Un punto de encuentro para las alternativas sociales

López Bulla, entre el “acomodo” y la hecatombe

Alberto Herbera

El pasado 12 de diciembre, José Luis López Bulla, ex-secretario general de CC.OO. de Catalunya, luego diputado de ICV, luego promotor, siendo todavía diputado de ICV, de la candidatura de Montilla (PSC) a la Generalitat y luego (hasta hoy) miembro del Consell de Treball Econòmic i Social de Catalunya, publicó en su blog un breve artículo titulado “El contrato social de Toxo, Méndez, Camusso…” (1), en referencia al artículo que los principales dirigentes del sindicalismo reformista europeo integrado en la CES (Confederación Europea de Sindicatos) habían publicado días antes en el diario “El País” (2).

López Bulla reconoce que la ofensiva de la oligarquía financiera, a la que no llama por su nombre (habla de “las contrapartes”), sólo ofrece a los sindicatos un “acomodo», que define como el intento de cooptar el sindicalismo legitimándolo a cambio de que se muestre acrítico. Pero se niega a reconocer que ya hace muchos años que son los sindicatos oficiales los que se han acomodado dejándose comprar. Por eso no entiende que “la contraparte” ningunee a los sindicatos. La oligarquía ya obtuvo hace tiempo el “acomodo” sindical y ahora va a por más, a por todo. Y López Bulla se queja de que “han roto las reglas” por “desarticular las conquistas sociales” y por “ignorar autoritariamente la concertación social”. López Bulla no precisa cuáles son las “reglas” que han roto “las contrapartes”. Los capitalistas conocen mejor que nadie las reglas de la lucha de clases. Conocen en cada momento la correlación de fuerzas. Y no dudan en aprovechar las enormes ventajas que les ha ofrecido el sindicalismo burocrático y entreguista durante muchos años.

López Bulla demuestra no entender la esencia de esta crisis cuando apuesta como única alternativa al «acomodo» la negociación que pide Toxo una y otra vez. El capital no va a negociar nada, no puede negociar nada que no sea la recomposición drástica de la tasa de ganancia, vía depresión de salarios directos e indirectos y de transferencia al capital financiero de los recursos públicos. Cualquier negociación sólo puede ir en esa dirección, como hemos comprobado con el lamentable acuerdo de pensiones que Toxo presenta en su carta a los afiliados como un ejemplo de resistencia sindical, o en la disposición de CC.OO. a hacer enormes concesiones en materia de contratos, abaratamiento del despido y retroceso en la negociación colectiva. Claro que para la patronal, envalentonada por la nula combatividad sindical y con un gobierno plagado de oligarcas, cualquier concesión es insuficiente. Por eso no habrá acuerdo en enero.

En esta situación de ofensiva brutal del capital, las llamadas a un diálogo imposible desarman a los sindicatos y complican las posibilidades de recuperar la movilización, a la que dice Toxo que recurrirán si fallan las propuestas de diálogo social. Yo creo que en el fondo lo único que quieren pactar, a cambio de ceder en todo lo demás, es que se detenga el ataque a las fuentes de financiación de los sindicatos oficiales, y no porque este ataque al sindicalismo sea un ataque en toda regla a los derechos de los trabajadores, que lo es, sino porque desmoronaría la hipertrofiada estructura burocrática que ha crecido precisamente en estos años «de acomodo». Con las cosas de comer no se juega… La movilización, como viene ocurriendo desde hace demasiados años, habrá que arrancarla desde abajo e imponérsela a los burócratas sindicales.

La absolutización del recurso al diálogo social como único campo de acción del sindicalismo lleva a López Bulla a considerar una hecatombe cualquier escenario de lucha de clases diferente. “Si el desentendimiento de gobiernos y contrapartes empresariales se mantiene y se consolida podría darse una situación extremadamente negativa (…) surgiría un extraño movimiento de resistencia sin reglas y un conflicto espasmódico de proporciones desconocidas e imprevisibles”. No está claro si trata de meter miedo a “la contraparte” o el miedo lo tiene el sindicalismo que López Bulla defiende. En cualquier caso, nos aclara al final de su artículo, al referirse a las llamadas de Toxo y cía. al diálogo social, que “estamos ante la penúltima propuesta de quienes desean una salida eficaz de esta situación”. ¿Eficaz? ¿Penúltima? La degradación del lenguaje mismo pone de manifiesto la doble degradación, en la forma y en el fondo, del sindicalismo que un día puso al movimiento obrero al frente de la lucha democrática de nuestro pueblo.

¡Qué diferencia entre la carta de año nuevo de Toxo a la afiliación de CC.OO. (3) y la del sindicato clasista griego, el PAME, a sus afiliados y a los trabajadores griegos! (4). El comunicado del PAME, corto y conciso, dice que la lucha, contra la apariencia, no es estéril. Que las clases dominantes se han visto obligadas en 2011 a formar antidemocráticamente un gobierno de concentración (derecha, socialdemocracia y extrema derecha) para enfrentar una movilización ascendente, en la que el PAME ha jugado un papel esencial. Es un llamamiento al combate, a que los trabajadores confíen en sus fuerzas («el engranaje sin tí no funciona», «trabajador, puedes sin patronos»), a asegurar la hegemonía sindical del PAME y a derrotar al sindicalismo colaboracionista, a poner en el orden del día el derrocamiento del poder de los monopolios y de sus representantes políticos.

Todo apunta a que en 2012 va a haber una fuerte agudización de la lucha de clases en Europa, y va a ser difícil coordinar las luchas a escala europea por la enorme diversidad de ritmos y experiencias. En algunos lugares, los sindicatos reformistas de la CES serán sobrepasados. Algún país romperá sin esperar al resto. Hay que seguir con atención la situación en Grecia.

Notas:

(1)http://lopezbulla.blogspot.com/2011/12/el-contrato-social-de-toxo-mendez.html

(2)http://politica.elpais.com/politica/2011/12/06/actualidad/1323197305_516173.html

(3)http://www.ccoo.cat/revistes/gacetasindical/balance_2011.pdf

(4)http://www.pamehellas.gr/fullstory.php?lang=3&wid=2174

Alberto Herbera

31/12/2011

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