Pensadores
La segunda arista de la concepción marxista del mundo: la dialéctica (I)
Manuel Sacristán Luzón (1925-1985), 25 años después. Materiales en la red
LA SEGUNDA ARISTA DE LA CONCEPCIÓN MARXISTA DEL MUNDO: LA DIALÉCTICA (I)
Un prólogo para un clásico de la tradición
Salvador López Arnal
Read moreUna Conferencia sobre el sentido común y la crisis históricas (I). Recordando a Manuel Sacristán (1925-1985), veinticinco años después
Sobre el Sacristán que podemos seguir leyendo en el siglo XXI.
Salvador López Arnal
Con escasas opiniones divergentes [1], es ampliamente reconocida la importancia política y cultural de la prolongada, diversa y densamente poblada arista de Manuel Sacristán como conferenciante. Algunos de sus grandes trabajos y artículos fueron inicialmente conferencias. “El trabajo científico de Marx y su noción de ciencia”, “La universidad y la division del trabajo” y “Studium generale para todos los días de la semana” son tres ejemplos destacados.
Durante su estancia en Alemania, en el Instituto de lógica de Münster, probablemente en alguno de sus períodos de descanso, Sacristán impartió en Barcelona una conferencia con el título ”Hay una buena oportunidad para el sentido común”. Fue en un curso organizado, en 1954, por el Instituto de Estudios Hispánicos. Seguramente fue una de sus primeras intervenciones públicas.
En el folleto de presentación del curso, después de las citas iniciales de Nietzsche (1878), Ortega (1930) y Alfred Weber (1935), podía leerse:
Nuestro mundo cultural visto por hombres intelectualmente jóvenes. Una serie de reflexiones sobre aspectos de presente y las posibilidades del inmediato futuro a través de españoles nacidos no antes de 1914. Once conferencias bajo el tema ‘Panorama del porvenir’
Read moreSobre las concepciones del mundo y el conocimiento positivo
Manuel Sacristán Luzón (1925-1985), 25 años después. Materiales en la red.
Sobre las concepciones del mundo y el conocimiento positivo.
Un prólogo para un clásico (polémico) de la tradición (II)
Salvador López Arnal
Read moreCaras y aristas de un marxista poliédrico
Recordando a Manuel Sacristán (1925-1985), veinticinco años después.
Salvador López Arnal
Tan pronto como un ser humano obtiene un doctorado se produce un extraño fenómeno que hace que se vuelva incapaz de pronunciar las dos frases siguientes: “no lo sé” y “me he equivocado”.
Read morePara leer el Manifiesto Comunista (III)
Manuel Sacristán Luzón (1925-1985), 25 años después. Materiales en la red
Para leer el Manifiesto Comunista (III)
La cuestión del comunismo es primero, en el Manifiesto Comunista, la de la propiedad: “Los comunistas pueden resumir su teoría en esta fórmula única: supresión de la propiedad privada” de los medios de producción y de cambio, a no confundir con la propiedad individual de los bienes de uso. En “todos los movimientos”, “ponen por delante la cuestión de la propiedad, a cualquier grado de evolución que haya podido llegar, como la cuestión fundamental del movimiento”. De los diez puntos que concluyen el primer capítulo, siete conciernen en efecto a las formas de propiedad: la expropiación de la propiedad terrateniente y la afectación de la renta de la tierra a los gastos del Estado; la instauración de una fiscalidad fuertemente progresiva; la supresión de la herencia de los medios de producción y de cambio; la confiscación de los bienes de los emigrados rebeldes, la centralización del crédito en una banca pública; la socialización de los medios de transporte y la puesta en pie de una educación pública y gratuita para todos; la creación de manufacturas nacionales y la roturación de las tierras sin cultivar. Estas medidas tienden todas ellas a establecer el control de la democracia política sobre la economía, la primacía del bien común sobre el interés egoísta, del espacio público sobre el espacio privado. No se trata de abolir toda forma de propiedad, sino “la propiedad privada de hoy, la propiedad burguesa”, “el modo de apropiación” fundado en la explotación de unos por los otros.[el énfasis es mío]
Read morePara leer el Manifiesto Comunista (II)
Manuel Sacristán Luzón (1925-1985), 25 años después. Materiales en la red
Para leer el Manifiesto Comunista (II)
Referencia: http://manuelsacristan.blogspot.com/2009/11/msl-per-llegir-el-manifest-comunista.html
Read moreEntrevista con Francisco Fernández Buey a propósito de la publicación de Por una universidad democrática
Entrevista con Francisco Fernández Buey a propósito de la publicación de Por una universidad democrática: “[…] ese título es un pequeño homenaje a los estudiantes del SDEUB: así se titulaba el Manifiesto, escrito por Manuel Sacristán y aprobado por aclamación en la asamblea constituyente de 1966. Pero además quiero recoger con él una preocupación varias veces manifestada por los estudiantes críticos de ahora, quienes, a la vista de lo ocurrido durante el último curso, se preguntan si realmente la universidad que tenemos es democrática. Como he escrito otras veces, al referirme a la noción de democracia en general, para mí la democracia no es un régimen, no es un sistema o un conjunto de normas procedimentales, sino que es un proceso en construcción.”
SALVADOR LÓPEZ ARNAL
El Viejo Topo / Sin permiso.
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Un clásico del marxismo hispánico en la colección Pensamiento Crítico
Un clásico del marxismo hispánico en la colección Pensamiento Crítico.
Salvador López Arnal
Manuel Sacristán Luzón falleció en agosto de 1985. Unos dos años más tarde, su amigo y discípulo Juan-Ramón Capella editaba Pacifismo, ecologismo y política alternativa (PEYPA) en Icaria, la misma editorial que había publicado entre 1983 y 1985 los cuatro primeros volúmenes de “Panfletos y Materiales”, nombre elegido por el propio Sacristán: Sobre Marx y marxismo, Papeles de filosofía, Intervenciones políticas y Lecturas.
El editor abría el volumen con una nota fechada en diciembre de 1986 en la que apuntaba:
Read more¿De qué Plan Bolonia hablamos?
FRANCISCO FERNÁNDEZ BUEY
Que en estos últimos días el Ministerio de Ciencia e Innovación esté insertando en todos los periódicos una página entera de publicidad para cantar las excelencias del Proceso de Bolonia es ya síntoma de que algo no va bien. Lo que está pasando aquí es que primero las autoridades deciden, luego proclaman la evidencia de lo decidido y finalmente buscan la argumentación ideológica para justificar lo que previamente han decidido que hay que hacer. Pero el procedimiento, no por conocido, es menos perverso. Viene esto a cuento de la respuesta a la última pregunta del catecismo ministerial: no hay que promover ningún referéndum al respecto porque el Proceso de Bolonia ha sido aprobado por las Cortes con amplio consenso. La argumentación en esto es circular y es perversa.
Es circular, porque ya en la respuesta a la primera pregunta que se hace a sí mismo, como si se la hiciera a los estudiantes, el catecismo ministerial da por supuesta la bondad del Proceso: promover la movilidad de estudiantes y profesores y lograr una universidad europea de calidad. Nadie conoce a nadie en la universidad que haya objetado tan buenos propósitos. Y me imagino que, planteada así la cosa, tampoco había motivos para objetar en las Cortes. Movilidad y calidad: estupendo. Por consiguiente, Fulano Presidente, que se decía por estos pagos no hace mucho. Y por consiguiente tampoco en este caso hará falta referéndum sobre algo acerca de lo cual parece existir un acuerdo universal.
Pero además de circular, el argumento ministerial es perverso, porque son ya muchos los presuntos implicados, o sea, los estudiantes universitarios, que dicen que la mejor manera de resolver el conflicto es precisamente el referéndum. Y no sólo lo dicen sino que, encima, en los casos en que tal referéndum se hace, lo están ganando por abrumadora mayoría. Se ha aducido al respecto que son pocos los estudiantes que votan. Y es verdad. Lo que no se dice, pero es igual de verdad, es que los estudiantes universitarios que han votado a las autoridades que ahora les niegan el referéndum son aún menos.
Se puede estar en contra de que haya que resolver el actual conflicto universitario por la vía del referéndum aduciendo razones prácticas o de oportunidad, pero siempre a condición de dar voz a los críticos que, con razón, no se sienten representados en los actuales órganos de gobierno de la Universidad. Eso no es romper las reglas del juego democrático. Es mejorarlas.
Lo peor que puede pasar ahora es que las autoridades se enroquen en su castillo considerando que los críticos, estudiantes y profesores, están desinformados o simplemente tienen ganas de armar lío. Pues esto genera la conocida espiral que lleva directamente al callejón sin salida. Es lo que se está viendo ya en la Universidad Pompeu Fabra, donde las autoridades han hecho entrar cuatro veces a la fuerza pública en dos semanas para desalojar a los protestantes, que, me consta, son en su mayoría personas adultas, informadas, dialogantes y con un sentido del humor que otros quisieran para sí.
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