Mohamed Aziz y Dionisio Moreno, ejemplos de resistencia, tenacidad, solidaridad y dignidad obreras
Salvador López Arnal
Para los admirables alumnos de SMX2A y SMX2B del IES Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet. ¡Que nada enturbie sus deseos de justicia, saber e igualdad!
La decisión llega con cuatro o cinco años de retraso: la legislación española no se ajusta a Derecho. Probablemente los gobiernos, no sólo el actual, y más allá del estúpido teatro de falsas marionetas con el que intentan anestesiarnos, sabían o sospechaban que la ilegalidad era manifiesta. No les ha importado. Han tratado además, por todos los medios a su alcance que no son pocos, que no se dictara sentencia alguna. Su “argumento” está incorporado a la historia universal de la infamia patriotera: alegaron ante instancias europeas que se trataba de un asusto de carácter nacional. Y aquí ellos pretenden seguir teniendo mando en plaza. Como siempre.
Por lo demás, no hay que fiarse, ni un segundo. El gobierno, que dice haber tomado nota de la situación, maniobrará hasta lo indecible [1]. Veremos cuáles son sus próximos movimientos jurídicos y parlamentarios. El lado oscuro de la fuerza prepara sus estrategias. Toda precaución es poca. Un ejemplo de “sus procedimientos democráticos”: Ada Colau fue vetada por el PP en el proceso de tramitación del nuevo proyecto legislativo. Eso sí, se las dan de abiertos y de dialogantes.
Sea como fuere, mucho se ha conseguido ya. José María Fernández Seijo, el titular del juzgado mercantil número 3 de Barcelona que cuestionó ante UE la ley hipotecaria española, un juez que fue vetado por PSOE y PP en una comisión parlamentaria del Congreso que trató el asunto, sostiene que la sentencia del Tribunal de Justicia de Luxemburgo ‘va a modificar totalmente las reglas del juego’ sobre ejecución hipotecaria. La sentencia abre la puerta a que los jueces puedan paralizar de oficio los desahucios. No es un simple bosón de Higgs extraviado. El Tribunal europeo ha establecido con claridad y distinción cartesianas que los procesos españoles de desahucio por el impago de una hipoteca “son contrarios a la legislación europea de protección de los consumidores” [2]. Olvidemos el odioso palabro mercantil; leamos ciudadanía.
La sentencia obligará a cambiar un precepto de la Ley de Enjuiciamiento Civil (el artículo 698 que impide al juez detener las ejecuciones hipotecarias en el caso de observar cláusulas abusivas) y les permitirá tutelar de oficio los procesos de ejecución. Se podrán detener desahucios, incluso de oficio, si observan la existencia de cláusulas abusivas. No les será difícil. La sentencia de la UE ‘ya está viva’. Desde ya mismo los jueces podrán invocarla para suspender los desahucios que tengan pendientes a la espera de analizar el fondo del asunto.
El magistrado referenciado elevó al Tribunal de la UE sus dudas a raíz de una demanda contra una caixa catalana que presentó un ciudadano que había sido desahuciado de su vivienda por impago, demanda en la que alegaba que el crédito que firmó con esa entidad contenía cláusulas abusivas. ¿Qué cláusulas? El uso de escandalosos intereses de demora (¡del 18%!) por ejemplo. Y es sólo un ejemplo.
La PAH ve muy positivo el fallo pero desconfía de la actitud del Gobierno. Hace bien, mejor prudencia imposible. Chema Ruiz, portavoz de la Plataforma en Madrid, ve ‘fantástica’ la decisión del TJUE pero no es optimista respecto a la aprobación de la ILP antidesahuicios. Ada Colau, que transita por el mismo sendero ciudadano-popular, aboga por paralizar todos los desahucios desde ahora mismo.
Lo conseguido supone un gran impulso para la tramitación de la Iniciativa Legislativa Popular (que el PP se vio obligado a aceptar) que este admirable colectivo social elevó al Congreso para pedir que se paralizaran los desahucios, se facilitara el alquiler social y la dación en pago retroactiva de la vivienda en caso de no poder hacer frente a la hipoteca. La sentencia ‘nos da la razón jurídicamente al ratificar que existen víctimas y verdugos, personas de las que se abusa’, ha señalado Ruiz. La legislación hipotecaria española, añade, es ‘una anomalía’ en Europa: solo en Bulgaria hay una situación de indefensión similar.
A parir de ahora, pues, sin que exista una denuncia previa de un afectado, un magistrado podrá paralizar o suspender cautelarmente una ejecución hipotecaria. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Por las numerosas y tenaces luchas sociales, por el decisivo papel de las Plataformas y por el inconformismo de Mohamed Aziz y la tenacidad, solidaridad y excelente hacer de su abogado Dionisio Moreno. El historiador José Luis Martín Ramos lo ha expresado así: “Es el mejor aliciente para romper la pasividad ciudadana, para que la movilización siga creciendo. La prueba de que a pesar de las deficiencias organizativas, institucionales, de la izquierda, existe un proceso de izquierda, hay una rebelión creciente de la sociedad. En nuestra travesía del desierto hoy tenemos un tiempo de oasis” [3].
Y no sólo eso. El propio Martín Ramos ha añadido: “[…] Lo que se ha conseguido es dar a los jueces la herramienta legal para evitar que se siga haciendo un abuso de ley. Ahora hay que conseguir la ley nueva; la ley, en el sentido más amplio del término, la que establezca el carácter usurero del préstamo hipotecario español, con o sin “cláusulas abusivas”, en todos los casos”. Un préstamo, añade, “que se hace sobre la garantía de las personas y no de la cosa prestada/financiada, un préstamo servil”. Todo préstamo/crédito, prosigue el historiador de la UAB, ha de vincularse a su objetivo y no, en cambio, al sujeto que lo contrae. “Por tanto hay que seguir luchando por la dación en pago, y también por la valoración justa de la dación; pero también por la distinción, con todos los efectos legales y jurídicos, de las cargas generadas por la disposición de un bien absolutamente indispensable –la vivienda– y la de un bien prescindible –un coche-. Dación en pago, pero no desahucio; dación en pago y negociación del usufructo de la vivienda mediante un “alquiler social”, aunque haya cambiado y vuelva a cambiar la titularidad de su propietario”.
El trabajador Mohamed Aziz es uno de los protagonistas esenciales de esta admirable e inolvidable historia de resistencia. Su caso ha propiciado el fallo del TJUE contra la ley española. Su historia, señala él mismo, ‘debe ser ejemplo’ para otras familias desahuciadas. Él y su familia son vecinos de Martorell, una población cercan a Barcelona. Aziz espera, como todos nosotros, que esta resolución sirva para acabar con el ‘drama’ que viven miles y miles de familias en nuestro país. Él ha recibido la noticia ‘con alegría y nervios’ y ha declarado estar feliz por haber conseguido el aval del Tribunal de Justicia de la UE.
Su historia, la historia de M. Aziz, contada brevemente [4]. En 2007, Caixa Tarragona le concedió una hipoteca a 33 años por su vivienda. Pero en 2009 la entidad decidió resolver el préstamo por el impago de cuatro cuotas mensuales. Aziz, soldador de profesión, se quedó en paro, no pudo pagar los recibos hipotecarios, y a principios de 2011 le desahuciaron. Al perder su piso, la única vivienda de su familia., habló con sus amigos. Entre ellos, Antonio Moreno, quien falleció de cáncer un año después.
Antonio le habló de su hijo, Dionisio Moreno, un abogado que le ayudó a presentar una demanda contra Caixa Tarragona. Pedía en ella la nulidad del contrato porque contenía cláusulas abusivas. Fue en ese momento cuando el titular del juzgado mercantil número 3 de Barcelona se hizo cargo del asunto y trasladó una cuestión al Tribunal de Justicia de la UE. El Constitucional español no le había hecho caso anteriormente.
Aziz resistió, no se amilanó, no se derrumbó y pensó que era de justicia reclamar lo que les había costado años de esfuerzo y de duro trabajo. Ha hablado de ello con emoción y orgullo en alguna entrevista televisiva.
El Gobierno central (veremos sus apoyos parlamentarios) ya ha dejado claro que no aceptará propuestas como la dación en pago. Tratará de vaciar, como estaba cantado, el contenido la iniciativa de la PAH. Alfonso Alonso, su portavoz en el Congreso, ha señalado que “la sentencia no tiene nada que ver con la dación en pago”. Pero, en este momento, gracias al esfuerzo de Aziz, de los movimientos sociales y de abogados y magistrados sensibles y no serviles, el PP y sus poderosos amigos banqueros se han quedado más solos que el cero como cero.
Hay que seguir combatiendo; no es, ni mucho menos, una batalla perdida, mucho hay que ganar. Mohamed Aziz y su familia, podemos imaginar su calvario, su sufrimiento, incluso sus dificultades lingüísticas y culturales, son un ejemplo para todas nosotras, para todos nosotros. Nos señalan caminos que merecen, que deben ser transitados. ¿Cuándo nos sumamos?
PS. ¿Qué ha ganado Dionisio Moreno defendiendo a Aziz? ¿Sus minutas? ¿Cómo podía pagarle un trabajador en paro y con enormes dificultades económicas? ¿Le ha movido algún cálculo estratégico de triunfo, de presencia mediática, de hacerse “famoso”? No, nada de eso, algo más simple, más básico, más esencial: humanismo, solidaridad, ayuda al compañero necesitado. Aziz lo ha explicado así: “Ha sido como un hermano. Ha trabajado sin cobrar nada, todo lo ha pagado él. No me dejaba pagar nada, ni las fotocopias. Hasta me ayudó a comprar comida para mi familia” [5].
Más incluso. Cuando el banco reclamó a Aziz los cuatro meses atrasados de hipoteca, Moreno se ofreció a poner una parte de su bolsillo. José Agustín Goytisolo habló de él, de ellos, en uno de sus últimos poemas. “En tiempos de ignominia” es su título:
En tiempos de ignominia como ahora
a escala planetaria y cuando la crueldad
Se extiende por doquier fría y robotizada
Aún queda buena gente en este mundo
Que escucha una canción o lee un poema:
Es el canto, la voz y la palabra: única patria
Que no pueden robarnos ni aun poniéndonos
De espaldas contra el muro.
Que nadie piense nunca:
no puedo más y aquí me quedo. Mejor mirarles
a la cara y decir alto: tirad hijos de perra
somos millones y el planeta no es vuestro.
¡Que escucha una canción, lee un poema o ayuda al compañero!… Y que no se rinde.
Notas:
[3] Comunicación personal y al colectivo Espai Marx, marzo de 2013.
[4] http://www.publico.es/452155/ahora-vivo-en-un-piso-de-alquiler-con-ayuda-del-ayuntamiento
[5] Jesús García, “La gigantesca hazaña de un humilde abogado”. El País, 18 de marzo de 2013, p. 18.
Salvador López Arnal es miembro del Frente Cívico Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona; director Jordi Mir Garcia)