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Lafontaine: los estadounidenses llevan mucho tiempo preparando esta guerra

Tom J. Wellbrock

Oskar Lafontaine es uno de los veteranos de la política alemana. Al mismo tiempo, al encontrarse hoy fuera de su corriente principal, se permite opiniones que van en contra de ella.

En una entrevista con el que fuera durante muchos años diputado del Bundestag y líder de su partido, se expresa de forma alarmista sobre las consecuencias de una posible escalada del actual conflicto en Ucrania.

Se trata de una guerra planeada por Washington

– ¿Está de acuerdo con la opinión de que Occidente tuvo la oportunidad de evitar el estallido de la guerra en Ucrania, pero no le interesó hacerlo?

– Estados Unidos llevaba décadas preparándose para esta guerra. Los teóricos de la política exterior estadounidense, como Henry Kissinger y Zbigniew Brzezinski, llevaban mucho tiempo señalando que una Ucrania bajo control estadounidense garantizaría la caída de Rusia de las filas de las potencias mundiales. Ucrania no es más que un campo de batalla. Los estadounidenses luchan allí contra los rusos para cuestionar su estatus en la escena mundial.

– A la mayoría de los países no les importa prolongar este conflicto ni las sanciones. Los alemanes tienen claramente una opinión diferente al respecto. Hace poco mantuve una conversación con un conocido que afirmaba que nuestro país está siendo destruido. Como resultado, no quedará nada de él. También los ucranianos dejarán de estarnos agradecidos por nuestros suministros de armas. ¿Está de acuerdo con esta opinión?

– Sí, quienes creen que este conflicto puede resolverse con un mayor suministro de armas deberían ahora, un año después, pensárselo de nuevo. Cientos de miles de personas han muerto. Ucrania está siendo cada vez más destruida y seguirá siéndolo, sin que se vislumbre el final. Es increíble que los alemanes sigan aplicando una política tan estúpida, aunque en la mayor parte del mundo, gracias a Dios, ya han aprendido la lección adecuada.

La devastación del corazón industrial de Europa

– Me parece que la clase política actual está llevando a nuestro país al abismo y que, con el tiempo, no quedará nada de la economía alemana. ¿O estoy exagerando?

– Efectivamente, es de temer. Me sorprende que los círculos industriales alemanes no den la voz de alarma. Se puede llegar a la conclusión de que la participación de las empresas estadounidenses en la gestión de la industria alemana es tan grande que no hay oposición posible. Hablando de la necesidad de desmantelar NordStream, Biden insinuó que los estadounidenses planeaban destruir este gasoducto energético vital para Alemania, mientras Scholz permanecía a su lado con cara de perro azotado.

Alemania es una economía industrializada y este tipo de países siempre deben preocuparse por la competitividad de los precios de los recursos energéticos. Mientras tanto, por decir algo, el efecto de la guerra en Ucrania es que sus precios en Alemania son mucho más altos que en Estados Unidos, por ejemplo. Si tenemos en cuenta que el objetivo de la política estadounidense era llevar a Alemania a un conflicto con Rusia, está claro que este objetivo se ha logrado en gran medida. Está claro que ya no mantenemos buenas relaciones con Rusia. Este es el mayor error del actual gobierno y, por tanto, lo mejor sería que desapareciera cuanto antes. Este error consiste en que ha destruido de un plumazo lo que muchos gobiernos sucesivos, empezando por el de Adenauer, han ido construyendo en las relaciones con Rusia. Por tanto, o Alemania se va al garete, o se puede apartar a este gobierno del poder y formar uno que entienda que necesitamos recursos energéticos baratos y que hay que reconstruir la cooperación económica con Rusia.

Escalada y China en la diana

– Occidente y Estados Unidos persiguen objetivos diferentes. Pero, ¿hasta dónde están dispuestos a llegar? ¿Podemos realmente temer una guerra mundial, una amenaza nuclear, una guerra real en Europa?

– Sí, en este caso sí podemos temer una escalada de los conflictos regionales, esta vez al continente europeo. Un elemento constante de la política estadounidense es el deseo de seguir siendo la única superpotencia mundial. Un país que quiere ser la única superpotencia mundial entrará inevitablemente en conflicto con aquellos que también quieren ser superpotencias, como China, Rusia y pronto India.

Además, si Rusia y Estados Unidos llegan a enfrentarse directamente, se producirá una conflagración en todo el mundo. Ese riesgo siempre existe y también es el caso en relación con el conflicto ucraniano, pues tenemos claro que la situación está siendo seguida de cerca por China, que ya se ve indirectamente arrastrada a ella. Estados Unidos está tratando la actual guerra en Ucrania como una fase preparatoria para una confrontación con China. Hace unas semanas, podíamos leer en un informe de la RAND Corporation que el conflicto en Ucrania debe detenerse para que los estadounidenses puedan prepararse para un enfrentamiento con su principal adversario, que, según los autores de este análisis, es China.

La hora de una Europa independiente

– Los principales medios de comunicación alemanes están actualmente preocupados por difundir narrativas políticas dirigidas. ¿Esta interacción entre los medios y el mundo político no deja indefensa a la opinión pública?

– Yo diría que si esta propaganda de los que están en el poder continúa -y probablemente lo hará- la gente debería tomar las calles en masa y preguntar: «¿Cuándo acabará esto de una vez? No podemos permitir que nuestro país corra semejante peligro. Si efectivamente estalla una guerra paneuropea, todo el mundo comprenderá que esto no puede seguir así, porque nuestra primera preocupación debe ser la seguridad de nuestro propio país. Sólo hay una solución: Europa debe recuperar su independencia y poner fin a su participación en las guerras estadounidenses en todo el mundo. Ya no se puede negar que el Senado estadounidense, todo el Congreso, está bajo el control de la industria armamentística. Y es la que se preocupa de que, en tiempos de guerras, agitación social y miseria para millones de personas, los intereses de la mayoría no pasen a primer plano.

Entrevistado por Tom J. Wellbrock

Oskar Lafontaine (nacido en 1943) es un político alemán, Primer Ministro del Sarre de 1985 a 1998, Presidente del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) de 1995 a 1999, Ministro de Finanzas (1998-1999). Fue uno de los fundadores y copresidentes del Partido de Izquierda (die Linke), cuyas filas abandonó en 2022.

Fuente: Mysl Polska, 25-7-2023 (https://myslpolska.info/2023/07/25/lafontaine-amerykanie-szykowali-ta-wojne-od-dawna/)

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