Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Poscrecimiento: la ciencia del bienestar dentro de los límites planetarios

Giorgos Kallis, Jason Hickel, Daniel W O'Neill, Tim Jackson, Peter A Victor, Kate Raworth

Resumen

Cada vez preocupa más la posibilidad de que el crecimiento económico continuado en los países de renta alta no sea sostenible desde el punto de vista medioambiental, beneficioso desde el punto de vista social o factible desde el punto de vista económico. En esta revisión, exploramos el campo de la investigación sobre el poscrecimiento, que ha evolucionado rápidamente en respuesta a estas preocupaciones. La idea central del poscrecimiento es sustituir el objetivo de aumentar el PIB por el de mejorar el bienestar humano dentro de los límites planetarios. Entre los principales avances que se analizan en esta revisión se encuentran: el desarrollo de modelos macroeconómicos ecológicos que ponen a prueba las políticas de gestión sin crecimiento; la comprensión y reducción de las dependencias del crecimiento que vinculan el bienestar social al aumento del PIB en la economía actual; y la caracterización de las políticas y los sistemas de aprovisionamiento que permitirían reducir el uso de recursos y mejorar al mismo tiempo el bienestar humano. A pesar de los recientes avances en la investigación sobre el poscrecimiento, siguen pendientes importantes cuestiones, como la política de transición y las transformaciones en la relación entre el Norte Global y el Sur Global.

Introducción

¿Cómo pueden las sociedades contemporáneas mejorar el bienestar humano en ausencia de crecimiento económico? Esta pregunta es la cuestión científica fundacional de la emergente agenda de investigación sobre el poscrecimiento,1 motivado por el estrecho acoplamiento del crecimiento del producto interior bruto (PIB) y el daño medioambiental,2 la disminución de los beneficios marginales de la renta para el bienestar humano,3 y los riesgos sociales y políticos de las desaceleraciones económicas.4 El poscrecimiento se refiere a las sociedades que no persiguen el crecimiento del PIB como objetivo, y que son capaces de satisfacer las necesidades humanas de forma equitativa sin crecimiento, manteniéndose dentro de su justa cuota de los límites planetarios.

La investigación sobre el poscrecimiento puede considerarse parte de la ciencia de la sostenibilidad influida por la economía ecológica, pero no limitada por ella, que se inspira en distintas tradiciones y contribuye a la construcción de una nueva economía que aporta conocimientos interdisciplinarios (ecológicos, antropológicos, históricos, sociológicos y políticos) a nuestra comprensión del funcionamiento del aprovisionamiento humano. El poscrecimiento hace hincapié en la independencia o la prosperidad sin crecimiento5, y sirve como un término paraguas que abarca la investigación en  la economía del donut y la economía del bienestar, la economía de estado estacionario, y el decrecimiento. La economía del donut y la del bienestar abogan por la satisfacción de las necesidades humanas básicas y por un alto nivel de bienestar dentro de los límites del planeta, mientras que la economía del estado estacionario hace hincapié en la necesidad de estabilizar el uso de los recursos por parte de las sociedades en un nivel relativamente bajo y sostenible. La economía del donut, la del bienestar y la del estado estacionario suelen situar sus propuestas dentro del actual sistema capitalista, mientras que el decrecimiento critica las posibilidades de una desaceleración igualitaria dentro del capitalismo, dado que la competencia capitalista está estructuralmente orientada al crecimiento. Por tanto, el decrecimiento hace hincapié en la necesidad de una transformación planificada y democrática del sistema económico para reducir drásticamente el impacto ecológico y la desigualdad y mejorar el bienestar. El decrecimiento, al igual que la economía estacionaria, considera que un PIB más bajo es un resultado probable de los esfuerzos por reducir sustancialmente el uso de los recursos.6 Reducir el PIB no es un objetivo de estos planteamientos, sin embargo,5 pero, se considera algo a lo que las economías deben ser resistentes. Los enfoques del donut y el bienestar son más agnósticos respecto al crecimiento del PIB, pero siguen considerándolo una medida deficiente del progreso. El poscrecimiento es plural y está abierto a todas estas perspectivas. Todos los enfoques convergen en la necesidad de una mejora cualitativa sin depender del crecimiento cuantitativo, y en la disminución selectiva de la producción de bienes y servicios menos necesarios y más perjudiciales, al tiempo que se incrementan los beneficiosos.

Existe una amplia bibliografía sobre el poscrecimiento y un creciente interés por el concepto, como indican los artículos publicados en destacadas revistas científicas,7-9 informes en medios internacionales,10 y una nueva financiación sustancial para la investigación posterior al crecimiento.11-14 Hasta donde sabemos, esta es la primera revisión exhaustiva del campo. A diferencia de las recientes revisiones sistemáticas del decrecimiento, por ejemplo,15-17 que cuantifican los temas emergentes y las lagunas de la bibliografía, nuestra revisión es una visión general de expertos, escrita por líderes en el campo del poscrecimiento, cada uno especializado en una de sus diversas ramas. Hemos identificado lo que consideramos que son las contribuciones recientes más importantes, sin vernos limitados por las convenciones de una revisión sistemática más estrecha (es decir, buscando sólo artículos en los que el término poscrecimiento aparezca en el título o en el cuerpo del artículo), para incluir las pruebas teóricas y empíricas que son relevantes para las reivindicaciones del poscrecimiento. En primer lugar, explicamos cómo ha evolucionado la investigación sobre el poscrecimiento dentro de la ciencia de la sostenibilidad planetaria, relacionándola con los debates actuales sobre los límites ecológicos, sociales y económicos del crecimiento. En segundo lugar, ofrecemos una visión general de las controversias, los avances y las innovaciones en este campo en los últimos 5 años e identificamos las lagunas de conocimiento que aún persisten.

Límites ecológicos, sociales y económicos del crecimiento

Límites de los recursos

En 2022 se cumplió el 50 aniversario de Los límites del crecimiento, un informe que planteó por primera vez la cuestión de si existen límites relacionados con el sistema terrestre que puedan poner trabas al desarrollo industrial. El informe se basaba en un modelo de dinámica de sistemas (World3) parametrizado con datos de 1900 a 1970, y simulaba escenarios de población, alimentos, recursos no renovables, contaminación, producción industrial y servicios hasta el año 2100.18 En la ejecución estándar del modelo, que suponía la continuación de la toma de decisiones histórica, el resultado es el rebasamiento y el colapso (figura 1). En este escenario, a medida que el capital industrial crece, consume una parte cada vez mayor del flujo de recursos, hasta que el agotamiento de los recursos lleva al colapso de la base industrial, seguido del colapso de todo lo que depende de ella: los servicios, el suministro de alimentos y, en última instancia, la población humana.17.

Figura 1 Cuatro escenarios diferentes del modelo riginal de los Límites del Crecimiento en comparación con los datos reales.

Los Límites del Crecimiento desencadenaron un largo y acalorado debate,23 que sigue sin resolverse.24 Muchos economistas sugirieron que los altos precios de los recursos escasos podrían dar lugar a la innovación tecnológica y la sustitución de recursos. El supuesto de que la tecnología crece exponencialmente, y a un ritmo suficiente para compensar el arrastre del agotamiento de los recursos, permite que el crecimiento continúe sin límites.25 La caída de los precios de las materias primas en el siglo XX, y especialmente en la década de 1980, cuando tuvo lugar el debate sobre los Límites del Crecimiento (figura 2), se consideró un repudio de la hipótesis de los Límites del Crecimiento y una confirmación del poder de la tecnología para compensar la escasez de recursos25.

Figura 2 Índices de precios de las materias primas, 1960-2022

Sin embargo, la ejecución estándar del modelo de los Límites del Crecimiento no sugería escasez antes de la década de 2010. Dada la naturaleza acumulativa del crecimiento compuesto, la hipótesis era que la aparente abundancia se convertiría rápidamente en escasez en algún momento.18 El aumento de los precios de los recursos desde la década de 2000 (figura 2), junto con las perturbaciones económicas, han hecho resurgir la preocupación de que la escasez de recursos pueda efectivamente limitar el crecimiento.27 Otros modelos de dinámica de sistemas basados en World3 sugieren picos y escasez de varios metales críticos en la segunda mitad del siglo XXI.28,29 Sin embargo, estos modelos, al igual que el World3 original y todos los modelos orientados al futuro, corren el riesgo de subestimar avances tecnológicos impredecibles que podrían incentivarse con precios más altos de los recursos.

De los límites de los recursos a los límites planetarios

Los científicos también han tratado de evaluar la validez del modelo de los Límites del Crecimiento analizando hasta qué punto se ajusta a las tendencias históricas desde su publicación.20,21 Estudios anteriores21,30 han estudiado cómo se comparan las distintas ejecuciones del modelo de los Límites del Crecimiento con las tendencias reales y sugieren que el mundo sigue más de cerca el escenario de los Recursos Dobles,18 que difiere de la Ejecución Estándar en su suposición de que la reserva inicial de recursos no renovables es dos veces mayor que la reserva de recursos de la Ejecución Estándar (figura 1). En este escenario, el colapso se produce más tarde y no se debe a la escasez de recursos no renovables (es decir, a un límite de fuente), como en el modelo estándar, sino a la contaminación persistente y a su impacto en la estabilidad del ecosistema (es decir, a un límite de sumidero, también conocido como límite de capacidad regenerativa). Podría decirse que el escenario del doble de recursos se ajusta más a la comprensión actual de los límites medioambientales más acuciantes a los que se enfrenta la humanidad. Por ejemplo, el cambio climático es una preocupación mucho mayor ahora que quedarse sin combustibles fósiles31 (curiosamente, el informe original sobre los Límites del Crecimiento sí se refería a la posibilidad del cambio climático como una forma de contaminación persistente). No obstante, la repetición de las tendencias en el periodo relativamente estable de 1970-2020 no implica en modo alguno que el colapso vaya a producirse en una fecha concreta.32 El modelo de los Límites del Crecimiento nunca pretendió hacer predicciones exactas, sino explorar las tendencias generales de comportamiento del sistema. Por otra parte, como sugirieron los autores de los modelos de los Límites del Crecimiento, hay que prestar menos atención al comportamiento del modelo pasado el punto máximo, ya que el proceso de aproximación a los límites instigará un cambio en la estructura del sistema.

En la última década se ha producido un cambio en la ciencia de la sostenibilidad, que ha pasado de las cuestiones de escasez de recursos a las de cambio y límites globales, mediante el estudio de los límites planetarios que proporcionan un «espacio operativo seguro para la humanidad»33 Las presiones antropogénicas superan ya seis de los nueve límites planetarios identificados: los relacionados con las emisiones de carbono, la pérdida de biodiversidad, el cambio del sistema terrestre, el cambio del agua dulce, los flujos biogeoquímicos y los nuevos contaminantes.34-36 Los científicos naturales han relacionado las tendencias del sistema terrestre con las tendencias socioeconómicas, incluido el crecimiento económico, ilustrando la «Gran Aceleración» de los impactos ecológicos y el crecimiento demográfico y económico.37 Algunos economistas, por el contrario, han argumentado que a medida que las economías se hacen más ricas, a partir de un determinado punto de desarrollo, es probable que su impacto sobre el medio ambiente disminuya (es decir, la hipótesis de la curva de Kuznets medioambiental)38 El nuevo consenso en la literatura empírica, sin embargo, es que aunque algunos contaminantes locales, como el dióxido de azufre, han disminuido en los países de renta alta, normalmente debido a una mejor política, esto no es válido para las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de materiales u otros impactos ecológicos globales.38.

Otro debate se refiere a si cruzar las fronteras planetarias limitará el crecimiento. Hay dos perspectivas enfrentadas sobre esta cuestión. En el modelo DICE de William Nordhaus, por ejemplo, el escenario de referencia proyectaba que un aumento de 4-3°C en la temperatura global para 2100 provocaría solo una pérdida de producción del 4-3% en comparación con las proyecciones de referencia, en una economía global 7-8 veces mayor que en 2015.39 Sin embargo, tales proyecciones excluían los cambios inciertos, abruptos y no lineales del sistema terrestre, y subestimaban los daños climáticos al basarse en las correlaciones actuales entre la temperatura regional y el PIB regional como aproximación al impacto económico del calentamiento global.40 Estudios más recientes sugieren que los costes económicos del cambio climático son mucho más elevados de lo que se había calculado anteriormente: el calentamiento actual ya supone una pérdida de ingresos per cápita del 19% en los próximos 26 años,41 mientras que cada aumento adicional de 1°C en la temperatura cuesta al mundo un 12% en pérdidas del PIB.42 Dadas las incertidumbres que entrañan tales estimaciones, y los problemas que plantea reducir todas las pérdidas de ecosistemas y bienestar debidas al cambio climático a una cifra del PIB, un enfoque alternativo, que han adoptado muchos científicos especializados en sostenibilidad, consiste en tomar los límites planetarios como objetivo de precaución y, a continuación, preguntarse si es posible volver a los límites planetarios o mantenerse dentro de ellos con un crecimiento económico continuado.43

La controversia de la disociación

Gran parte de la investigación sobre la conciliación del crecimiento económico con los límites planetarios se ha enmarcado en la cuestión de si es posible lograr un crecimiento verde, es decir, desvincular el PIB de las emisiones de carbono y del uso de materiales (este último por estar fuertemente vinculado a las presiones medioambientales y a la pérdida de biodiversidad).44,45 Esta literatura distingue entre desacoplamiento relativo, que es una disminución de la intensidad material o de carbono del PIB, donde el PIB crece más rápido que el uso material y las emisiones; desacoplamiento absoluto, que es cuando el PIB crece mientras el uso de materiales y las emisiones disminuyen; y desacoplamiento absoluto suficiente o auténtico crecimiento verde, que es cuando el PIB crece mientras el uso de materiales y las emisiones disminuyen lo suficiente como para mantener la economía dentro de los límites planetarios.46.

Los datos transnacionales indican que el PIB sigue vinculado al uso de recursos medido por la huella material (es decir, la contabilización de la biomasa, los minerales, los metales y los combustibles fósiles necesarios para sustentar el consumo final de bienes y servicios).47 Este hallazgo se mantiene en todas las categorías de materiales y en la mayoría de las regiones, con algunas excepciones, como la disminución del uso de combustibles fósiles en algunos países europeos.47 El consenso de las revisiones y metaanálisis recientes es que, si bien la desvinculación relativa del PIB del uso de materiales es común, no hay pruebas de una desvinculación absoluta sostenida.2,48 Además, las proyecciones modelizadas indican que, a escala mundial, es improbable que se produzca una disociación absoluta, incluso con hipótesis optimistas sobre la tecnología49.

¿Por qué están tan estrechamente ligados los recursos y el PIB? Una primera explicación se centra en el llamado efecto rebote, es decir, la hipótesis de que las mejoras tecnológicas en la eficiencia de los recursos no se traducen necesariamente en una reducción de su uso porque la disminución de los costes provoca un aumento de la demanda.50 Un estudio de 57 casos de materiales y artefactos modernos, por ejemplo, no encontró pruebas de desmaterialización,51 y se han observado repuntes energéticos en toda la economía del 78-101% en EE.UU., Reino Unido y algunos países europeos.52 Otra explicación se centra en la intensidad material de los servicios, el cambio estructural y el comercio internacional. Según un análisis empírico global, todos los sectores de la economía son aproximadamente equivalentes en cuanto a su impacto sobre el clima, la tierra y el agua, debido a las necesidades de recursos integradas de los servicios y al hecho de que los ingresos obtenidos en el sector servicios se gastan en parte en bienes materiales.53 Las investigaciones transfronterizas indican que a medida que las economías de renta alta crecen y se orientan hacia los servicios, deslocalizan cada vez más la producción agrícola e industrial y dependen de las importaciones47 Estas explicaciones coinciden con la visión de la economía ecológica, según la cual el motor de la economía es la energía, materiales y trabajo humano.55

En cuanto a las emisiones de carbono, el panorama es más complejo, ya que es posible sustituirlas por energías más limpias. En el periodo 2005-15, se produjo una disociación absoluta entre el PIB y las emisiones en varios países de renta alta, incluso teniendo en cuenta el comercio (es decir, las emisiones basadas en el consumo).56 Sin embargo, este periodo de tiempo fue de crecimiento históricamente bajo para muchas de estas naciones (figura 3), lo que sugiere que aunque la disociación es posible, la tasa de crecimiento sigue siendo importante, y cuanto más baja sea, más factible resulta la disociación absoluta. En Estados Unidos, por ejemplo, la recesión de 2008 fue una causa importante de la reducción de emisiones57 complicando los argumentos sobre el crecimiento ecológico. Un estudio de 2018 concluyó que Suecia, Dinamarca y Finlandia han logrado una desvinculación suficiente,46 pero los críticos han señalado que esta evaluación utiliza el presupuesto de carbono de 2°C en lugar de un presupuesto de 1-5°C e ignora las emisiones basadas en el consumo.58 La velocidad de reducción tampoco es suficiente desde una perspectiva de equidad si se tienen en cuenta las mayores responsabilidades de mitigación de los países que históricamente han sido grandes emisores de gases de efecto invernadero.58,59 Incluso los países con mejores resultados, como el Reino Unido y Suecia, no están en vías de cumplir los objetivos del Acuerdo de París, ya que una distribución justa del presupuesto mundial de carbono les exigiría reducir las emisiones un 10% y un 12% cada año, respectivamente, lo que supone el doble de sus compromisos políticos actuales.60.

Figura 3 Tasa de crecimiento del PIB real per cápita, 1960-2020, para diferentes regiones y países.

A pesar de esta incertidumbre sobre las perspectivas de un desacoplamiento suficiente, el crecimiento verde sigue siendo una característica estándar de los escenarios de mitigación climática para 1-5°C y 2°C que se modelizan mediante modelos convencionales de evaluación integrada y que revisa el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).61,62 Estos escenarios concilian el crecimiento económico con los objetivos climáticos apoyándose en hipotéticas tecnologías de emisiones negativas a gran escala con esquemas de eliminación de CO2 desarrollados en el futuro, mejoras sin precedentes de la eficiencia energética, o ambas cosas.63 Estos escenarios también ignoran los impactos climáticos en la economía y la sociedad.64 Varios estudios plantean dudas sobre los riesgos de confiar en tecnologías de emisiones negativas no probadas65 y sobre las tasas sin precedentes de desacoplamiento PIB-energía en escenarios de baja energía.52 Cinco nuevos estudios muestran cómo la reducción de la producción agregada facilita la consecución de los objetivos climáticos, sin tener que depender de supuestos posiblemente poco realistas sobre el cambio tecnológico.66-70

Si el argumento estándar del crecimiento verde es que el crecimiento puede continuar mientras las presiones ecológicas se reducen a niveles sostenibles, una afirmación más fuerte es que la ecologización de la economía puede ser en sí misma un motor de crecimiento. Varios modelos económicos demuestran que las inversiones en infraestructuras ecológicas y mitigación del cambio climático pueden tener un efecto multiplicador que aumente el crecimiento en países con atonía económica.71-73 Los efectos de estímulo a corto plazo de una transición energética limpia, sin embargo, deben distinguirse de los posibles efectos de segundo orden, o a más largo plazo.74 Hay cuestiones abiertas sobre si las inversiones verdes desplazan a otras, inversiones más productivas (en términos de PIB),75 o si los activos de combustibles fósiles varados pueden causar shocks financieros que repercutan negativamente en el PIB.72 Los modelos muestran que si las energías limpias dependen de insumos sucios para su producción, la innovación tecnológica no basta para sostener el crecimiento y reducir las emisiones.76 Hay debates en curso sobre las repercusiones sociales y medioambientales de una transición energética limpia,77-79 sus implicaciones en cuanto a la energía neta que queda para otros usos sociales,79,80 y las emisiones que supondrá esta transición.79 Un argumento relacionado es que una disminución del rendimiento energético de la inversión en energía –es decir, la relación entre la cantidad de energía producida y la cantidad de energía utilizada para producir esa energía, por tanto, una aproximación a un excedente neto de energía– tendrá un impacto negativo en el crecimiento81 y que si cae por debajo de un determinado ratio mínimo, el crecimiento podría llegar a ser imposible.82 Sin embargo, la preocupación de que un cambio a las renovables pueda precipitar tal escenario es probablemente infundada, ya que las renovables tienen un rendimiento energético de la inversión en energía comparable, si no superior, al de los combustibles fósiles, cuando el rendimiento energético se mide en el punto de uso.83,84.

En resumen, hay poco acuerdo sobre si es factible un desacoplamiento absoluto suficiente. A este respecto, se observa un cisma entre la economía dominante y la ecológica, y entre el crecimiento verde y los planteamientos posteriores al crecimiento en la ciencia de la sostenibilidad. Aunque el crecimiento verde es teóricamente posible, y los avances insuficientes del pasado no son prueba de imposibilidad futura, el campo del poscrecimiento sugiere adoptar un enfoque preventivo, dados los antecedentes históricos y el rápido estrechamiento del margen para evitar el colapso ecológico.85 Poscrecimiento, no afirma que sea imposible desvincular la actividad económica de las emisiones y llegar a cero emisiones netas, sino que el crecimiento económico lo hace más difícil. En el caso de la energía y el uso de materiales, que sólo pueden reducirse y nunca llegar a cero, las reducciones necesarias son más fáciles de conseguir con el poscrecimiento.

Bienestar humano y límites sociales del crecimiento

Una segunda motivación de la investigación sobre el poscrecimiento, que se remonta a la misma época que Los límites del crecimiento, es la observación de que, por encima de un determinado nivel de renta, el crecimiento del PIB no mejora el bienestar humano.86 La hipótesis de los límites sociales sostiene que existe un límite en la medida en que el crecimiento mejora el bienestar subjetivo, porque los humanos se adaptan a mayores niveles de ingresos,87 y se comparan con otros que también se enriquecen,88 o porque la producción adicional se destina a bienes de estatus de suma cero.89 La hipótesis del coste social es que, a partir de cierto nivel del PIB, los costes del crecimiento (por ejemplo, congestión, contaminación, salud mental, agitación social) podrían compensar sus beneficios para el bienestar.90 Se dice que el crecimiento se vuelve antieconómico.91.

Una línea de evidencia que apoya la hipótesis de los límites sociales es la muy debatida paradoja de Easterlin, en la que se encuentra que la felicidad autodeclarada varía directamente con los ingresos, tanto entre naciones como dentro de ellas, pero con el tiempo el crecimiento de los ingresos no está significativamente relacionado con el crecimiento de la felicidad.92 Este hallazgo ha sido cuestionado93 y parece que la relación empírica entre crecimiento y felicidad depende del conjunto de países la duración del periodo y el tipo de bienestar que se mida.94 Además, aunque los ingresos y la felicidad parecen estar relacionados durante los descensos del PIB, esta relación no se aplica durante los aumentos del PIB.95 Nuevos estudios que han inspirado la investigación posterior al crecimiento han demostrado que los países con políticas de pleno empleo, fuertes redes de seguridad social y servicios públicos descomoditizados muestran una mayor satisfacción vital88,96 y que las relaciones humanas tienen un efecto mucho mayor en el bienestar personal que los ingresos.97

La investigación sobre el bienestar ha demostrado que una amplia gama de indicadores de resultados sociales muestran rendimientos decrecientes a medida que aumenta el PIB por persona.95 Estos indicadores incluyen los siete primeros Objetivos de Desarrollo Sostenible (sin pobreza, hambre cero, buena salud, educación de calidad, igualdad de género, agua potable y energía suficiente), que, según los acuerdos existentes, se alcanzan con un PIB de unos 15 000 dólares por persona (medido en dólares estadounidenses de paridad de poder adquisitivo de 2011).98 Se ha descubierto que las mejoras en los resultados sociales se deben principalmente a factores distintos de los ingresos, como los programas de salud pública y otros servicios públicos.99-101.

Las investigaciones sobre indicadores alternativos al PIB apoyan provisionalmente la tesis del coste social.102 El Indicador Genuino de Progreso (GPI), por ejemplo, es una métrica más completa del progreso que, a diferencia del PIB, distingue entre actividad perjudicial y beneficiosa.3 Un meta-análisis de 17 países encuentra un patrón general de nivelación del IPG y una disociación entre el IPG y el PIB.3 A nivel mundial, El IPG per cápita alcanzó su máximo en 1978 y desde entonces no ha aumentado más allá de unos 7.000 dólares per cápita (medidos en dólares de 2005).

Aunque el crecimiento por encima de un determinado nivel de renta no mejore el bienestar, esto no implica que el crecimiento negativo lo beneficie. Los efectos negativos de las recesiones sobre la felicidad están bien establecidos;88 Sin embargo, se han observado tendencias positivas en los resultados sociales durante algunas recesiones,103 y se han relacionado con los vínculos sociales104 y los sistemas de salud pública.105 Dada la preocupación por el crecimiento, vinculado a sobrepasar los límites planetarios y socavar fatalmente el bienestar humano a largo plazo, la investigación sobre el poscrecimiento se pregunta en qué condiciones sociales y con qué tipos de políticas podrían mantenerse altos niveles de bienestar con bajos niveles de producción y uso de recursos.106 En contraste con el enfoque de maximización de la utilidad que sustenta el PIB, el postcrecimiento conceptualiza el bienestar humano en términos de una amplia gama de medidas subjetivas y objetivas de bienestar, centrándose en la satisfacción de las necesidades básicas.106,107.

Estancamiento y límites económicos al crecimiento

Otra cuestión es si el crecimiento continuará en las economías que ya han alcanzado altos niveles de PIB. Los países de renta alta, como Estados Unidos, Japón e Italia, muestran signos de descenso de las tasas de crecimiento o incluso de estancamiento.108,109

Los economistas han tratado de explicar esta tendencia de varias maneras. Una interpretación es que los rendimientos marginales disminuyen a medida que una economía crece y se hace más compleja.110 Modelos de crecimiento endógeno, sin embargo, afirman que el conocimiento y las nuevas ideas pueden proporcionar rendimientos crecientes a la inversión de capital en infraestructuras o educación que compensen los rendimientos decrecientes.111 Nuevos datos empíricos sugieren que la productividad en investigación e innovación podría estar disminuyendo, con implicaciones para el crecimiento económico.112 Muchos economistas piensan ahora que existe una tendencia al estancamiento en los países de renta alta, con explicaciones centradas en factores relacionados con la demanda y la inversión,113,114 o factores relacionados con la oferta (por ej, demografía, educación, distribución, energía y deuda).109,115 Para este último, pero este argumento asume que el efecto de la energía en el PIB es pequeño dada la pequeña proporción de gastos relacionados con la energía en el PIB total. Si la energía empezara a escasear, lo que es posible, aunque lejos de ser seguro, esta relación podría cambiar, dado que cuando la energía escasea, puede imponer fuertes restricciones al crecimiento.116 Durante las grandes crisis del petróleo, por ejemplo, el crecimiento de la producción puede caer sustancialmente.117.

Mientras que una desaceleración económica se ha visto tradicionalmente como un problema,118 algunas contribuciones recientes lo enfocan como el resultado del éxito económico: los países de renta alta han alcanzado niveles de producción y riqueza sin precedentes históricos, y el estancamiento es el efecto de evoluciones deseadas, como el descenso de las tasas de fecundidad voluntaria o el paso de la industria manufacturera a los servicios.108 Otros estudios, sin embargo, muestran que el desplazamiento de los países de renta alta hacia los servicios se ha basado en un intercambio desigual de mano de obra con los países de renta baja y media, de forma que los altos niveles de vida de los primeros se subvencionan con mano de obra agrícola e industrial mal pagada en los segundos.54,119

Sea cual sea la razón subyacente o la actitud de cada uno al respecto, una desaceleración económica podría resultar beneficiosa para el medio ambiente.120 La investigación económica ha demostrado que la tasa deseada (u óptima) de crecimiento del consumo podría disminuir hasta casi cero si se tienen en cuenta los riesgos (medioambientales) asociados a las nuevas tecnologías y las preferencias de las personas por la seguridad.121 Desde una perspectiva posterior al crecimiento, el problema no es que el crecimiento esté llegando a su fin, sino que, dado que los sistemas económicos y políticos dependen del crecimiento para su estabilidad,5 estancamiento bajo el capitalismo plantea riesgos sustanciales para la estabilidad institucional.4

Investigación sobre el poscrecimiento

En los últimos 5 años, la investigación bajo las etiquetas de poscrecimiento,1 decrecimiento,122 Economía del donut,43 economía del bienestar,123 y economía estacionaria91 ha empezado a afinar las preguntas a las que hay que dar respuesta si se quiere alcanzar el objetivo de prosperidad sin crecimiento.

Modelos y políticas poscrecimiento

La ausencia de crecimiento en las economías existentes puede desencadenar desempleo, desigualdad y acumulación de deuda, como factores vinculados a la inestabilidad social y la disminución del bienestar.4,5 Investigaciones recientes han explorado las condiciones en las que podrían evitarse estos resultados. Un importante avance metodológico ha sido el desarrollo de varios modelos macroeconómicos ecológicos nuevos.124 Estos modelos difieren del modelo original de los Límites del Crecimiento al integrar variables económicas y financieras. A diferencia de los modelos macroeconómicos convencionales, que aplican un marco de optimización con un único objetivo (por ejemplo, la utilidad y, por tanto, el crecimiento del PIB), los modelos macroeconómicos ecológicos suelen tener múltiples objetivos no sustituibles (por ejemplo, la sostenibilidad, la equidad y el bienestar humano).125 Los modelos simplifican y cuantifican una realidad compleja, permiten explorar un abanico de posibilidades basado en escenarios hipotéticos. Sin embargo, la cuantificación puede pasar por alto elementos más cualitativos, ambiguos y específicos del contexto que se captan mejor mediante enfoques mixtos o cualitativos, como estudios de casos o etnografías, que también forman parte del conjunto de herramientas interdisciplinarias de la investigación posterior al crecimiento.

Dos modelos macroeconómicos ecológicos especialmente importantes desarrollados para probar la posibilidad de intervenciones y trayectorias posteriores al crecimiento son LowGrow SFC (calibrado con datos de Canadá126) y Eurogreen (calibrado con datos de Francia127). Diferentes medidas políticas y supuestos producen diferentes resultados, pero es notable que los escenarios de estos dos modelos y países comparten algunas tendencias básicas (figura 4). En ambos modelos, las trayectorias de menor crecimiento conducen a resultados climáticos mucho mejores. Además, es posible obtener buenos resultados sociales si se aplican las políticas adecuadas. La reducción de la jornada laboral y el cambio de sectores intensivos en capital a sectores intensivos en mano de obra mantienen el empleo sin crecimiento, mientras que una garantía de empleo (Eurogreen) y pagos adicionales de transferencias (LowGrow SFC) reducen la desigualdad. Los escenarios sostenibles combinan la tecnología, las estrategias de inversión impulsadas por las políticas y la redistribución de forma que frenan el crecimiento y el impacto medioambiental sin comprometer el bienestar. La deuda pública aumenta, aunque no hasta niveles insostenibles, mientras que la deuda de los hogares disminuye (figura 4).

Figura 4 Simulación de la transición posterior al crecimiento: estudios de caso de Canadá y Francia

La reducción del tiempo de trabajo es crucial en estos escenarios porque reduce el desempleo, que es el efecto del aumento de la productividad laboral en un contexto de crecimiento menor o decreciente.5,128 aunque hasta la fecha, no se han estimado modelos causales robustos y persiste el debate sobre la eficacia de la reducción de la jornada laboral como estrategia para mitigar el cambio climático.131 Los ensayos mundiales que se están llevando a cabo con una semana laboral de cuatro días podrían aportar más información sobre estas cuestiones.

En estos modelos también se utilizan impuestos sobre el carbono y los recursos. Estudios anteriores aportan pruebas adicionales sobre la utilidad de estas intervenciones. Por ejemplo, los impuestos sobre los combustibles llevan a las empresas a innovar más en tecnologías limpias (y menos en las sucias),132 aunque la transición puede ser lenta a menos que los impuestos se combinen con fuertes subvenciones a la investigación.133 Siguen planteándose interrogantes sobre las consecuencias distributivas de los impuestos sobre el carbono134 y su aceptabilidad política.135 Algunos investigadores sugieren que los diseños de impuestos redistributivos, como los dividendos de carbono,136 y los procesos inclusivos de toma de decisiones podrían mejorar la aceptación.137 Sin embargo, como concluyó un notable economista,138 dados los obstáculos políticos, «es poco probable que la tarificación del carbono por sí sola, a niveles políticamente plausibles, sea especialmente eficaz para reducir las emisiones procedentes del petróleo y el gas utilizados en los sectores del transporte, comercial y residencial [y] los economistas tienen que buscar en otra parte políticas climáticas eficientes».

Se han propuesto otras políticas para una transición posterior al crecimiento, y recientemente se ha intentado sintetizarlas en paquetes coherentes (tabla).139 Algunas de estas políticas podrían ser compatibles con el crecimiento, pero en la literatura postcrecimiento, el objetivo es asegurar buenos resultados sociales (por ejemplo, empleo y niveles de vida decentes) en ausencia de crecimiento, y reestructurar la economía para que sea más verde, más sana y más equitativa.139 Entre las principales propuestas figuran los servicios básicos universales (incluida la sanidad), una renta incondicional, la garantía del empleo y la reducción de la jornada laboral. Aunque se necesita más investigación, muchas de estas políticas ya se han aplicado en la práctica, incluso en experimentos controlados. Por ejemplo, cada vez hay más pruebas de los efectos sociales positivos de las transferencias de renta básica a grupos económicamente vulnerables.140 También hay pruebas de que las reducciones del tiempo de trabajo impulsadas por la productividad pueden mejorar los resultados medioambientales141 y que intensificó la productividad laboral, sin reducción del tiempo de trabajo, afecta negativamente al bienestar de los trabajadores y perjudica la productividad a largo plazo.142 Los datos de 193 países muestran que la cobertura sanitaria universal se asocia con una mayor esperanza de vida al nacer y una mayor esperanza de vida con buena salud.144 Abundan las preocupaciones sobre cómo pagar estas políticas sociales en un escenario posterior al crecimiento, y cómo hacerlo a la vez que se controla la inflación. Los defensores de estas políticas las abordan actualmente a través de la Teoría Monetaria Moderna y la financiación con dinero público (cuadro).

Descripción Los argumentos a favor Preocupaciones o puntos de debate
Renta básica universal Una renta mensual garantizada a todos los residentes de por vida, sin ningún requisito Compensa el trabajo de cuidados no remunerado; reduce las desigualdades; permite a las personas dedicarse a actividades creativas no salariales; desvincula la supervivencia del empleo; elimina el estigma y la burocracia asociados a los sistemas de prestaciones convencionales Si se financia con impuestos sobre la renta o los recursos, la renta básica universal podría crear una dependencia del crecimiento para financiarla; podría suprimir los salarios o aumentar los alquileres, ya que los empresarios pagan menos y los propietarios cobran más sabiendo que los trabajadores reciben la renta básica; la presión medioambiental podría repuntar si los ingresos se gastan en consumo material.
Reducción de la jornada laboral Reducción de las horas reglamentarias de trabajo por semana o año Garantiza un alto nivel de empleo en ausencia de crecimiento; confiere beneficios para el bienestar y la salud; reduce las presiones medioambientales; redistribuye las ganancias de productividad hacia el trabajo Podría reducir el poder adquisitivo de los trabajadores si el salario por hora se mantiene constante (no es el caso, sin embargo, de las propuestas de reducción de la jornada laboral con salario mensual constante); podría provocar un repunte del impacto medioambiental si el tiempo libre se utiliza de forma intensiva en recursos; podría aumentar el desempleo si el aumento de los costes laborales anima a las empresas a adoptar estrategias de ahorro de mano de obra.
Servicios básicos universales Acceso garantizado a la atención sanitaria, la educación, la vivienda, el tránsito, la alimentación y los servicios asistenciales para todos, sin tener que pagar por ellos (o sólo en parte) Garantiza unas condiciones mínimas para una vida digna independientemente de las fluctuaciones de la producción agregada; reduce la pobreza; redistribuye el acceso a los servicios; reduce las desigualdades El acceso a algunos servicios (por ejemplo, alimentación y vivienda) puede requerir la comprobación de recursos, lo que puede estigmatizar y crear incentivos para que las personas sigan en situación de inseguridad para mantener el acceso a estos servicios.
Garantía de empleo Todos los residentes tienen garantizado el acceso a la formación y al empleo en obras públicas esenciales Elimina el desempleo involuntario; reduce la pobreza y la exclusión; puede utilizarse para dirigir la mano de obra hacia actividades social y ambientalmente beneficiosas; puede utilizarse para establecer buenas normas laborales y salarios en toda la economía La propiedad pública limitada de los medios de producción restringe la posibilidad de reorientar la economía a través de obras públicas; en algunos países, el Estado podría carecer de legitimidad suficiente para reestructurar la economía y podría ser impopular trabajar para el Estado; unos salarios más altos podrían impulsar estrategias de ahorro de mano de obra por parte del capital; unos salarios más altos podrían estimular un mayor crecimiento
Renta máxima Renta total máxima admisible o diferencia salarial máxima en una organización o en el conjunto de la sociedad. Limita las desigualdades; reduce el exceso de poder adquisitivo de los ricos; reduce la producción y el consumo innecesarios; reduce el impacto ecológico Evasión fiscal; emigración de profesionales bien pagados
Impuesto sobre el patrimonio Impuesto anual progresivo sobre la posesión de bienes por encima de un determinado umbral Reduce las desigualdades; distribuye la riqueza de forma más equitativa; puede utilizarse para financiar políticas sociales y ecológicas Evasión fiscal; fuga de riqueza y capitales
Dinero público Creación de dinero por el Estado para gastar en iniciativas sociales y medioambientales; la política crediticia y la fiscalidad se utilizan para reducir el exceso de demanda y controlar la inflación. Aumenta las posibilidades fiscales; facilita dinero libre de deuda que no requiere crecimiento para ser reembolsado El poder puede utilizarse indebidamente para pagar proyectos social y medioambientalmente perjudiciales; podría ser políticamente difícil retirar dinero de la circulación para reducir la inflación.
Sustituir el PIB Sustituir el PIB por indicadores de bienestar y sostenibilidad Elimina el papel distorsionador del PIB, que es una mala medida del bienestar; orienta la política hacia objetivos de bienestar y sostenibilidad Ausencia de una comunidad epistémica poderosa que apoye indicadores alternativos; la contabilidad del PIB está arraigada en las estructuras institucionales
Limitar y adaptar Limitación y eliminación progresiva de los combustibles fósiles, racionamiento del uso de combustibles fósiles por país Reducción directa de las emisiones; reparto equitativo de la mitigación Supervisión y aplicación; es poco probable que se alcance un acuerdo internacional más vinculante
Nuevo Pacto Verde Programa de inversión pública del orden del 5% del PIB para lograr una transición climática justa, junto con políticas sociales Rápida movilización de recursos para mitigar el cambio climático; justicia social y reducción de las desigualdades Coste y presión para que el crecimiento amortice las inversiones; injusticia medioambiental contra las regiones de donde se extraen las materias primas
Impuestos o dividendos del carbono Gravar el carbono (incluidos los bienes importados) y devolver los ingresos como dividendo universal Incentiva el abandono de actividades intensivas en carbono; evita consecuencias distributivas y conflictos Debe ser muy elevado para tener un efecto real; pocas posibilidades de sustitución para muchas actividades intensivas en carbono; ha perdido impulso político

Cuadro Políticas poscrecimiento

Resumen de los principales argumentos esgrimidos por los defensores de estas políticas, junto con sus críticas más pertinentes. Los defensores han defendido las propuestas frente a esas críticas; consideramos que estos debates están abiertos y marcan fronteras para nuevas investigaciones.

Una cuestión social y económica central se refiere a la dinámica de la desigualdad en ausencia de crecimiento. Esta cuestión está motivada por la tesis de Thomas Piketty de que cuando el crecimiento del PIB es inferior a la tasa real de rendimiento del capital (que históricamente se ha situado en torno al 5%), una mayor proporción de la renta nacional puede acumularse en manos de los poseedores de riqueza.145,146 Los datos de EE, China, Francia y el Reino Unido muestran un aumento de los porcentajes de renta y riqueza superiores desde la década de 1980, pero con variaciones sustanciales debidas a las diferentes políticas e instituciones específicas de cada país.147 En particular, en el conjunto de datos de Piketty, las desigualdades aumentaron históricamente después de la década de 1980 en un periodo en el que las economías sí crecieron, y la gran reducción de las desigualdades en el siglo XX fue el efecto secundario de las dos guerras y la destrucción de riqueza, así como de las políticas redistributivas que trajeron consigo las guerras. En entornos de crecimiento bajo o nulo, las políticas que reducen los rendimientos del capital (por ejemplo, gravando la riqueza o promoviendo la propiedad de los trabajadores) y las políticas que apoyan un cambio hacia industrias intensivas en mano de obra (por ejemplo, educación o sanidad) pueden evitar que aumente la desigualdad.145,146 Independientemente de las tasas de crecimiento, el papel de unos sindicatos fuertes también es crucial para reducir las desigualdades.148

Más allá de la investigación orientada a la política económica, los investigadores también han tratado de conceptualizar cómo sería el poscrecimiento en diversos ámbitos de la vida: desde la innovación149 y urbanismo150 a la moda151 o el ocio.152 Estos estudios siguen un enfoque más cualitativo, a menudo basados en estudios de casos, que ofrecen ricas hipótesis sobre los acuerdos culturales, sociales y políticos que podrían permitir a las sociedades prosperar sin crecimiento en diferentes contextos.

Dependencias del crecimiento

En el marco de los acuerdos económicos existentes, el crecimiento se considera necesario para aumentar el empleo, reducir las desigualdades y aumentar los ingresos fiscales para pagar los servicios públicos. ¿Cómo se pueden reducir estas dependencias del crecimiento? Por ejemplo, ¿cómo pueden sostenerse los sistemas de bienestar (por ejemplo, pensiones, educación y sanidad) sin crecimiento? Los investigadores han propuesto políticas específicas para alcanzar estos objetivos (tabla). La dificultad asociada a la modelización de estos cambios radica en la imposibilidad de calibrarlos utilizando la experiencia histórica. Se han adoptado dos enfoques para abordar este problema. Uno consiste en analizar estudios de casos en los que naciones concretas (por ejemplo, Japón) han tenido que gestionar un estancamiento a largo plazo.153 La otra es deconstruir la mecánica de la dependencia del crecimiento para sectores concretos del Estado del bienestar y generar diferentes posibilidades institucionales para el bienestar sin crecimiento.154,155
La relación entre el gasto social y el PIB es sin duda una importante fuente de dependencia del crecimiento. Como demuestran los estudios sobre el sector de la asistencia social en el Reino Unido, el envejecimiento de la población y el aumento de la productividad en otros sectores, que elevan el coste de los servicios de asistencia, junto con una privatización y financiarización del sector que hace necesario obtener beneficios a corto plazo, hacen que el crecimiento constante sea un imperativo para los proveedores de asistencia social. Pero este crecimiento depende crucialmente de las relaciones de poder, ya que existen opciones alternativas para financiar los servicios de asistencia que no sean el crecimiento de los ingresos, pero éstas están limitadas por los intereses creados vinculados a la organización privatizada del sector de la asistencia.155 Cómo pagar los servicios sociales sin crecer es una cuestión importante, y ahora se abre una agenda de investigación sobre las posibilidades de las finanzas públicas y la regulación del crédito para redirigir el trabajo y los recursos allí donde más se necesitan sin depender del crecimiento.156

Persisten los debates sobre si las economías capitalistas tienen imperativos de crecimiento inherentes, es decir, mecanismos que exigen el crecimiento para mantener el funcionamiento de la economía y que son difíciles de eludir para los individuos, las empresas o los Estados nación.157 Los estudios han argumentado que en condiciones de innovación tecnológica, las empresas se ven presionadas a acumular capital para evitar ser expulsadas del negocio por sus competidores.157 La deuda con intereses también podría obligar al crecimiento, al menos en el caso de deudas privadas o externas, aunque los modelos encuentran que los tipos de interés positivos son compatibles con economías que no crecen si todos los beneficios de los intereses se distribuyen a los hogares.158 Un estudio de diez casos históricos concluyó que los préstamos con intereses han sido problemáticos en economías que no crecían y que crecían lentamente en el pasado, y en ocasiones se han resuelto cancelando deudas o prohibiendo el interés compuesto.159

Aunque los marcos políticos posteriores al crecimiento están bastante bien desarrollados, se ha prestado menos atención a las políticas que pueden hacer posibles políticas tan radicales. Una línea de investigación se centra en los factores que bloquean las políticas orientadas al crecimiento y, por tanto, dejan poco margen para las alternativas. Historiadores y científicos sociales han intentado explicar los orígenes de la hegemonía política del crecimiento:160 el predominio de la búsqueda del crecimiento del PIB como objetivo político. El crecimiento podría no ser un imperativo económico en abstracto, sugiere esta literatura, sino más bien un imperativo político, encerrado en relaciones de poder, instituciones y sistemas contables orientados a su consecución.161 La preocupación contemporánea por el PIB surgió como respuesta a la necesidad de los gobiernos de gestionar la producción económica durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, mientras que el objetivo del crecimiento se afianzó durante la Guerra Fría, vinculado a la carrera armamentística entre los dos bloques.161 Un proceso iterativo entre la contabilidad y la orientación y las instituciones orientadas a la medición y persecución del PIB, fue haciendo aparecer el crecimiento como un objetivo natural e incuestionable.162 Pero el éxito del crecimiento como objetivo político, se deriva de su función, que fue apaciguar y desviar el conflicto distributivo, convirtiéndose en un factor central de la legitimidad del Estado y de la estabilidad política.163 Los teóricos políticos debaten ahora los efectos que el fin del crecimiento podría tener en la legitimidad y la estabilidad de las democracias liberales.4,164 Sin embargo, algunos estudiosos sostienen que, si bien es muy posible que se produzca un giro hacia el autoritarismo, el conflicto social también podría, en condiciones que quedan por estudiar, abrir caminos hacia formas de democracia más profundas y directas122.

Mientras que estos relatos sugieren que una transición posterior al crecimiento podría ser políticamente difícil por razones estructurales, otros estudios apuntan a posibilidades políticas prometedoras. Las encuestas muestran que la mayoría de los europeos están a favor del poscrecimiento,165 la mayoría de los científicos (especialmente los climatólogos) se muestran agnósticos respecto al crecimiento o favorables al decrecimiento166 y entrevistas con miembros electos del Parlamento Europeo constatan una fuerte corriente de ideas poscrecimiento entre los políticos de izquierdas y verdes.167 La investigación sobre el Parlamento alemán, sin embargo, concluye que el discurso y la práctica política en torno al crecimiento siguen sin responder a las convicciones individuales de los políticos, debido al arraigado papel del crecimiento como opción política para mitigar el conflicto distributivo.168 Se abren vías prometedoras cuando el problema se enmarca en una resiliencia limitada debida a la dependencia del crecimiento, y con soluciones específicas que respondan a retos inmediatos de estabilidad169 o cuando se prioriza el bienestar en lugar de evitar la pérdida medioambiental.170

Aunque existe una vibrante literatura sobre las formas en que los movimientos sociales podrían actuar como agentes políticos del poscrecimiento,171-173 menos atención se ha prestado a las implicaciones geopolíticas de los escenarios posteriores al crecimiento, y los riesgos a los que podrían enfrentarse los pioneros, como la fuga de capitales o el declive del poder geopolítico. Como con los clubes climáticos propuestos por los economistas,174 podría haber posibilidades para los clubes postcrecimiento, donde las naciones colaboran en torno a un conjunto compartido de políticas de poscrecimiento e imponen sanciones a los no participantes. La asociación Gobiernos de la Economía del Bienestar (que incluye a Escocia, Islandia, Nueva Zelanda, Gales, Finlandia y Canadá) y el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles (una especie de acuerdo internacional sobre la reducción equitativa de una industria perjudicial, firmado ya por muchos países), pueden considerarse pasos en esta dirección.123,175

Vivir bien dentro de unos límites

La investigación posterior al crecimiento sobre el uso de los recursos y el bienestar humano se enfrenta a dos grandes preguntas: ¿puede alcanzarse el bienestar con niveles de uso de los recursos inferiores a los que caracterizan hoy a los países de renta alta? Y en caso afirmativo, ¿permitiría esto a la humanidad en su conjunto mantenerse dentro de los límites planetarios?

La investigación sobre el poscrecimiento explora medidas subjetivas y objetivas de bienestar, y los estudios empíricos recientes coinciden en dos puntos importantes. En primer lugar, existe una variación sustancial en los niveles de uso de recursos y emisiones de carbono con los que se garantizan actualmente unos buenos resultados sociales,176,177 con varios países de renta media que logran resultados sociales que igualan o superan los de los países de renta alta.178 Segundo, actualmente no hay países que logren buenos resultados sociales sin salirse de los límites planetarios (figura 5)–aunque algunos, como Costa Rica, se acercan.180

Figura 5 Número de umbrales sociales alcanzados frente a número de límites biofísicos transgredidos para 92 países en 2015, escalados por PIB per cápita.

La investigación empírica apunta, por tanto, a un importante enigma. Por un lado, los países de renta alta alcanzan altos niveles de bienestar humano, pero sobrepasan significativamente los límites planetarios que les corresponden.181,182 Por otro lado, a pesar de la disminución de la cantidad de energía necesaria para alcanzar los objetivos de desarrollo humano,183 modelar niveles de vida decentes para todos dentro de los límites planetarios muestra que, en las condiciones actuales, hay muy poco margen para el exceso o la desigualdad.184

Esta investigación ha llevado a dirigir la atención hacia sistemas de aprovisionamiento alternativos y los tipos de dinámicas distributivas que podrían cambiar radicalmente las relaciones actuales entre el uso de los recursos y el bienestar humano.185 Los sistemas de aprovisionamiento se refieren tanto a los sistemas físicos (por ej, infraestructura y tecnología) y sistemas sociales (mercados, instituciones gubernamentales y cultura). Las investigaciones demuestran que aumentando los factores de provisión beneficiosos (por ejemplo, los servicios públicos, la igualdad de ingresos y la calidad democrática) y reduciendo otros factores perjudiciales (por ejemplo, el crecimiento económico más allá de niveles moderados de afluencia), las necesidades humanas pueden satisfacerse con niveles mucho más bajos de uso de energía.186 También está bien establecido, aunque con necesidad de actualización, pruebas empíricas de que muchos países de renta baja que implantan sistemas públicos de provisión logran mejores resultados sanitarios que economías mucho más ricas que no lo hacen.187 Además, el primer esfuerzo mundial de modelización energética para una vida digna calcula que las necesidades humanas pueden satisfacerse con un buen nivel para 10.000 millones de personas con niveles de uso de la energía compatibles con 1-5°C.188 Una reciente revisión de los modelos y escenarios de transformación industrial concluyó que las medidas combinadas del lado de la oferta y la demanda podrían reducir el uso actual de materiales en toda la economía en un 56%, el uso de energía en un 40-60%, y las emisiones de gases de efecto invernadero en un 70% hasta llegar a cero neto.189

Dinámica Norte-Sur en un contexto posterior al crecimiento

En la literatura sobre el poscrecimiento, existe un acuerdo general en que los países de renta baja deberían alcanzar resultados sociales similares a los que disfrutan actualmente los países de renta alta, y deberían aumentar la producción lo necesario para lograr estos resultados.7,91 Sin embargo, la necesidad de contracción y convergencia en el uso de los recursos dentro de la economía mundial plantea interrogantes sobre los cambios necesarios en la estructura de la economía mundial. Una cuestión fundamental es la relación entre el desarrollo y el uso de los recursos en los países de renta baja y el desarrollo y el uso de los recursos en los países de renta alta.

Los economistas ecológicos han abordado esta cuestión utilizando datos de insumo-producto ampliados desde el punto de vista medioambiental y han descubierto que el crecimiento en los países de renta alta depende de una gran apropiación neta de materiales, energía, tierra y mano de obra del Sur Global, plasmada en bienes comercializados.54,190 A su vez, los estudiosos del sistema mundial han argumentado que este intercambio desigual se produce porque los Estados más ricos son capaces de aprovechar su poder financiero y geopolítico para organizar la producción en el Sur Global hacia el abastecimiento de las cadenas mundiales de materias primas, a la vez que deprimen los precios de la mano de obra y los recursos en el Sur Global.54,191 Este proceso drena a los países del Sur Global de sus capacidades productivas que podrían utilizarse en su lugar para atender las necesidades humanas locales y alcanzar los objetivos de desarrollo de forma más directa.54,191 Este análisis va en contra de las narrativas dominantes en la economía del desarrollo y los discursos políticos dominantes. Sin embargo, si esta literatura es correcta, el poscrecimiento en los países de altos ingresos podría ser beneficioso para los países de bajos ingresos, en la medida en que reduce o elimina una apropiación injusta de los recursos.171,172

Sin embargo, en la medida en que los países de renta baja han llegado a depender de las exportaciones a los países de renta alta para mantener el empleo y el servicio de la deuda,192 transiciones posteriores al crecimiento y la reducción de la demanda en el segundo podrían tener efectos perjudiciales en el primero, en ausencia de intervenciones políticas. La literatura sobre soberanía monetaria193 y política industrial194 podría ser útil para ofrecer ideas sobre cómo los gobiernos de los países de renta baja pueden reducir la dependencia de las divisas, y movilizar recursos, mano de obra y producción en torno a las necesidades humanas y los objetivos nacionales de desarrollo.

Otro ángulo a través del cual se han abordado las cuestiones del desarrollo humano y el crecimiento es a través de la literatura sobre el postdesarrollo y el desarrollo orientado a las necesidades, que han surgido del Sur Global, y que sostienen que el crecimiento no debe perseguirse como un objetivo en sí mismo; más bien, la atención debe centrarse en los resultados sociales, siguiendo modelos locales de desarrollo humano y bienestar, en lugar de un modelo de crecimiento universal del Norte Global.195,196 Esta literatura se basa en una larga historia de ideas críticas con el crecimiento en algunos países del Sur Global, como India y Bután,197 o experiencias en países como Tanzania, Irán y Haití.198

Lecciones aprendidas y lagunas de conocimiento

Independientemente de lo que se piense sobre la sostenibilidad o la conveniencia del crecimiento económico, dado que el mundo se encuentra en una situación de ralentización del crecimiento unida a una intensificación del colapso ecológico, la emergente investigación poscrecimiento aquí descrita plantea preguntas importantes y ofrece respuestas provisionales que pueden ayudar a preparar a las sociedades para un futuro inestable.

La investigación poscrecimiento ha establecido una nueva generación de modelos macroeconómicos ecológicos nacionales que permiten explorar cuestiones de estabilidad y bienestar sin crecimiento, al tiempo que evalúan de forma sistémica los efectos de políticas sociales y económicas alternativas. Estos modelos indican que existen vías estables posteriores al crecimiento que pueden permitir a los países de renta alta alcanzar objetivos tanto sociales como medioambientales. Sin embargo, estos modelos aún podrían mejorarse en cuatro aspectos.

En primer lugar, es necesario ampliar la gama de indicadores medioambientales y de bienestar considerados.199 Las extensiones recientes incluyen los flujos de materiales y la huella ecológica200 También sería útil explorar si los escenarios posteriores al crecimiento tendrían efectos positivos o negativos en otras variables medioambientales, como la biodiversidad, el uso del suelo y el agua, o modelizar medidas sociales más amplias, como la salud y la satisfacción vital. En segundo lugar, es necesario ajustar y calibrar los modelos para contextos geográficos y económicos distintos de los de Europa y Norteamérica, evaluando políticas de desarrollo alternativas y cuestiones de estabilidad relevantes para las economías del Sur Global. En tercer lugar, los modelos nacionales deben mejorarse para reflejar las relaciones y la dinámica internacionales, teniendo en cuenta el comercio, el capital y los flujos de divisas, factores que podrían complicar los escenarios posteriores al crecimiento en un solo país. Y, por último, es necesario ampliar el enfoque de la economía nacional a modelos de economía climática mundial que conecten con los modelos de evaluación integrada existentes y los mejoren, de modo que puedan modelizarse para el IPCC escenarios de mitigación posteriores al crecimiento.63 Cabe esperar importantes avances en todos estos frentes en los próximos 5 años, dados los cuantiosos recursos dedicados por la UE a la investigación relacionada11-14

Como se ha mostrado en este Informe, cada vez hay más datos sobre las políticas que podrían garantizar el bienestar sin crecimiento en los países de renta alta (por ejemplo, el acceso universal a los bienes y servicios esenciales, la reducción de la jornada laboral y los impuestos sobre el carbono y la riqueza). Abordar la cuestión de la estabilidad como un problema de dependencia del crecimiento ha ayudado a identificar los factores institucionales que vinculan la estabilidad al crecimiento, y las alternativas que podrían romper tales dependencias. Dado que en la actualidad no hay ningún país que esté aplicando programas para después del crecimiento, la experimentación a pequeña escala, por ejemplo con la renta básica y la reducción de la jornada laboral, ofrece un entorno controlado para obtener conocimientos reproducibles, aunque la experimentación debe ampliarse y extenderse a otras políticas. Una vía interesante es la investigación-acción participativa, como los laboratorios de acción de Doughnut Economics, en los que las partes interesadas y los ciudadanos elaboran programas de poscrecimiento para sus ciudades.201 Los enfoques de las partes interesadas también podrían utilizarse para diagnosticar y abordar las dependencias del crecimiento mediante laboratorios de políticas. Sin embargo, sigue habiendo un vacío en lo que respecta a las políticas adecuadas para los contextos del Sur Global y a los acuerdos institucionales globales necesarios para acabar con el intercambio desigual entre el Norte Global y el Sur Global.

También se han producido importantes avances, como se ha señalado anteriormente, en la comprensión de los factores que permiten desvincular los resultados sociales del PIB, como unos servicios públicos y unas redes de seguridad sólidos, la igualdad de ingresos y la calidad democrática.186 Y más allá de los escenarios generales de contracción y convergencia entre países de renta alta y países de renta baja, es necesario analizar sector por sector y región por región las necesidades humanas y las transformaciones de los recursos.

Por último, la cuestión política se perfila como una importante frontera de investigación. Mientras que la ciencia avanza en las cuestiones de las vías deseadas, los sistemas de aprovisionamiento y las políticas para una economía posterior al crecimiento, aún sabemos poco sobre la política que podría hacer posible en la realidad las transiciones posteriores al crecimiento. Un punto ciego particular se refiere a las relaciones geopolíticas y a cómo los cambios en la gobernanza internacional y los órdenes mundiales abren, o cierran, oportunidades para el desarrollo soberano y posterior al crecimiento.

El interés científico por las cuestiones abordadas en este Informe ha aumentado en los últimos años: el IPCC ha ampliado los debates con su Sexto Informe de Evaluación85 y el Consejo Europeo de Investigación.13,14

Colaboradores

GK dirigió la conceptualización y redacción de esta revisión y compiló la tabla. JH contribuyó a la conceptualización y dirigió la redacción de las secciones sobre límites planetarios, bienestar y desarrollo. DWO, TJ, PAV, KR, JBS, JKS y DÜ-V contribuyeron a la redacción de esta Revisión. DWO realizó el análisis de los escenarios de los Límites del Crecimiento y creó las figuras 1, 3 y 5; TJ creó figura 2; y PV creó figura 4. Los datos utilizados para preparar los visuales están disponibles a través del autor correspondiente previa solicitud razonable.

Declaración de intereses

GK, JH y JKS agradecen el apoyo del Consejo Europeo de Investigación al proyecto REAL (subvención número 101071647). El trabajo de GK y JH también cuenta con el apoyo de la Unidad de Excelencia María de Maeztu (CEX2019-374 000940-M) del Ministerio de Ciencia e Innovación de España. DWO agradece el apoyo de la UE en el marco del Programa de Investigación e Innovación Horizonte Europa bajo los acuerdos de subvención números 101094211 (ToBe) y 101137914 (MAPS). TJ y PAV agradecen el apoyo del ESRC (ES/M010163/1 y ES/T014881/1) y de la Fundación Laudes. Todos los demás autores declaran no tener intereses contrapuestos.

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Fuente: Lancet Planet Health, Volume 9, Issue 1, e62-e78, January 2025 (https://www.thelancet.com/journals/lanplh/article/PIIS2542-5196(24)00310-3/fulltext)

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