Semejanzas de estructuras de la lógica de Hegel y el Capital de Marx
Enrique Dussel
(Ponencia presentada en el Simposio de Filosofía de la UAM-lztapalapa, sobre «Kant, Hegel y las ciencias sociales», entre e1 6 al 8 de marzo de 1985.)
Cuando trabajaba en la preparación del primer tomo de El Capital, los irascibles, presuntuosos y mediocres… dieron en tratar a Hegel… como un «perro muerto». Me declaré abiertamente, pues, discípulo de aquel gran pensador, y llegué incluso a coquetear aquí y allá en el capítulo acerca de la teoría del valor con el modo de expresión que le es peculiar. La mistificación que sufre la dialéctica en manos de Hegel, en modo alguno obsta para que haya sido él, quien, por vez primera, expuso de manera amplia y consciente las formas generales del movimiento de aquella (El Capital, prólogo a la segunda edición).
Marx leyó la Lógica de Hegel en Londres al escribir los Grundrisse (véase mi obra: La producción teórica de Marx. Una introducción a los Grundrisse), y hasta se entusiasmó en escribir un folleto popular para explicar a los militantes la importancia de la obra hegeliana. Aquí, brevemente, deseamos indicar (no exponer ni justificar) una hipótesis de trabajo: la extraña semejanza de la estructura de la Lógica de Hegel y de El Capital de Marx.
Dicha semejanza se nos ha ido imponiendo en las repetidas lecturas personales. Desearíamos igualmente, al final, indicar la radical diferencia entre el discurso hegeliano y el marxista, en cuanto a la problemática metafísica de la exterioridad.
El ser y el valor
Iremos indicando, para ser cortos y claros, en primer lugar la posición de Hegel y seguidamente la de Marx, en cada uno de los pasos dialécticos de ambos discursos. El método va «de lo abstracto a lo concreto», y por ello partiremos como ambos de lo abstracto por excelencia.
a) «La doctrina del ser» (Lógica. 1, sec.1, cap. 1, A)1. La filosofía tiene un «comienzo» (Anfang)2: arranca desde el fundamento absoluto, es un comienzo abstracto»: «Aquí el ser es lo que comienza»3, Es el ser lo inmediato indeterminado, sin contenido, lo universal; sólo en sí, no desplegado, no exteriorizado: ningún ente, es decir: la nada.
b) «El valor» (“El capital” sec.1 cap. 1)4. Es evidente que en El Capital, las señas de los descubrimientos previos quedan frecuentemente borradas. En los Grundrisse puede verse cómo Marx pasó del «comienzo» a partir del dinero -contra Proudhon- al colocar al valor como «comienzo» abstracto absoluto de su discurso: «La forma de valor… es sumamente simple y desprovista de contenido»5; Es igualmente el inicio: «Todo comienzo (Anfang) es difícil»6, El valor – que es la «productualidad», la «utilidad» y la «intercambiabilidad» de la cosa-mercancía-, el valor como valor (als Wert), no es valor de uso ni el valor de cambio; ambos son «formas» de aparición del valor como tal. Todos confunden la «forma de valor y el valor mismo»7. Veremos, de todos modos, que una cosa es la «sustancia» del valor y otra su «agnitud»8.
El ente determinado y la mercancía
Para Hegel el «ente» (Dasein, que no puede traducirse por «existencia», ya que es una determinación mucho más desarrollada de la esencia) corresponde con la «mercancía» de Marx.
a) «El ente» como «ser-ahí»(L, Ibid; cap.2,a)9, Del devenir del ser- nada se desarrollan o culminan en la exteriorización del «algo» (Etwas), el «ser-puesto-ahí» (no como metáfora espacial sino como exterioridad óntica): Da-sein, La determinación del ser, su limitación, configuración, finitización, lo constituye como «algo que está frente a un otro, es mudable y finito»10,
b) «La mercancía» (G, ibid) 11, La mercancía es el comienzo óntico (el valor el ontológico o su horizonte de comprensión), en tanto es «un objeto exterior, una cosa». Es verdad que «cosa» (Ding) no es para Hegel lo mismo que «ente» (Dasein) -es decir, una determinación mucho más desarrollada de la esencia 12, De todas maneras está claro que la mercancía es el lugar o el ente donde el valor se expresa, se manifiesta, su «forma»: Nuestro análisis ha demostrado que la forma-de-valor o la expresión-de-valor de la mercancía surge de la naturaleza del valor…13.
Si se «comienza» el discurso desde el «ente» mercancía es porque en él se expresa el ser (el valor); por ello es un nivel concreto (con respecto al abstracto ser), pero al mismo tiempo es lo abstracto (en cuanto separado, analizado, abstraído del todo concreto del sistema capitalista o del modo de producción: totalidad a la que se asciende: totalidad concreta entonces),
La cualidad y el valor de uso
Tanto para Hegel como para Marx, la primera determinación del ente o la mercancía (en este caso la determinación material o substractum) es la «cualidad».
a) «La cualidad» (L, ibid.: b)14. En primer lugar, «en el ente a) en cuanto tal hay que distinguir ante todo su determinabilidad b) de su cualidad (Qualität) «15. No podemos extendernos para explicar este asunto, como los siguientes, pero lo cierto es que la «cualidad» la primera determinación del ser, ya que lo constituye justamente como ente; es su contenido.
b) «El valor de uso» (G, ibid)16 . Es demasiado conocido el texto de Marx: Toda cosa útil… ha de considerarse… según su cualidad (Qualität)… la utilidad de una cosa hace de ella un valor de uso… los valores de uso constituyen el contenido material de la riqueza…17.
El valor de uso es la expresión o la forma material (por tener un contenido determinado con respecto a una necesidad humana también concreta) del valor en el ente-mercancía.
La cantidad y el valor de cambio
Para Hegel y para Marx la segunda determinación del ente es la cantidad.
a) » la cantidad» (L, ibid, sec.2) 18. Citemos a Hegel: La cualidad es la primera inmediata determinación. La cantidad es la determinación que se ha vuelto indiferente al ser, es un término que al mismo tiempo no es tal, es el ser-para-sí que es en absoluto idéntico con el ser-para- otro19.
No nos extenderemos aquí sobre la «cantidad», el «cuanto» o «la relación cuantitativa» -se podría mostrar paso por paso su influencia en Marx-, pero solo queremos indicar el lugar de la cuestión en la estructura del discurso.
b) «El valor de cambio» (C, ibid)20. De la misma manera Marx indica desde el comienzo que «toda cosa útil… ha de considerarse… en arreglo a su cantidad (quantitiät)21. Es decir: En la relación misma de intercambio entre las mercancías su valor de cambio sé nos puso de manifiesto como algo por entero independiente de sus valores de uso… El desarrollo de la investigación volverá a conducirnos al valor de cambio como modo-de-expresión (Ausdrickweise) o forma de manifestación (Erscheinungsform) necesaria del valor22.
De otra manera, la cantidad (no solo como un «quantum» del ente para-sí, sino para-otro; es decir, como «relación cuantitativa») de la mercancía en relación con otra es un fenómeno del ser de la mercancía como tal: es decir, «expresión » del valor. Cuando se habla de la «sustancia» del valor se indica su «causa»; cuando se habla de su «magnitud» se habla de su «cantidad». El trabajo tiene que ver con ambos aspectos pero en respectos diferentes. Es tanto la «substancia» del valor (como «fuente») pero al mismo tiempo su «regla» (por el «tiempo» de trabajo).
La medida y el dinero
Donde la semejanza comienza a tornarse sorprendente -y por lo tanto no tan hipotética- es en el siguiente paso discursivo. Tanto para Hegel como para Marx la «medida» (relación de cantidades) es el tercer momento.
a) «La medida» (L, ibid, sec.3)23. Nos dice Hegel: La medida (Mass) es ante todo unidad inmediata de lo cualitativo y cuantitativo24… es la exterioridad que se refiere a sí misma25. Es lógico que la relación de cantidades sitúe a una como regla o medida específica ya la otra como lo medido o especificado. En el para-sí de la medida se funda la posibilidad del para-otro como medida; de la misma manera el para-sí de lo medido funda el para- otro de lo medido. Todo esto fue leído atentamente por Marx -junto al tratado de la justicia en la Etica a Nicómaco y el libro I de la Política de Aristóteles-.
b) «El dinero» (ibid, cap.3)26, Marx escribe: En cuanto medida de valor (Wertmass), el dinero es la forma de manifestación necesaria de la medida del valor inmanente a las mercancías: el tiempo de trabajo27. El tiempo de trabajo es la regla que mide la magnitud o cantidad de valor. El carácter de medida universal (medida por el tiempo de trabajo) de una mercancía, o «la forma específicamente relativa de valor de la mercancía dineraria»28, permite expresar el valor medido como precio. Marx reflexiona aquí sobre una relación (entre valor relativo y equivalente) de una relación (entre tiempo de trabajo y valor de la mercancía). Lo único que pretendemos mostrar aquí es que, tanto Marx como Hegel, tratan el tema de la «medida» posteriormente de la «cantidad» -como es lógico.
El pasaje al nivel superior del discurso
Llegado a este punto, fin del libro I de la Lógica y del capítulo I y II del primitivo plan de El Capital (en los Grundrisse y los Manuscritos del 61-63, donde el capital es el capítulo III), se pasa a otro nivel dialéctico.
a) «El pasaje (Uebergang) a la esencia» (L, ibid; cap. 3, C)29. Para Hegel todo «pasaje» de una categoría a otra es el despliegue de «lo mismo» pero desarrollado; es el camino del concepto hacia la Idea. Cada umbral es un salto hacia lo nuevo pero ya potencia en lo antiguo. Del ser se pasa se sobrepasa (Ueber-gang) a la Esencia, que es el ser que se refleja como el fundamento.
b) «Transformación» (Verwandlung) del dinero en capital» (G, I, sec. 2, cap. 4)30. Este «pasaje» o transformación del dinero en capital acontece porque el ser (el valor) pasa de uno (el dinero como dinero) al otro (al capital como trabajo asalariado). Pero, a diferencia de Hegel, el «pasaje» del dinero al capital no es de lo mismo (ser) a lo mismo (esencia); sino de lo uno (el dinero acumulado) a lo desigual, distinto, no-equivalente: el trabajo vivo (substancia creadora de valor).
Ya veremos que en esto consiste la ruptura metafísica del discurso de Marx con respecto a Hegel. Para poder «pasar» del dinero al capital era necesario: …descubrir dentro de la esfera de la circulación, en el mercado, una mercancía cuyo valor de uso poseyera la peculiar propiedad de ser fuente (Quelle) de valor… y por tanto creadora de valor (Wertschoepfung)31.
Lo que para Hegel es la esencia, analógicamente, es para Marx el capital: la totalidad concreta de múltiples determinaciones a la que asciende desde el valor (la categoría simple y abstracta, como el ser).
La esencia y el capital
El discurso empieza por lo inmediato (el ser, el valor), pero después se pasa a su fundamento, a lo mediado, lo que está «detrás»: la esencia, el capital.
a) «La doctrina de la esencia» (L II, introd.)32. Hegel se detiene al comienzo un momento sobre la esencia misma en relación con el ser: La esencia procede del ser, por consiguiente no existe inmediatamente en sí y por sí, sino que es un resultado de aquel movimiento33.
b) La fórmula general del capital» (C, ibid, sec. 2 cap. 4)34. En último término el valor (el ser) es el sujeto y el fundamento último del capital (la esencia): El valor se convierte aquí en el sujeto de un proceso en el cual, cambiando
Continuamente las formas de dinero y mercancía… se autovaloriza (Verwertet)35.
El capital es un proceso, un movimiento, y por ello «el valor se vuelve valor en proceso… y en ese sentido capital36. La totalidad concreta de las múltiples determinaciones (dinero, trabajo asalariado subsumido, medio de producción, producto, mercancía) es el ciclo a través de los cuales su ser, el valor, circula (ontológicamente).
El nivel fundamental y la producción
Aquí pasamos a una cuestión de fondo en esta hipótesis que venimos presentando.
a) «La esencia como reflexión en sí misma» (L, ibid, sec. 1)37. Hegel distingue tres niveles: I. Como esencia simple, que se da en el interior de sí misma .II. Como (esencia) que sale como ente, o sea según su existencia y como fenómeno (Erscheingung). III. Como esencia, que es una misma con su fenómeno, es decir, como realidad (Wirklichkeit)38.
Se trata, exactamente, de tres niveles de profundidad que Marx tendrá en cuenta para las tres partes principales de su tratado sobre el capital en general, en su esencia universal más abstracta.
En el primer nivel, la esencia se comporta como la identidad ante las diferencias, como fundamento (y fundamento absoluto) ante 10 fundado (sea formal o realmente), lo condicionado.
b) «El proceso de producción del Capital» (C, ibis; sec.3-5)39.
Para Marx hay dos niveles: el plano superficial, fenoménico de la circulación, y el plano profundo, misterioso, fundamental de la producción: Abandonemos esa ruidosa esfera instalada en la superficie y accesible a todos los ojos, para dirigirnos… hacia la oculta (verborgne) sede de la producción…
Se hará luz sobre el misterio que envuelve la producción del plusvalor40.
Para Marx el proceso de producción capitalista, como forma capitalista de la producción de mercancías (proceso de valorización) es la identidad originaria, el fundamento del sistema capitalista como totalidad concreta real: su esencia simple, interior a sí misma. y no, como para Proudhon o los economistas capitalistas, el proceso de circulación.
El nivel fenoménico y la circulación
Tanto Hegel como Marx distinguen un plano fundamento o profundo y otro superficial, fundado o fenoménico: el mundo.
a) «El mundo fenoménico» (L, ibid, sec. 2)41. El «fenómeno» es lo que aparece. La totalidad de lo que aparece es el «mundo». Sin embargo, Hegel distingue todavía dos mundos:
El mundo fenoménico tiene en el mundo esencial42 su unidad negativa, en la que perece y vuelve como su fundamento. El mundo esencial es también el fundamento que pone al mundo fenoménico43. Sería largo explicar estos niveles en Hegel. Pero reténgase solamente estos dos planos: el mundo fenoménico (10 contingente que aparece) y el esencial (las leyes necesarias).
b) «El proceso de circulación del capital» (C, libro II). Tomemos por ejemplo esta expresión: La relación de capital durante el proceso de producción sólo sale a luz (aparece) porque existe 44 en sí en el acto de circulación…45. Marx habla frecuentemente de «el mundo de las mercancías (Warenwelt) -la circulación de las mercancías-«46. Este es el segundo nivel, de la «existencia (Existenz) » y de la «apariencia (Erscheinung)» como decía Hegel en su Lógica, texto ya citado. Para Marx la palabra «forma» es «forma de aparición», de manifestación, fenómeno, superficialidad, lo que se ve empíricamente a simple vista, lo ideológico, lo inmediato.
La unidad de la esencia y la existencia y la realización del capital
La tercera sección de la Lógica en su doctrina de la esencia, y el tercer capítulo primitivo del capital de Marx, Libro III definitivo, trata de la «realidad (Wirklichkeit)» en Hegel y de la «realización (Verwirklichung)» en Marx.
a) «La realidad es la unidad (Einheit) de la esencia y la existencia» (L. ibid, sec. 3)47. Para Hegel real es lo que existiendo se refiere a la esencia, reflexión de lo exterior a la interior, de la posibilidad y necesidad que se cumple acabadamente en la absoluto. La relación de la esencia hacia la existencia, por el contrario, es la relación de sustancialidad, de causalidad -concepto fundamental, por otra parte, para Marx, ya que el trabajo es la sustancia del valor, como veremos.
b) La realización del capital como unidad del proceso productivo y circulante (C, libro III). Escrito por Engels, y sin conocer nosotros el texto mismo de Marx en su primitivo manuscrito, se nos dice: En el primer libro se investigaron los fenómenos que presenta el proceso de producción capitalista… El proceso de circulación constituyó el objeto de las investigaciones del libro segundo. Allí se reveló, especialmente en la sección tercera…, que el proceso capitalista de producción, considerado en su conjunto, es una unidad (Einheit) de los procesos de producción y circulación48.
En el tomo III, en realidad no se trata ni la competencia ni el capital en un enfrentamiento con otros capitales. Se trata exactamente de ver el «movimiento real (Wirklichen)» del capital en tanto el nivel superficial o fenoménico de la ganancia se lo refiere reflexivamente hacia su fundamento: el plusvalor. Los economistas nada entendieron porque confundieron en una sola categoría la ganancia-plusvalor, considerada solo en el nivel superficial y exterior de la pura circulación.
Marx en cambio diferencia la cuestión del valor como tal que se valoriza en el nivel de la esencia como tal. En este nivel fundante, esencial, profundo, se da la producción de plusvalor. Y en un segundo nivel superficial, fenoménico, se da la circulación del valor que solo se realiza en tanto se «enrosca» sobre sí mismo: en cuanto el producto- mercancía «retorna » a ser dinero. La realización se cumple en el «más- dinero» final de la ganancia, pero se funda en la producción del plusvalor. Esta unidad, esta reflexión de la tasa de ganancia a la tasa de plusvalor, explica la realización del capital, que acumula como ganancia el plusvalor. La exterioridad (la circulación) retorna al interior de la esencia (el capital). La «ley» del descenso tendencial de la tasa de ganancia juega el papel del «mundo esencial» con respecto al «mundo fenoménico» o «mundo de las mercancías» concreto, caprichoso, empírico.
La radical diferencia entre Hegel y Marx
Pensamos que la diferencia metafísica fundamental que establece Marx con respecto al discurso ontológico hegeliano, su materialismo productivo radical, se establece en el diferente «pasaje», «sobre- pasarse» o «transformarse» del ser en esencia o el dinero en capital.
Hegel y la economía política capitalista establece un «pasaje» de identidad, «lo mismo» permanece «lo mismo» es un despliegue de la potencia al acto. Para Marx, en cambio, y en total identidad con las propuestas de la filosofía de la liberación, el «pasaje» significa en realidad un salto: de «lo mismo» hacia «el Otro». Nos explicamos.
Para Hegel «la verdad del ser es la esencia «49; «la esencia procede del ser»50. Es un despliegue de lo mismo, es desarrollo en la identidad del Todo.
Para la economía política de Smith, Ricardo y tantos otros, el dinero que se expresa en el salario paga con igualdad el trabajo vivo usado en la producción del valor del capital. Hay igualdad. Trabajo objetivado pasado (salario) idéntico al trabajo objetivado presente (trabajo vivo usado en la jornada de trabajo). El pasaje del dinero al capital es de identidad.
Para Marx, en cambio, el pasaje del dinero (que se usa en el salario) y el capital (que es trabajo acumulado ) no es igual, idéntico, de la misma naturaleza. Ha habido un salto metafísico y no un despliegue ontológico. Lo ontológico es el despliegue del ser en su mismidad (aunque se desarrollen diversas figuras). La metafísica, como indica «meta», es «más-allá», es trascendencia. Para Marx el valor contenido en el dinero es menos que el valor que tiene el producto al fin del proceso productivo. Ese más-valor, ese nuevo valor no tiene por causa al capital (aunque en su pretención fetichista pretende causar en sí ex nihilo-gusta decir Marx en latín- dicho nuevo valor). Marx distingue claramente entre producción y creación de valor. Es «producción » de valor cuando se objetiva lo ya dado; es «creación» de valor cuando la substancia efectora del valor no se funda en el fundamento del capital (trabajo ya objetivado), sino que desfondando el fundamento es una fuente «creadora» de valor. El ser es el fundamento como esencia. El trabajo es la fuente como exterioridad de la esencia del capital. Aquí reside todo. El capitalismo (y Hegel en su ontología) consideran como lo «mismo» trabajo y capacidad productiva, y capacidad productiva y salario, porque no distinguieron trabajo vivo (fuente creadora de valor, trascendencia metafísica del capital) con la capacidad productiva (potencia fundada en el valor del capital).
Marx pone de cabeza a Hegel no porque haya afirmado -nunca lo hizo-, que el cosmos material eterno produce la idea o la conciencia como un epifenómeno en la dialéctica de la naturaleza. Marx pone de cabeza a Hegel porque en el discurso dialéctico afirma una positividad no incluida ya en el proceso dialéctico del dinero ni del capital. El dinero se convierte en capital, porque el trabajo vivo ha sido subsumido (formal y realmente, según los casos) en dicha dialéctica. Esta subsunción introduce en la realidad del capital una fuente creadora de valor simplemente enajenada a su sujeto mismo. El trabajador, como «substancia» -y este concepto sí es hegeliano, pero aquí usado como «fuente» en el sentido de Schelling-51, es en el seno del capital la misteriosa surgente de más-valor, creador de valor, exterioridad metafísica, el Otro que el capital. Esta es la tesis fundamental del materialismo. ¿Por qué? Porque desde la positividad analéctica- si por esa palabra se entiende el «más- allá» (anó) de la «fuente» con respecto al «fundamento»- o la subjetividad creadora de valor del trabajador es puesto el contenido del capital: el valor que se valoriza. Todo el materialismo es referencia última a la corporalidad creadora de valor:
Por fuerza de trabajo o capacidad de trabajo entendemos el conjunto de las facultades físicas y mentales que existen en la corporalidad (Leiblichkeit), en la personalidad viva de un ser humano y que él pone en movimiento cuando produce valores de uso de cualquier índole52.
El trabajador, el sujeto de trabajo es así «fuente de valor… creación de valor»53, exterioridad «más-allá» del fundamento del capital54.
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NOTAS
1. Citaremos en primer lugar la Lógica (= L) editada en castellano por Rodolfo Mondolfo, Hachette, Bs, As, 1968, pp. 77ss; y en segundo lugar la edición alemana de E. Moldenhauer-K. M. Michel, en Theorie Werkausgabe, Suhrkamp, Frankfurt, t. 5, I (1969), pp 82ss.
2. P. 68; p. 72.
3. P. 65; p. 68.
4. Citaremos en primer lugar El Capital (= C) de la edición castellana de Pedro Scaron, Siglo XXI, México, t.l/l (1975), pp. 4355; y en segundo lugar del alemán MEW, t. XXIII (1962), pp. 49ss.
5. Prólogo a la primera edición (p. 6; p. 11-12), Hegel dice del ser «… ganz form ohne allen inhalt…». Marx escribe: «Die Wertform… inhaltlo 55 und einfach». El mismo Hegel habla igualmente de la simplicidad del ser: «das Unmittelbare… einfach» (L. p.72; p. 79).
6. C.Ibid.,p. 5:p.ll.
7. Ibid; nota 17; p. 61; p. 64.
8. «… al análisis de la sustancia y magnitud del valor» (Ibid. p. 5; p. 11).
9. Pp. 99ss; 115ss.
10. Ibid; Véase mi obra Método para una filosofía de la liberación, Sígueme, Salamanca, 1974, pp.89ss.
11. C. Ibid, pp. 43ss.; pp. 49ss.
12. Cfr. L. II 5ec 1, cap. 1, A, B y C.
13. Ibid; p. 74; p. 75. La expresión: «wertform» es aquí equivalente a «Wertausdruck«.
14. Pp. 100ss; pp. 177ss.
15. Ibid.
16. C. Ibid.
17. Ibid. pp., 43-44; 49-50.
18. Pp. 103ss; 209ss.
19. Ibid.
20. C. Ibid; textos ya indicados desde el capítulo 1.
21. Ibid; pp. 43-44; 49.
22. Ibid., pp.47; 53.
23. Pp. 285ss.; 387ss.
24. Ibid., p. 288; 391.
25. Ibid., p. 285; 387.
26. C., Ibid., pp. 115ss; 109ss.
27. Ibid., p., 115; 109.
28. Ibid., p. 116; 110. Expresión igualmente hegeliana: «la cantidad específica» (L I, sec. 3, cap. 1).
29. Pp. 334ss; 456ss.
30. Pp. 179ss; 161ss.
31. Ibid. p. 203; 181. El concepto de «fuente» (quelle) más-allá del «fundamento (Grund) o del ser, como «creador del ser» es una categoría de Schelling y no de Hegel (Cfr. mi Método para una filosofía de la liberación latinoamericana, pp. 166ss.) Schelling, como Marx, usa la fórmula «aus Nichts «(ex nihilo)» (Cfr. p.e. Zur Geschichte der neueren Philosophie, en Werke, V (1959), pp. 327-332), y también, «fuente de conocimiento (Erkenntnissquelle) » (Philosophie der Offenbarung, en Ibid, VI, p. 398).
32. P. 339ss.; tomo II (1969), p. 11ss.
33. Ibid., p. 343; 17.
34. Pp.179ss; 161ss.
35. Ibid., p.188; 169.
36. Ibid., p. 189; 170.
37. Pp.343ss; 17ss.
38. Ibid., p. 341; 16.
39. Pp. 215ss.; 192ss.
40. Pp. 213-214; 189.
41. pp. 421ss.; 124ss. La expresión «mundo fenoménico» se encuentra en el capítulo 2, B.
42. «… erscheinende… wesentlichen… »
43. p. 447; 159.
44. La expresión «existiert» nos refiere al concepto hegeliano de «existencia: (L II, sec. 2, cap. 1): «lo que existe tiene un fundamento y está condicionado». Es decir, en Marx, la circulación es la «existencia» de la producción; el carácter propio de lo que aparece en el mundo.
45. C. II, sec. I cap. I (II/4, p. 38; XXIV, p. 37).
46.1bid., sec. 3. cap. 18 (II/5, p. 430; p. 352).
47. Pp. 467ss., 186ss.
48. C.111, sec. 1, cap. I (III/6, p. 29; XXV, p. 33).
49. L II, inicio (p. 339; II,p. 13).
50. Ibid. (p.343; 17).
51. Como hemos indicado más arriba Schelling supera positivamente la negatividad del ser hegeliano como esencia o fundamento desde el concepto de «fuente»: la causa efectora más allá del ser. Para Schelling como Dios creador; para Marx como el trabajador creador de valor, pero en ambos como superación de la ontología (Cfr. mi Filosofía de la liberación, op. cit., 2, 3, 4, 5.2: «Crear significa poner en la realidad sin antecedentes, desde lo que no está todavía constituido, desde fuera del «sistema». Es en este sentido metafísico exacto que Marx usa la noción «creación del valor», es decir, producción de valor desde más allá del capital; desde la «fuente» trabajo vivo, exterioridad metafísica del ser del capital.
52. C I.sec.l cap. 4 (I/1.p. 203, XXIII, p.181). Cfr. mi art. «La exterioridad en Marx», El Buscón (México) en 1985.
53. Ibid.
54. Cfr. mi obra Filosofía de la liberación, 2. 4.6.2: » En cuanto otro incondicionado, exterior, el otro como otro consiste en un no-ser». Marx expresa claramente en los Grundrisse al trabajo libre como «no-capital», como «no-ser». Siguiendo a Schelling en su crítica a Hegel, pero aplicada a la economía política podríamos decir que el capitalista trata sólo del valor de la mercancía pero nada dice de su existencia real, es decir: de la sustancia creadora de la realidad del valor como exterioridad, y solo en este sentido puede llamárselo idealismo absoluto a diferencia del idealismo relativo (Cfr. mi Método para una filosofía de la liberación, p. 122).