Un punto de encuentro para las alternativas sociales

La situación internacional a partir de la agresión imperial a Irak

Juan Gabriel Tokatlian

[1] – Abril 2003
(analista de temas de política internacional)

Una primera reflexión tratará de dar una mirada de largo plazo, separándonos del hecho inmediato de esta guerra. Una segunda será en términos de una mirada interna a los E.E.U.U y la tercera va a ser una mirada prospectiva, hacia el futuro, hacia donde creo yo que se mueven las tendencias internacionales.

En una mirada de largo plazo hay que entender cómo se llega a Irak, no como un hecho fortuito, no como un hecho inmediato, no como un hecho que solamente se ubica a la luz del 11 de septiembre y de la lucha contra el terrorismo o contra los gobiernos tiranos. Yendo hacia atrás, los evaluadores norteamericanos de la Primera Guerra del Golfo concluyen que evidentemente se reestableció el Estado Kuwait. En términos más precisos, si bien por vía de la acción de la Alianza las fuerzas iraquíes salen de Kuwait derrotadas por una acción abrumadora de fuerza (se aplicó de manera decisiva lo que en ese momento ya se denominaba la Doctrina Powell). Se asume que en términos políticos una derrota trascendental para los EEUU. Si bien se derrotó a Irak en el campo de batalla, los evaluadores norteamericanos entendieron que hubo una derrota de largo plazo para los EEUU, al no haber tenido la capacidad de remover a Saddam Hussein y reorientar la geopolítica de la región.

Así entonces entre 1991 y 1992 surge una profunda reflexión en los EEUU sobre la guerra. Quizá el documento más importante es el que elabora el Secretario de Defensa, Dick Cheney hoy vicepresidente de los Estados Unidos. En 1992 termina la revisión estratégica cuadrienal de las FFAA y la planificación estratégica de EEUU en largo plazo. Dick Cheney, como Secretario de Defensa elabora finalmente un documento cuya filtración pública en los considerandos lleva a una muy fuerte reacción rusa, china y europea, lo cual mueve a retirar este documento temporalmente y sacarlo de la estrategia formal de los EEUU, en materia de seguridad nacional. De este documento ¿qué es lo que despertó tanta reacción de parte de europeos, rusos y chinos por igual? El concepto madre, el concepto central: que EEUU no iba a aceptar ningún competidor internacional y que por lo tanto sean éstos amigos u oponentes, Washington no va a tolerar un competidor internacional semejante. Consecuentemente el documento aboga por una preponderancia militar de los EEUU, aboga por una primacía política de los EEUU y se orienta en términos estrictamente militares a contemplar la idea de que EEUU pueda simultáneamente llevar a cabo y ganar dos grandes guerras: una en Medio Oriente, probablemente nuevamente contra Irak; otra en el Sudeste Asiático, eventualmente contra Corea. Todo esto está escrito, todo esto se debatió. Todo esto -para decirlo en términos argentinos- se «cajoneó» temporalmente. Pero la estructura conceptual de la primacía política y de la preponderancia militar ya estaban insertas en los debates post-colapso de la Unión Soviética, post Primera Guerra Mundial. De ahí en más, a mi modo de ver, hay un interregno donde EEUU no define una estrategia comprensiva de su política exterior y de seguridad, que decide usar su condición unipolar para gestar paulatinamente un orden en el cual, de algún modo, la voz de ciertos actores esté incorporada y que haya otros actores que participen de la gestación de las reglas del juego. Esto lleva a que Clinton pueda ser visto como una suerte de exponente de una unipolaridad con un multilateralismo selectivo. Es decir, EEUU continúa siendo por lejos, el principal poder, pero opta por un estilo multilateral, selectivo, no en todos los temas, lo cual lleva a la percepción internacional de que estamos ante «una suerte de hegemonía benévola, o por lo menos benevolente», en el sentido de que EEUU está dispuesto a redactar con otros las reglas del juego.

¿Qué tenemos en ese sentido con Bush hijo? Aún antes del 11 de septiembre tenemos un deseo de hacer de la unipolaridad un proyecto mucho más serio, acompañado de un unilateralismo punitivo. Y en ese sentido, antes del 11 de septiembre lo que se desnuda, por así decir, es la tentación imperial de EEUU. No es ya la hegemonía benévola sino un proyecto imperial, por lo menos en cuanto a su deseo de articular nuevas reglas de juego, bajo su orientación, por fuera de las instituciones internacionales. Y entonces, antes del 11 de septiembre, EEUU rechaza el Protocolo de Kioto, rechaza la Corte Penal e Internacional, rechaza el Tratado del 72 con la Unión Soviética que prohibía armas defensivas y aumenta considerablemente su presupuesto de defensa, y el proceso de socavar y eludir las reglas de juego del orden existente. ¿Cuál orden existente? El orden que teníamos desde la Segunda Guerra Mundial. Esto es importante, a mi modo de ver, porque rompen con un concepto tradicional en las Relaciones Internacionales. En las Relaciones Internacionales cuando hay estructuras de balance de poder, es decir, donde hay un actor con alto quantum de poder versus otro actor u otro conjunto de actores con alto nivel de poder, el problema principal es cómo preservar el statu quo, porque los grandes quieren seguir preservando el poder. El problema principal es cuando aparece un estado revisionista, un estado que quiere cambiar las reglas. Cuando no hay balance de poder – esa es la situación desde 1990-, cuando hay disparidad de poder, el estado, ubicado en la cúspide de la jerarquía internacional, tiende a ser un actor satisfecho que busca preservar el statu quo, jugar con poco riesgo, tratar de seguir asegurando su condición unipolar y evitar que poderes insatisfechos lo desafíen, traten de alcanzarlo. Aquí la nota, es que el principal poder, EEUU, decide convertirse en un poder revisionista e insatisfecho. Es decir, decide cambiar todas las reglas de juego, patear el tablero. Esto es lo que hay que tratar de entender: por qué una gran potencia que ya en 1991 tenía una distancia en su presupuesto de defensa enorme frente al resto. En 1991 EEUU gastaba en defensa 315.000 millones de dólares, lo que equivalía al gasto de los 12 países que le continuaban; hoy, en el último presupuesto, gasta 370.000 millones de dólares, lo que equivale al gasto de los 15 países que le siguen en la estructura internacional. EEUU en 1992 gasta en Investigación y Desarrollo en Defensa más que todo el mundo junto. EEUU en los 90, tiene una preponderancia económica bastante singular: ante la declinación notable de la economía japonesa y la falta de vigor de la economía europea y el colapso total de la ex URSS, tiene una situación económica de asimetría absoluta. Entonces, qué es lo que hace que este actor que tiene tanta asimetría decida reventar las reglas de juego, ya no solamente socavar o eludir las reglas internacionales sino que se orienta a destruirlas?

Eso es lo que nos lleva al segundo tema que es la mirada interna. Aquí hay un conjunto de elementos más novedosos. Creo que hay menos novedad en el plano internacional y mucha más novedad en el plano interno. Esa es la variable que, a mi modo de ver, cambia significativamente entre el fin de la guerra fría y esta situación, o si quieren ponerlo así, entre la primera guerra contra Irak y esta segunda guerra. ¿Dónde están los cambios? Yo diría que hay al menos, tres cambios que son trascendentales a los efectos de lo que está pasando en Irak. El primero es que llega al aparato de toma de decisiones, en materia de política exterior y de seguridad el grupo más homogéneo que ha existido en la política exterior de los EEUU en los últimos treinta años. Si uno toma administraciones republicanas, sea Ford o Reagan, durante la Guerra Fría, o durante la post-Guerra Fría, Bush papá, en el fondo había cierto eclecticismo, cierto balance de intereses y de estrategias, ciertas percepciones que lograban de algún modo no llegar a posturas extremas. Y si bien el partido republicano representa a la derecha norteamericana, su estrategia interna y externa era mucho más de centro-derecha, y en muchos casos de política exterior, inclusive moderadamente de centro-derecha, obviamente en comparación con lo que tenemos. Aquí hay una homogeneidad inédita en la Política Exterior y de Seguridad en los EEUU. Todos los personajes de punta, toda la estructura de cúpula -Consejo Nacional de Seguridad, CIA, Departamento de Estado, Presidencia.-, tiene una cosmovisión bastante semejante, bastante unívoca y tiene como convicción, un reordenamiento internacional del mundo, reordenamiento sustantivo del orden internacional. Y para eso tiene un proyecto en el que hay una fuerte confianza en la excepcionalidad norteamericana y una fuerte confianza en que el poder militar hay que usarlo para eso, específicamente para eso.

Creo que ésta es una primera novedad que tiene que ver con lo homogéneo, lo compacto, lo similar de ese grupo que es semejante por su rigidez y reaccionario por su ideología, que encuentra después del 11 de septiembre, (hecho que no fue parte de ninguna conspiración, no fue un hecho propiciado por los EEUU, sino un hecho contra los EEUU) con una disponibilidad tan importante, como no había tenido ningún presidente de los EEUU, – por lo menos después del colapso de la URSS- de tener un apoyo de la opinión pública significativo para emprender una política exterior agresiva. Si analizamos todos los indicadores: las campañas de «Bush papá», las dos campañas de Clinton, la campaña de Bush hijo, las encuestas más confiables en esta materia, vemos que lo que estaba apareciendo en EEUU después del colapso de la URSS, era una creciente brecha entre opinión pública y líderes políticos. Una opinión pública cada vez más autocentrada, más aislacionista en su percepción, más interesada en los temas socioeconómicos domésticos, más refractaria a compromisos externos fuertes de parte de EEUU, menos dispuesta a tolerar costos militares: guerras, muertes. Este era el núcleo de lo que venía observando en doce años de encuestas sistemáticas y -si las elecciones reflejan algo- se reflejaba esto en las competencias electorales y un liderazgo mucho más internacionalista, mucho más enfocado a usar el poder político y militar de los EEUU, mucho más interesado en comprometer aún más a los EEUU en los asuntos internacionales y mucho más dispuestos a usar la fuerza como un recurso clave para garantizar la apertura de mercados, para garantizar el poder. Esta brecha se cierra con el 11 de septiembre, y este dato, que a mi modo de ver también es novedoso, explica que aún hoy sigan existiendo encuestas con el 70% de la población norteamericana a favor de esta guerra. Y esto no va a cambiar, a menos que haya un colapso fenomenal de tipo militar en los EEUU ya que la opinión pública está dispuesta a sacrificar «libertad por seguridad» internamente y a buscar una preponderancia de los EEUU en materia militar para garantizar su propia seguridad. En pocas palabras, esta opinión pública quiere «su seguridad» a costa de la inseguridad colectiva. Su seguridad personal, nacional, a costa de la inseguridad del sistema internacional y está dispuesta a aceptar eso, sin ningún problema. Este es otro hecho que me parece trascendental.

El tercer hecho, que tiene que ver con Medio Oriente más específicamente, es una coincidencia de intereses que durante más de 40 años en la Guerra Fría y en la Postguerra, habían estado no divorciados en términos antagónicos pero sí separados, en términos de sus preferencias de largo plazo. Me refiero en este caso a los intereses y al lobby petrolero y a los intereses y el lobby proisrael. Estos intereses en EEUU, generalmente no coincidían en su política hacia Medio Oriente. No coincidían porque los intereses petroleros lo único que querían era ganancias seguras que contuvieran a la población, que brindaran a ellas certezas de explotación, sin meterse demasiado en el tema Israel para no comprometer sus propias inversiones. El lobby proisrael buscaba, por su parte, una mayor prolongación, proyección del poder norteamericano en la región, más defensa estratégica del estado de Israel y su continuidad. Además, el primer lobby era eminentemente republicano y conservador y el segundo era eminentemente liberal y demócrata y tenía preferencias políticas internas diferentes. Lo que ocurre, es que estos dos sectores que representan intereses materiales y políticos muy importantes en los EEUU pasan a coincidir en dos sentidos: en un reordenamiento energético de Medio Oriente y Asia Central en general y un reordenamiento geopolítico respecto al estado de Israel y a los países árabes. Esto, a mi modo de ver le da un mayor sustento a una acción de despliegue en esta región del mundo, pero, esto no quiere decir que toda esta guerra sea por el petróleo. Esta guerra es mucho más que el petróleo, el petróleo es sólo un dato, esta guerra apunta a un reordenamiento mucho más sustantivo, donde este grupo homogéneo con el apoyo de la población norteamericana, de la opinión pública, tiene un proyecto de reestructuración significativa en el cual hace coincidir intereses materiales y políticos muy concretos y por lo tanto utiliza esta ocasión para atacar a Irak. Este grupo, desarrolla dos documentos que deberían ser evaluados más sistemáticamente en Argentina. Al contrario de lo que se anunció en los medios de difusión ninguno de los dos es secreto, son absolutamente públicos. Uno es la nueva postura nuclear de los EEUU, anunciada en el año 2001 y el segundo es la nueva estrategia de seguridad nacional de los EEUU anunciada en el año 2002 ¿Por qué estos documentos son importantes? Porque nos dan la racionalidad -al menos en términos de aspiración y de proyecto- de este grupo. Nos muestran al menos, su mirada simplificada al mundo. No significa que lo vayan a lograr, no es que esto sea inexorable, no es que haya que atarse a ello, sino que hay que entender para actuar y hay que entender aún más para criticar.


¿Qué dice la nueva postura nuclear de los EEUU? Dice tres cosas que son fundamentales:

1) Aboga por un cambio estratégico significativo que es: no desarmar la estrategia de la disuasión, pero adosarle la estrategia de la guerra preventiva. La vieja estrategia de disuasión entre EEUU y la URSS, se resume diciendo en pocas palabras: «Si vos me atacás con tu poder nuclear, yo tengo la capacidad de respuesta para destruirte en mi segundo ataque.» Con lo cual se disuade a que el oponente ataque por primera vez. Distinta es la guerra preventiva, que a su vez es distinta de la defensa anticipada. Y aquí hago una diferencia muy importante que tiene que ver inclusive con el derecho internacional y es que EEUU no dice: «Yo tengo el derecho de autodefenderme» y si hay un peligro inminente es obvio que el derecho internacional cobija la posibilidad de que si un país va a cometer una agresión contra otro, si es inminente el ataque, si va a ser claro el objetivo, si están dispuestas las armas contra ese país uno puede ir y frenar esa agresión, eso sería una defensa anticipada. Lo que no tolera el derecho internacional y lo que cambia estratégicamente de manera significativa es la guerra preventiva, que es decirle al otro: «Yo no sé si eso es un problema para mí. Calculo que en 4, 5, 10 años te vas a volver un problema para mí. En 5 o 10 años vamos a entrar en guerra. Como en ese momento vas a estar fuerte y no quiero atacarte cuando estás fuerte, te voy a atacar cuando estás débil y yo me adjudico la capacidad de decir cuándo y cómo te voy a atacar.» Eso es guerra preventiva. Acá no hubo inminencia de peligro. Saddam Houssein no puso sus dispositivos contra Occidente o contra Israel, no desarrolló ningún ataque contra Washington o ninguna ciudad norteamericana, no puso sus defensas en situación de combate. No hizo nada, pero fue atacado. Es la lógica de la guerra preventiva. La inminencia no es importante, en mi cálculo político era importante.

2) Segundo elemento de la nueva postura nuclear de los EEUU: expresa por primera vez de manera definitiva que, además de lo que siempre se reservó, el uso de armas estratégicas para un combate al calor de la Guerra Fría con la URSS se dispone a usar armas tácticas nucleares, que son armas en general de menor alcance relativo y con un menor poder pero igualmente letales. Estamos hablando de armas, de niveles de masacre en esto, nada más. Y se reserva la capacidad de usar armas tácticas nucleares con siete países: Rusia, China, Corea del Norte, Irak, Irán, Siria y Libia. Es decir, se reserva la capacidad de usar armas de tipo nuclear contra poderes que no son nucleares como Libia, lo cual tiene como fundamento generar pavura, terror. Esto no tiene ningún significado estrictamente militar, pero sí tiene un importante desde el punto de vista estratégico y muestra que a su vez, el grueso de los países pequeños -salvo el caso de Corea-, objeto eventual de armas nucleares por parte de EEUU está en Medio Oriente: Irán, Irak, Siria, Libia.

3) Y el tercer elemento importante es la confirmación de la disponibilidad y la disposición de EEUU de mantener y ganar dos guerras simultáneas, en dos teatros de operaciones diferentes. ¿Qué dice la estrategia de seguridad nacional de los EEUU de septiembre del año pasado? Dice tres cosas también importantes:

a. Reafirma obviamente la estrategia de la guerra preventiva, pero señala claramente que EEUU apunta a la preponderancia internacional. Es decir, informa al mundo que EEUU va por un proyecto de primacía internacional.

b. Introduce un tema nuevo y es la potestad, el derecho, la capacidad de EEUU de cambiar regímenes políticos por medio de la fuerza. Si «x ó y régimen» se constituye en un problema de seguridad para los EEUU, éste se arroga el poder de cambiar ese régimen político.

c. En tercer lugar, señala una preferencia explícita no por las alianzas clásicas, que ya se tenían y ya se traían de las guerras frías, sino por lo que llaman «coaliciones ad hoc» o como estamos viendo ahora «la coalición de los disponibles». Va a aparecer un problema, va a haber 50 disponibles o treinta o veinticinco, vamos a trabajar con eso, pero no vamos a seguir atados por organizaciones, que al comprometernos multilateralmente nos restringen nuestra capacidad de maniobra. En pocas palabras, esto tiene que ver con la Doctrina Ramsey, la misión determina la coalición y no la coalición la misión. Y en esa dirección consecuentemente, lo que se señala es que hay tres fuentes de amenaza para los EEUU y es aquí donde el documento es supremamente importante y relevante para nosotros en América del Sur.

¿Cuáles son esas tres amenazas?

Yo diría para sintetizar, que es una suerte de «tres t», «terroristas, tiranos y tecnología». Una primera amenaza, obviamente el terrorismo, es de alcance global e internacional y debe ser combatido consecuentemente. La segunda: los gobiernos tiránicos que disponen de la tecnología para tener armas de destrucción masiva. Y una tercera fuente de amenaza son aquellos espacios territoriales donde el Estado ha colapsado, donde no hay autoridad soberana, donde nadie está en control de nada y que pueden ser llenados por grupos que operen contra los EEUU. Afganistán es el modelo 1, donde hay terroristas: atacamos; Irak es el modelo 2, donde hay tiranos con tecnología: atacamos. El modelo 3 es un modelo mucho más complejo e indirectamente es el que palpita -por decirlo así- implícitamente por debajo en la división por Triple Frontera y Colombia. Son territorios donde no hay soberanía, donde nadie controla nada, donde hay una suerte de implosión en el control de la autoridad, que está ocupado por algún actor armado, que puede eventualmente actuar contra los EEUU. Es en virtud de eso, que EEUU en subsiguientes documentos trata de decir que en América Latina hay menos problemas que en el resto del mundo, pero identifica una zona «peligrosa», Colombia, y una zona «preocupante», la Triple Frontera. No es lo mismo zona peligrosa que preocupante pero en ambos casos está diciendo: «Si se diluye la autoridad del estado, si no hay quien controle esos espacios, si no hay una forma de poner la casa en orden en ellos, allí se puede atacar contra los EEUU, y, por lo tanto, EEUU se reserva la capacidad de iniciar acciones prohibidas.»

Conclusiones:

Desde una mirada prospectiva yo plantearía 4 ó 5 puntos importantes. Pondría las preguntas hacia el futuro y digo preguntas, porque me parece que hacer demasiada prospección al futuro es cerrar. En primera medida porque no podemos convertir una aspiración o una capacidad de EEUU en un dictado inexorable. No hay nada inexorable. Todos nosotros nacimos y vivimos pensando que la URSS era inexorable, más aún, que finalmente la URSS iba a ganar y hoy no existe más la URSS. Yo me concentraría en 4 puntos:

1. El primer punto es ¿qué institución o cuál va a ser la institucionalidad internacional que se va gestar después de esta situación?

Porque hay que ser categóricos y en eso creo que debe haber, me parece, extendido un consenso de que de esto es una guerra ilegal, ilegítima e inmoral. En el camino hacia esta guerra, los EEUU socavaron instituciones y compromisos internacionales. Previo a la etapa actual ya había desconocido el Tratado de Kioto y la Corte Penal Institucional, pero en los últimos meses, puso en vilo toda la institucionalidad vigente en el orden mundial. -es por esto que tiene sentido preguntarse ¿cuál va a ser la institucionalidad internacional futura?

a. Lo primero que apunta a destruir es la posibilidad de una política exterior y de seguridad común en la Unión Europea. Este quiebre que se ha producido entre Londres, Madrid, París, Berlín es muy importante y cuya consecuencia no podemos, insisto, prever, pero sí ha erosionado la posibilidad de tener una política exterior y de seguridad común, al menos en el corto plazo. O Europa se dota de una fuerza militar autónoma y es un protagonista serio, o Europa está llamada a seguir partiéndose independientemente de que actúe integradamente en términos económicos. Puede seguir con la unidad económica pero va a seguir dividida políticamente.

b. La segunda institución que EEUU destroza es la OTAN, al forzar el voto de respaldo a que ante una eventual acción Irak ataque a Turquía o Turquía entre en Irak. Dicho sea de paso, mucho antes de que el Congreso Turco se decidiera por esa votación para permitir la presencia de tropas norteamericanas. Aún antes de eso EEUU fuerza un voto, una carta en blanco, un cheque en blanco: «pase lo que pase la OTAN se va a meter». Alemania, Bélgica y Francia vetan por primera vez en la historia una decisión en el seno, por lo menos la vetan públicamente. Puede ser que haya existido otro veto pero privado y por lo tanto queda la sensación de que estamos frente a una entidad que, o va a ser crecientemente obsoleta o va a ser objeto de desinterés por parte de EEUU, que cada vez más va a compartir con sus socios de la OTAN sus planes militares. Es imposible compartir planes militares con quien finalmente no te acompaña y es imposible seguir amarrado a esta situación si no se tiene una fuerza propia.

c. La tercera institución a destrozar: el Consejo de las Naciones Unidas, seriamente debilitado, carente de crédito para los EEUU, carente de relevancia para el resto del mundo ¿Qué va a pasar con estas instituciones? ¿Qué nuevos avances o retrocesos tendremos en materia del derecho internacional, de la institucionalidad internacional? ¿Qué papel van a pasar a tener estas coaliciones informales por fuera de las instituciones, como coaliciones que resuelven problemas? Ahí existe un tema institucional que me parece importante.


2)
El tema de la democracia.

¿Es posible sustentar todo este reordenamiento internacional de los EEUU preservando su democracia? ¿Cuál democracia? Vamos hacia democracias de mano dura, es decir, democracias donde cada vez más los elementos de seguridad o de inseguridad se usan para justificar recortes de libertad. Vamos hacia democracias que tienen cada vez más el derecho de combatir como deseen a los opositores armados. Es decir, se puede «gasear» a los chechenios, Aznar puede criminalizar a los partidos políticos cercanos a la ETA, el presidente colombiano puede crear un ejército paralelo para combatir las FARC, Filipinas puede convocar a tropas norteamericanas para combatir a su propia insurgencia o Sharon insistir en su política de mano coercitiva inalterable contra los palestinos. Digo porque todos estos hechos están sucediendo y son tolerados porque los están haciendo democracias. Hemos llegado a tener niveles de tolerancia muy altos en términos de la comunidad internacional: «Bueno, sí, hay peligro, pero todo bien.» Esto no se hubiera tolerado a ningún gobierno autoritario en los 60 o en los 70. Me parece que es un cambio muy importante que anticipa y debe interrogarnos sobre qué tipo de democracia existe.

3) El tema del reordenamiento geopolítico en la zona del Medio Oriente

es clave y aquí hay una serie de consecuencias que se van a desprender de la naturaleza de cómo EEUU logre terminar el caso de Irak. Es obvio que si esta matazón de civiles continúa y si estas operaciones terminan cada vez con un carácter más destructivo, ese mismo tono va a ser el que predomine. Creo que va a ser difícil un acuerdo Palestino-Israelí en corto y mediano plazo. Creo que los gobiernos van a verse fuertemente presionados a tomar medidas firmas contra Al Qaeda y grupos terroristas locales. Creo que Siria queda en una situación mucho más débil que Irán y creo que el problema principal no está ahí, sin embargo, sino que va a estar en Pakistán. Pakistán es el único país de esa zona con una capacidad nuclear evidente, con un gobierno bastante ilegítimo y con fuerzas islámicas muy crecientes, y seguramente EEUU va a tratar de evitar que un grupo radical extremista fundamentalista llegue al poder porque se enfrentaría seriamente a una serie de dificultades grandes, y creo que más que la atención sobre Irán o sobre Siria, va a ser inmediata la atención estratégica sobre Pakistán.

4) Me parece que va a llegar un momento en que tengamos que pensar a
EEUU como un problema, no como una virtud.

No lo digo como una amenaza, no lo digo como un enemigo. Digo al menos, que reflexionemos que es un problema para la estabilidad de nuestro sistema político, para la estabilidad militar, para el desarrollo económico. Es un problema. Y hasta que no asumamos eso, creo que vamos a quedar presos de un debate paupérrimo en Argentina. ¿Cuál va a ser la situación de nuestro país en los próximos meses frente al tema de América Latina? Me parece que el caso más delicado es Colombia, mucho más que la triple frontera. Y me parece que en el mediano plazo vamos a ver que si el gobierno colombiano no logra contener y revertir en el terreno estrictamente militar la situación, muy probablemente EEUU busque algún modelo más masivo de intervención militar y seguramente, en ese momento, va a aparecer otra coalición de los disponibles para este caso.

Yo me temo que en Argentina, cualquiera sea el resultado el 27 de abril, muchos sectores civiles o militares están tentados en participar definitivamente en esta eventual coalición de los disponibles para el caso. Me explico y digo por qué: 1) Argentina apoyó a los EEUU en esta guerra contra Irak. Que no nos quede duda al respecto. Esta fue la posición de Argentina. En Argentina, en noviembre o diciembre, el presidente Duhalde y su canciller dijeron: «Todo lo que tenga que ver con este tema, en el marco del Mercosur, la gran alianza. Reflotaremos políticamente al Mercosur. Esta vez sí. Lo haremos de manera concertada. Además eso nos da poder de negociación». En enero el canciller Ruckauf voló rápidamente, raudamente a los EEUU y anunció que Argentina no iba a mandar tropas, por el momento, pero que acompañaba a la situación post Irak en términos de reconstrucción y ayuda humanitaria. Es muy importante tener en cuenta esto, porque que hoy estemos hablando de la ayuda humanitaria es una cosa, pero que en aquel momento hubiéramos hablado de la ayuda humanitaria era ‘de facto’ darle un cheque en blanco a los EEUU y decir: « Señores, sabemos que van a usar la fuerza, sabemos que van a invadir, pero en la reconstrucción aparecemos nosotros. No se preocupen.» Esta es la lógica. Es decir, no fue tan tortuoso al estilo argentino, fue ambiguo al estilo Duhalde, pero esa fue la posición. Cambia tácticamente el discurso de la posición en febrero y marzo cuando las encuestas de opinión muestran claramente que la gente rechaza la guerra. Con la proximidad de las elecciones, el presidente comienza con el «no a la guerra». Ruckauf dice lo mismo, cuando ya la posición estaba tomada. Y esto ha sido una ambigüedad aceptada por los EEUU. No ha sido una ambigüedad intolerada por los EEUU. Ahora el punto es: si mañana EEUU llama a Argentina y le dice: «usted es el único aliado extra OTAN y usted estuvo muy ambiguo circunstancialmente. Usted tiene un problema vital en el corazón de sudamérica que es Colombia. Usted tiene que decidirse ¿Va a estar en la coalición de los disponibles o no va a estar en la coalición de los disponibles? Esta es su prueba, su prueba no fue Irak. Ahí vamos a ver qué dicen. Tampoco me gusta hacer política ficcional en ese sentido. Pero digo que la posición de Argentina es tan vulnerable, es tan débil y tan chantajeable que nuestros problemas respecto de esta guerra son no solamente los que ahora vemos, sino los que se pueden venir.

Debate:
Sobre la política de Defensa norteamericana y el escudo antimisilístico

Es muy importante para entender este tema el por qué EEUU anuncia que deja el Tratado con la ex URSS firmado en 1972. Toda esta lógica de la disuasión a la que hacía referencia antes se sustentaba en armas ofensivas. Es decir, los dos países tenían suficiente cuantía de armas ofensivas como para aniquilar al otro y por lo tanto servir de disuasivo para que el otro no atacase. Lo que estaba prohibido son las armas defensivas, porque al cambiar la referencia de tener armas defensivas uno lo que busca es la inexpugnabilidad de un territorio, lo logre o no es otra cosa. El escudo de protección antimisilístico es una típica arma defensiva. Es por lo menos conceptualmente un arma que, a través de satélites, dispositivos tecnológicos, baterías antiaéreas con un conjunto de elementos militares, busca cerrar el espacio para que no ingrese ningún tipo de misil cargado con armas nucleares. Si esto es así, EEUU se vuelve inexpugnable, y esto significa que es el único que se queda con armas defensivas y ofensivas. Entonces ahí sí se logró todo, es el paradigma del Imperio. El escudo de protecciones, el escudo de misiles aspira a ser eso. Técnicamente no es eso en este momento.

Ahora, ¿qué genera o qué efecto tiene este escudo de protección antimisil? Que si EEUU se va a resguardar y se va a hacer inexpugnable, quiere decir que hay un momento en que es atacado. Entonces, un país revisionista, es decir que no rehuye las reglas de juego, que no quiera jugar por el status quo, puede decir: «Si mañana atacar a los EEUU va a ser imposible ¿Por qué no atacarlo antes? O, como desde fuera se ve inexpugnable, ¿por qué no atacarlo desde dentro, por qué no hacer crecer el terrorismo de adentro? Entonces, el escudo antimisiles que ahora, más recursos tiene y que sigue siendo un horizonte militar de los EEUU va a tener seguramente reestructuraciones del pensamiento militar respecto de cómo usar el potencial de cada país antes de que se cierre esta ventana, o, inversamente, los terroristas pueden pensar: el único modo de atacar a EEUU es haciéndolo invivible desde adentro.

Sobre Europa, Rusia y China

Respecto de este tema formulo cuatro preguntas:

1. La primera es ¿se equivocó Europa o no?
¿Los alemanes y los franceses hicieron un mal cálculo respecto de EEUU? ¿Estaba equivocado al entrar en guerra e iba a salir dañado de ese conflicto? El resultado de eso es muy importante porque, según los estrategas norteamericanos, Europa cometió un gran error, pero según alemanes y franceses no, particularmente franceses. Pero esta estrategia francesa es solamente plausible, solamente tiene sentido si finalmente Europa se reunifica en términos militares y de seguridad, sino es un problema grave para ellos. Porque esto mostró que los dos poderes nucleares europeos, que son Francia e Inglaterra, están en dos lugares distintos. Quiere decir que no están dispuestos a mancomunar su capacidad nuclear. Quiere decir que Alemania seguirá sin desarrollar su capacidad militar. Esos son los temas que se van a ver ahora y tiene que ver con cómo se resuelva la guerra en el campo de batalla propiamente dicho.

2. Yo diría que un país como Rusia – pongamos algunos datos sobre la mesa que son dramáticos- : El PBI de Rusia del año pasado fue igual del de Dinamarca. La aspiración de Pushtin cuando subió a la presidencia era que en diez años Rusia tuviera el PBI de Portugal, o sea que sigue siendo un gigante militar, pero de barro totalmente, y, dada esa situación estratégica de Rusia, después del 11 de septiembre decide aliarse con los EEUU y separarse significativamente de China y no jugar la carta europea. Rusia ve que Europa se interesa por Europa Oriental pero no por Rusia. Sin espacio geopolítico, Pushtin opta y los militares rusos optan por un acercamiento estratégico con los EEUU. Pero se presenta este hecho ¿Ahora dónde queda Rusia? Mi sensación es que Rusia puede colocarse ahora como una especie de puente entre Europa y los EEUU, pero que tiene poca capacidad efectiva de transformar a un cuantioso poder militar en poder político.

3. Me parece que China tiene como alternativa la posibilidad de replegarse y ver esto de una manera más afín a sus intereses. Seguramente va a incrementar su capacidad militar, sus gastos en defensa. Seguramente va a tratar de desasociarse de los EEUU, pero no oponerse a EEUU de manera sistemática. Es más, en el Consejo de Seguridad es de los países que menos usó el veto. A China no le gusta el veto ni le gusta que le usen el veto, máxime porque la mentalidad de China -a mi modo de ver- es concentrar su área de influencia en su región, sigue siendo un país más regional que mundial.

4. Y después tenemos al conjunto de países medios que podría ser altamente significativo. Digo ‘medios’ por su tamaño, por su influencia: Egipto, India, Indonesia y creo que el más beneficiado es la India. India va a pasar a ser una parte importante de los EEUU, para sopesar nuevamente el eventual dilema que le genera Pakistán, y me parece que Indonesia puede convertirse en un futuro en un dolor de cabeza muy grande para los EEUU. Todos estos países medios: Indonesia, Egipto, India, incluyamos ahí a Brasil, lo que han perdido, en este caso, es la capacidad de actuar mancomunadamente. No ha habido una alternativa distinta, que pudiese ser audible y que pudiese unificar a los países que tienen intereses semejantes porque son poderes intermedios importantes. Quizá porque la situación no daba, quizá porque los costos ya los había asumido Francia, pero lo que hemos visto en esta crisis hasta ahora es que los poderes medios no han sabido actuar mancomunadamente. Más bien se han acercado al tema de forma individual. Esto favorece -insisto- mucho más a algunos que a otros. India sí, Egipto no, India sí, Indonesia no. Por ahí es la cosa.

Relación entre el redespliegue económico mundial y la estrategia de militarización. Relación entre el redespliegue económico y las nuevas coincidencias ente el lobby petrolero y el lobby pro israelí.

Díría que lo que pasa entre el 91 y el 92, era la antesala y eso tiene que ver con dos temas que me parecen centrales. Primero: la proyección del poder militar de los EEUU en dos áreas que habían sido tradicionalmente durante toda la guerra fría, áreas en las que la presencia norteamericana no era efectiva. Con la ubicación de nuevas bases, antes del conflicto contra Afganistán, y ahora, antes del conflicto contra Irak, ya hay bases norteamericana en Afganistán, en Katar, en Kuwait, etc. Toda esta presencia militar norteamericana tiene que ver con estos dos conflictos, pero ya estaba preanunciada para tener una especie de ejército global. Esta zona, es el único espacio real donde EEUU nunca estuvo. En América Latina siempre estuvo, en el sudeste de Asia, Corea, control de Japón ha estado. En Europa ha estado: OTAN. Esto convierte a EEUU en el único país con proyección militar mundial. Eso es muy importante. Segundo, me parece que hay una búsqueda de un reordenamiento económico que facilite los intereses materiales de EEUU, particularmente en Asia y la competencia en el mercado hacia futuro, chino y ruso con una presencia notable de capital norteamericana en esos dos ámbitos y me parece que esta es la estructura que va llevando a que en esa apuesta grande, que es el corazón de Asia, Europa se quede limitada y la proyección sea norteamericana. Me parece que en esta coyuntura se presenta el tema petrolero como un tema eje, en virtud del control de los energéticos como dispositivo, donde se combinan los elementos materiales y los elementos militares. Si EEUU logra en este caso llegar a Irak, no solamente EEUU está invadiendo Irak. A mi modo de ver EEUU se va a quedar en Irak y «pasará a ser geográficamente país limítrofe con 6 países de Medio Oriente» porque se va a quedar en Irak y va tratar de generar una suerte de protectorado que establezca las reglas del juego y proyecte su poder hacia Asia Central. Hecho eso, creo que le sirve para un mercado indispensable en este momento, que es el mercado energético y reordena el tablero geopolítico de Medio Oriente en términos de favorecer a los sectores más recalcitrantes del lobby israelí. Hay un término que cada vez se usa más claramente, que es una especie de likuidización de la política exterior de los EEUU en el sentido de que la defensa de Israel va a ser cada vez más ofensiva y la percepción de que la fuerza va a ser la que dirima esos conflictos. Si eso va a llevar a un cambio del mapa geográfico de la región no me aventuro a decirlo. Lo que sí digo es que, en este particular contexto, se vio esta coalición y esta coalición no es coyuntural, no es episódica. Porque, si sale bien Irak y sale bien Israel, hay una nueva alianza en Medio Oriente para su reordenamiento masivo, total, definitivo, en los términos en que crea que EEUU lo pueda hacer, no es que lo vaya a hacer, aspira a hacerlo.

Sobre el ALCA. La situación Israel-Palestina, la amenaza fascista de los EEUU y la posibilidad de un eventual cambio en la opinión pública norteamericana.

Yo imagino que cada vez más, el ALCA comenzará a ser visto como una especie de ALTI, en el sentido de un área liberada de terrorismo internacional. Es decir, la expansión económica va a estar acompañada también por un proceso de estabilización político militar en América Latina. Por eso vuelvo a que el caso emblemático va a terminar siendo Colombia e insisto en que si hay disciplinamiento, en el caso de los mercados y de la economía primero va a haber un disciplinaminto también militar que hay que tomar en cuenta y me parece que la próxima negociación va a ser vista o tomada desde EEUU, más con estos elementos de seguridad.

2) Me parece que aquí hay un problema sustantivo de por qué a los poderosos les parecen despreciables las instituciones, que se combina con un problema igualmente dramático y es por qué a los más débiles le resultan cada vez más ineficaces las instituciones. Tenemos, por así decirlo, terroristas y militaristas con la misma lógica. Es decir, dirimir todo por fuera de las instituciones, lo cual uno podría decir: esto es la panacea de la lucha de clases llevada a su extremo, pero me parece que es fatídico desde el punto de vista social económico y para nuestros países más. Me da la impresión de que en ese sendero hacer retornar a todos a las instituciones va a ser una tarea ciclópea bastante grande y me parece que la diferencia fundamental ahora, por lo menos en situación de guerra, EEUU no va a escuchar a nadie y menos a Tony Blair, por más que esté cerca.

La guerra la veo en términos militares. Me parece que todo lo que se use como modelo nunca es muy conveniente porque esto iba a ser casi casi más parecido a Panamá que a Kosovo, iba a irse a un lugar, iba a producirse un colapso, un grupo iba a defeccionar de Saddam Hussein, los ataques a los palacios iban dar con su destino, las armas de precisión iban a terminar con sus aparatos de poder, la gente invadida iba a estar esperando a los liberadores y además iba a colapsar ciudad tras ciudad casi como se destruyó el barrio del Chorrillo en Panamá. Pero esto no fue así y me parece que, sin embargo, esto no quiere decir que las fuerzas militares de Saddam Hussein puedan hacerle frente de manera decisiva a esta situación. Creo que van a tener la capacidad de contener por un tiempo, que su objetivo estratégico es hacerlo llegar al verano. Ese es un objetivo en realidad temporal e incrementar los costos de combate en las grandes ciudades. Ahora, más pasa esto, más creo que la dirigencia norteamericana fanática está dispuesta a usar armas de mayor destrucción todavía. Me parece que ese escenario no hay que desconocerlo. Esa demostración a 24 hs, ultimatum de que estaban dispuestos a lanzar una bomba que es apenas un milímetro más abajo de una bomba nuclear, el arma más destructora que tiene EEUU y que la mostraban por televisión, produce pavura y trata de producir eso en el enemigo, obviamente. Pero no solamente produce pavura, sino que produce como una aceptación de que lleguemos a eso. Estamos en un camino preocupante hacia eso. Yo creo fenomenalmente en la opinión pública internacional porque ha sido lo único que ha puesto sobre el tapete este tema. Creo que ha habido una nueva movilización inesperada. Creo que esta es una agenda de la opinión pública internacional cada vez más completa y más seria, donde se mezclan movimiento antiglobalización, movimiento ecologista, movimiento antiguerra. Me parece que aquí hay una serie de nuevas manifestaciones desde la sociedad civil, desde la opinión pública, desde los grupos organizados, desde los partidos políticos, etc. Creo que en Europa, es más la gente la que sale. Creo que en Argentina sale más la izquierda, pero todavía no se ha vuelto un debate nacional el salir a la calle de manera más masiva. Creo que esa es la demostración más evidente de que no va a ser fácil para EEUU.

Y, ¿qué desarrollo le veo a esta opinión pública internacional? Creo que el gran desafío es interrelacionar todas estas luchas de una manera más unívoca y más coherente y en el poder que yo tenga global. No veo a la opinión pública norteamericana -insisto: hay muchas manifestaciones que se están dando: las iglesias, los diferentes grupos confesionales, algunos segmentos democráticos, los jóvenes en EEUU vuelven a marchar-, pero el resto de la opinión pública norteamericana sigue acompañando esta guerra.

En esta guerra acaban de morir 48 (declarados), sumémosle 100, sumémosle 1000, aquí todavía hay sangre para derramar, trágicamente lo digo. Y hay que recordar que EEUU mató 2.400.000 vietnamitas. Es decir, hay otras personas que se pueden matar con toda tranquilidad sin que se contabilicen como víctimas. Yo creo que el dilema de Europa es que Europa vuelva a reconcentrarse. Uno de los problemas fundamentales es qué capacidad va a tener en términos energéticos Europa y en términos económicos, si conviene la expansión hacia el Este y de qué modo. Al fin y al cabo los que van para el Este, son todos aliados de los EEUU. Y eso les va a crear un problema al interior de la Unión Europea y un problema económico aún mayúsculo de la Unión Europea para darle subsidios por un período prolongado, pero en condiciones de mayor destrucción. Así que me parece que va a haber un proceso de reconcentración. Yo no veo que estos temas se replanteen. Y finalmente, diría que quiero creer que el conflicto palestino se acerque a una resolución. Sigo creyendo que las heridas de este proceso son muy fuertes y que solamente una gran concentración internacional, no de EEUU sino internacional, global, podrá resolver el problema Israelí- Palestina.

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[1] Juan Gabriel Tokatlian. Analista de temas de política internacional. Se encuentra a cargo del programa de Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas en la Universidad de San Andrés.

©EspaiMarx 2003

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