10 puntos para reparar 400 años de esclavitud: ¿Qué reclama El Caribe a Europa?
Ianire Molero Olmos
“Veinte millones de africanos esclavos son responsables de la prosperidad en Europa. No remueves un sistema vigente durante 400 años en tan poco tiempo. Las consecuencias del pasado esclavista siguen presentes en el Caribe y el peso de esa historia determina el futuro de la región y sus comunidades afro descendientes”.
El profesor barbadiense Charles Beckles, presidente de la Comisión de Reparaciones del CARICOM, introducía así los 10 puntos del plan que presenta El Caribe para reclamar a Portugal, Reino Unido, Francia, España y Holanda por los años de trata transatlántica de esclavos en los siglos XVI, XVII, XVII y XIX, que sometió a los ciudadanos africanos a trabajar en las plantaciones coloniales de América.
Plan de Reparación
En la actualidad, las comunidades afro descendientes registran los mayores índices de pobreza, siguen sin acceder a educación, salud y justicia y son invisibles públicamente consecuencia del racismo y la discriminación heredadas de la esclavitud.
Basándose en este argumento, CARICOM reclama reparaciones a Europa en dos líneas: económicas, por su contribución al desarrollo de Europa, y morales, por el estrés, el trauma y la baja autoestima que la esclavitud dejó como poso en estas comunidades y que hoy sigue expresándose con diferentes manifestaciones en forma de exclusión social.
El plan está basado en 10 puntos y fue adoptado por las 15 naciones del CARICOM para promover “la descolonización estructural y la reconciliación de los países de El Caribe con las antiguas metrópolis, responsables de la esclavización de personas africanas, del genocidio indígena y de las políticas del apartheid en la emancipación”. El plan, que empezará a discutirse en junio por El Caribe y Europa, incluye la exigencia de una disculpa pública, la cancelación de las deudas con las antiguas colonias y la inversión económica.
¿Reparaciones: Un siglo después?
Según la OEA, se estima que la población afro descendiente en América Latina y El Caribe está conformada por más de 150 millones de personas –30% de la población- y se encuentran entre los grupos más pobres del continente. La población afro descendiente se asentó en América con la trata de personas esclavizadas provenientes principalmente de Cabo Verde, Guinea Septentrional y África Meridional como mano de obra para la explotación de las plantaciones del Caribe y América Central controladas por los países europeos que colonizaron el continente.
La Comisión de la Reparación basa las reparaciones de su plan en dos argumentos: no reclamar ni promover acciones positivas para revertir los efectos de la esclavitud y equilibrar son ya actitudes que perpetúan la discriminación. Además, la exclusión de estas comunidades hoy, que se refleja en las condiciones de sus barrios (poco accesibles, con medios de transporte inadecuados y con mayor exposición a la violencia), los empleos a los acceden, su participación pública o el acceso a los recursos económicos tienen su origen en el pasado de la esclavitud.
Racismo y discriminación
“Ocurrió hace mucho, pero en El Caribe hay ciudadanos cuyos abuelos eran esclavos en el siglo XIX. Por ejemplo, Brasil fue el último país en América en erradicar la esclavitud a finales del siglo XIX”. Por eso, según argumenta el profesor Beckles, la esclavitud sigue viva en forma de discriminación y de barreras para el progreso en estas comunidades.
El racismo puede expresarse a través de insultos, pero sobre todo a través de un sistema social basado en costumbres no tan lejanas, que a su vez se basan en siglos de superioridad del hombre blanco y que sigue estructurando la sociedad de El Caribe a través de diferentes expresiones. Estas estructuras sociales también están presentes en las sociedades europeas, por ejemplo, a través de siglos de creencias de la superioridad del hombre sobre la mujer o del europeo sobre el africano.
Racial Profiling
Una expresión es el llamado “racial profiling“, que se recoge en el Informe sobre las Personas Afro descendientes en las Américas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA. Basados en supuestas razones de seguridad pública, consiste en establecer perfiles raciales, basados en estereotipos de etnia, idioma, descendencia, religión, nacionalidad o lugar de nacimiento y no en sospechas objetivas. Es una manera de discriminar basada en la suposición de que estas personas son propensas a practicar delitos, no apoyadas en hechos objetivos.
Como consecuencia las comunidades afro descendientes viven en una encrucijada. Si viven en barrios pobres y visten con ropa económica contribuyen al estereotipo que vincula raza y pobreza. Sin embargo, si por sus posibilidades acceden a otros barrios, deciden no hacerlo porque la ostentación les acarrearía más problemas de averiguaciones policiales.
Salud y Educación
Las comunidades afro descendientes en El Caribe arrastran problemas de salud como resultado de las experiencias nutricionales de la esclavitud. Según el informe de la CIDH, tienen la mayor incidencia del mundo de enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, resultado de la mala calidad de la nutrición, la brutalidad física y emocional y el estrés asociado a la esclavitud, genocidio y ‘apartheid’ tras la emancipación.
El CARICOM refleja en su plan que Europa “dejó a las comunidades negras e indígenas en el analfabetismo” durante los procesos de independencia en el siglo XX. En 1962, año de emancipación plena de Jamaica, el 75% de la población negra jamaicana era analfabeta, tasa que sigue arrastrándose hoy. Además, registran los índices más bajos de escolaridad y promedio de años de estudio por la dificultad de acceder a escuelas desde sus barrios de menos infraestructura.
Acceso a la Justicia
Otra expresión se articula a través de las trabas para el acceso a la justicia, afectando especialmente a las mujeres, triplemente discriminadas por ser pobres, afro descendientes y mujeres. Según el Informe del Grupo de Trabajo de Expertos sobre Afro descendientes de Naciones Unidas 2013, la falta de mecanismos para denunciar el racismo y xenofobia ante la justicia contribuye a que no se castiguen y, por lo tanto, a su persistencia.
Las mujeres afro descendientes víctimas de delitos como la explotación sexual con fines comerciales y de los estereotipos que las identifican con objetos sexuales en los medios y espacios públicos no tienen instrumentos de denuncia.
Invisibilidad
Son invisibles mediáticamente. Apenas tienen espacios de participación en los medios y cuando lo hacen, su imagen está unida a estereotipos de folklore o de habilidades deportivas. Por ejemplo, en Honduras, los ciudadanos afro descendientes cobran puntual protagonismo cuando juega la selección de fútbol, un equipo conformado casi en su totalidad por hondureños de las comunidades afro descendientes de El Caribe.
Aún representando un porcentaje elevado de la población y participando en movimientos de base ciudadana, no ocupan puestos políticos significativos ni se incluyen en los programas de los partidos políticos. En esta sub representación radica el obstáculo de acceso a sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, que les impiden tomar parte en el diseño de políticas que mejoren su situación de exclusión.