Imágenes fascistas en el Congreso de Diputados
Salvador López Arnal
A la manera del Tractatus, que era la forma en la que Manuel Sacristán solía escribir el esquema de sus conferencias, clases y seminarios.
1. IU, ERC y BNG son las únicas fuerzas políticas que hasta el momento han reprobado la actitud de la tercera autoridad del Estado el pasado 14 de junio. A ellas se ha sumado un diputado -sólo uno, acaso no haya más, no lo sé- de Izquierda Socialista. Tomen nota si les parece oportuno.
2. Rosa Díez, de UpyD, ha salido en defensa de la tercera autoridad. El argumento esgrimido es el siguiente: “La ley no puede someterse a las emociones”. Cópienlo y sitúenlo, si no les importa, en un archivo donde no pueda habitar el olvido.
2.1. Les recuerdo algunos de los intelectuales que apoyaron su candidatura: Mario Vargas Llosa, Fernando Savater, Antonio Muñoz Molina, Álvaro Pombo. Matizo por si fuera necesario: no digo que hayan apoyado estas declaraciones, digo que apoyaron la fuerza política que preside la autora de estas curiosas declaraciones en las últimas elecciones legislativas.
3. El Congreso de Diputados aprobó en la pasada legislatura un ley de la memoria histórica que pretendía situar el franquismo donde debía ser situado hacía tiempo: en el poblado libro universal de la infamia (¿O acaso no se pretendía eso?).
3.1. Sin entrar en valoraciones de la ley, la actividad parlamentaria del IU-ICV, y sus asesores (Carlos Jiménez Villarejo entre otros) fue esencial para que la ley presentase una cara más amable que en sus versiones originales. ¿Se imaginan, recuerdan ustedes esas primeras versiones que probablemente tuvieron a antiguos miembros de IU –renovadores, muy renovadores- como redactores?
4. En el Congreso, en la cámara representativa dónde se aprobó la ley que pretendía dar cuenta del franquismo, hay una sala con los retratos de los antiguos presidentes de la Cámara.
4.1. En esa misma sala de una institución democrática se guardan los retratos de algunos presidentes (o de todos, no puedo precisarlo) de las antiguas Cortes franquistas. Entre ellos, los retratos de Esteban Bilbao, Antonio Iturmendi y Alejandro Rodríguez Valcárcel.
5. Ninguno de los presidentes de la Cámara ha tenido a gala situar esas imágenes del fascismo español en la cámara de los horrores político-visuales. Ninguno.
6. ¿Existe, pues, continuidad entre las imágenes presidenciales de aquellas Cortes y esta Cámara? ¿El detalle (¿detalle?) es significativo?
7. Cabe preguntarnos: ¿cómo podemos llamar a ese detalle sin adulterar el lenguaje? ¿Ruptura, reforma, reforma pactada, ruptura reformada, reforma rupturista, cambiar todo para que todo siga igual, no cambiar nada para que nada cambie, continuismo controlado, discontinuidad falsaria? ¿Abrimos un concurso de ideas?
7.1. ¿Cómo pudo hacerse la izquierda corresponsable de este desagusiado?
7.2. ¿Recuerdan si han leído en alguna parte que se haya tildado a la llamada transición política española de modelo de cambio democrático? Insisto: democrático. ¿Acaso lo recuerdo mal?
8. El señor Anasagasti ha comentado que cuando la tercera autoridad retire esos retratos fascistas tendrá autoridad moral para opinar sobre la tricolor. ¿Por qué iba a tenerla? ¿La tercera autoridad del estado puede tener autoridad alguna sobre la tricolor haga lo que haga, diga lo que diga, comente lo que comente? ¿Quién está dispuesto a concedérsela? ¿Quién está dispuesto a escucharle?