Un punto de encuentro para las alternativas sociales

Cine militante francés en el periodo mudo (I, hasta 1914)

Iniciamos una serie de entradas dedicadas al cine militante de diversos países en el periodo mudo, aproximadamente hasta inicios de los años 30. Hemos decidido limitarnos al cine militante por diversas razones. La más importante es que una presentación del cine social en general, o sobre la situación de la clase obrera, sería demasiado extensa. Como lo sería también hablar del cine de izquierdas en un sentido amplio. Ha habido sin duda miles de películas realizadas por directores, guionistas, actores, etc. cuya postura política de izquierdas se ha reflejado en el contenido de la película, pero incluso una mera relación nos llevaría mucho más allá de lo que pretendemos con este trabajo. Nuetro objetivo será mucho más modesto. Nos centraremos exclusivamente en el cine militante, entendido a partir de una premisa básica: que sea el resultado de la acción colectiva de alguna organización o asociación. Esto implica, por otra parte, que no hablemos exclusivamente de la producción, puesto que buena parte de las energías colectivas en determinados periodos se centraron en las otras dos áreas en las que normalmente, junto a la producción, se divide la industria cinematográfica: la distribución y la exhibición.

Reticencias políticas e inicios modestos

Desde su inicio, el cine fue en su origen un arte y espectáculo para un público proletario, pues al imponerse la proyección colectiva frente a la propuesta inicial de máquinas de visionado individual como proponía Edison, esto exigía la exhibición de manera continuada en locales ad hoc, lo que implicaba la existencia de una masa de público lo suficientemente amplia, a la vez que su bajo coste permitía que este fuese de toda clase social. A pesar de los intentos por atraer a la burguesía con propuestas temáticas de una cultura presuntamente más elevada, como los Films d’Art, la mayor parte del público siguió siendo mayoritariamente la clase obrera industrial o de servicios de las grandes ciudades. Es posible que fuese este el motivo de que parte de las primeras películas mostrasen tanto su modo de vida –en noticieros, vistas de lugares e imágenes de la vida cotidiana y laboral– como, en ocasiones, un cierto interés social y político. Ya vimos en una entrada anterior una película sobre la Comuna rodada en 1906-1907, pero puede ser otro buen ejemplo una anterior: La grève (La huelga) rodada en 1904 por Ferdinand Zecca, probablemente como una adaptación de Germinal de Zola. Novela de la que, por cierto, en esa corriente de adaptación de literatura de prestigio en años posteriores, habría una muy buena adaptación en 1913 dirigida por Albert Capellani en 1913. Este mismo director haría también ese  año una adaptación de Los Miserables de Victor Hugo.

A pesar de las reticencias iniciales mayoritarias en el seno del movimiento obrero, algunos de cuyos militantes veían al cine como una distracción escapista en el mejor de los casos y como un instrumento para la policía en el peor –en una movilización en la zona de Reims la policía revisó varios noticieros grabados para poder reconocer a los participantes– la verdad es que muy pronto le vieron posibilidades por su capacidad de agitación y educación. En el tercer capítulo de la tesis de Luiz Felipe Cezar Mundim O público organizado para a lutao: Cinema do Povo na França e a resistência do movimento operário ao cinema comercial (18951914) se nos presentan tres ejemplos de actividades de propaganda y educación en las que se utilizó el cine: las universidades populares, la actividad de Emile Kress y la de Gustave Cauvin. Veámoslas con un poco más de detalle.

Creadas entre finales del siglo XIX y principios del XX como medio de autoeducación obrera, las Universidades Populares francesas llegaron a ser más de 230 con más de 50.000 participantes. La primera referencia que encuentra Mundim sobre cine en estas universidades es de 1906, y en 1909 se crea en su seno incluso un grupo de ‘Cinéma Social’, aunque no parece tener demasiada actividad. En un congreso de 1910 diversos participantes se preguntan sobre las posibilidades que el cine puede ofrecer para la educación del pueblo.

La segunda experiencia tiene más entidad pues la lleva a cabo alguien que trabajaba en el mundo del cine. Se trata del proyeccionista socialista Émile Kress. Fue secretario general del Syndicat Français des Exploitants du Cinématographe, autor de diversas obras entre las que destaca la conferência De l’Utilité du Cinématographe dans l’Enseignement, y es posible que participase en el que podría ser la primera película militante, Pourquoi la guerre, aunque existen dudas de que finalmente llegase a realizarse.

Y en estos primeros antecedentes contamos por último con las campañas de agitación del, en aquella época próximo al anarquismo y al socialismo revolucionario Gustave Cauvin (18861951). A partir de 1911 Cauvin, tras comprar un proyector, realiza diversas giras por locales sindicales y centros de reunión obreros del país para dar conferencias acompañadas de sesiones de cine centradas en los tres temas que más le interesan: la lucha contra el alcoholismo, la defensa de un cierto neo-malthusianismo que propugnaba limitar el crecimiento de la población, y el antimilitarismo, muy centrado a partir de 1912 en la lucha contra una nueva ley que establecía un servicio militar de 3 años. Cauvin resumía su propuesta con el lema «Trois fléaux: alcool, familles nombreuses, trois ans!» Una sesión típica, a la que acudían habitualmente más de 500 espectadores, constaba de la proyección de algún corto cómico, para atraer al público, conferencias del propio Cauvin u otros especialistas en los temas citados, y la proyección de películas como Les victimes de l’alcoolisme o L’assommoir. De la primera hay una versión de Ferdinand Zecca de 1902, que es la que presentamos a continuación, de apenas cinco minutos, pero de la que Gérard Bourgeois hizo una nueva adaptación de 34 minutos en 1911 con el título de Les victimes de l’alcool. L’assommoir (La taberna) era una muy buena adaptación del relato homónimo de Zola dirigida por Albert Capellani en 1909 que podemos ver en esta entrada de Archive.org. Algunos otros títulos proyectados por Cauvin serán: Vues comiques et scientifiques ; Enfers sociaux, paradis bourgeois ; Nice, séjour d’actionnaires parasites ; Protestations contre la guerre, les armements et les trois ans : deux cent mille Parisiens manifestent au Pré-Saint-Gervais, trois cent mille Allemands manifestent à Leipzig.

La práctica de Cauvin parece haber dado sus frutos, y pronto, a lo largo de 1913, diversas sociedades obreras deciden la creación de salas de proyección e incluso la compra de proyectores: en la Bourse du Travail de Reims; la Maison du Peuple de Monthermé; la cooperativa “Chez Nous” en Puteaux, suburbio de Paris en el antiguo departamento de Seine, como “Cinéma Champêtre” al aire libre; en Fougères en el oeste del país en la región de Rennes; en las sesiones de la Bourse du Travail en Plaisance, Paris; en el Grand Cinéma des Petits Bonshommes de la Ligue ouvrière de la protection de l’Enfance; o en Angers, como Cinéma-Populaire de la Unión de los Sindicatos de Maine-et-Loire.

 

LE CINÉMA DU PEUPLE

Finalmente, en julio de 1913, se daría un paso más en el uso de la cinematografía por parte del movimiento obrero con la creación de la cooperativa de carácter anarquista ‘El cine del pueblo’. Su formación sería anunciada en el congreso nacional de la Fédération Communiste Anarchiste (FCA), formalizandose estatutariamente el 28 de octubre de ese mismo año. El objetivo, además de celebrar fiestas con proyecciones cinematográficas, era la realización de sus propias películas. Entre sus promotores encontramos a Robert Guérard, E. Chevallier, Yves Bidamant y G. Cauvin, del que acabamos de ver su tarea como propagandista a a través del cine.

La formalización legal tendrá lugar el 6 de noviembre de 1913 con la creación de una ‘sociedad anónima de capital variable’ con un capital social de 20.000 francos dividido en 800 acciones de 25 francos cada una. Cada colaborador podía adquirir un máximo de 15 acciones. La sede estará radicada en  la Maison des Syndiqués, edificio en el 17º arrondissement que había sido adquirido y reformado por la Union des Syndicats en 1909 para albergar actividades sindicales diversas. Constará de un Consejo Administrativo de 15 nombres (Laisant, Guérard, Pera, Bidamant, Chevalier, Cauvin, Benoist, Sirolle, Boisdin, Séguin, Martinet, Claimour, Sastre, Tilly (Henriette) y Oustry), aunque no todos desempeñarán una actividad directa en su funcionamiento.

A partir de un informe de la policía, que la vigilaba estrechamente, quedan explícitos sus objetivos: «producir films cinematográficos a través de los aparatos apropiados, en salas alquiladas para este fin» y distribuir films, ya sea alquilándolos o vendiéndolos, con perspectiva revolucionaria, para las organizaciones de trabajadores y para particulares, enfatizando la voluntad del ‘Cine del pueblo’ de «combatir la guerra, el chauvinismo, el nacionalismo y la moral burguesa exaltados en la cinematografía actual». Además, «el alcoholismo será extinguido y las ideas neomaltusianas enseñadas a los espectadores».

Aunque no está muy clara la capacidad real de movilización que tuvo la cooperativa, no hay duda de que suscitó el interés de numerosas sociedades obreras que escribían para interesarse por sus actividades y pedían la autorización para crear grupos análogos. E incluso tuvo una cierta repercusión internacional, con informaciones de contactos en Bélgica, Holanda, Luxemburgo e Italia.

La sociedad presentaría su primera película, Les Misères de l’Aiguille, en enero de 1914, en la fiesta del día 18 en el salón de las Sociétés Savantes, aunque ya el 7 de diciembre de 1913 habían organizado, por iniciativa del Sindicato General de los Trabajadores del Calzado, en la Bourse du Travail –Salle Ferrer, una fiesta en la que por primera vez hicieron proyecciones cinematográficas, con la programación de una hora de “filmes sociales y divertidos”, complementada con la presentación del grupo de cantores La Muse Rouge, y una ‘conversación’ con el miembro de Cine del pueblo L. Oustry, sobre la “Utilidad del Cine del pueblo”. La música estuvo presente en todas las fiestas del grupo.

En enero de 1914 se celebraron dos fiestas más, una parcialmente frustrada en febrero, tres en marzo y una final en mayo. La asistencia osciló entre las más de 2.000 personas que acudieron a la conmemoración de la Comuna  y las 300.

En la del 21 de marzo, además de la proyección de Les Misères, se estrenó la segunda película del grupo, Les obsèques du Citoyen Pressensé, cobertura del funeral de Francis de Pressensé, dreyfusard, creador de la Liga de los Derechos del Hombre, importante militante y deputado socialista francés. Curiosamente, uno de los oradores principales fue el intelectual ruso socialista Lunacharski.

Sin duda la fiesta más importante fue la del 28 de marzo, en la que se estrenaron el resto de películas que llegaría a realizar la cooperativa: su visión sobre a Comuna de 1871, Victime des exploitées! y Le Vieux Docker. La parte musical estuvo a cargo de Méristo, del grupo Chanson du Peuplee Charles Albouy, de Concerts Colonne. Hubo también un debate sobre la Commune con Zéphirin Camélinat, veterano y director de la casa de la moeda creada en la Comuna, y finalmente la representación de un grupo teatral de la obra Client sérieux, de Courteline. Tal como hemos indicado, hubo más de 2.000 asistentes a la fiesta.

Cabe destacar la voluntad antisectaria del grupo, que contaba entre sus miembros con gente tan diversa como un cantante socialista del SFIO, Montéhus, otro anarquista de la FCA, Robert Guérard; un cooperativista socialista, Paul Benoist; un sindicalista anarquista, Yves Bidamant; un matemático famoso, CharlesAnge Laisant; una anarquista individualista, Jane Morand; y un obrero, Émile Rousset, célebre por denunciar las torturas y la muerte de un colega en el ejército.

Conocemos otros proyectos cinematográficos previstos tras la realización de estas primeras cuatro películas, que probablemente ninguno de ellos llegase a realizarse con el estallido de la Primera Guerra Mundial en agosto de 1914. Uno de ellos, Biribi, probablemente basado en la novela homónima de Georges Darien sobre las durísimas condiciones de los presidios militares franceses en el norte de África. El otro, un homenaje al pedagogo anarquista Francesc Ferrer i Guardia, aunque con una curiosa confusión entre catalán e italiano el título anunciado era Francesco Ferrer. Estaba previsto, por último, la realización de L’hiver, plaisirs de riches! Souffrances des pauvres!, de la que no hemos encontrado más datos, y Les Actualités ouvrières, que imaginamos hubiera sido una especie de noticiario sobre movilizaciones obreras.

Veámos ahora con un poco más de detalle cada una de las películas realizadas por el grupo.

Les misères de l’aigulle

La película había sido encargada inicialmente a uno de los miembros de la cooperativa, el cantante Robert Guérard, pero pronto hubo discrepancias por el salario que este pretendió cobrar tras diez días de trabajo y por la valoración de la mayor parte de los asociados de que Guérard «no tenía el menor talento artístico». Finalmente, la película acabaría siendo dirigida por Raphaël Clamour (1885-1943), conocido artista de teatro y habitual de los medios militantes. Cabe destacar que en esta película tuvo su primer papel como protagonista la luego famosísima Musidora. La fotografía estuvo a cargo del anarquista español Armand Guerra, que como luego veremos, sería el director de un par más de producciones de la cooperativa.

Aunque la película presuntamente está dedicada a la explotación de las miles de costureras que trabajaban por un salario ínfimo en París, llevándolas incluso a la idea del suicidio, lo cierto es que, unido a una gran precariedad técnica y a que en la primera exhibición el proyector no tenía la potencia de luz suficiente, la película no gozó de demasiado éxito. Pero juzgad vosotros mismos:

Les obsèques du citoyen Francis de Pressensé

Como hemos comentado anteriormente, se trata de la grabación del entierro del destacado militante Francis de Pressensé. No se ha conservado.

L’Hiver! Plaisir des Riches! Soufrance des pauvres!?

De esta película, producida a finales de enero de 1914, la única información que tenemos es la que aparece en prensa, recogida en el libro de Mundim:

«L’Hiver! Plaisir des Riches! Souffrance des pauvres! Son los placeres del patinaje. Es Gérardmer y las bellezas del invierno, hermosas damas bien vestidas que aprovechan al máximo su ocio. Por el contrario, esta es la pared Père-Lachaise. Las largas filas de desafortunados esperando durante horas, temblando, por una sopa magra. Gente raquítica, solo en la piel … La miseria está ahí en toda su fealdad. (…) Y esto vale más que un discurso para fulminar el sistema social actual.»
ALMEREYDA, Miguel. Le Cinéma du Peuple. Le Bonnet rouge, 28/02/1914, p. 15.

La Commune

Dedicamos recientemente una entrada a esta película, por lo que no nos extenderemos y nos limitamos a ofrecerla de nuevo:

Le vieux docker

En el origen de esta película se encuentra un suceso ocurrido recientemente en el puerto del Havre y del que alguno de los participantes en El cine del pueblo había participado. Se trataba del “caso Jules Durand”, también conocido como el affaire Dreyfus del mundo obrero”. En el curso de una huelga de los estibadores del puerto un esquirol había muerto en una riña a la salida de una taberna. El secretario de la sección sindical fue acusado de incitar al asesinato y condenado a muerte. Aunque una fuerte campaña en su favor organizada por la CGT consiguió que fuese liberado, Durand quedó muy afectado psíquicamente y acabó sus días en un hospital psiquiátrico.

No obstante, más allá de este planteamiento general, nada de lo que vemos en la película se corresponde con lo sucedido, más allá de la idea de la explotación de los estibadores. La película narra las dificultades de un viejo estibador al que ya no se le contrata y cómo la desesperación le lleva a asesinar al encargado que lo había despedido.

Será la segunda película dirigida por Armand Guerra.

Victimes des exploiteurs

No tenemos más datos de esta película que su estreno el mismo día que La Comuna y Le vieux docker.

BIBLIOGRAFÍA

La obra fundamental, en la que hemos basado buena parte del contenido de este artículo es:

-Luiz Felipe Cezar Mundim. O público organizado para a lutao: Cinema do Povo na França e a resistência do movimento operário ao cinema comercial (18951914). Disponible en formato electrónico [PDF].
Otros libros sobre la materia:
-Isabelle Marinone. Anarchisme et cinéma : panoramique sur une histoire du 7ème art français virée au noir. Hay una versión en línea disponible gratuitamente traducida al portugués: Cinema e anarquia: una história “obscura” do cinema na França (1895-1935)
Nina Almberg. Les Caméras du Peuple: cinéma et mouvement ouvrier à la Belle Époque. Tesis de 2011.
-Luiz Felipe Cezar Mundim. Le public organisé pour la lutte : le cinéma du peuple en France et larésistance du mouvement ouvrier au cinéma commercial (1895-1914). Histoire. Université Panthéon-Sorbonne – Paris I; Universidade federal do Rio de Janeiro, 2016. Enlace electrónico.

Y los artículos:

-Laurent Mannoni. «28 octobre 1913: création de la société ‘Le Cinéma du Peuple’». En: Thierry Lefebvre et Laurent Mannoni (dir.). L’année 1913 en France, no. Hors série. Revue1895, octobre, p. 100107. Paris: Association française de recherche sur l’histoire du cinéma, 1993. Enlace electrónico.

-Tangui Perron. «Le contrepoison est entre vos mains, camarades’ C.G.T. et cinéma au début du siècle». Le Mouvement Sociale, n. 172, Paris: Éditions de l’atelier, juilletseptembre, 1995. p. 36. Enlace electrónico.
-Tangui Perron. «A la recherche du cinéma ouvrier : périodisation, typologie, définition». En: Le cinéma ouvrier en France in “les Cahiers de la Cinémathèque” (cinémathèque de Perpignan), n° 71, décembre 2000. Enlace electrónico.
-Tangui Perron. «Le cinéma militant». Enlace electrónico.
-Nina Almberg, Tangui Perron. «La propagande par le film : les longues marches de Gustave Cauvin», 1895. Mille huit cent quatre-vingt-quinze. Enlace electrónico.
-Jean-Paul Morel. «Lucien Descaves : pour le “Cinéma du Peuple”», 1895. Mille huit cent quatre-vingt-quinze. Enlace electrónico.
-La Commune. [Enlace electrónico]

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