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Incorporación a nuestra biblioteca: Belleza y revolución / Ludovico Silva

«La vida era un desparpajo donde teníamos que empujar hasta el infinito. Como en los antiguos mitos griegos, el trabajo debíamos recomenzarlo hasta la eternidad. A Ludovico le tocó asumir dos tareas de importancia capital. La primera, la lucha contra los refritos de su patio; y la otra, su faena titánica por desterrar de nuestras universidades los manuales que nos ahorraban leer a Marx en el original. Ludovico planteó retomar a Marx en su originalidad, en su estilo literario. Su tarea fue pedagógica, se trataba de reencontrar el buen sentido. Había que re-estudiar la ideología, sus aristas. La escuela althusseriana con Alain Badiou –a la cabeza– hablaba de una ideología revolucionaria. A esa monserga se opuso nuestro filósofo y lo hizo sobre todo teniendo en cuenta que la categoría «ideología» no era otra cosa que conciencia crítica, praxis transformadora [esto es un grave error conceptual y de interpretación].
Con Ludovico se redefinen de nuevo las pretensiones del marxismo, habíamos retornado al viejo concepto insoslayable de totalidad, de praxis. Hay en nuestro autor una nueva hermenéutica marxista. La lectura ludoviquiana interroga las hondas huellas de las palabras. Ludovico entiende la necesidad que tiene el estudioso marxista de retomar la tradición del saber de occidente. Se re-problematizan categorías que no habían sido tomadas en strictu-sensu como obstáculos o piedras angulares del saber. El arte con su peculiaridad lingüística no tenía cabida en el modelo mecanicista de base-superestructura, resultaba insuficiente. La estructura filosófica del dualismo causal no bastaba, había sin duda una autonomía del arte que correspondía al espíritu y a la cual había que reasignarle su puesto.
Ludovico retoma la categoría bachelardiana de ruptura epistemológica, otros saberes entran en la reflexión marxista. Ludovico era sin duda un hijo representativo de la escuela de Frankfurt, su filosofía, su forma ensayística de expresión retoman la importancia de nuestro mundo, de nuestra cotidianidad.» (De la Presentación de Nelson Guzmán)
Luis José Silva Michelena (Caracas, 16 de febrero de 1937—ibidem, 4 de diciembre de 1988), más conocido como Ludovico Silva, fue un escritor, ensayista, filósofo y poeta venezolano, estudioso de Karl Marx. Es considerado como uno de los más importantes intelectuales venezolanos del siglo XX.

Ludovico Silva representa para Venezuela lo que José Carlos Mariátegui para el Perú; es decir, que probablemente es el autor marxista más respetado y que más contribuyó con el desarrollo teórico del marxismo en los años 60 y 70 en ese país. Ludovico tenía una visión distinta acerca de Marx en referencia a la escuela soviética (Academia de las Ciencias de la URSS) y de la escuela marxista estructuralista francesa liderada, entre otros, por Louis Althusser.

Para él no existía prueba alguna de que Marx teorizara el llamado materialismo dialéctico. Para Ludovico Silva esta herencia teórico epistémica del marxismo soviético proviene de las especulaciones clasificatorias de las interpretaciones de Gueorgui Plejánov acerca del pensamiento de Marx. Se opuso al dogmatismo y la ortodoxia y al llamado «manualerismo» impuesto por la Academia de las Ciencias de la URSS a los militantes de los partidos comunistas alineados a Moscú.

Sin embargo, Ludovico no estaba en contra de los manuales en sí, sino del modo de escribir «manualesco».​ Por ello, defiende que «hay que escribir libremente»​ y que «un buen manual es aquel que incita a leer a Marx».​

En este orden de ideas, Ludovico consideraba que había una «nueva Iglesia» que era el marxismo ortodoxo, el cual había convertido los principios revolucionarios del marxismo en dogmas o principios de fe.​ Además, Ludovico defendía que los conceptos de Marx debían verse como «dinámicos y no estáticos», y que «[a]llí está el secreto de la dialéctica como forma dinámica de comprender la historia, y no esa dialéctica “materialista” que nos transmiten los manuales».​ De esta manera, afirmaba que «el marxismo vivo no consiste en “aplicar a Marx” como quien aplica un cartabón o un molde», sino que «consiste en asimilar y continuar críticamente su concepto de la historia y su análisis del capitalismo».​ En este sentido, Ludovico aseguraba sobre Marx lo siguiente:​

Paradójicamente, la misión más elevada del pensamiento de Marx es semejante a la misión más elevada del proletariado: la de negarse a sí mismo.

Según Silva, la dialéctica marxista no era más que un método para la interpretación de los hechos históricos según su dinámica estructural. Respecto al materialismo dialéctico rechazó siempre la idea de concebirlo como una teoría filosófica que explicara la realidad físico-natural, criticando con ello a Friedrich Engels y su dialéctica de la naturaleza. Para Ludovico Silva el método de Marx solo era aplicable a la realidad histórico-social, entendiendo entonces el nombre adecuado para este como método dialéctico. (De la entrada en la Wikipedia sobre el autor)

Descarga: Silva Ludovico – Belleza y revolución-FUNDARTE (2019) (PDF)

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