Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Haití: desastre natural sobre la infamia de la historia

Guillermo Fernández Ampié

Haití: desastre natural sobre la infamia de la historia

Guillermo Fernández Ampié*

La última tragedia que azota Haití ha atraído los focos de las empresas internacionales comercializadoras de noticias que no se cansan de repetir cuán pobre, qué falta de infraestructuras y servicios resulta la sociedad haitiana. El periódico español El País reseña la crueldad de la historia de esa nación caribeña: crisis gubernamentales arbitradas a machetazos, pobreza, hambre y migraciones masivas. Otro análisis de la agencia Ap cita a algunos expertos que explican la desgracia por la conjugación de una serie de factores asesinos: geografía, problemas sociales, chapuceros estándares en la construcción de edificios y mala suerte. De remate, el predicador estadunidense y alguna vez precandidato presidencial republicano Pat Robertson afirma que existe una maldición sobre el pueblo haitiano porque éste habría hecho un pacto con el demonio para destruir la esclavitud e independizarse del yugo francés.

De lo que se cuidan de hablar estos medios y sus fuentes expertas, o que apenas aluden, es de la responsabilidad de Estados Unidos y Europa en la postración de Haití. Si algo ilustra la crueldad en la historia haitiana es precisamente la continua agresión de la que ha sido objeto el país (registrada por Gregorio Selser en su monumental obra sobre las intervenciones extranjeras en América Latina). Vale la pena recordar, aunque sea de forma sucinta, algunos de estos otros factores asesinos que han contribuido a la pobreza endémica de los haitianos.

Read more

"¡ÓJI!", una lección griega sobre el verdadero "efecto dominó"

Rafael Poch

‘¡ÓJI!’, una lección griega sobre el verdadero ‘efecto dominó’

 

Rafael Poch

 

El año pasado estalló la crisis financiera. Sus causas y geografía son claras. Sin embargo, los dueños e intérpretes de las sagradas escrituras pretenden vendernos el absurdo de que la única manera de combatir los efectos de aquel descalabro es el masivo recorte de gasto social y del nivel de vida de la mayoría. Grecia es el paradigma europeo de este absurdo.

 

Read more

Chile: ¿elecciones de consecuencias históricas?

Jesús Sánchez Rodríguez

Chile: ¿elecciones de consecuencias históricas?

Jesús Sánchez Rodríguez*

Las elecciones chilenas de enero de 2010 no podían leerse exclusivamente en clave nacional, a pesar de que por si mismas ya tuviesen un interés especial en cuanto estaba en juego el final de la etapa de gobiernos de la Concertación y el acceso al gobierno de la derecha pinochetista. Pero la coyuntura histórica en la que se encuentra América Latina proyectaba el interés de estas elecciones más allá del ámbito chileno.

En este sentido no se pueden olvidar otras dos coyunturas históricas, no excesivamente lejanas en el tiempo, en las que unas elecciones nacionales supusieron una encrucijada importante para las fuerzas de izquierda, con unas consecuencias negativas profundas en el segundo de los casos.

La primera de las coyunturas fueron las elecciones presidenciales francesas de 2002. Recordemos brevemente aquel momento. Las elecciones se celebraban después de un período de cohabitación de cinco años entre el Presidente Jacques Chirac y el Primer Ministro, el socialista Lionel Jospin. En la primera vuelta electoral habían concurrido 16 candidatos diferentes, desde la izquierda radical a la extrema derecha. La previsión era que en la segunda vuelta se enfrentasen, como los dos candidatos más votados, Chirac y Jospin, pero Francia entró en shock cuando conoció que los dos candidatos más votados eran Chirac y Le Pen. Este último había sobrepasado a Jospin por algunas décimas (16,86% frente al 16,18%). Un duro dilema para la izquierda. También en aquella primera vuelta la suma de la abstención y los votos blancos representó un tercio del electorado. El desencanto con los partidos de la cohabitación e incluso con el PCF, que había participado en el gobierno Jospin, produjo, además de la abstención mencionada, el crecimiento de la votación al trotskismo, que entre sus diferentes expresiones acumuló el 11%, pero sobretodo permitió que el ultraderechista Le Pen fuese uno de los dos candidatos a la segunda vuelta.

Read more

Nuestra deuda con Haití

Hortensia Fernández Medrano

NUESTRA DEUDA CON HAITI

Hortensia Fernández Medrano

La tragedia de Haití nos hace rememorar cosas que  fácilmente olvidamos. Haití, como se ha repetido hasta la saciedad estos días, es el país mas pobre del continente americano y uno de los países más pobres del  planeta.

Sin embargo, muchos no saben o no recuerdan  que Haití fue el primer país independiente de América surgido de una rebelión de esclavos, esos esclavos que los europeos arrancamos del continente africano y llevamos a América  en condiciones infrahumanas a trabajar en las plantaciones de caña de azúcar, y que, a fuerza de intensificar los cultivos para extraer el máximo beneficio, acabaron con un  suelo antes fértil que provocó la desertificación del país.

Read more

¿Haití existe?

Leonardo Padura Fuentes

Leonardo Padura Fuentes

Publicado en Cubadebate: http://www.cubadebate.cu/

Haití fue el primer país independiente de América Latina. La colonia francesa de Saint Domingue, que ocupaba la mitad occidental de la isla La Española, vio en los años finales del siglo XVIII arder los cafetales y las plantaciones de caña que tanta riqueza habían dado a la metrópoli europea. El fuego lo pusieron los negros esclavos, traídos de África o ya nacidos en la colonia, quienes tuvieron la osadía de pensar que el sueño ilustrado de que la libertad, la igualdad y la fraternidad eran posibles para los hombres, también les concernía a ellos, los más explotados y desiguales. Pero hombres al fin y al cabo.

El reto lanzado al mundo y a la historia por los negros y ex esclavos haitianos al parecer fue demasiado audaz y pronto se revertiría como una maldición secular.

Read more

Frente a la crisis política actual: Investigar la deuda. Enfrentar a la derecha

Claudio Katz, Jorge Marchini, Eduardo Lucita

Claudio Katz – Jorge Marchini – Eduardo Lucita

Publicado por ARGENPRESS, miércoles 13 de enero de 2010

Otro conflicto de imprevisibles consecuencias ha estallado entre el gobierno y la oposición de derecha.

La iniciativa gubernamental de constituir un fondo especial con una porción de las reservas para garantizar el pago de la deuda externa desató este conflicto. La derecha rechaza este fondo y exige hacer frente a los pagos con las partidas del presupuesto sin tocar las reservas. La diferencia entre ambos bandos son los mecanismos para cumplir con las exigencias de los acreedores.

Pero bajo esta discusión subyace una coincidencia plena: pagar una deuda fraudulenta que ya ha sido pagada varias veces. Este acuerdo ya se manifestó cuando hace pocos meses los legisladores del gobierno y la oposición votaron por unanimidad la derogación de la “ley cerrojo”, que bloqueaba la reapertura del canje con los bonistas que quedaron afuera de ese arreglo. Ninguno de ellos se indignó en ese momento con la “violación de la seguridad jurídica” implícita en la anulación de una disposición que se presentó varias veces como inmodificable.

Read more

El galope sin bridas del lenguaje y la cosmovisión dominantes

Salvador López Arnal

“No es que las personas se hayan vuelto más codiciosas que en las generaciones pasadas”, declaraba el profeta del capitalismo inmoderado Alan Greenspan, entonces presidente de la Reserva Federal, en el Senado usamericano en 2002. Lo que ocurría, señalaba el agitador de huracanes neoliberales, es que las vías para expresar la codicia habían aumentado enormemente. No añadió, desde luego, con neta inconsistencia, que él mismo, con sus políticas y valores, era parte sustantiva de esa expansión de las vías de expresión codiciosas.

Algo parecido ocurre con el lenguaje y estilo dominantes que, como nos enseñaron aquellos imprescindibles revolucionarios decimonónicos,  suelen ser las ideas, opiniones y procedimientos de los grupos, clases y fuerzas políticas dirigentes. No es que sus campos poliéticos se abonen mejor, con mayores cuidados, con argumentaciones más sólidas; no, en absoluto. Lo que ocurre es que sus medios de expresión y penetración sigue incrementándose sin límite (y con esa oposición y respuesta) en territorios que, en principio, deberían articularse con otras nociones y con argumentos muy distintos. En Público de 19 de enero de 2010, Isaac Rosa e Ignacio Escolar escribían dos magníficos artículos sobre el tema a propósito de las declaraciones del president de la Generalitat -“Si abordamos la inmigración con el discurso buenista nos equivocaremos y daremos argumentos a los xenófobos”- y del portavoz del PSC, el señor Miquel Iceta: “Nuestro partido rechaza los dos extremos: el buenismo, cerrar los ojos antes los problemas, y la xenofobia” [2]. “Buenismo”, no es necesario recordarlo, es terminología acuñada y “popularizada” por la FAES, la fundación de la extrema derecha españolista neofranquista y neoliberal. Y hablar como ellos es, a veces, pensar como ellos

Añado una observación complementaria sobre lenguaje, estilos e ideas prestadas.

El presidente del Gobierno español envió el lunes 18 de enero un telegrama a Sebastián Piñera [3]. Le trasladada en él una “calurosa” felicitación por su apretada victoria en las elecciones presidenciales chilenas. ¿”Calurosa” es la palabra que debe escoger un presidente de un partido que se dice socialista para saludar la victoria de un dirigente político que cuenta entre las pricipales fuerzas que le apoyan a Unión Democrática independiente, una organización ultramontana fundada por Jaime Guzmán, el ideólogo del fascismo pinochetista chileno? [4]

En el telegrama escrito por alguno de los asesores de Rodríguez Zapatero se desea a Piñera el mayor éxito en su mandato como presidente chileno. ¿El mayor éxito en su mandato, el mayor éxito para implantar lo que seguramente será una política económica de capitalismo salvaje sin cuidar formas, derechos ni conquistas populares? ¿Éxito para el mandato político de un empresario multimillonario que cuando faltan apenas dos meses para asumir la presidencia de Chile no ha prescindido de ninguno de sus grandes negocios? ¿Hay que desear éxito a este Berlusconi chileno?

El texto del telegrama habla, además, de la firme voluntad del gobierno español de impulsar la cooperación y amistad que existen entre los dos países. ¿Cooperación de las multinacionales españoles para esquilmar todo lo que ponga por delante? ¿Cooperación económica con un gobernante cuyo triunfo causó al día siguiente un incremento del precio de las acciones de Axxion, una de sus grandes empresas, del 13,8%? ¿Amistad con un gobernante apoyado por una fuerza política orgullosa del legado pinochetista, impregnada de un catolicismo integrista que produce a cualquier alma sensible temblor y pavor (oposición frontal a toda legislación permisiva del aborto por ejemplo), opuesta a cualquier reforma legislativa en sentido democrático y firme (esta vez sí) partidaria del neoliberalismo económico más innoble y criminal? ¿Cooperación y amistad con esas coordenadas, con el máximo representante de esas finalidades sociales?

Read more

Superarán otros seres humanos este momento gris y amargo…

Salvador López Arnal

A pesar de los oscuros e incontables apoyos recibidos. A pesar de las palabras de amistad otorgadas por un ex primer ministro español de extrema derecha defensor de la invasión de Iraq y de golpes de Estado en Venezuela. A pesar de las orientaciones y consejos apuntados desde embajadas intervencionistas imperiales A pesar del control ejercido en canales de televisión. A pesar de los medios casi infinitos que han abonado una candidatura multimillonaria, la izquierda y las fuerzas democráticas chilenas han estado a punto de evitar la victoria de Sebastián Piñera, un economista formado en Harvard que asegura haber visto el golpe de Estado de 1973 por televisión [1], un político berlusconiano de extremísima derecha dueño de la principal aerolínea chilena, del principal club de fútbol del país y de un canal de televisión, un político-empresario de ambición ilimitada y principios muy limitados que galopa a lomo de dos partidos fascistoides, Renovación Nacional y Unión Demócrata Independiente, una fuerza ultraconservadora dirigida por pinochetistas convencidos que fueron colaboradores directos del general golpista asesino, un ciudadano multimillonario que no sólo se opone a la interrupción del embarazo sino que está dispuesto a perseguirla sea cual sea la circunstancia que lo motive.

La izquierda chilena, los partidos y organizaciones de izquierda y democráticos, los movimientos sociales y ciudadanos, tanto los que han votado la otra candidatura como los que no lo han hecho porque han creído que otra opción era preferible, han conseguido una grandiosa movilización que ha sido apoyada por más de tres millones de ciudadanos y ciudadanas y que enseña el camino, el difícil camino que permite avanzar.

La izquierda chilena sabe que transita además por un sendero abonado desde hace décadas: el sendero de la dignidad. Cultivar ese inmenso legado, un legado que no sólo permanece sino que crece y crece sin límites, uniendo generaciones y voluntades, es parte esencial de su identidad. Los ejemplos se agolpan. Este que apunto a continuación es uno de ellos, uno entre muchos, uno que merece ser recordado

Cuando Salvador Allende llegó a Nueva York en diciembre de 1972 a exponer en un discurso memorable ante la Asamblea General de la ONU las conspiraciones de empresas multinacionales contra el Estado de Chile, George Bush, el director de la CIA en 1976, el presidente usamericano en 1988, el padre asesor de Bush II, del invasor de Iraq y Afganistán, entonces embajador de la Administración Nixon ante la ONU, solicitó ser recibido por el dirigente chileno. La reunión duró el tiempo del siguiente diálogo:

Allende: Quiero reiterar a su Gobierno que el pueblo de Chile desea tener las mejores relaciones dentro del mutuo respeto. No identifico al pueblo de EE.UU con las acciones de la CIA en los asuntos internos de mi país

Bush: “Señor presidente, la CIA es también el pueblo de EE.UU.”

Read more

Los pecados de Haití

Eduardo Galeano

La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras. Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.

Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera.

Más que el voto, puede el veto. Veto a las reformas: cada vez que Préval, o alguno de sus ministros, pide créditos internacionales para dar pan a los hambrientos, letras a los analfabetos o tierra a los campesinos, no recibe respuesta, o le contestan ordenándole:

-Recite la lección. Y como el gobierno haitiano no termina de aprender que hay que desmantelar los pocos servicios públicos que quedan, últimos pobres amparos para uno de los pueblos más desamparados del mundo, los profesores dan por perdido el examen.

A fines del año pasado cuatro diputados alemanes visitaron Haití. No bien llegaron, la miseria del pueblo les golpeó los ojos. Entonces el embajador de Alemania les explicó, en Port-au-Prince, cuál es el problema:

-Este es un país superpoblado -dijo-. La mujer haitiana siempre quiere, y el hombre haitiano siempre puede.

Read more