Forum Social Mundial, hacia una internacional de las resistencias y de las alternativas
Multitud de personas a toda hora y en todo lugar, en pasillos, en las salas de encuentros, en el bar, el cyber-café. Cifras inapelables marcaron de forma indeleble el éxito del Forum Social Mundial: ciudadanos de más de 120 países del mundo recogieron 16.000 credenciales, asistieron a más de 400 talleres de debate y varias decenas de conferencias, “testimonios” y ruedas de prensa; casi 1.700 periodistas registrados. Cerca de 1.500 organizaciones del llamado “tercer sector”. Estos resultados superaron con creces las expectativas de la organización que, previo al encuentro, había anunciado una asistencia de 10.000 personas, en un claro ejercicio de optimismo y propaganda, según voces insidiosas.
Entre los muchos famosos: Ahmed Ben Bella, ex-presidente de Argelia; Danielle Mitterrand, viuda del ex-presidente francés y presidenta de una destacada ONG francesa solidaria con pueblos como el kurdo o el saharaui; José Bové, dirigente campesino francés; Samir Amin, intelectual egipcio; Ignacio Ramonet, director del prestigioso mensual francés de política internacional “Le Monde Diplomatique”; Michel Löwy, intelectual brasileiro/francés; Jean Pierre Chévenément, ex ministro francés de Interior; Guy Hascöet, ministro francés para la Economía Solidaria; Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación de la Madres de Plaza de Mayo de Argentina. Y un número de difícil determinación de dirigentes sindicales, sociales y políticos europeos, africanos, asiáticos y americanos, entre los que destacaron, lógicamente, los brasileños: Frei Betto, destacada figura del movimiento de la Teología de la Liberación; Luis Inació Lula da Silva, presidente de honor del Partido de los Trabajadores; Marta Suplicy, flamante alcaldesa de São Paulo y miembro del PT; Emir Sader, destacado intelectual de izquierdas; Joao Pedro Stedile, destacado dirigente del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST); Joao Felício, presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT), la más importante central sindical de América Latina; y los anfitriones Olivio Dutra, gobernador del Estado de Río Grande del Sur (RS); y Tarso Genro, alcalde de Porto Alegre y reconocido intelectual; entre otros muchos dirigentes, alcaldes, diputados, senadores, concejales llegados de toda la geografía de este país/continente que con 8,5 millones de kilómetros cuadrados de extensión y una población que supera los 160 millones, produce un PIB que se encuentra entre los 10 primeros del mundo por su volumen.
Celebrado entre los días 25 y 30 de enero de 2001, en Porto Alegre, capital del más meridional de los Estados brasileños, Río Grande del Sur, fronterizo con Uruguay; el forum de los movimientos sociales y la izquierda mundial coincidió en el tiempo con el conocido Forum Económico Mundial, en Davos, Suiza. La coincidencia, claro está, no es casual, aunque la voluntad expresada por los organizadores del FSM era la de realizar un encuentro “para buscar y proponer alternativas” y no a la “contra” de los debates y resoluciones del encuentro de los grandes financieros, empresarios y gobiernos de los países más poderosos del Planeta. O sea, los organizadores del FSM se proponían superar el estadio de crítica y protesta que se venía expresando, especialmente, desde la ya mítica movilización de Seattle, que impidió una reunión del Fondo Monetario Internacional hace poco más de un año, con mucho más vigor y rabia que con contenidos capaces de alimentar un movimiento internacional con capacidad de construcción de un mundo diferente. Fue, precisamente, una referencia explícita a esa posibilidad la que proclamaba el lema general del Forum: “Um outro mundo é possível”.
El gran encuentro “consiguió sus objetivos principales”, declaró a este medio Miguel Rosseto, ex-sindicalista, vice-gobernador del Estado de RS y uno de los miembros del comité organizador, en el que destacaban, lógicamente, los brasileiros CUT, MST y PT; pero también los socios franceses de “Le Monde Diplomatique” y la asociación para la tasación de movimientos financieros ATTAC. Corrobora, en cierto modo, esa afirmación la atención que el propio foro de Davos prestó al de Porto Alegre, acudiendo representado, entre otros, por el famoso George Soros, a una vídeo conferencia con representantes del foro de Porto Alegre que se transmitió en directo por televisión y en la que los “distinguidos” representantes de los “ricos” del “norte” o “primer mundo” mal soportaron el duro “vapuleo” que les propinaron algunos de los “desarrapados” del “sur” armados de una potente y demoledora batería de datos estadísticos y hechos innegables, proporcionados en su mayor parte por organismos internacionales como la ONU y los propios BM y FMI, frente a los cuales los idílicos argumentos de la libertad de mercado y otros similares quedaron sin consistencia mínima alguna. Frente a las pantallas de televisión instaladas en algunos puntos estratégicos de la Pontifícia Universidade Católica de RS, donde se desarrollaron los momentos más importantes del Foro, centenares de delegados y delegadas animaban y aplaudían las intervenciones de la argentina Hebe de Bonafini y del francés Bernard Cassen, entre otros representantes del FSM, celebrando finalmente la goleada.
Otra prueba del éxito destacada por Rossetto, además de la “impecable” organización en términos técnicos, fue la realización efectiva de todos los talleres y la alta participación con que contaron. Subrayó también la importante participación de organizaciones y personalidades de todo el mundo.
Sin embargo, y aunque mayoritariamente compartida la opinión del vice-gobernador gaúcho (denominación de los habitantes de RS), algunos sectores, generalmente identificados con los grupos más críticos con la política y/o la participación en los procesos electorales, aunque no sólo ellos, criticaron la que entendían “excesiva presencia y protagonismo del Estado de RS y la alcaldía de Porto Alegre”, en definitiva del PT; así como el hecho de que en medio de tantas y tantas discusiones no se concretasen propuestas de lucha ni articulaciones orgánicas de un eventual “frente antiimperialista”.
El debate sobre ese último punto, efectivamente, aunque no de forma explícita, fue el hilo rojo que, de alguna manera, atravesó todos las reuniones y talleres. Y, ahí también, uno de los “fracasos” del Forum, no sólo para los grupos ya apuntados, sino también según algunos medios de comunicación brasileños. En contra de esa versión, las entidades organizadoras consideran que este “primer” forum no sólo no podía dar más de sí, sino que dio mucho más de lo esperado. Bernard Cassen, afirma en Le Monde Diplomatique que el FSM “constituye un verdadero viraje” que puede ser el “embrión de una auténtica internacional rebelde”.
Por otro lado, la decisión de que haya un segundo FSM y que la localidad escogida para su celebración sea, nuevamente, Porto Alegre, garantiza la continuidad y eventual desarrollo de los trabajos y articulaciones políticas y sociales alcanzadas en este mes de enero. Pero, además de ese acuerdo, la resolución final prevé la posibilidad de forums simultáneos en el propio Brasil y en otros países, “que acabarán fortaleciendo y ampliando la repercusión del nuevo encuentro”, además, claro, de la pluralidad y diversidad. En los próximos meses se trabajará para la constitución de un Consejo Internacional del Forum Social Mundial.
En medio de este impresionante conjunto de debates y propuesta, cabe destacar la relevancia que tuvieron los talleres de trabajo sobre “economía solidaria” y “propuestas públicas de desarrollo económico” que contaron con una gran participación de público y representantes de instituciones, cooperativas, incubadoras, entidades de micro-crédito o crédito solidario. Un nivel de debate alto, lejos generalmente de posicionamientos ideológicos estériles y basado, sobretodo, en un muy rico conjunto de experiencias de autogestión y de gestión de políticas públicas, ya sea desde municipios o Estados.
También el FSM contó con foros paralelos de “Autoridades locales”, con representación de más de 200 ciudades, y de parlamentarios.
Consecuencias de la globalización neoliberal
Durante la próxima década la población crecerá al ritmo de “un México por año”. Sin embargo, la “esperanza de vida descenderá y en no pocos países se reducirá, en varios millones, la cifra de sus habitantes”. Quien así habla es Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, citando datos que Martín Dickson exponía en el artículo “Global inequality”, publicado en el periódico británico “Financial Times” (22 de septiembre de 2000).
En su intervención en el Fórum Social Mundial, el dirigente cubano habló también de otro de los grandes problemas, afirmó, provocados por la globalización neoliberal: la emigración masiva de la población de los países “dependientes” o “periféricos”, según el autor, que se convierte en “residentes legales o indocumentados que trabajan más que nadie, producen riquezas, mantienen servicios, engrosan ejércitos y sufren condiciones, muchas veces brutales, de explotación y discriminación”. Según informe de la Agencia Central de Inteligencia de EE UU, divulgado a finales del 2000, esa población ya suma el 15% del total de los países de destino (países ricos o países explotadores?) y esa proporción aumentará sensiblemente ya que la “emigración es uno de los fenómenos decisivos de la evolución del mundo en los próximos años”.
En la frontera de México con Estados Unidos, donde se levanta un muro de varios kilómetros para impedir el paso de inmigrantes hacia el norte, se han encontrado muertos, sólo en la zona de California y entre 1994 y 999, 750 inmigrantes. No hay cifras de los desaparecidos. Los datos fueron publicados en un artículo de James Goldsborough, “Out-of-Control Immigration”, aparecido en la revista estadounidense “Foreign Affairs”, de septiembre/octubre de 2000.
Relacionado con esto, pero con datos de la ONU ahora, el trafico de mujeres y niños en el mundo sometidos a prostitución y trabajos forzados, llega a los 4 millones de seres por año.
De acuerdo con informes del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), con un 4%, por año, del total de la riqueza que acumulan las 225 personas más ricas del mundo, unos 40.000 millones de dólares, equivalentes al 5% del gasto militar o el 4% del gasto en publicidad anuales, a nivel mundial, se podrían resolver las necesidades de educación y asistencia sanitaria básicas, alimentación adecuada y agua potable de la humanidad. Sin embargo, 1.300 millones de personas no tienen acceso a agua potable, y 2000 millones más de anémicos no podrán ser atendidos. Los datos son citados por los estudiosos franceses Eric Toussaint y Arnaud Zacharie, en un artículo difundido en el FSM, en el que denuncian que es la obligación al pago de la “supuesta” deuda externa, principalmente, entre otras razones, la que crea una parte fundamental de los problemas de los países llamados “deudores”.
Reclaman, al mismo tiempo, la creación de un “fondo internacional de compensación” como forma de “reconocimiento de los siglos de pillaje sufrido” por el llamado Tercer Mundo.
Figura fundamental del movimiento conocido como Teología de la Liberación, el dominico brasileño Frei Betto citó fuentes del Banco Mundial según las cuales de los 6.000 millones de personas que habitan el planeta, 2.800 sobreviven con menos del equivalente a 2 (dos ) dólares Usa por día. Y 1.200 millones lo hacen con tan sólo 1 dólar por día. Afirmó también Betto que cuatro personas en los Estados Unidos: Bill Gates, Paul Allem, Warren Buffet y Larry Ellison acumulan una riqueza equivalente al Producto Interior Bruto de 42 naciones pobres con 600 millones de habitantes. Y en relación con la citada deuda externa, el dominico denunció que del presupuesto federal brasileño para 2.001, más del 65% del mismo está dedicado exclusivamente al pago de la deuda, mientras que el gasto en inversiones es inferior al 18%.
Será, inesperadamente, desde París, el diario francés “Le Monde” quien afirme, en artículo sobre el Fórum, que lo que ha crecido durante los últimos 20 años “ha sido la desigualdad, mucho más que la pobreza”. No hay que ser ningún lince para percibir que son, precisamente, esos últimos 20 años los de implantación y vigencia mundial del neoliberalismo. Añade Le Monde otro dato: en esos 20 años, la deuda de los países “pobres” se multiplicó por seis. Y eso sin dejar de pagar…
Emir Sader, uno de los intelectuales más prestigiosos de Brasil, cita: “La humanidad produce alimentos para nutrir a 12.000 millones de personas, el doble de las existentes; sin embargo, 840 millones de personas pasan hambre todos los días”. Eso, destaca, acontece porque los alimentos, que son un derecho, son tratados simplemente como mercancía.
En un plano más teórico, el economista egipcio Samir Amin, director del Forum del Tercer Mundo y presidente del Forum Mundial de las Alternativas, afirma que el capitalismo, en su estadio de globalización neoliberal, “ha entrado en su fase de decadencia peligrosa, marcada por el potencial dramático de sus efectos destructivos”.
Aclarando que “el capitalismo no es un sistema que se proponga la maximización de la producción y la productividad, sino que elige las cuantidades y las condiciones de producción que maximizan la tasa de beneficio del capital”, Samir Amin pasa a citar el “Informe Lugano”, de Susan George, según el cual “la cuestión del desarrollo, si es que lo llamamos así, hace imposible la gestión del sistema mundializado por el capital dominante sin la destrucción sistemática, planificada, del excedente de seres humanos (en relación con las necesidades del capital) a través del cual esta cuestión explota”.
Corroborando la primera afirmación del Sr. Amin, el ecologista francés Pierre Rousset, afirma que la “crisis de las vacas locas” representa un punto de inflexión mayor al de Tchernobyl en la cuestión nuclear, pues puso en relieve el peligro intrínseco al modo de producción de las agroindustrias. Cuestionando en su conjunto el modelo productivo”.
Ya desde Davos y citando razones políticas, aunque para él seguramente vengan a explicar otras cosas, fue el propio Vargas Llosa quien denunció el papel de la comunidad internacional con relación a Perú. La “dictadura”de Fujimori produjo, afirmó el escritor, la fatal cifra de 6.000 desaparecidos. Será que no tiene relación la dictadura del “chino” en Perú con los planes económicos de los imperialistas en América Latina?