Un punto de encuentro para las alternativas sociales

La luz que imaginamos

Antonio Ruiz

Título original: All We Imagine as Light. Dirección: Payal Kapadia. Guion: Payal Kapadia. Año: 2024. Duración: 118 min. País: India. 
Sinopsis: Tres mujeres trabajan en un centro sanitario de Mumbai (India). El personaje central, entorno a treinta años, es enfermera y su marido hace años que trabaja en Alemania y lleva tiempo sin tener noticias de él. La más joven tiene relaciones con un chico musulmán y comparte vivienda con la enfermera. La tercera, cocinera de mediana edad, es viuda y la quieren expulsar de donde vive para hacer nuevos y especulativos edificios. Relaciones y vivencia de estas en la India de hoy.

Payal Kapadia (Mumbai 1986) es una cineasta y guionista que ha realizado más de seis largometrajes de ficción y documentales en los últimos diez años. Antes de estudiar en el Instituto de Cine y Televisión de la India se licenció en economía.

La película que comentamos es la primera que visiono de esta cineasta y reconozco que me ha sorprendido. Posiblemente condicionado por el poco e irregular cine que nos llega en las últimas décadas de este país. Tendríamos que remontarnos a la segunda mitad del siglo XX para encontrar una narrativa y exposición del medio indio como esta, a mi entender, lo consigue.

En los dos primeros tercios, que transcurren en la ciudad de Mumbai, nos muestra las vicisitudes de las protagonistas en su vida cotidiana. Generalmente en planos medios, pero intercalando oportunamente escena generales que nos sitúan y muestran la aglomeración humana de esa inmensa y densa ciudad en la India de hoy. El contrapunto está en el último tercia del film al situarlo en medio rural. Lo dicho hasta aquí no dice mucho, pero sí es relevante el ritmo y la combinación de las escenas en base al argumento del guion, es decir, el estilo narrativo de la dirección para que llegue claro al espectador y este se integre.

El argumento nos proporciona tres vías, y sus derivaciones, de clases sociales contemporáneas de clase humilde, en ese, y en otros medios: relación de dos jóvenes, él musulmán, mujer joven sola cuyo marido no da señales de vida ni se espera, viuda de mediana edad que la expulsan de su casa.

P. Kapadia se ha dotado de un guion, y sobre todo de una dirección, que nos anima progresivamente a seguir el relato según se desarrolla la historia. Esto lo consigue a través de algo aparentemente sencillo pero difícil de conseguir: sensibilidad escénica. Los momentos fuertes, indecisos o negativos, quedan envueltos en imágenes sensibles por medio de un giro de cámara hacia la luz, una lágrima, una mirada, queda envuelto en un ambiente que ayuda a reflexionar y canalizar el impulso negativo hacia lo constructivo, a desprenderse de prejuicios y crear lo positivo. Y a este recorrido siempre le acompaña, sin que apenas se note, la sensibilidad escénica del medio.

Un agradable película que aporta arte y técnica para contarnos una historia con sentido. Algo que no suele ocurrir en la mayoría de estrenos desde hace… Siempre queda la esperanza de que venga alguna y aporte algo al arte escénico. Hoy me ha ocurrido. Posiblemente porque no lo esperaba. Esto ayuda a tener paciencia hasta la próxima.

Mientras la veía he entendido lo que hace unos días leí en una entrevista que le hacían a la directora como promoción de su estreno. Al preguntarle que directores del cine español le gustaban más contesto: Victor Erice.

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