Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Poderosísimo y eficaz instrumento del Imperio de Mal

Salvador López Arnal

Reseña de: Éric Toussaint, Banco Mundial. Una historia crítica, Vilassar de Dalt: El Viejo Topo, 2022, 602 páginas (traducción de Griselda Piñero).

 

A manera de síntesis: imprescindible para cualquier ciudadano/a que quiera aproximarse a uno de los instrumentos más eficaces y con más larga historia y peor curriculum del Imperio USA.

No es en absoluto fruto del azar, señala Gilbert Achcar en su presentación, que Éric Toussaint [ER], historiador y economista, doctor en Ciencias Políticas por las universidades de París y Liège, autor de una quincena de obras sobre finanzas internacionales publicadas en una docena de lenguas y portavoz internacional del Comité para la abolición de las deudas ilegítimas, se haya convertido en uno de los mejores conocedores del Bando Mundial [BM] y del FMI, fuera de los círculos de dirigentes de ambas instituciones. ET ha estudiado de cerca el BM y el FMI desde hace una treintena de años. Una tarea, prosigue Achcar, «que se fijó desde que fundó, en 1990, el Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo [ahora: Comité para la abolición de las deudas ilegítimas]». Es así como ET estudió el BM como un observador crítico, «acumulando a lo largo de los años un conocimiento poco frecuente del Tercer Mundo, que recorrió a lo largo y ancho. Y es ese Tercer Mundo el terreno de acción privilegiado para el BM en la era neoliberal. De esta manera, Éric consiguió desvelar aspectos que, originalmente, estaban destinados a permanecer ocultos, detrás del velo opaco que recubre las finanzas internacionales y la acción de las instituciones económicas intergubernamentales».

Forman esta documentadísima historia crítica del BM, el prefacio de Gilbert Achcar, una nota de presentación del autor, abreviaturas y siglas, un prólogo del propio ET, un apartado de terminología Sur/Norte, treinta capítulos («En los orígenes de las instituciones de Bretton Woods», «Los comienzos del Banco Mundial (1946-1962)», «Un comienzo difícil entre la ONU y el BM», «El apoyo del BM Y el FMI a las dictaduras», «Las falsedades del BM en materia de desarrollo», «EL BM y la cuestión de los derechos humanos», «Alegato para abolir y reemplazar al FMI y al BM»,…), dos anexos, índices de recuadros, tablas y gráficos, glosario, bibliografía, un índice analítico y un listado de las obras del autor en castellano.

Sugerencias de lectura: 1. Inicien su lectura por el final, por los anexos: «El ABC del Banco Mundial» y «El ABC del FMI». Breves y muy sustantivos. 2. Dediquen un día a las presentaciones y a la terminología. 3. A partir de ahí, un capítulo por día, un mes de espléndida e informativa lectura.

Las fuentes de información en que se base el ensayo: documentos producidos por el propio BM, en total más de 15.000 páginas. ET ha consultado asimismo numerosos informes y estudios realizados por otras instancias internacionales (principalmente el FMI, el PNUD, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, la OCDE y el Banco de Pagos Internacionales). Y no solo eso: durante los últimos treinta años, ER ha realizado más cien misiones y estadías en el Sur global, principalmente América Latina, pero también África, Asia, Europa Central y del Este.

El libro, señala ET, adopta un desarrollo cronológico para analizar el BM desde sus orígenes hasta el año 2021, y se ha puesto un cuidado y esmero particular, que los lectores agradecemos, en situar la política del BM en su contexto político y geoestratégico. Los siete estudios por países ilustran la política concreta del BM. Son los casos de Filipinas, Turquía, Indonesia, Corea del Sur, México, Ecuador y Ruanda (también la Primavera Árabe de 2011).

Para abrir su apetito lector, unas breves consideraciones:

1. Olor dictatorial: Es impresionante la lista de gobiernos surgidos de golpes de Estado militares apoyados por el BM. Por ejemplo, la dictadura del Sha de Irán instaurada en 1953 tras el derrocamiento del primer ministro Mossadeg, o la dictadura militar impuesta en Guatemala en 1954 tras deponer al presidente democrático Jacobo Arbenz. La España de Franco y la del general Salazar en Portugal estuvieron también entre su radio de acción e intervención.

2. Deudas ilegítimas/ moratorias de pago: ET considera necesario abolir las deudas ilegítimas reclamadas por los pueblos. Sin embargo, el BM y el FMI, y la mayoría de gobernantes, solo hablan de moratorias de pago y proponen nuevas fórmulas de endeudamiento. En opinión de ET, la COVID-19 está siendo utilizada para reforzar ese nuevo ciclo, con condiciones que acentúan la austeridad y afectan al bienestar de las generaciones futuras.

3. Pobreza: Al contrario de lo que muchos creen y afirman, la función del BM no consiste en reducir la pobreza en los PED (países en desarrollo). La misión que los vencedores de la II Guerra Mundial, «sobre todo Estados Unidos y el Reino Unido, le atribuyeron consistía en ayudar a la reconstrucción de Europa y, subsidiariamente, contribuir al crecimiento económico de loa países del Sur, una buena parte de los cuales eran aún colonias».

4. Contexto: ET muestra con detalle que la política del BM evolucionó en reacción al peligro de contagio revolucionario y de la guerra fría. «El BM y el FMI desempeñaron un papel activo en la guerra fría y más tarde en la reacción de los dirigentes de los países más industrializados ante el creciente poder de los PED, que reivindicaban un nuevo Nuevo Orden Internacional.»

5. Instituciones de la ONU: Aunque reina cierta confusión al respecto, el BM, y el FMI, son instituciones especializadas de la ONU (comparables en principio a la OIT o a la FAO, por ejemplo. En este sentido, señala ET, «deben colaborar estrechamente con los órganos de las Naciones Unidas y las otras instituciones especializadas en la consecución de los objetivos que figuran en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos». Sin embargo, tanto el BM como el FIM, intentaron desde el principio sustraerse de las obligaciones que tienen las organizaciones que son miembros del sistema de la ONU.

6. Independencia falsa: La idea de que el BM se ha convertido en una enorme burocracia progresivamente independizada de la influencia de los Estados es falsa. En realidad, el BM está «bajo el firme control de los gobiernos de los Estados Unidos, que es quien negocia, en el seno del Banco, con los gobiernos de las otras potencias capitalistas la política a seguir bajo su liderazgo», lo cual no es obstáculo para que, en ciertas ocasiones, las relaciones del gobierno usamericano con el presidente del BM o con su dirección hayan sido tensas. Se ha de tener en cuenta la intervención, más o menos activa según la época, del Congreso USA. En muchas ocasiones, señala ET, «el ejecutivo estadounidense tuvo que negociar con el Congreso la actitud que se debía mantener con respecto al Banco y a sus actividades.»

7. Derecho de veto: Desde el comienzo, USA es el único país miembro que tiene de hecho derecho de veto en el BM (de hecho, todos los presidentes del banco han sido ciudadanos usamericanos propuestos por la presidencia norteamericana). La explicación de ET: «Cuando se creó el BM, USA disponía del 35,07% de derechos de veto; en el 2020, disponía del 15,44% lo que le permite ejercer el derecho de veto, ya que la mayoría requerida es del 85% de los votos».

8. Política de préstamos: Las direcciones del BM justifican la concesión de préstamos de la entidad por razones estrictamente económicas. ET demuestra en numerosos pasajes del libro que, en realidad, la política de préstamos del BM está determinada, esencialmente, por la intervención del gobierno estadounidense que, por supuesto, se basa en objetivos político-económicos. Recordemos que Paul Wolfoeitz a la cabeza del BM entre 2005 y 2007 fue uno de los organizadores de la invasión y destrucción de Irak.

9. Crisis ecológica: La ceguera del BM ante la crisis ecológica es de manual, de manual distópico. Aunque numerosas voces ya ponían en evidencia desde los años 70 los peligros e imposibilidades de un crecimiento ilimitado y del agotamiento de los recursos naturales, la dirección del BM (también del FMI) siguió sosteniendo que no era una cuestión urgente. Lawrence Summers –economista jefe y vicepresidente del BM desde 1991 a 1996, y a continuación secretario de Estado del Tesoro durante la presidencia de Clinton– declaraba en 1991: «No hay (…) límites a la capacidad de absorción del planeta capaces de bloquearnos en un futuro previsible». Añadía: «El riesgo de un apocalipsis debido a un calentamiento global o a cualquiera otra causa es inexistente. La idea de que el mundo corre hacia su perdición es profundamente falsa.» [la cursiva es mía]

10. Contra la emancipación: En el capítulo 27 ET argumenta con detalle que las consecuencias concretas de los proyectos llevados a cabo y las recomendaciones macroscópicas del BM son contrarios a cualquier perspectiva de emancipación. «Aunque oficialmente el BM se apropie de “la igualdad de género”, haciendo casi del empoderamiento una obligación para los países deudores, sin embargo, sus acciones no permiten luchar contra las desigualdades». Como en el caso de las cuestiones ambientales, la distancia entre el decir bonito y el feo hacer puede medirse en años-luz.

11. Alegatos: En el capítulo 30, «Alegato para abolir y reemplazar al FMI y el BM», ET nos regala 32 argumentos sólidos y críticos contra ambas instituciones. Por ejemplo: 8) «El BM y el FMI exigen a los pueblos, víctimas de los tiranos que financian, el reembolso de deudas odiosas que los regímenes autoritarios y corruptos contrajeron». 22) «Su retórica de lucha por la reducción de la pobreza esconde mal una política concreta que reproduce y refuerza las causas mismas de la pobreza». 23) «La liberalización del flujo de capitales, que el BM y el FMI favorecieron sistemáticamente, reforzó la evasión fiscal, la fuga de capitales.»

Este libro, señala ET, en la dedicatoria «está dedicado a todas las personas que combaten por la conquista de la dignidad y por la justicia social. A aquellos y aquellas que se enfrentan al Mediterráneo, al Canal de la Mancha, al Río Grande, y a todos los muros de la vergüenza, construidos por los gobiernos de los países opulentos que niegan el derecho al libre desplazamiento». Esta reseña suscribe la dedicatoria.

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