Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Introducción a la filosofía de la religión de Hegel

Cristina García

Introducción: ¿Por qué es importante la filosofía de la religión de Hegel?

Como introducción a esta charla que nos ofreció Cristina en el marco de nuestro seminario sobre la Fenomenología del espíritu de Hegel, creemos que puede ser útil esta reflexión de Joaquín Miras en nuestro grupo de debate de correo electrónico de los socios de Espai Marx.

 

Respecto de la intervención grabada, de Cristina, sobre la Religión en Hegel, que Carlos propone que se publique, permitidme que  recomiende encarecidamente que se oiga ese audio. Explico su inmensa importancia y pido un poquito de paciencia para con mi explicación.

Hegel posee un conocimiento exhaustivo de la tradición filosófica, clásica, escolástica, humanística y barroca postridentina. Toda la filosofía. Conoce la tradición con consciencia histórica, esto es, es consciente de lo que significa lo que se elabora en ella, lo que implican sus cambios, lo que  los impele, la historia que impele los mismos. Y Hegel, conoce, comprende, recupera reelabora y actualiza, desde ese conocimiento lo que significa la Religión. Veamos. Religión, religación, es el nombre o denominación de la comunidad humana intersubjetivamente organizada que genera, en comunidad, religadamente, un ethos, una cultura material de vida. Religión es denominación, a la vez, de la comunidad productora/reproductora,  y del ethos o saber hacer por ella creado para ser puesto comunitariamente en obra y poder producir así  la realidad humana, cada realidad humana histórica religada.

Por supuesto, Hegel sabe, porque se lo ha enseñado Suárez, que somos una comunidad religada que es causa sui, causa libre, y que puede diseñar su ethos, un  ethos que reconozca las necesidades de reconocimiento –valga la redundancia– de todo individuo. ¿Por qué es esto muy, muy, pero muy valioso e importante? Porque nos aporta la consciencia tradicional, de 2500 años, de que somos eticidad, cultura material de vida generada entre todos, cultura en el sentido antropológico, y que es la praxis nuestra, intersubjetiva, religada, la que la crea. Que cada mundo distinto es una eticidad religada distinta, y que no hay mundo distinto sin eticidad distinta creada ex novo. Algo, un saber, que nace con la praxeología de Aristóteles y Platón también. Aristóteles, sobre carácter (ηθος/E-Etos: escrito con  larga)  y eticidad (εθος/Etos, escrito con e breve), en Ética Nicomáquea 1103 a 15.  Platón, en Leyes, 792 e. Este saber, que somos una comunidad que genera su eticidad, procedente de la clasicidad, se mantiene, tras la filosofía clásica, gracias a la Iglesia en su hacer y en su filosofía, la filosofía escolástica, heredera de la clásica. Ese saber ético religado y su reelaboración consciente sobre el mismo es definido como Religión. La Religión es la reflexión justificada de un vivir, y su santificación como algo divino. No es cierto que los católicos cristianos tuvieran una concepción de las OBRAS como rezar, sino como praxis de vida (no se debe preguntar a un protestante qué es lo que un católico considera OBRAS). Y precisamente los choques entre Iglesia y, cuando éste surge, Estado, eran sobre el control de eso que todos «sabían ver» –ellos, no nosotros–,  aquello cuya existencia como consecuencia del hacer existía, el ethos. Potestas frente a auctoritas. El debate sobre la organicidad sobre el ethos. Hegel rescata toda esta traditio, y la actualiza, y lo hace combatiendo las ya colosales muestras de ceguera que son la Ilustración y el protestantismo –como suena, véase el capítulo VI  de la Fenomenología–. El protestantismo, que ya no ve la eticidad, se elabora como FE, como sentimiento individual interno, solitario, carente de comunidad, al margen de comunidad, de «iglesia»; y declara que la Religión, todo lo que ella abarca, es cuasi idolatría; no se percata de lo que contiene. Como la Ilustración.

Prosigamos… con… un rodeo –sirva esta frasecilla como captatio benivoletiae–; Antonio ha elaborado hoy una nota comentario, elogiando, justamente, la entrevista de Manuel Aznar en la que éste hace una justísima apología del comunismo, y de la derrota que ha hecho que se pierda el sentido de lo que denominaba esta palabra. Antonio señala que esto se debe a nuestra disgregación, y al aislamiento consiguiente, la de los comunistas. Esto es, a nuestra derrota. Sí, hemos sido disgregados por una derrota colosal. Y hay que tratar de establecer sus causas. No buscarlas en «el mal», en las traiciones, en las ambiciones y la canallada, en lo individual, en la falta de ciencia científica en el análisis analítico se la situación situada, en…: sino en que ha sido efecto de la hegemonía del capital, que impuso su modo de vida como modo natural de vivir. Y de que nuestro modelo interpretativo –y ahí viene lo terrible que nos ha pasado, y enlazo con Hegel y la filosofía de la praxis religada creadora de ethos, con la Filosofía de la Religación…VERDADERA FILOSOFÍA POLÍTICA, LA VERDADERA FILOSOFÍA POLÍTICA DE HEGEL–- , caía en eso: habíamos echado por la ventana la capacidad filosófica de ver el vivir como un producto ético orgánico del capital, naturalizábamos el mundo de vida, la cultura material creada por el capitalismo. Todas las izquierdas estaban por el REPARTO de lo que había: ya fuese de lo producido, ya fuese del aparato productivo, del productor también. Pero no por la RELIGACIÓN, por la organización de un nuevo sujeto religado, para crear un nuevo vivir, una eticidad religada nueva ALTERNATIVA. El socialismo era lavadora, nevera, TV, cochecito, playita… era el modelo de vida del capitalismo para el consumo,  el que se consideraba natural, único. Habíamos tirado por la ventana, deslumbrados, las posibilidades filosóficas de la traditio praxeológica, aristotelico-escolástica, rescatada, actualizada para el análisis del capitalismo –Principios de Filosofía del derecho, parte tercera– y puesta en operación, por Hegel: la Religación, no el individualismo ilustrado, kantiano, y protestante de la FE, el mundo como eticidad orgánica de cada periodo…

…el último grupo que trata de abrir el debate, es la corriente de Berlinguer… sobre el que publicamos ahora cosas.

…Recuerdo que Sacristán, el intelectual más potente nuestro, de entre nosotros, la izquierda revolucionaria, al final de sus días, propone como política la «metanoia» o «conversión», es decir, el cambio de los modos de vida, de ethos, como fin de la praxis política. Y, antes, el mismo Sacristán, al reflexionar sobre Gramsci, percibe en él que el comunista italiano propone la creación de una nueva hegemonía civilizatoria como proceso-medio-mediación para llegar a la nueva sociedad. Una nueva eticità. Percepción agudísima de nuestro filósofo dirigente político. Al respecto, continúa diciendo Sacristán, que eso, esa necesidad de creatio de una nueva eticidad, propuesta por Gramsci, y con la que él concuerda, es algo nuevo, nunca pensado hasta ese presente, y que jamás se ha transitado. Como trato de señalar, eso no es así: siempre, antes del mundo del capitalismo hegemónico, había existido consciencia de eticidad, de alternativa de eticidad, de que religión era un ethos, y que cada ethos nuevo se expresaba en religión como herejía. Y antes, Aristóteles, etc… la hegemonía burguesa ha sido tan avasalladora, la Ilustración burguesa, que nos arrebató la capacidad de ver, y nos borró la memoria milenaria de esto. El olvido, la destrucción de la memoria es tan enorme, que un enorme intelectual de la talla de Sacristán lo desconocía.

Hegel es un coloso que lucha por mantenerlo, y esa es su filosofía de la religación, del ser que se autocrea religado en comunidad intersubjetiva. La filosofía de la Religión de Hegel es un colosal  monumento de elaboración de política como eticidad –conocido por Gramsci, por Labriola, por la praxeología hegeliana italiana… por el hegeliano Lukács de la democratización de la vida cotidiana…–, el último gran clásico –hasta el presente– de esta filosofía de la praxis generadora de ethos… es su filosofía política de la comunidad praxica intersubjetiva creadora de sí misma mediante su praxis religada.

Por eso es muy importante saber qué es lo que se encierra dentro de la Filosofía de la Religión de Hegel. Un autor que tiene consciencia de lo que peligra, de lo que corre riesgo de perderse si se pierde la consciencia de lo que es la Religión. Un autor que, tal como señala Cristina, ya no habla de Teología de la religión, sino de Filosofía de la religión, noción que habían creado, tal como nos informa Cristina –ojo al parche– jesuitas vieneses…

Joaquín Miras Albarrán

 

Y, sin más dilación, presentamos a continuación el audio de la charla de Cristina García sobre la filosofía de la religión de Hegel, organizada en el marco del seminario sobre la Fenomenología del espíritu de nuestra asociación, Espai Marx:

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