetaria «moderna» pretende salvarnos del capitalismo salvando el capitalismo. Madrid. Ecobook.

-Franco, J.A. (2020). Renta Básica. Análisis crítico con perspectiva de clase. Sevilla. Aula Magna-McGrawHill.

-Franco, J.A. (2022). Realismo patriarcal. Sevilla. Aula Magna-McGrawHill.

-Hossein-Zadeh, I. (2014). Keynes is dead, long live Marx! Counterpunch, 26/08/2014.

-Moseley, F. (2017). Ensayos de economía marxista. Madrid. Maia.

-Navarro, V. y Torres, J. (2012). Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero. Barcelona. Espasa.

-Pogge, T. (2002). World poverty and human rights. Cambridge. Polity Press.

-Real-World Economics Review (2019). Modern monetary theory and its critics. Monográfico, 89. En https://bit.ly/355cHjV

-Torres, J. (2023). Economía en lecciones de diez minutos. En https://ecolecciones.com

-UAM (2022). «Curso de Verano UAM: Teoría Monetaria Moderna: Nuevos retos de investigación». Nota de prensa, 13/05/2022. Asociación de Economía Crítica. En https://bit.ly/3KL2RuA

-UEx (2021). «Un curso de verano da a conocer los fundamentos de la Teoría Moderna de la Moneda». Nota de prensa, 12/07/2021. Universidad de Extremadura. En https://bit.ly/3IExhfEall;”>https://bit.ly/3IExhfE

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