Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Sobre el surgimiento de los Movimientos de Trabajadores Desocupados

Neoliberalismo y cortes de ruta en Argentina

Para entender el surgimiento de las organizaciones y movimientos de desocupados que cobraron fuerza en los últimos años en nuestro País, para comprender las características de las nuevas formas de lucha, las puebladas, y el surgimiento de nuevos actores sociales y políticos, es necesario repasar brevemente las transformaciones estructurales que vienen dejando más de diez años de políticas neoliberales:

Después de diez años de menemismo y casi un año de gobierno de la Alianza, la deuda externa se triplicó, la mayor parte del patrimonio del Estado se vendió y desnacionalizó, la estructura educativa y sanitaria se degradó profundamente. El mundo del trabajo también sufrió la embestida: pérdida de conquistas históricas de la clase trabajadora, mayor explotación, y de la mano de esto, un nivel de expulsión de mano de obra sobrante, que convierte a los desocupados no ya en un «ejército de reserva», sino en «población exedente», millones de compatriotas que no tienen acceso a los derechos básicos de subsistencia. A la vez, la actividad política fue quedando hegemonizada por dos fuerzas subordinadas al neoliberalismo cuyo único plan es reproducir el sistema actual, con el apoyo de una importante cantidad de dirigentes sindicales que fueron cómplices de la entrega. Esto termina de pintar un panorama con una gran parte del pueblo excluído de la posibilidad de trabajar, y una brecha creciente entre este pueblo y las dirigencias políticas y sindicales tradicionales, producto de la falta de credibilidad que se supo ganar el conjunto de la clase política.

Así, sobre este panorama, adquieren su real dimensión las «puebladas» que cada vez más frecuentemente se dan en el interior del país, protestas masivas que hcieron del «corte de ruta» su arma más efectiva, y que tuvo a los desocupados como uno de los principales protagonistas. Estas protestas, que muchas veces son consideradas «espontáneas», fueron generando lecciones y aprendizajes, que, aunque en forma desordenada y todavía dispersa, van dando como resultado distintos niveles de organización, y nuevos criterios de funcionamiento: la democracia de base, independencia de los partidos políticos y del Estado, la asamblea popular como forma de tomar las decisiones, etc. Estas características estuvieron presentes en los cortes de ruta a partir del 96, en Cutral-Có en General Mosconi y Tartagal, y van teniendo su expresión orgánica en los Movimientos de Trabajadores Desocupados. A partir del corte de la Ruta Nacional Nº2 en Florencio Varela (gran Buenos Aires) en agosto del 97, que le torció el brazo al Gobierno, comienzan a tener presencia en los conflictos en el gran Buenos Aires y en otros puntos del interior del país. Así surgen el M.T.D. «Teresa Rodríguez», en homenaje a la trabajadora asesinada por la policía en la represión en Cutral Có, el M.T.D. «General San Martín» en la provincia de Chaco, y otros «MTD» a secas que se van conformando en las barriadas populares, como forma de darle una organización perdurable a las luchas por el trabajo. Otras expresiones como los «Autoconvocados» en Corrientes, los Cabildos Abiertos, surgieron también en el interior del país como ámbitos de autoorganización de los diversos sectores en lucha.

Pero no son luchas meramente reicindicativas: tenemos consciencia de que la raíz de estas políticas antipopulares está en el orden social injusto que nos domina. Por eso, definimos para el Movimiento las banderas que unifican nuestras luchas:

TRABAJO, porque es de lo que nos privan y lo que exigimos como derecho impostergable, porque somos parte de la cultura del trabajo que con tanta lucha y sacrificio forjaron los mejores hombres de nuestra historia.

DIGNIDAD, porque sin dignidad no hay futuro. Porque a pesar de las dificultades, no perdemos nuestra dignidad, no nos rendimos ni nos entregamos, porque heredamos la dignidad de las luchas históricas de nuestros antepasados, y la mantenemos viva como principal bandera hacia el futuro que queremos para nuestros hijos.

CAMBIO SOCIAL, porque ese futuro digno deberá construirse sobre una sociedad justa e igualitaria, y para eso habrá que transformar de raíz este sistema en el que, gobierne quien gobierne y apliquen los planes que apliquen, poco cambiará si no se erradica definitivamente la explotación del hombre por el hombre.

Artículo publicado en Noviembre de 2001

-2- Cómo se conforma el Movimiento de Desocupados a nivel Nacional en la Actualidad:

El movimiento de desocupados en Argentina, en rigor de verdad, es un «movimiento de movimientos».

Por sus orígenes múltiples, tanto geográfica como polítcamente, no hay hoy una estructuración centralizada del Movimiento.

Sin embargo, grandes pasos de avance se han dado desde mediados del 2001 hasta hoy en cuanto a instancias de unidad que potencien la fuerza de todos los sectores organizados para enfrentar las crudas políticas neoliberales. Con tres Asambleas nacionales realizadas desde entonces, y planes de lucha que de hecho «paralizaron el país» con centenares de cortes de ruta, los «piqueteros» han demostrado constituírse en un potente nuevo sujeto social que pone en práctica nuevas formas de intervención y creación políticas.

Tres principales tendencias:

La potencia demostrada por la expansión de los piquetes durante el 2001, y después del 20 de diciembre junto a las asambleas barriales y los «caceroleros»; generó que distintas tendencias políticas y sindicales intentaran «cooptar y dirigir» al movimiento. Lo lograron sólo respecto a un sector, mientras otros movimientos han buscado profundizar un camino de autonomía y autodeterminación. Esta última opción la conforman los Movimientos de Trabajadores Desocupados (MTD) que integran la Coordinadora de Trabajadores Desocupados (CTD) «Anibal Verón», con una presencia determinante en las barriadas del Gran Buenos Aires, y otras localidades del interior del país, como Allen, en la Patagonia.

Otro sector cuantitativamente importante es el que integran la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) que responden a un modelo clásico de organización sindical, por lo que son más propensos a ocupar los espacios institucionales que les ofrece el sistema, al punto de haber presentado a uno de sus dirigentes, Luis D`Elía, como Diputado Nacional, en momentos en que el pueblo en las Calles clama «que se vayan todos».

La tercera tendencia la conforma el «Bloque Piquetero», integrado principalmente por las corrientes de desocupados de los partidos tradicionales de Izquierda, como el Partido Obreo, Comunista, o el Movimiento Socialista de los Trabajadores. Una fuerte y tradicional idea de «vanguardia obrera» orienta a estas corrientes, que garantizan un modesto nivel de confrontación, pero poco aportan en cuanto a la búsqueda de nuevos intentos y nuevas vías de construcción del socialismo.

Ante este panorama, los movimientos de desocupados que se reclaman «autónomos», hacen la apuesta más importante de articulación en la CTD «Anibal Verón», una de las tres corrientes nacionales más importantes al interior del movimiento de desocupados. Es importante también destacar la participación de estos MTD en la Coordinadora de Organizaciones Populares Autónomas (COPA), junto a sectores estudiantiles, campesinos, de derechos humanos, etc, que comparten la búsqueda de la articulación de proyectos autónomos como camino hacia el Cambio Social.

 

-3- Principios Organizativos

Creemos que para poder construir el poder del pueblo, este debe ser organizado y protagonizado por el pueblo mismo. No alcanza con salir a luchar y quedarse con las reivindicaciones como último objetivo, sino que es necesario consolidar una organización cada vez más fuerte y dirigida al conjunto.

Parta esto los movimientos de trabajadores desocupados que venimos coordinando hace más de una año en la zona sur del Gran Buenos Aires compartimos criterios de construcción en común, a modo de principios, que nos han dado legitimidad. Una actitud clara frente a la cuestión electoral; no participar ni depositar expectativas en una instancia sobre la que no tenemos control: no importa el gobierno que salga elegido, el poder económico se asegura que gobiernen para ellos. Reivindicamos la horizontalidad y la participación de todos en las decisiones, la autonomía ante los partidos o cualquier tipo de organización externa, el Cambio Social cómo única solución para la Liberación de los Pueblos.

Llevar esto a la práctica nos ha diferenciado de los oportunistas y las promesas de campaña.

HORIZONTALIDAD: En nuestros movimientos no existen puestos jerárquicos, se delegan responsabilidades en compañeros que pueden ser revocadas por la Asamblea que es soberana. Nadie está por encima de otro.

AUTONOMIA: Es uno de los pilares de todos los movimientos; conservamos independencia de partidos políticos, centrales sindicales e iglesias, para no quedar enredados en intereses ajenos a nuestras auténticas necesidades como Pueblo

DEMOCRACIA DIRECTA: Las decisiones son tomadas en Asambleas Barriales, las que con el tiempo se vuelven cada vez más participativas y garantizan el protagonismo de la mayoría.

TRABAJO DIGNIDAD Y CAMBIO SOCIAL

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