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Los gimnasios rojos de Inglaterra: un nuevo frente para el antifascismo

James Crossley

Fuente: Morning Star  (1/04/2019)

Un nuevo movimiento de clubs de lucha socialistas está acabando con las ideas equivocadas de que la izquierda es un revoltijo de pusilánimes de clase media.

No hubiera debido ser necesario el voto del Brexit para mostrar que uno de los más grandes desafíos a los que se enfrenta la izquierda organizada del siglo XXI es su tenue conexión con los intereses de la clase trabajadora.

La historia de por qué esto ocurrió es bien conocida. Ataques sobre los sindicatos por gobiernos Conservadores y del Nuevo Laborismo, y la obsesión del Nuevo Laborismo con los votantes indecisos de la clase media, alienaron a las clases trabajadoras de los movimientos socialistas. El Nuevo Laborismo tomó por garantizada su base tradicional y fracasó en tomar seriamente el declive de la industria y el aumento del trabajo precario.

La sorpresa de los resultados laboristas en las elecciones de 2017 mostró signos de recuperación –y esto fue porque el Laborismo comenzó a abordar cuestiones económicas que importan en la Bretaña post-industrial. Pero tomar el poder no será sencillo. Hacer que el mensaje y el manifiesto laboristas superen una casi universal hostilidad de los medios sigue siendo una tarea difícil. Y el socialismo puede solo arraigarse si toma en serio los intereses de las comunidades de la clase trabajadora.

El rápido aumento de la membresía laborista tras el notable triunfo de Corbyn en 2015 ha brindado a los progresistas la oportunidad de cerrar firmemente la puerta a las últimas pasadas décadas –y de insistir en que el socialismo no debería ser algo aburrido, elitista y separado de la vida diaria.

Manchester –en medio de una crisis de vivienda muy publicitada– ha sido hogar de tales acontecimientos y ha hecho posible de nuevo un socialismo interesante y accesible. Manchester Momentum mantiene un bingo y concursos de noche, y el festival antifascista 0161 ha organizado viajes de excursionismo, torneos de fútbol, clubes nocturnos y un gimnasio comunitario, en medio de su festival anual de música. Ambos, Manchester Momentum y el 0161 han comprendido la importancia de la estética con sus carteles, flyers y pegatinas de buena calidad.

0161 forman parte de una re-emergencia de “gimnasios rojos” a lo largo del país. Uno de los más prominentes es la Solstar Sports Association, liderado por mujeres y con base en la Refugee and Workers Cultural Association, un centro comunitario socialista turco y kurdo en Tottenham, North London. Solstar ofrece clases de boxeo, artes marciales y auto-defensa para niños y adultos. Se basa en principios socialistas y siempre lo llevan tres entrenadoras experimentadas, Ella Gilbert, Paula Lamont y Anna Zucchelli: defienden que una de las más simples formas de luchar contra el sexismo es tener mujeres a cargo, especialmente en lo que son roles tradicionalmente masculinos.

Como en toda su política, hay una aproximación sutil, más que estridente –y el gimnasio está libre de los eslóganes triviales y autocomplacientes del feminismo liberal: el gimnasio está liderado por mujeres pero también decididamente abierto a todo el mundo. Yo he atendido a diversas de las sesiones en Solstar y visto algunos de los eventos relacionados con el centro. Los intereses políticos son mencionados en las iniciaciones, parcialmente para asegurar que es un gimnasio donde la gente de todas habilidades y experiencias encontrarán un ambiente acogedor. Pero si un observador se perdiera la sesión introductoria, se le podría perdonar por no darse cuenta de que se trata de un gimnasio socialista. Esto se debe a que organizaciones como Solstar saben que la normalización de los principios socialistas en la vida cotidiana debería ser fundamental en la construcción de cualquier movimiento de masas.

El último mes, fui a un nuevo gimnasio llevado por el Club Socialista de Cambridge (CSC). El diseño y la estética socialista de la pancarta del club (en la foto de portada) podrían rivalizar incluso con los pósters acertadamente elogiados de Manchester Momentum. El CSC no sólo se asienta en valores socialistas, promueve sus conexiones con los sindicatos –y si eres miembro del GMB podrás entrenar gratis.
El CSC se encuentra en el Centro Comunitario East Barnwell y está situado bien lejos del mundo de los académicos y de la variedad de intelectuales pretenciosos de Cambridge. Como Solstar, los participantes vienen de un amplio espectro de habilidades y experiencias –incluyendo gente de Rumania, Líbano, Portugal y familias turcas.

Asimismo, la atmosfera fue amigable y hospitalaria pero seria una vez el entrenamiento comenzó bajo la mirada del antiguo boxeador amateur Seed Kobeissi.

Este fue un buen ejemplo de socialismo normalizado. En efecto, como sus gimnasios rojos semejantes, también promueve otros eventos culturales, tales como el Forward Cambridge day festival, que mezcla música en vivo, DJs, y charlas políticas breves y accesibles.

El representante de GMB Gordy Cullum fue la inspiración tras el inicio de este nuevo gimnasio rojo en 2018. Tras presenciar el retorno de la violencia de extrema-derecha en las calles de Londres el pasado año, decidió coger sus guantes de nuevo y comenzar un club para la comunidad local. Yo hice sparring con Gordy mientras entrenaba para su pelea venidera, cuando el CSC se reunió con 0161 y Solstar por una velada interclubes de boxeo en Manchester.

Hablé con Gordy sobre el papel de la cruz de San Jorge en la bandera del club –algo que 0161 también ha usado sin ningún tipo de vergüenza. ¿Acaso no es una bandera nacional y su manchada historia algo que hace que izquierdistas y liberales se mareen?

La respuesta de Gordy fue que la bandera de Inglaterra no debería ser confundida con la Union Jack –la bandera del imperialismo británico. Más aún, su opinión sobre la bandera es que no representa a la Reina ni a toda la pompa y ceremonia asociadas. Ni tampoco es esta la Inglaterra de la extrema derecha, no importa lo duro que intentensecuestrar la bandera tal y como la extrema derecha trata de secuestrar las banderas nacionales en cualquier otro lugar.

En vez de eso, la bandera inglesa apunta a algo distinto que es una obvia atracción popular, y esto incluye una historia compartida, en curso y constante cambio. Bajo esta cuestión hay algo importante: si el socialismo es ajeno a los intereses cotidianos de las comunidades locales, las cuales se toman la bandera inglesa seriamente, entonces ¿cómo el socialismo espera ganar? De hecho, ¿es siquiera socialismo si un movimiento permanece dominado por intelectuales académicos y de clase media desinteresados por o incluso opuestos a la bandera inglesa?

Medio-Chipriota él mismo, Gordy habla sobre su experiencia de la cultura griega de su lado materno mientras crecía y de cómo esto le llevó a pensar sobre cómo en Inglaterra nos olvidamos de celebrar nuestra herencia cultural popular, desde canciones hasta historias desde abajo –incluyendo una tradición política popular de Revueltas campesinas, la Revolución inglesa, el sindicalismo y el antifascismo.

Los clubes de deportes son una parte olvidada de la tradición del socialismo cultural. Décadas de neoliberalismo han destruido la industria y debilitado severamente el movimiento sindicalista. Pero donde los socialistas y comunistas dieron un paso adelante en los tiempos duros del crecimiento del movimiento obrero de preguerra, así pueden hacerlo de nuevo. Una nueva cultura socialista puede proveer oportunidades para mejorar vidas y no sólo a través del deporte, sino también de la educación, la música, las películas e incluso de la mera socialización. Esto puede crear una sociedad más allá del brutal individualismo de las pasadas últimas décadas.

El trabajo de CSC, Solstar, 0161, Manchester Momentum y otros muestran que los socialistas son quienes ayudarán a apoyar las comunidades rotas por el neoliberalismo y los políticos desconectados de sus intereses. Esto será esencial para la supervivencia y el éxito futuros de la izquierda inglesa. Y no deberíamos olvidar esto: crear una cultura política desde abajo es algo que la izquierda puede dominar. Es poco probable que haya clubes y culturas centristas que apoyen a The Independent Group, hablando de una historia compartida de belicismo y austeridad, y cantando canciones interpretando a Chris Leslie.
Y donde la extrema derecha continuamente trata de desarrollar su propia cultura de artes marciales y de reclutar entre las clases trabajadoras, los socialistas estarán a cada paso del camino para pararles –porque nadie más lo hará. Pero sólo funcionará si es una cultura socialista alineada de cerca con los intereses de clase trabajadora.

Y al hacer esto parte abiertamente de una tradición inglesa histórica y en proceso, lugares como el Cambridge Socialist Club muestran que la izquierda organizada y sus valores pueden –y deberían- emerger desde las comunidades locales. La identidad inglesa es una identidad colectiva preparada que puede ayudar a desarrollar un movimiento para los muchos, no los pocos. Para tener éxito, esto necesita ser un socialismo cultural amplio que no sólo tolere una herencia inglesa sino que haga claro que esta es la herencia inglesa.

Traducción de Gerard Marín.
Todas las imágenes proceden del artículo original de Morning Star.

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