Exlíderes nucleares dicen ‘no’ a nuevos reactores
Antiguos jefes de la regulación de la energía nuclear en los Estados Unidos, Alemania y Francia, junto con el exsecretario del comité gubernamental de Reino Unido para la protección de la radiación de emisores internos, han publicado una declaración conjunta que entre otras cosas dice que «la energía nuclear simplemente no forma parte de ninguna estrategia viable que pueda contrarrestar el cambio climático».
Comentario
La declaración publicada el 25 de enero destaca la importancia de la acción global para combatir los problemas climáticos, pero los cuatro líderes dicen que la energía nuclear es demasiado cara y demasiado arriesgada como inversión para ser una estrategia viable contra el cambio climático.
Los cuatro líderes que publican la declaración conjunta son:
- Dr. Greg Jaczko, expresidente de la Comisión Reguladora Nuclear de los EEUU.
- Prof. Wolfgang Renneberg, exjefe de Seguridad de Reactores, Protección contra la Radiación y Desechos Nucleares, Ministerio Federal de Medio Ambiente, Alemania.
- Dr. Bernard Laponche, exDirector General de la Agencia Francesa para la Gestión de Energía, exconsejero del Ministerio frances de Medioambiente, Energía y Seguridad Nuclear
- Dr. Paul Dorfman, exsecretario del Comité gubernamental de Reino Unido para la Investigación del Riesgo de Radiación de Emisores Internos.
Este es el texto de la declaración:
«El clima se está calentando. El conocimiento en desarrollo sobre la sensibilidad climática y el ritmo de deshielo polar deja claro que el ascenso del nivel del mar está aumentando, junto con tormentas destructivas, marejadas ciclónicas, precipitaciones severas e inundaciones, sin olvidar los incendios forestales. Ante la creciente preocupación y reconocimiento de la velocidad y ritmo de la transición energética baja en carbono que se necesita, la energía nuclear ha vuelto a presentarse como una respuesta parcial a la amenaza del calentamiento global. Pero en el fondo de la situación se plantean preguntas sobre si la energía nuclear podría ayudar con la crisis climática, si la energía nuclear es económicamente viable, cuáles son las consecuencias de los accidentes nucleares, qué hacer con los desechos radioactivos, y si hay un lugar para la energía nuclear dentro de la rápida expansión de la evolución de las energías renovables.
Como expertos que hemos trabajado en primera línea de la cuestión nuclear, todos hemos estado implicados al máximo nivel gubernamental en la regulación nuclear y en los niveles de protección de la radiación en los Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido. En este contexto, consideramos nuestra responsabilidad colectiva dar nuestra opinión sobre la cuestión principal: si la energía nuclear podría representar un papel importante como estrategia contra el cambio climático.
El mensaje central, repetido una y otra vez, de que una nueva generación de nucleares será limpia, segura, inteligente y barata, es una ficción. La realidad es que la energía nuclear no es ni limpia, ni segura ni inteligente, sino una tecnología muy compleja con el potencial para causar un daño importante. La energía nuclear no es barata, sino extremadamente cara. Quizá lo más importante sea que la energía nuclear simplemente no forma parte de ninguna estrategia viable que pueda contrarrestar el cambio climático. Para hacer una contribución relevante a la generación energética global serían necesarios hasta más de 10.000 nuevos reactores, dependiendo del diseño del reactor.»
La declaración incluye una lista de puntos (abajo) que los líderes creen que suponen argumentos contra la energía nuclear.
En pocas palabras, la energía nuclear contra el cambio climático como estrategia es:
- Demasiado cara en términos absolutos como para que suponga una contribución relevante a la producción global de energía.
- Más cara que las energías renovables desde el punto de vista de la producción de energía y la mitigación de CO2, incluso teniendo en cuenta los costes de herramientas de gestión de red como el almacenamiento de energía asociados con el despliegue de renovables.
- Demasiado cara y arriesgada para la inversión en los mercados financieros, y por tanto dependiente de enormes subsidios y garantías de préstamo públicos.
- Insostenible debido al problema no resuelto de los desechos radioactivos de larga vida.
- Financieramente insostenible dado que ninguna institución económica está preparada para asegurar el coste potencial total, los impactos medioambientales y humanos de la liberación accidental de radiación –siendo asumidos la mayoría de estos costes tan importantes por los gobiernos.
- Militarmente peligrosa ya que los diseños de reactores recientemente promovidos aumentan el riesgo de proliferación de armas nucleares.
- Intrínsecamente arriesgada, debido a accidentes en cascada inevitables por error humano, fallas internas e impactos externos; vulnerabilidad al ascenso del nivel del mar producido por el clima, tormentas, marejadas ciclónicas, inundaciones y riesgo de inundaciones, dando como resultado impactos económicos internacionales.
- Sujeta a muchos problemas técnicos y de seguridad no resueltos asociados a nuevos conceptos no probados, incluidos los Reactores Modulares Pequeños (SMR) y ‘Avanzados’.
- Demasiado compleja y difícil de manejar para crear un régimen industrial eficiente para la construcción de reactores y procesos de operación dentro del marco temporal previsto y el alcance necesario para la mitigación del cambio climático.
- Improbable que haga una contribución relevante a la requerida mitigación del cambio climático necesaria para la década de 2030 debido a los plazos de desarrollo y construcción impracticablemente largos, y los abrumadores costes de construcción del enorme volumen de reactores que serían necesarios para suponer una diferencia.
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