Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Ante las elecciones europeas al Parlamento Europeo

Pascual Serrano, Santiago Alba Rico, Carlos Martínez

Ante las elecciones europeas al Parlamento Europeo del próximo 7 de junio la izquierda del Estado español se presenta mediante diferentes candidaturas bajo las denominaciones Izquierda Unida, Izquierda Anticapitalista, Iniciativa Internacionalista y Partido Comunista de los Pueblos de España.

Ultima hora: un llamamiento a la unidad

España, al borde de la revolución

 

Publicado en Rebelión

Pascual Serrano, Santiago Alba y Carlos Martínez enfrentan sus posiciones. Debate sobre la izquierda en España ante las elecciones europeas

Pascual Serrano

1. El capitalismo es radicalmente injusto e irreformable. Trata a los seres humanos como puros medios de reproducción siempre ampliada de la miseria, la explotación y el dolor. Por eso soy anticapitalista.

2. El capitalismo exige márgenes siempre mayores de expansión material e inmaterial. Su ley es la conquista de nuevos mercados por cualesquiera medios; la violencia mental y territorial le es inseparable. Por eso soy anti-imperialista.

3. El capitalismo demanda la explotación ilimitada de recursos naturalmente finitos, por lo que su desenvolvimiento incluye sin remedio la destrucción de las condiciones mismas de toda existencia común: el planeta mismo. Por eso soy ecologista.

4. El capitalismo erosiona sin descanso los márgenes de autonomía y autodeterminación de pueblos e individuos, imponiendo marcos de existencia que sólo pueden ser superados mediante la solidaridad y la unidad a escala global. Por eso soy internacionalista.

5. Frente al capitalismo, la única alternativa es la transformación radical del régimen de producción y distribución de bienes y servicios, a fin de garantizar, al mismo tiempo, el acceso universal inmediato a una vida digna y la supervivencia de las condiciones mismas de la vida futura. A eso podemos llamarlo “comunismo”. Por eso soy comunista.

Etc.

Por todo esto, en un momento en el que la supervivencia misma de la humanidad aparece amenazada, en mi condición de izquierdista, anticapitalista, anti-imperialista, ecologista, internacionalista, feminista y antisectario, considero mi deber histórico, prioritario, urgente e inaplazable, hacer todos los esfuerzos posibles para desmarcarme de la forma más clara y contundente, por encima de acuerdos y afinidades, de todas las otras fuerzas izquierdistas, anticapitalistas, anti-imperialistas, ecologistas, internacionalistas, feministas y antisectarias que piensan como yo y a las que reconozco una misión histórica idéntica a la mía. No esperemos al triunfo de la revolución: desunámonos ahora mismo. No esperemos a tomar el poder: hagamos ya todo lo posible para no tomarlo.

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Crítica implacable de la declaración de Pascual Serrano Al borde de la revolución, España

Santiago Alba Rico

En relación con el texto titulado “España, al borde de la revolución” firmado por Pascual Serrano, tengo que objetar tajantemente lo siguiente:

1. El capitalismo es radicalmente injusto e irreformable. Trata a los seres humanos como puros medios de reproducción siempre ampliada de la miseria, la explotación y el dolor. Por eso soy anticapitalista.

2. El capitalismo exige márgenes siempre mayores de expansión material e inmaterial. Su ley es la conquista de nuevos mercados por cualesquiera medios; la violencia mental y territorial le es inseparable. Por eso soy anti-imperialista.

3. El capitalismo demanda la explotación ilimitada de recursos naturalmente finitos, por lo que su desenvolvimiento incluye sin remedio la destrucción de las condiciones mismas de toda existencia común: el planeta mismo. Por eso soy ecologista.

4. El capitalismo erosiona sin descanso los márgenes de autonomía y autodeterminación de pueblos e individuos, imponiendo marcos de existencia que sólo pueden ser superados mediante la solidaridad y la unidad a escala global. Por eso soy internacionalista.

5. Frente al capitalismo, la única alternativa es la transformación radical del régimen de producción y distribución de bienes y servicios, a fin de garantizar, al mismo tiempo, el acceso universal inmediato a una vida digna y la supervivencia de las condiciones mismas de la vida futura. A eso podemos llamarlo “comunismo”. Por eso soy comunista.

Etc.

Por todo esto, en un momento en el que la supervivencia misma de la humanidad aparece amenazada, en mi condición de izquierdista, anticapitalista, anti-imperialista, ecologista, internacionalista, feminista y antisectario, considero mi deber histórico, prioritario, urgente e inaplazable, hacer todos los esfuerzos posibles para desmarcarme de la forma más clara y contundente, por encima de acuerdos y afinidades, de todas las otras fuerzas izquierdistas, anticapitalistas, anti-imperialistas, ecologistas, internacionalistas, feministas y antisectarias que piensan como yo y a las que reconozco una misión histórica idéntica a la mía. No esperemos al triunfo de la revolución: desunámonos ahora mismo. No esperemos a tomar el poder: hagamos ya todo lo posible para no tomarlo.

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Crítica implacable de la crítica implacable de Santiago Alba Rico y de la declaración de Pascual Serrano. De la revolución España al borde

Carlos Martínez

En relación con los artículos de Santiago Alba Rico y Pascual Serrano, titulados respectivamente “Al borde de la revolución, España” y “España, al borde de la revolución”, tengo que objetar a ambos lo siguiente:

1. El capitalismo es radicalmente injusto e irreformable. Trata a los seres humanos como puros medios de reproducción siempre ampliada de la miseria, la explotación y el dolor. Por eso soy anticapitalista.

2. El capitalismo exige márgenes siempre mayores de expansión material e inmaterial. Su ley es la conquista de nuevos mercados por cualesquiera medios; la violencia mental y territorial le es inseparable. Por eso soy anti-imperialista.

3. El capitalismo demanda la explotación ilimitada de recursos naturalmente finitos, por lo que su desenvolvimiento incluye sin remedio la destrucción de las condiciones mismas de toda existencia común: el planeta mismo. Por eso soy ecologista.

4. El capitalismo erosiona sin descanso los márgenes de autonomía y autodeterminación de pueblos e individuos, imponiendo marcos de existencia que sólo pueden ser superados mediante la solidaridad y la unidad a escala global. Por eso soy internacionalista.

5. Frente al capitalismo, la única alternativa es la transformación radical del régimen de producción y distribución de bienes y servicios, a fin de garantizar, al mismo tiempo, el acceso universal inmediato a una vida digna y la supervivencia de las condiciones mismas de la vida futura. A eso podemos llamarlo “comunismo”. Por eso soy comunista.

Etc.

Por todo esto, en un momento en el que la supervivencia misma de la humanidad aparece amenazada, en mi condición de izquierdista, anticapitalista, anti-imperialista, ecologista, internacionalista, feminista y antisectario, considero mi deber histórico, prioritario, urgente e inaplazable, hacer todos los esfuerzos posibles para desmarcarme de la forma más clara y contundente, por encima de acuerdos y afinidades, de todas las otras fuerzas izquierdistas, anticapitalistas, anti-imperialistas, ecologistas, internacionalistas, feministas y antisectarias que piensan como yo y a las que reconozco una misión histórica idéntica a la mía. No esperemos al triunfo de la revolución: desunámonos ahora mismo. No esperemos a tomar el poder: hagamos ya todo lo posible para no tomarlo.

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