Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Entrevista a Ernest Cañada

Iñaki Olaizola

Ernest Cañada, miembro de Alba Sud, asociación catalana especializada en investigación y comunicación para el desarrollo, participa en una campaña internacional promovida por la UITA para visibilizar qué está ocurriendo con las camareras de piso con el objetivo que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pueda regular unas condiciones laborales que se han visto endurecidas con la crisis.

¿Qué está pasando con las camareras de piso?

Que están sufriendo una carga de trabajo tan brutal que les afecta a la salud. Ya era un trabajo duro, pero con la crisis económica se ha endurecido aún más.

¿De qué carga laboral estamos hablando?

Pueden llegar a limpiar entre 18 y 25 habitaciones diarias además de las áreas comunes del hotel. Este volumen de trabajo implica, además de la limpieza, hacer entre 60 y 80 camas diarias y aún más en temporada alta cuando se añaden camas supletorias en las habitaciones. Por no hablar de que también han aumentado sus quehaceres al eliminarse otros puestos de trabajo.

¿A qué se refiere?

En muchos hoteles ahora se exige a las camareras de piso que suban la ropa limpia de cama de la lavandería a las habitaciones y se lleven la sucia. Un trabajo que antes se encargaban otras personas y que supone empujar un carro que puede llegar a pesar doscientos kilos.

¿Qué problemas de salud está provocando esta excesiva carga laboral entre las camareras?

A nivel físico, músculo-esquelético, hernias discales y problemas con el túnel carpiano (área de la muñeca por donde el nervio ingresa en la mano). A nivel psicológico, estrés y ansiedad generados por los ritmos de trabajo tan intensos que les imponen. Estos problemas están provocando que las camareras de piso se mediquen cada día para tratar tanto dolores musculares como la ansiedad

¿Cuántas camareras de piso hay en las islas?

No existen datos oficiales sobre el número de trabajadoras que desarrollan esta actividad, pero fuentes sindicales hablan de que, en Baleares, hay unos 120.000 trabajadores en el sector de la hostelería de los que unos 40.000 serían camareras de piso.

¿Qué salarios perciben y qué jornada laboral realizan?

Sus sueldos, según convenio, están en torno a los mil euros netos mensuales. En cuanto a su jornada laboral, en teoría es de ocho horas diarias aunque el problema es que los elevados ritmos de trabajo les impide disfrutar de los descansos a los que tienen derecho durante su jornada, por ejemplo de la media hora para almorzar porque si lo hacen no pueden terminar la tarea que se les ha asignado. Además, muchas veces se les acumula todo el trabajo en unas pocas horas porque han de aprovechar mientras el turista está fuera de su habitación.

La crisis ha provocado un aumento de su carga laboral, ¿no han aumentado sus quejas por esta causa?

El temor a perder el empleo acalla las quejas. Los fijos discontinuos tienen ciertas garantías, pero los eventuales y trabajadores remitidos por las empresas de trabajo temporal han de aguantar lo que venga.

¿Qué está provocando esta precariedad?

Que sea imposible hacer el trabajo con calidad. Y esta pérdida de calidad es pan para hoy y hambre para mañana. Lo que más valora el turista es encontrarse su habitación limpia y bien arreglada. Y esta precariedad laboral acabará con el destino turístico. Ahora nos beneficiamos de la situación conflictiva en otros destinos emergentes, pero no siempre será así. A corto plazo el empresario gana, pero el destino se degrada.

¿Esta degradación de las condiciones laborales es igual en todas partes?

No, en Mallorca y en otros destinos eminentemente turísticos catalanes la degradación es menor porque existen unos sindicatos fuertes porque el sector tiene mucho peso en la economía regional. En la negociación del 15 convenio colectivo del sector la patronal intentó sin éxito regular la externacionalización de determinados servicios.

¿Qué implica esta externacionalización?

Que en un hotel trabajen varias empresas diferentes con convenios de categoría inferior al de hostelería, lo que supone que los trabajadores ganen entre 200 y 300 euros menos. Como sigan apretando las tuercas, el destino turístico perderá calidad, se degradará y se perderán empleos.

¿Qué le ha llamado más la atención de su investigación con las camareras de piso?

La humanidad, la calidad humana de estas trabajadoras. Gente humilde, buenas personas… Son heroínas. Deberíamos hacerles un monumento.

Fuente: http://www.albasud.org/noticia/ca/671/ernest-ca-ada-las-camareras-de-piso-se-medican-cada-d-a-para-tratar-el-dolor-muscular-y-la-ansiedad#.VIXei-8xxn4.facebook

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