Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Hécube, pas Hécube

Antonio Ruiz

[De Eurípides (424 a. n. e.) a Tiago Rodrigues (2024)]

Escrita y dirigida por Tiago Rodrigues. Interpretada por siete miembros de la Comédie Française. Idioma: francés con subtítulos en catalán. Dos horas y diez minutos. Teatre Grec, 29/07/25.

Argumento: Un elenco teatral prepara la representación de Hécube en la versión de Eurípides. Todos están de acuerdo en realizar una versión que «conecte» con la sociedad actual, pero no todos coinciden en «como» expresarlo. Paralelamente, la actriz Nadia, que interpreta a Hécuba, recibe la noticia que su hijo de 12 años está siendo maltratado. Afectado de autismo la madre lo ingresó en un establecimiento promovido y controlado por la Administración Pública…la madre acusa a la institución y la denuncia por abuso y maltrato.

A partir de ese momento, las escenas teatrales de las dos historias se van combinando…, en ambas se pide justicia.

El portugués Tiago Rodrigues (Amadora-Lisboa- 1977), hasta hace pocos años, era bastante desconocido para la mayoría del medio teatral español, si bien, en en el último lustro, en Barcelona ya no es un desconocido tras representarse varias de sus obras, unas partiendo de sus textos y otras dirigidas directamente. Diferente es su popularidad en territorio francés, donde hace más de una década que se representa regularmente sus obras y en este momento es director del prestigioso Festival de Aviñón (Avignon), poco común, que yo sepa, ya que generalmente son franceses. Fue tras el estreno el año pasado, en dicho Festival de la que hoy comentamos, cuando se lo propusieron. Anteriormente ha sido director del Teatro Nacional portugués. Desde principio de siglo acumula más de una decena de obras, escritas y representadas, entre originales y adaptaciones de clásicos.

El montaje.

Texto.

No es fácil partir de un clásico de hace dos mil quinientos años, y más complicado, con la intención de transmitir la historicidad del ser humano en el sentir y actuar ante una adversidad radical que va más allá y se pretende, que sea social. El fin es noble, pero con los datos que se exponen se puede interpretar de formas diversas: general, particular o personal. Es cierto que toda obra artística debe ser abierta, es el público quien la debe finalizar y concretar, según su sentir tras la representación, pero dada la complejidad del original montaje, este requiere también matizar su finalidad sin determinarla.

Eurípides en su obra nos presenta una Hécuba que ha sido la mujer del rey de Troya, y al perder la guerra sabe que su futuro es ser esclava, sus hijos mayores murieron luchando, los siente mucho pero era el deber de estos. Incluso matar a la hija por venganza lo tiene que asumir tras hacer todo lo posible por salvarla; pero matar por cobardía y avaricia al hijo menor, eso estaba fuera de toda cultura de su época, y trama, hasta lo imposible, para sacarle los ojos al culpable. Cultura y eticidad de vida de su momento histórico, sino se respeta, mejor no vivir.

La actriz del mismo personaje; se siente en parte culpable y reacciona denunciando al representante del gobierno, y hasta le hace perder los ojos. Pero sabemos que era un subordinado, mañana ponen a otro. ¿ y que hacemos? ¿Hay una diferencia en los personajes que representan a Hécuba? ¿Es este el sentido del título; Hécuba, no Hécuba? Sí y no. Lo es por los diferentes tiempos históricos de los hechos, pero no debe haberlo por los sentimientos y eticidad de vida social.

Artístico.

El director emplea una variedad de técnicas dramáticas que requieren una atención rigurosa para no perderse lo que pretende su relato. En la primera parte se emplean técnicas diversas: drama, comedia, y en algún momento el irónico-absurdo. Esto puede desorientar al espectador que no tenga una mínima orientación de lo que ha ida a ver. Esto les ocurrió al quince o veinte por ciento, que antes de la mitad abandonaron el anfiteatro, no obstante, si se consigue conectar en el primer tercio, ya no lo pierdes. Es más, se te hace corta, o deseas que continúe como epílogo. Los motivo, entre otros, son: escenario, interpretación, y dirección escénica.

He visto, por fotos, algunos planos del estreno en Aviñón del montaje escénico, y tienen bastante semejanza con el del Grec de Montjuic. Una vez presenciado en directo, el escenario del Grec es lo más adecuado por su formato de anfiteatro. Más de mil quinientos espectadores ante un gran escenario con siete interpretes durante más de dos horas ininterrumpidas, no es fácil. De ello se encargan los interpretes que, bien sentados o en movimiento, crean una dinámica escénica constante. Los siete forman un colectivo al servicio de la totalidad, a pesar de que unos tengan más protagonismo oral que otros, nos queda la impresión del conjunto. Evidentemente, se trata de un equipo muy trabajado en este estilo de representación. Se coordinan como una orquesta, no sabes quien ha dicho la primera frase pero nos queda la unidad de lo expresado.

El hecho de ser el director del montaje el creador del texto tiene sus ventajas, pero no siempre. En este caso, pienso que el montaje escénico supera al texto. Tiago Rodrigues ha realizado una puesta en escena de su complejo texto, no fácil de representar, que la enriquece y potencia como valor artístico, que generalmente, es difícil de conseguir. Si bien considero que el texto puede mejorar -a pesar de su dificultad-, la dirección de puesta en escena la considero ingeniosa, creativa, y de un estilo propio. Combinar estas cualidades en un montaje teatral, es muy escaso en el mundo escénico. Reconociendo que el elenco que la representa es bueno, seguro que el director lo ha mejorado.

Cuando se ve una representación y quedan ganas de que continué, es una suerte difícil de encontrar. Habrá que seguir la estela de este hombre y su hacer teatral.

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